Un bibliotecario misántropo

Una sola palabra lo define: misántropo. Difícilmente sociable, medianamente tratable, imposiblemente amigable. Se considera a sí mismo una de las mentes brillantes de este siglo y no es para menos gracias a la educación y títulos académicos que ha logrado en su pocos años de vida. Su interés en el género humano es casi nulo y prefiere dedicar su tiempo a estudiar los mitos de las criaturas sobrenaturales. Solitario y tranquilo, se pasa los días en la biblioteca leyendo y compilando todo lo que le sirva para sus estudios y teorías. Se relaciona con las personas de su alrededor solo cuando es absolutamente necesario. Sus amigos podrían llamarse mejor conocidos o colegas ya que cree que la amistad es subjetiva. Sus relaciones mas allá del campo de su interés son nulas, no le interesan los lazos afectivos ni mucho menos tener romances o parejas pues cree que sería una perdida valiosa de su tiempo.

Es sumamente responsable y estricto con su rutina diaria por lo que no es para nada espontaneo a nuevas actividades. Todo le gusta programarlo y que le salga como él espera pues no encontraras hombre más perfeccionista y minucioso en los detalles. Se puede decir que en todos los aspectos de su vida se presenta como un hombre meticuloso, cuidadoso, desconfiado, egoísta e individualista. Quizá con una o dos personas tiende a ser algo diferente pero con cualquier persona ajena se comportara tajante a menos que dicha persona tenga algo que a él le interese, y con ese algo se hace referencia a inteligencia, no lo material ya que esto le importa poco, a menos que sean objetos invaluables.

En su tiempo libre juega ajedrez o sale a campo abierto a volar cometas, más de una vez se ha electrocutado. Su horario de descanso es inalterable, debe dormir mínimamente ocho horas para levantarse fresco como una lechuga. Su régimen alimenticio también es planificado y prefiere comer solo que en compañía de alguien. Odia que alguien toque su comida o que beba del mismo vaso que él, lo repudia y podría tener un ataque iracundo si se invade su espacio vital. Con todo ello no abandona nunca sus buenos modales ya que su madre se los ha inculcado con la misma mano estricta con la que él ahora lleva su vida.

En cuanto a creencias, solo cree en lo que es susceptible de ser probado. No se une a ideales que no tienen fundamento, no cree en ninguna religión aunque tampoco las rechaza, prefiere creer que hay una fuerza superior y nada más. No apoya a los preceptos de la iglesia, considera que es una monarquía mas como muchas otras y por otra parte son los que le quitan sus objetos de estudio, los sobrenaturales, así que tiene a dicha institución en su lista de enemigos justo por debajo de la señora que hace el aseo en su casa.