Otra búsqueda, Otra razón para verte, caronte [~.Privado.~]

-La había conocido una noche pero solamente bastó una mirada a su cuerpo para que la hiciera suya tanto físicamente hablando tanto igual que como su cliente. No tenía reparos en tras una noche para constatar la voracidad de la enfermedad se lo dijera sin contemplaciones aun cuando no le sorprendio que a aquella dama no le importase o mejor dicho no tuviera desconocimiento pleno de lo que se trataba sino que seguramente se lo habrían dicho en más de una ocasion. Los humanos jugaban con su propia vida como si el derecho les fuera suyo pues existia la frase que amenazaba en cualquier boca "es mi vida" siempre usada para cualquier atributo...no se detuvo cuando meses atrás buscó algunas soluciones a los dolores incluso acertadamente le daba su medicacion hasta que buscaba otro mas efectivo investigando, algunos espíritus que siempre le acompañaban parecian ser útiles buscando remedios o confesándoles que ellos tambien habian tenido lo mismo que lo que ahora tenía su cliente.

Esta vez hizo una excepcion con el dinero pues no le cobraba más que una caricia a su cuerpo confesando que aquella mujer era más hermosa que la más pura flor que hubiera observado, le había mandado un cartero con un mensaje


la primera vez quedaron en el burdel pero las siguientes veces instó a que quedasen en otro lado pues no era bueno para él que en ocasiones tuviera que ir al burdel todos los dias para hacer un seguimiento o entregarle la medicación, pocos acudían a aquel sitio por solo unos minutos y los que lo hacían tenían fama de "voyeur" algo que a la madame no le complacía demasiado igual que seguramente tampoco le complacería tener a una de sus muchachas enfermas aunque mas de una estuviera mucho peor que ahora su cliente debian de tener en cuenta las habladurias e incluso ¿porque no? que los que eran clientes asiduos (y ricos) causaran problemas al saber la condicion en la que se encontraban. "Esta todo listo mi señor" escuchó la voz del espíritu de una mujer gitana alguien que le había sido de mucha ayuda especialmente en estos casos pues su conocimiento impuro de hierbas y de la naturaleza garantizaba un mejor conocimiento, él no se consideraba un estúpido que conocía todo solamente por haber leido y memorizado unos libros pues ¿no es el ser humano imperfecto? creyéndose en la escala evolutiva o el primero en su especie cuando antes de que pestañee otra persona ya ha ocupado su puesto y lugar sin ningún miramiento, por eso, Aetos envolvía toda la informacion tanto de libros como de los muertos que podía incluao hacia llamar a los enfermos para que le describiesen los dolores que tenían- Lo se

-Satisfecho Aetos vió que aquella casa que habia alquilado parecia sin duda distinta a los demás, una cama nueva, la madera brillante aunque algo rasposa sabiendo que algunas manchas no eran precisamente fáciles de sacar, una camilla de blanco impoluto y una mesa al lado, donde colocaria algunos instrumentos para sacar sangre o para comprobar su estado aunque esta vez solo habia una crema, crema que habia conseguido un olor a menta que inundaba la habitación convirtiéndose en dueña de la misma- Solo hace falta que ella venga -sentándose en la silla sacó un periódico, comenzando a leerlo con calma y pausa...era una lectura efímera pues no enganchaba al lector a continuar y podia sentir en cualquier momento para arder en el fuego y calentarse-

Ya sabes que si no tienes que preguntarlo -Su voz sonaba distraida mientras olia cada uno de los frascos que habia traido, segun le habia comentado el dolor habia vuelto asi que habia escogido unas cuentas cosas que actuaban con rapidez para alejarlo, el dolor era como una hiena que siempre estaba atenta y cuando te distraida con sus dientes de carroñera iba a morder la piel dejando que sus dientes se clavasen en los huesos maltratandolos dia tras dia hsta que de una estocada pudiera sentirlos destrozados. A los pocos minutos volvio a mirar al frente contemplando un reloj que se apuraba en dar los segundos como si el trabajo se hubiera convertido en una cosa divertida en donde no podia esperar para hacer sonar su sonido ¿sonar? le habia arrancado el alma a ese reloj porque odiaba ser distraido cone sas cosas-

¿te duele mucho? -pregunto cuando se levanto y él mismo algo irritado abrio la puerta, tenia muchas cosa que hacer y aunque cada paciente debia de atenderse con devocion pero no era eso precisamente lo que mantenia Aetos ya que despues de todo debia de estar en palacio en unas horas para como siempre ser el fiel seguidor de los qu enecesitaran su ayuda-he preparado unas cosas para ti. desnudate y ponte en la camilla -le entrego el vaso de agua y las pastillas mientras se colocaba los guantes y preparaba todo lo demás-

No tenemos mucho tiempo al parecer se me adelantaron unos asuntos -aun asi ahora su voz fue mas delicada, estaba terrenalmente hablando, cansado...debia de querer curarla y lo que mas le cansaba era que esa enfermedad iba ganandole a veces, pues el dolor cual hiena le avisaba cuando sus remedios no estaban surtiendo efecto lo cual sin duda alguna le cabreaba asi que perdia tiempo en la investigacion para sentirse de nuevo poderoso sobre la muerte-