Aya Kuran Ficha

por **Edgar Dagson** Vie Oct 07, 2011 6:48 pm

AYA KURAN

-Nombre del Personaje: Aya Yuuki Kuran.
-Edad: 22 años.
-Especie: Humana.
-Tipo y Clase Social: Clase media.
-Orientación Sexual: Heterosexual
-Lugar de Origen: Kioto, Japón
-Descripción Física: Sus cabellos lisos y de color café emarcan un rostro fino y delicado, de forma estilizada y algo alargada. Sus cejas son poco pobladas, largas desde el comienzo del ojo hasta el final, formando un leve arqueo. Sus ojos almendrados destacan por su oscuridad, en contraste con su piel albina. Su nariz, perfectamente proporcional a las medidas idealizadas, es el punto más sobresaliente de su rostro. Y sus labios carnosos, siempre teñidos de carmesí, son, según Sayuri (su mentora cuando estaba en Japón), lo más bellos que jamás había visto, dotados de una ternura que incitaba a devorar aquella boca sin dueño. Su cuello es corto y estilizado, a gusto de los hombres japoneses que ven la sensualidad de la mujer en su nuca. Sus hombros son disimulados y su pecho, algo más voluptuoso que el deseado, usando en ocasiones un corsé para esconder las curvas de sus senos. Su cintura es estrecha y extiende unas esbeltas piernas delgadas. Su aroma suele recordar a los cerezos, dado que es el árbol más común y adorado en Japón, y de esta forma, siempre lleva un pedazo de su tierra impregnado en su piel.

Aya Kuran:

-Descripción Psicológica:Todas sus virtudes son contenidas por el patrón a seguir al servicio de los Morel, por lo que muchas de sus características psicológicas pocas personas pueden verlas. Ante sus amos, se muestra como una fiel, sencilla, sumisa, discreta y obediente esclava, siempre con la mirada gacha para no incomodar a sus señores y sin contradecir nunca sus órdenes, por extrañas que parezcan. Nunca pregunta, sólo obedece y calla. Pero cuando está a solas o debe enfrentarse al exterior, su faceta cambia. Se muestra firme, segura de sí misma, luchadora empedernida, valiente, sin temores, muy curiosa a cerca el entorno que la envuelve, observadora, cauta, silenciosa, desconfiada al principio pero tierna, cariñosa, dulce y comprensiva cuando confía en alguien. Es madura y responable; sabe muy bien cual es el papel que el destino le ha entregado e intenta desempeñarlo lo mejor posible. Ella no teme a nada ni a nadie, ni siquiera a Santhiago, el más despiadado de los Morel. A penas sale de casa sola, por lo que no tiene ni amigos ni enemigos. Tiene muchas manías cuando se pone nerviosa, como por ejemplo morderse el labio inferior, jugar con sus dedos o resoplar. En general, no suele clavar sus ojos en los de otra persona, y mucho menos en los de un hombre. Es muy tradicional y para su suerte, sus amos le permiten desempeñar algunos pequeños rituales típicamente japoneses, como el sadō (ceremonia del té), el vestirse como geisha aunque no ejerza en ese momento, entre otros pequeños detalles. Aya es una persona bastante inocente e ingenua en cuanto a relaciones humanas se refiere, pues siempre intenta ver la bondad en las personas, pensando que todas tienen algo positivo que ofrecer. Por ello, no suele odiar a nadie, por muchos motivos que ella tenga para hacerlo. Le encanta el arte en general y dado que es una geisha, sabe tocar instrumentos tradicionales de su tierra, tales como el shakuhachi (flauta de bambú), el taiko (tambor), entre otros. Le fascina la poesía, la literatura, la música, la danza y el arte de la seducción. Quizás por leer tanto y por su curiosidad constante, se podría decir que Aya es algo soñadora y de deseos utópicos, como la libertad. Aunque conoce su misión y la acata sin vacilar. En el terreno sentimental, Aya es virgen en todos los sentidos: no ha conocido amor alguno, ni siquiera el fraternal o el calor de una familia.
-Historia: La humilde y pobre familia Yuuki Kuran vendió a Aya cuando ésta tenía ocho años de edad, momento en el que ingresó en una institución nipona a la que se le enseñó el arte de las geishas de forma muy dura y estricta. Allí conoció a Sayuri, su mentora y la que la educó en las artes tanto de la literatura, como de la música, la danza y la seducción. Cuando tuvo dieciséis años, la Academia se libró de Aya en cuanto una família de orígenes parisinos se interesaron por ella. La compraron por una bolsa de monedas y la joven se instaló con ellos en una pequeña mansión de Kioto, en la misma ciudad en la que había estado entrenando como geisha, sirviéndoles como criada y ocasionalmente, ejerciendo como geisha en celebraciones familiares. Al morir los Gudrekson, la muchacha fue destinada a París, lugar en el que residía el hijo mayor del matrimonio, Pierre, pero él se negó a acogerla, tildándola de prostituta. Sola y desamparada pasó varias semanas a la intempérie, hasta que escuchó rumores de una familia adinerada que buscaba a una sirvienta. Decidió entonces dirigirse allí, motivada y llena de ilusiones. En aquella mansión vivían tres hermanos de rasgos súmamente parecidos entre ellos. La familia Morel decidió contratarla como sirvienta y como geisha ocasionalmente, prometiéndoles. fidelidad y obediencia. Desde entonces, es allí dónde ofrece sus servicios, siguiendo la linea marcada en Kioto. El cambio de residencia, de país, de entorno, de lengua y de cultura, supuso un reto tanto personal como profesional para Aya. Se adaptó rápidamente, haciendo alarde de su gran inteligencia. Actualmente, pues, convive junto a los Morel en una gran y preciosa mansión a las afueras de la capital francesa.

Aya a penas recuerda los nombres o los rostros de su familia, pero sabe que era hija de un humilde pescador. De su madre a penas sabe nada, pero recuerda que tenía cuatro hermanos menores, tres de ellas chicas y que corrieron la misma suerte que Miaka al ser vendidas a Academias de Geishas. Del pequeño hermano, supone que murió, dado que cuando le apartaron de casa, el niño estaba gravemente enfermo. Aunque por supuesto, no tuvo noticias de su familia en cuanto llegó a Kioto.

-Datos Extras:

Aya desconoce la existencia de vampiros, licántropos o cambiaformas.

Tiene una katana que el señor Gudrekson le dejó al morir, como muestra de gratitud por sus servicios y por la fidelidad que Aya siempre les mostró. El arma tiene la baina de color blanco con incrustaciones de kanjis en oro fino. El filo de la katana es liso y pulido, listo para ser manchado de sangre. Ésta arma, Aya la guarda bajo un tablón de parqué en el suelo de su habitación, como tesoro.

También posee un caballo blanco de pura raza y una tiara de diamantes y rubíes que Sayuri le entregó cuando Aya se marchó de la Academia. No conserva nada de su familia.

Sus colores favoritos son el rojo y el negro.

Siente un amor maternal hacia los niños.

Le encantan los pájaros y los perros.

Conoce el arte de la literatura, poesía, música, danza y tradiciones niponas. Sabe japonés y francés.

Domina la esgrima perfectamente gracias a que su padre, cuando era una niña, le enseñó el arte de la espada. A demás, gracias a su complexión delgada y esbelta, sus movimientos son ágiles y concisos. Aún así, no le es permitido ejercer la esgrima por ser considerado un deporte masculino.

Aya Kuran:

por **Tarik Pattakie** Vie Oct 07, 2011 9:18 pm

FICHA ACEPTADA
Bienvenida a Victorian Vampires

Aya Kuran Ficha

Aya Kuran Ficha

Re: Aya Kuran Ficha