El resurgir [Miembros del Clan]

por **Vincenzo Danislăv** Lun Nov 28, 2011 11:14 am

~Nada es verdad, todo está permitido.~

Ruinas: 23:02 Pm

Era un día helado, casi invernal pues estábamos aun en la estación otoñal, aquella noche debía de celebrarse la unión de todos los practicantes de la brujería. Todo estaba premeditado, medido y lujosamente dispuesto con pergaminos para que todos los elegidos supiesen de qué modo llegar a aquel lugar distante, pero no lejano de formas distintas. Mediante pasadizos, caminos errantes y “casualidades”. Aquel lugar estaba protegido con magia neutral y sellado gracias a la magia del consejo. Aquel lugar sería invisible para los que allí quisiesen fisgonear, y no tan fácil de encontrar por aquellos elegidos que formarían parte de nuestro grandioso Clan. Aquello iba más allá de un mero “agrupamiento amistoso” se trataba de la unión de los que querían proteger a los suyos y a la raza humana. Muchos sabían que bestias y otros seres servidos en su agonía propia deseaban acabar con toda aquella ciudad, según algunos era su razón de ser, pero para nosotros era mera supervivencia.

“Solo sobreviven los más fuertes.”

Una verdad a medias. Nosotros éramos el eslabón débil físicamente, pero se nos había sido otorgado el don mágico por alguna sencilla razón, de la cual habría de hablar más adelante.

Aquellas ruinas, algo parecido a lo que fue una catedral antigua, con el techo inexistente estaba siendo arropado por la luna llena que casi se alzaba en su plenitud. Candelabros, velas, luz mágica que acogería a los miembros para que no muriesen de frio con tan solo llegar al lugar. En el suelo, grabado en piedra se mostraba majestuoso el pentagrama que hacía tanto tiempo era símbolo de los de nuestra estirpe. Enredaderas, hiedras en flor, adornaban toda pared haciéndola naturalmente hermosa. Las luciérnagas, fueron recibidas como si nos arropasen en aquello que allí sucedería, tal y como todo cabría de esperar, dejando un paraje tanto hermoso como derruido.

Vincenzo, tras ultimar horas antes todos los detalles de aquel encuentro, llegó al lugar donde se hospedarían todos, donde serían acogidos o donde tendrían que llegar en caso de emergencia.
Sanadores, Protectores, Nigromantes y Médiums, concertarían su lugar allí. Se acordaría entonces la alianza, sabiendo lo que conllevaría el cese o la traición hacia los nuestros. Todo estaba por comenzar, en aquel lugar oscuro, aparentemente tenebroso, pero si abriesen bien los ojos y creyesen en ello, todo se volvería el lugar más hermoso de todos.

por **Orland** Lun Dic 05, 2011 12:53 pm

El viento otoñal, frio golpeaba mi cara latigando mis pómulos dejando el paisaje en líneas grisáceas y verdes detrás de mis ojos. Posada en la ventanilla del carruaje, dejando mi mente volar, con el cabello suelto y libre, vestida de un traje oscuro masculino, que me permitiría moverme a libertad, todo pasaba como el paisaje: veloz. Mi corazón saltaba pues siendo la última heredera del legado Montobello, de la fuerza del centauro- Mire el pequeño medallón de bronce colgado a mi cuello, con la insignia de mi ralea- me sentía pequeña y frágil. Trague saliva, tratando reponerme de mis miedos, que eran muchos, pero que jamás permitía dominarme. Mi padre Adrián, había pertenecido al clan, extendiéndose a mí… La figura de mi padre apareció en mi mente tan clara como si lo viera junto a mí. Cerré los ojos, su sola presencia me tranquilizaba. Ya no era una chiquilla nunca más.
El carruaje oscuro, cubierto de cortinas de seda esmeralda, se detuvo de golpe y escuche la voz áspera del conductor decir que ya no había camino. Me baje lentamente, notando la inquietud de los caballos, el cual tranquilice deslizando mis manos por su lomo.

- Aquí me quedo- afirme segura.

Vi la expresión del asustado conductor tratando de amagar pero ni siquiera lo intento, dio vuelta y desapareció en minutos. El cielo había permitido ver con claridad la luna, que hacia noches que vivía escondida entre las nubes. Su reflejo dio en mi cara y luego dio en claro como una señal.

Frote mis manos nerviosa, pero sabía qué hacer.

-Luna videt fores aperi ostendit quid intelligitur per ordinem (Abre tus puertas luna muestra lo que nadie ve por orden de lo que nadie entiende)

Ante mis ojos un lugar apareció, un lugar oculto a las personas no gratas. Entre, y me sorprendí que era la primera en llegar, y además de mi un hombre que me daba la espalda. Me mantuve allí y lo único que se me ocurrió decir fue.

- Soy Aûrora Montobello…

por **Rozen Templain** Lun Dic 05, 2011 2:57 pm

montado en un caballo negro caminado tan parido con el viento llevaba mucha prisa por llegar al lugar de mi premonición , nunca había tenido una premonición así esta me mostraba un lugar muy extraño donde me esperaban, fue como que ya hubiese ido pero no lo había hecho la premonición me mostró esto que estoy haciendo ahora y que encontraría mas como yo mas brujo. me sentía con mucha curiosidad de saber que me esperaba para mis aventuras como brujo en parís pero mi deseo de conocer mas como yo que me entiendan y enseñen se cumpliría pronto y quizás sea parte de algo grande .

llegue hasta el lugar lleno de velas y todo un paisaje lleno de ruinas y desde el caballo pudo divisar dos personas un hombre y una mujer y detuve al caballo y me desmonte de el dirigiéndome hacia donde estaba el hombre y la mujer cuando estuve seca de ellos los salude muy cortes mente.

mi nombre es rozen templain es un placer conocerle

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