El Guardián de los Cinco Frentes Árabes

Ra’hae es un hombre que llama la atención, de un metro ochenta y cinco, sus ojos claros, su piel curtida y su encantador rostro cautivan a la mayoría de los mortales. Su andar es pausado y tranquilo, su lenguaje corporal exuda tranquilidad y confianza. No importa donde se encuentre, Ra’hae anda por el mundo con la misma tranquilidad con la que lo haría en su propia casa. Su mirada es serena y penetra el alma de aquellos en los que fija la vista con tanta facilidad como lo haría un cuchillo caliente a través de la manteca. A pesar de su tamaño, Ra’hae no es un hombre intimidante, sin embargo, su fortaleza física es un constante recordatorio de lo que es capaz si se lo llegara a provocar.

Su rostro y su cuerpo son muy expresivos, un simple gesto o mirada de él muchas veces puede dar a entender algo sin que medien las palabras. Hombre de sonrisa y risa fácil, es sumamente agradable encontrarse alrededor de él. Suele poseer un impacto en las personas que lo rodean, su risa es contagiosa y su sonrisa esperanzadora.

Normalmente suele andar con túnicas blancas y una cimitarra ceñida de su cintura, herencia de sus antepasados. Su arma es preciosa, con un mango y una funda con lapis lazuli incrustado y el cuero teñido de un color azulado. La hoja de su cimitarra es una de las pocas hojas de damasco que sobreviven hasta el día de hoy y los secretos que guarda la misma son celosamente cuidados por su portador. A sus espaldas lo suelen acompañar sarracenos, aunque Ra’hae tiende a evitar la violencia lo máximo posible a pesar de su profesión como Guardián.

En batalla, Ra’hae se mueve con enorme agilidad y gracia. Siglos y siglos de arduo aprendizaje y entrenamiento lo convirtieron en uno de los espadachines mas mortíferos. Para el hombre, la lucha es una forma de arte, como tal, la practica de la manera mas perfecta y eficiente posible, agregando pequeños detalles estéticos de tanto en tanto en su postura y su forma de moverse, solo cuando se puede dar ese lujo. Verlo desenvainar su preciosa cimitarra siempre es un espectáculo terrible que solo puede terminar en la muerte o derrota de sus enemigos.

A pesar de ser un Jeque, el hombre ejerce su poder a través de justicia y benevolencia en vez de arrogancia y demostración de poder. Solo cuando es necesario Ra’hae actúa de manera dura e inflexible. La mayor parte de las veces tiende a mostrarse compasivo y empático hacia sus subalternos, como contraparte, en aquellos momentos en los que se ve forzado a ser inflexible, es casi imposible cambiar sus sentencias.

Como buen guerrero, Ra’hae lleva su pelo bien corto y la sombra de una barba de pocos días. Al enojarse, es un hombre temible de ver, sus ojos al ser tomados por la bestia se inyectan en sangre y solo denotan una furia infinita que es capaz de destruir montañas.



Ra’hae es un hombre benevolo, compasivo, empatico, sereno, tranquilo, en equilibrio, serio cuando debe serlo, capaz de mostrar sus emociones, justo, amable, humilde, honorable, leal, educado, diplomático y elocuente.



La familia es una de las cosas mas importantes para Ra’hae, su vida es la eterna dedicación a la protección de aquellos que lo rodean. Su familia es el pilar fundamental, básico e importante sobre el cual ejerce su apoyo. Debido a que posee descendientes que llevan su sangre, Ra’hae suele actuar como consejero y protector de ellos. Muchos buscan apoyo en él debido a su personalidad serena, estable, reflexiva y tranquila. Es la roca en la que la familia Al’Ramiz descansa.



Hombre de muchos amigos, Ra’hae se ha mantenido fuertemente en contacto con lo humano a lo largo de las eras. Aficionado de ver como evoluciona la humanidad a lo largo del tiempo, Ra’hae se ha asegurado de hacer contactos y amistades a lo largo del tiempo. Su secreto ha sido vivir su vida en pequeñas etapas marcadas por el tiempo de los mortales. Para mantenerse en contacto con el mundo, Ra’hae se aseguro de mantener siempre amigos que lo acercaran y lo mantuvieran siendo humano por dentro.



Al igual que con sus amistades, Ra’hae a tenido muchas parejas a lo largo de los siglos, humanas y vampiricas por igual. No considera que haya encontrado a la persona indicada, en parte porque considera que no existe la persona indicada. Debido a esto, a lo largo de los siglos se ha entregado una y otra vez a diferentes mujeres con devoción, para luego dejarlas ir cuando su momento hubiera llegado. Consideró siempre que cada amor es único y debe ser vivido de la manera correcta, con pasión, cariño y ternura por igual, adaptándose a la mujer que tuvo delante.



Debido a su forma de ser, Ra’hae posee muchos aliados en todas partes entre mortales e inmortales por igual, sobrenaturales o mundanos. Su adherencia a los valores mas altruistas lo han llevado a lo largo de los siglos a ser generoso en muchas situaciones en las que no hubo necesidad de serlo y eso le genera de manera constante una buena predisposición y cadenas de favores que siempre están listos para ser empleados si la necesidad lo demanda.



Su posición como Jeque del Cairo y como guardián de su familia hizo que a lo largo del tiempo, Ra’hae acumulara tantos aliados como enemigos. De acuerdo al grado de agresión que haya hacia él, Ra’hae actúa en consecuencia para neutralizar o destruir a sus enemigos. Normalmente prefiere neutralizar amenazas en vez de destruirlas, sin embargo, cuando es consciente de que no existe una solución buena para un asunto, no duda en hacer pedazos a aquellos que ponen en peligro sus intereses.



Ra’hae es el Guardián (وصي), aquel que defiende a la familia y a los territorios de los Cinco Frentes Árabes de toda amenaza. Hace las veces de guardaespaldas, protector y guardián tanto de los demás Jeques, de sus familias y de las tierras de todos. Su trabajo es asegurarse de que todos estén a salvo y suele asegurarse de cumplir su función de la mejor manera. A veces su función requiere que proteja a los Jeques de si mismos...

No suele tener fricciones con nadie, ya que Ra’hae no posee casi animosidades hacia ninguno de los demás Jeques y su personalidad tiende a disolver conflictos allí donde aparezcan.




Nació como uno de los hijos de la primera esposa del Jeque de la familia principal Al’Ramiz hace ya mas de 3500 años. Inicialmente, Ra’hae no estaba destinado a ser heredero, sin embargo, eso no le impidió al joven actuar como un buen guardián de su hermano. Durante su infancia, adolescencia y adultez. Ra’hae siempre estuvo ahí para cuidar de su hermano, el heredero y protegerlo de todo mal, incluso de los males que se causaba él mismo. El heredero no era un hombre ejemplar, abusaba de su poder, era arrogante, egoísta y caprichoso. A pesar de esto, a lo largo de toda su vida, Ra’hae lo protegió y trato de ayudarlo y cambiarlo siempre que pudo, lo cual lo llevaba a tener grandes fricciones con él. El hecho de que Ra’hae fuera extremadamente leal y estuviera dispuesto a apoyarlo hizo que el heredero siempre lo mantuviera a su alcance. Todo esto nunca fue desapercibido para Kareef Al’Ramiz, ni para su hija. Ambos observaron en silencio las dificultades a las que se enfrento Ra’hae con la mayor de las integridades y siempre con la frente en alto. Él, mucho más que su hermano merecia ser el verdadero heredero de todas las responsabilidades y gracias del Jeque.

La hija de Kareef Al’Ramiz en silencio, un día contrato hassassins para que se encargaran de dar muerte al heredero deshonroso y tiránico, para que Ra’hae pudiera tomar su lugar. Todo estaba estrictamente planeado, sin embargo, nada pudo prever el azar de que Ra’hae daría media vuelta y regresaría con su hermano en el momento en el que los asesinos lo matarían y se interpondría en su camino para salvar al heredero. Herido mortalmente, Ra’hae fue desangrándose en el suelo junto a su hermano que había salido ileso. Todo gracias a esconderse detrás de Ra’hae y luego contraatacar al hassasin y darle muerte. Abrumada por la injusticia de que el tirano sobreviviría y el justo moriría, Kala Nahid Al'Ramiz intervino, rompiéndole el cuello al heredero y luego tomando en sus brazos al ya inconsciente Ra’hae, le dio el regalo de la inmortalidad.

La muerte hizo poco por desdibujar la intachable integridad de Ra’hae y con el paso del tiempo el hombre se mantuvo tan humano como lo fuera en antaño. Sus habilidades y lo confiable que era, hicieron que con el paso del tiempo Kareef le diera la posición de Jeque de Cairo y el rol de Guardián.



وصيRa’hae se alimenta de sangre de vampiros y humanos por igual, pero nunca mata al alimentarse. Tiende a preferir alimentarse de un pequeño grupo selecto (generalmente su Harem) el cual ofrece su sangre a él de manera voluntaria.
وصي A veces Ra’hae gusta de hacerse pasar por un humano común y corriente y simplemente pasear por su ciudad para poder ver que es lo que su pueblo necesita.
وصي El Harem de Ra’hae no es demasiado numeroso y en el presente no posee ninguna primera esposa.
وصي Tiende a comportarse de manera humilde cuando su estatus no importa, desvalorizando la importancia de su posición.
وصي Posee una curiosidad insaciable por los humanos y como se desarrollan a lo largo del tiempo. Para ser un vampiro, se mantiene extremadamente al corriente.
وصي A lo largo del tiempo, es usual que cuando encuentra a una persona remarcable, en silencio la siga a lo largo de toda su vida, viendo como se desenvuelve. A veces se aproxima y se vuelve su amigo o conocido, pero muchas otras veces simplemente se mantiene al margen como espectador, ofreciendo un empujoncito o ayuda cuando ve que la persona no puede por su cuenta.
وصي Siempre esta abierto a las posibilidades que ofrece la existencia.

Ficha editada conforme al MP enviado a Nigel Quartermane