Claramente hay algo que esta mal • Léa •

por Invitado Lun Ene 02, 2012 9:44 pm

Descripción Psicológica:

Claramente hay algo que esta mal • Léa • Lila

Léa…

¿Como describir una persona tan compleja que a simple vista con su presencia revive millones de sentimientos a quien le conoce?

Dejemos que ella misma se describa tal y como se ve, para que seguidamente sus fantasmas desmientan aquellas burdas y estructuradas mentiras y dejen al descubierto lo que nos oculta.

-Léa aquel chiquillo entraba por la puerta principal de la casa con algo de timidez, mientras desordenaba su cabello con su mano que apenas atoraba entre los mechones castaños que parecían no haberse peinado por largo tiempo. Su mirada desde un principio se torna fruncida y desabrida pero una ves nos ve dibuja en sus labios lo que parece una sonrisa, aunque no estamos seguros de ello, por lo que seguidamente notamos que toma asiento, cruzando una de sus piernas y dejando descansar sus manos sobre las rodillas algo distraída.

Es un placer ver que vino señorita Beausoleil – Dice la mujer con elegancia absoluta, mientras saca un pequeño cuadernillo de su bolsa de plumas también muy elegantemente decorada con pedrería y piel cara – Entonces empecemos desde un principio.... Como acordamos anoche –interviene de nuevo la mujer con un tono de voz un poco más bajo, para que el chico se sienta más cómodo.

-Mi nombre es Léa Beausoleil y tengo 17 años – corta las palabras cuál cuchillas que rompen el aire, tragando saliva y empezando de nuevo esta ves con la idea fija de terminar rápido.

Por el ambiente se podía notar mucha tensión de parte del (a) humano (a), quien vestía un pantalón de pinza negro, una camisa de cuello alto con una chaqueta de pana negra, medias tan blancas como la hoja junto con unos zapatos Oxford bien brillados.

Puedo decir muchas cosas de mí, entre esas que no me gusta hablar demasiado porque encuentro algo molesto el ruido excesivo, además siempre que hablo mucho la gente se aterra de mi forma de pensar, como si estuviese mal que formara mis éticas y morales según mi criterio – Afirma sosteniéndonos la mirada.

No me interesa si tú o los demás creen en algo… ¡es decir! Yo respeto lo que los demás piensen. Y bueno también cuando conozco a alguien se me es difícil entablar temas, siento que mi corazón va a estallar –

Mueve las manos sobre el gélido aire invisible, como si nos dibujara pequeñas olas oceánicas- Me da miedo que me quieran juzgar y es más, creo que los demás siempre esperan de ti mucho, es tan cansado, yo soy como soy, es decir… no me apena las decisiones que tome. Si no me apena mi voz algo “¿afónica mm onda?” porque apenarme de mí, Dios me hizo así, solo cometió un error al meterme en el cuerpo que no era, en cuanto a mi, estoy bien así- Me aterra la decisión con la cuál nos aseguro cada una de sus palabras u la forma tan inexpresiva en la que en momentos nos hablaba-

-¿Entonces nos esta diciendo que no tiene casi ningún defecto?-.

-Sonríe- Soy una persona que cambia fácilmente… sabe me causa irritabilidad la gente que pregunta mucho, las personas que creen que su vida es miserable cuando en realidad no es así, las personas que parecen buscar siempre llamar la atención me re-pug-nan… son tan huecos – Frunce el ceño- yo disfruto haciendo lo que me gusta, tengo mis propios vicios.

-¿Vicios?- Murmura la mujer de ojos levemente oscuros, inclinándose un poco más hacia el jovencito que no puede evitar llevarse los dedos a la barbilla- A que vicios se refiere y que tan malos son-

-A mi me gusta el cigarro, me tiene sin cuidado lo que digan, que asesina, que envenena, que se ve mal en una mujer. ¡Va! ¿Puras porquerías saben decir los demás! No creen que lo se; No creen que no me interesa, me gusta el alcohol porque sabe bien, me gusta cuando surte efecto, me gusta las emociones fuertes, yo se diferenciar entre la curiosidad y el morbo, yo me he aceptado – Extiende sus brazos a los costados, tornando la postura de crucifixión, embozando una sonrisa ladina que nos deja perpetuos, al notar que tal ves nos ha dado la confianza que no poseíamos en un principio.

-No quiero parecer engreída, no quiero llamar la atención… simplemente no me gusta y no siendo más, ahora quiero ver que tiene aquí-

Las cortinas se han caído sobre el escenario, dejando atrás a la bella dama y sus compañeros, el (la) Joven mira hacia la nada y es entonces es cuando la dulce melodía se torna fuerte, dejando entrar a sus fantasmas que le conocen tal cuál sombra.

Esta Historia continuara...