Pietro Furio

Nombre del Personaje: Pietro Furio

Edad: 27 (Aparente); 471 (Real)

Clase Social: Realeza (Conde de Italia)

Orientación Sexual: Bisexual

Lugar de Origen: Sicilia, Italia

Habilidades: Agilidad y Reflejos Sobrehumanos, Sentidos Aumentados.

Poderes: Telepatía, sanación acelerada, infringir dolor por medio de la mente.

Descripción Física: Con una altura de aproximadamente 1.87 mts, es un hombre alto, de espalda ancha y músculos marcados. Su cabello es castaño oscuro, corto y ligeramente ondulado. Sus ojos pardos, azabaches cuando sus emociones afloran, esgrimen una mirada a menudo pícara, atrevida y seductora. Suele llevar una barba corta, relativamente cuidada, afeitándose al ras únicamente para ocasiones que exigen una impecable formalidad. Sobre su vestimenta, viste prendas finas y generalmente extranjeras o italianas. Sus mejores trajes, por otro lado, los utiliza únicamente en circunstancias realmente especiales, sobretodo por cuestiones de comodidad.

Descripción Psicológica: Pietro es, a primera vista, un individuo carismático, sagaz, de sonrisa encantadora y risa contagiosa, además de un sentido del humor bastante particular. A pesar de su condición de inmortal, encuentra en los placeres humanos el refugio más cálido. Un hedonista por excelencia que busca servirse de todo y todos para su propio disfrute, restando importancia a las consecuencias. Asímismo, es bastante cerrado, de sentimientos que usualmente ignora y pretende desechar. Posee una capacidad de autocontrol y disciplina bastante sólida, y difícilmente pierde el control ante situaciones inesperadas. Quizás, en el fondo y después de tanto tiempo, podría decirse que para él nada resulta inesperado.

Historia: Nacido en Sicilia, Italia, en el seno de una familia perteneciente a una larga dinastía de Condes, Pietro conoció el mundo el 24 de junio de 1329. Desde pequeño mostró poco interés por las ciencias que referían al intelecto y la formación integral, disponiendo de su tiempo para complacer, en cambio, cuanto capricho se le antojaba. Sus padres, absortos en todo lo que comprometía al enriquecimiento de la fortuna familiar, además de cuanto los comprometía en sus deberes como aristócratas, jamás demostraron mayor preocupación por la educación de su hijo único; en su lugar, asignaron a un prestigioso tutor, ilustre de aquella época de inminente renacimiento, para encaminar a Pietro hacia el cultivo propio de la mente y el espíritu. El tutor en cuestión representaría, en definitiva, una de las mayores influencias para el primogénito de los Furio.

Según el transcurso del tiempo y el crecimiento natural de Pietro, su relación personal con su tutor fue tornándose más sólida e íntima. Aquel catedrático llegó a alcanzar, a ojos del Furio, la sustitución inevitable de sus propios padres, quienes incluso entonces brillaban por su ausencia. Pasaron los años y Pietro alcanzó en su madurez una perspicacia y sabiduría propia de los grandes cambios culturales e intelectuales que sufría Italia en sus tiempos. Y en medio de aquella época de aparente esplendor, un suceso inesperado cambió la vida del futuro Conde.

Una serie de extraños a indescrifrables homicidios habían tenido lugar en las cercanías y alrededores de Sicilia, cuyas víctimas sólo parecían sufrir de súbito desangramiento, a causa de particulares mordidas en algún costado de sus cuellos. Y un día insospechado, en horas insospechadas, bajo la rutina que prometía otro día de normalidad, los cadáveres de sus padres fueron encontrados en su dormitorio con los mismos síntomas que comenzaban a alarmar toda la región. Pietro, no del todo vulnerable por la pérdida de sus parientes, asumió la totalidad de la incalculable herencia, convirtiéndose en el hombre más poderoso de Sicilia y, al mismo tiempo, nuevo Conde de Italia. Siempre asesorado por su tutor, tomó las riendas del negocio familiar hacia horizontes cada vez más prometedores, afianzándose como un insospechado prodigio de los negocios, por mucho que restara importancia a sus deberes como Conde.

Fue poco después de cumplir los 27 años, celebrando ya más de 5 años de fortuna, progreso y éxito, cuando el destino tomó forma humana y le ofreció un último negocio, uno que le abriría las puertas a la inmortalidad. Su tutor, quien después descubriría responsable de la muerte de sus padres, reveló su identidad como un auténtico inmortal, y profesando aún el inconmensurable amor hacia Pietro, le ofreció la posibilidad de unirse a él en una vida eterna de placeres inagotables. Pietro, ingenuo aún, aceptó la oferta, seducido por la idea de desafiar las imposiciones autoritarias de un supuesto Dios. Desde entonces vivió para tomar gran parte del monopolio en la economía italiana, acompañado de un título de nobleza que aseguraba el respeto de una sociedad para él deliciosa e hipócrita a partes iguales, incluyendo el de los más osados.

Su vida se ha prolongado hasta la actualidad con pretendida normalidad, con la lucha interna e inconsciente de Pietro por ignorar todo cuanto le representa conflicto, abrazando en cambio todo aquello que lo mantiene entre los brazos del placer.


Datos Extras:

- Busca el sexo tanto o más de lo que busca alimentarse.
- Le fascina la humanidad y los humanos en su propia individualidad.
- Antes de alimentarse de sus víctimas, busca conocerlas, esforzándose en recordar la mayoría de sus particularidades.
- Hace mucho tiempo ya que perdió el rastro de su Tutor (nunca conoció su nombre), a raíz de una rencilla desconocida.