Conociendo al amor de mi vida (Sebastian)

por Invitado Dom Mar 04, 2012 5:06 pm

Un día mas, eso es lo que pensaba en aquel momento aunque vivía con papa en días como aquel que me ocupaba me sentía sola, tenía 16 años y ansiaba enamorarme. Decidí salir de casa, cogí un libro que llevaba siempre conmigo y que estaba realmente interesada en su lectura. Salí de casa y abrí el libro para leer mientras caminaba. Me gustaba sentirme en armonía con la naturaleza por eso caminaba por ese sendero donde no había casi nadie y por el que me sentía bien además estaba cerca del camino que tenía que coger para volver a casa.
De pronto, algo me hizo levantar mi vista del libro seguí con mis verdes ojos todo el paisaje que se abría frente a mis ojos. Mire todo detenidamente hasta que mis ojos se centraron en un chico de cabello negro que tenía su mirada clavada en el cielo. No sé porque pero me quede mirándolo como si algo me impidiera apartar la vista y seguir caminando. Era verdad que el chico era apuesto pero no era esa la razón por la que no podía apartar la vista de él. Era por algo que no llegaba a entender era como si tuviera algo que no me dejase seguir mi camino, sabía que si seguía así él me vería pero aun así no dejaba de mirarle. Hasta cerré el libro algo que nunca había hecho ante ninguna persona que me hubiera encontrado antes. Mi vestido se movía débilmente con el viento así como mi pelo que bailaba alejándose de mi espalda para después volver a caer grácilmente con mechones que caían sobre mi rostro si no fuera por el sombrero elegante y femenino que cubría mi cabeza e impedía que mi pelo se descolocase ya que iba enganchado a él por alfileres. Por primera vez, en mucho tiempo estaba deseosa de conocer a alguien y esa persona era aquel chico que observaba el cielo con cierta melancolía lo que me influya aun más curiosidad.
Se que no era adecuado mirar a una persona de ese modo, pero algo me impedía no hacerlo. Me di cuenta de que estaba deseosa de aquel chico bajara la vista y sus ojos se cruzaran con los míos. Era ya casi de noche pero la luna iluminaba todo el sitio y podía verle perfectamente además de la luz de las farolas.

por **Sebastian Michaellis** Dom Mar 04, 2012 9:41 pm

Caminando por las calles de Paris en busca de un lugar para dormir, el dis estaba por desaparecer y una hermosa y obscura noche se asomaba, en ese cielo obcuro una hermosa y grande Luna se asomaba, decidi quedarme parado en un poste y mirar hacia arriba esperando con ansias la precensia de aquella gran esfera de color plata, la cual hace que los amantes derrochen su pasion y se hundan entre las sabanas entregandose en cuerpo y en alma el sentimiento que ellos llaman amor, sentimiento que yo deje de tener desde ese horrible dia.

Cada vez que miraba la Luna recordaba el el bello rostro de mi amada mujer, la que iba a ser mi esposa, pense que despues de eso ya no podria amar como a ella la habia amado, pero ese dia no iba a ser asi.

El viento soplaba muy suavemente en eso percibi un aroma el cual era dulce y pegajoso, lo cual me provoco a bajar la mirada y ahi estaba, una chica con cabellos dorados y una mirada de inocencia, delgada y una piel delicada, mire sus ojos y me decian que la viera, que le pusiera atencion, que me acercara a ella.

Y fue lo que hice me acerque a aquella hermosa mujer, mas bien una niña, la cual me llamaba la atencion, ya estando frente a ella le tome su delicada mano y le di un beso suavemente. -Buenas señorita, como es que una hermosa joven como usted esta sola de noche y en las calles de paris, sabiendo que puede ser peligroso para usted?-

Pregunte con una sonrisa sarcastica en mi rostro.

por Invitado Sáb Mar 10, 2012 4:38 am

Después de unos minutos en lo que a mi me parecieron horas el chico por fin bajo la vista y me miro, mis mejillas adquirieron un dulce sonrojo cuando la sangre subió a ellas. La verdad es que cada vez ansiaba mas conocerle, hablar con él... me llamaba muchísimo la atención. Sabia que yo no era una mujer, que solo era una niña de 16 años pero no podía evitar sentir aquello. Ademas mi forma de pensar era muy madura ya que en solo 16 años había perdido a mis padres cuando era un bebe con solo meses de vida y a recientemente a mi madre vampira a manos de un cazador. Ahora solo esperaba que mi padre adoptivo, no muriera porque entonces perdería todo lo que tenia sentido en mi vida. Vi como él se acercaba a mi y el sonrojo persistió cuando me beso la mano. Le mire dulcemente a los ojos. Aquellos ojos hermosos que me atrapaban sin remedio y me querían hacer quedarme allí navegando en ellos.

-Buenas noches, no podía quedarme en casa. Me asfixiaba en ella, padre me ha dejado salir pero se que puede ser peligroso para mi... Solo busco... compañía... una agradable compañía.

Dije mirándole a los ojos con mis mejillas coloreadas con la sangre que subía a ellas pero mirándole a los ojos sin parar. Aquellas sonrisas dulces y inocentes salían de mis labios sin que yo lo tuviera que pensar. Dentro de mi algo gritaba: “¡No te vayas! ¡Quedate conmigo!” Como si él pudiese oírlo... pero en realidad era lo que mas deseaba.

OFF: Siento la tardanza he tenido unos problemas pero ya están solucionados.

por **Sebastian Michaellis** Dom Mar 11, 2012 7:22 am

Mire su hermoso y delicado rostro, su inocencia se reflejaba en esos ojos de color, en esa sonrisa en esas mejillas coloradas, lo cual me hicieron sonreir y caer aun mas en su red.

Escuche la razon por la cual estaba fuera de casa a lo cual conteste.

-Es algo raro que un padre deje a una señorita como tu fuera de casa y a altas horas del dia, pero si busca una buena compañia, no creo que la encuentre en este lugar-

En eso pensaba en retirarme, pero algo en su mirada y la foma en que no me queria soltar de la mano, me hizo entender que queria que me quedara a su lado.

-Ya que si quiere puedo ser una agradable compañia para ti, pero antes de eso, quisiera presentarme con una hermosa dama la cual su belleza no tiene comparacion alguna, mi nombre es Sebastian Michaellis, a partir de ahora tu fiel servidor y acompañante en todo tipo de cosas-

Dije haciendo una reverencia ante ella, en eso me puse a pensar en que pasaria si de ella yo me enamorara, algun dia tenia que decirle lo que soy, no me gustaria lastimar a una chica como ella y menos aun sabiendo que la amo y que es una niña, que tiene mucha vida por delante, aun asi trataria de hacer lo posible de que eso no pase y que tarde o temprano, le diria lo que en realidad soy aun que eso signifique que no pueda ofrecerle lo que toda mujer quiere una familia, eso realmente ya me preocupaba.

por Invitado Dom Mar 11, 2012 4:44 pm

Él me miraba a los ojos, eso me gustaba. Me encantaba que la gente me mirara a los ojos aunque sabía que mis ojos demostraban mi inocencia y mi dulzura. Mis mejillas se quedaron coloreadas, cada vez se me hacia mas imposible alejarme de su lado. No sabía porque pero si se me hacía imposible y aunque no sabía el porqué no me importaba. Cuando me di cuenta que tenía su mano cogida me sonroje de golpe y le solté la mano mientras me mordía el labio sonrojada.

-No sabía a dónde ir… aunque hace algunos años que vivo en Paris no se todavía los sitios donde puedo estar más segura…

Eso no era del todo verdad porque no tenía miedo de ir sola por las calles porque gracias al maestro estaba mejorando mucho en la magia y empezaba a saber defenderme por mi sola lo que hacía todo mucho más fácil. Pero claro solo era una brujita de 16 años no era tan poderosa como por ejemplo un brujo con más años. Pero no podía decirle lo que era… él podía ser una de esas personas que buscaban a las personas como yo o que no creía en los seres sobrenaturales y podía acabar quemada o asesinada. Una sonrisa sincera y dulce salió de mis labios al escucharle hablar.

-Me haría muy feliz que fuera mi acompañante. Mi nombre es Cassidy, Cassidy Annelise Cohen. Encantada de conocerle Sebastian.

Seguía sonriendo de forma dulce y además era una sonrisa mucho más ancha porque tenía felicidad porque él iba a pasar más tiempo a mi lado, quería conocerle, quería saber más sobre él. Quería saber todo sobre él.

por **Sebastian Michaellis** Miér Mar 14, 2012 9:19 pm

-Como le dije señorita el gusto es mio, sere su acompañante el dia de hoy y el tiempo que usted lo desee-

Le dije sonriendo y mirandola a los ojos, esta chica empazaba mover mi mundo, y mientras mas tiempo pasaba mas preocupado estaba por lo que ella pudiera pensar si se entera de lo que soy, pero tarde o temprano iba a saberlo, pero por el momento quiero disfrutar el tiempo que estoy con ella.

Caminamos por las calles de Paris y empece a platicar con ella -Si no es molestia señorita Cohen, me gustaria saber sobre usted, de la vida de esta hermosa chica que esta a mi lado-.

por Invitado Vie Mar 23, 2012 7:37 am

Desde que me había dicho de que me iba a acompañar no podía ser más feliz estaba por ponerme a dar saltos de alegría. Nos mirábamos a los ojos y las dulces sonrisas empezaban a salir de mis labios, no sabía como aquel chico podía provocar eso en mi cuerpo pero lo que si era verdad es que quería estar con él, no quería separarme aquello era como si lo necesitara a cada momento. Eso nunca me había pasado, pero era joven era entendible. Quería sentirle quería cogerle la mano. Así que con mis mejillas sonrojadas le tendí mi mano derecha que como la izquierda estaba enfundada en un guante para no sentir el frio de la noche.

-¿Me cogería la mano?

Le dije mirándole a los ojos con las ganas que tenía de estar con él y de no irme de su lado. Empecemos a caminar por las calles y el hecho de que quisiera saber de mi hizo que mis mejillas se sonrosaran de nuevo, pero a la vez me gustaba. Le mire con una de mis sonrisas.

-La verdad es que no hay mucho que contar, cuando era solo un bebe de pocos meses mis padres biológicos murieron durante una cena a manos de unas personas que le tenían envidia. Yo me salve gracias a mis niñeras pero pocas horas después de entrar en el orfanato donde la niñera me dejo porque no podía cuidar de mí, pero me adopto una mujer. He vivido toda mi vida con ella pero lamentablemente esta mujer murió hace unos días pero un hombre me adopto y ahora vivo con él, es como un verdadero padre para mí.

U: Siento la tardanza

por **Sebastian Michaellis** Lun Abr 02, 2012 4:16 pm

Escuche atento su historia er algo tirste en verdad nunca habia conocido a una persona ue viviera tantas muertes de una edad muy corta y lo mas sorprendente que no sienta odio o rencor a eso si no que le da buena cara a la situacion, eso me atraia mas de ella.

-Wow en verdad lo siento señorita Cohen, en verdad tiene toda mi admiracion, soportar tragedias desde muy temprana edad, pero eso solo demuestra que es una valiosa mujer, yo sin embargo llevo mucho tiempo solo, mi familia fue asesinada, y con ella la persona que tanto amaba, pero eso ya no importa, por que creo que he encontrado a otra persona la cual hace que mi corazon vuelva a latir, bueno si tuviera uno-

Dije sonriendo con lo ultimo, dejando expuestos mis colmillos, en eso cerre rapido mi boca par que no se diera cuenta de ellos, pero creo que con esas palabras y lo poco que los expuse se daria cuenta.

por Invitado Sáb Abr 21, 2012 6:36 am

U: Siento la tardanza he tenido problemas

Con Sebastian no me costaba nada contarle toda mi vida, era como si le conociera de toda la vida. Pero siempre había perdonado todas las muertes, bueno perdonar no era la palabra adecuada… lo que hacía… era… mas bien no guardar rencor o si lo guardaba ni siquiera yo lo notaba. Levante mi vista hacia sus ojos cuando oí que me hablaba, sus palabras ocasionaban que mis pálidas mejillas se tiñera de un dulce rojo que me hacia sonrojarme. Pero sus palabras me sorprendieron, fui atando cabos recordando lo que sabía de los vampiros y lo que mi antigua madre me había contado así que rápidamente llegue a la conclusión de que Sebastian era un vampiro. Su sonrisa me contaba que era yo esa persona que hacía que su corazón volviera a “latir”. Pero quería oírlo de él. Me apoye en su pecho, poniendo mi cabeza debajo de su barbilla y mi mano encima de su corazón, donde debería sentir el latido de su corazón pero que no se sentía.

-No me importa que sea vampiro… no me importa para nada. El nombre de esa persona que ahora ocupa este sitio… quiero oírlo…

Dije con una sonrisa sabiendo que diría mi nombre, porque quería estar con él. Me había enamorado de él a primera vista… quería estar a su lado… levante la vista para verle bien a los ojos…

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