Comenzando desde cero. (privado)

Al fin era el dia, habia amanecido y no podia esperar mas para escaparme. Era como si de pronto el silencio molesto de esta casa hubiera desaparecido, era un dia soleado, con el cielo perfectamente azul, de pronto lo veia todo con una nueva vibra. No pude dormir bien anoche pues no podia espera a que llegara el dia de hoy.
Quede de verme con Rowan en aquel parque que estaba cercas de casa y asi irnos lejos de ahi.
No podia creer que enserio me fuera a trabajar a un burdel por dos semanas. Me pregunto como sera la gente en ese lugar, si les caere bien, o si ni siquiera notaran mi llegada.
Tome una ducha y despues me arregle rapidamente para el desayuno. Los sirvientes ya estaban esperando abajo para servirme el desayuno, asi que no demore, estaba extrañamente tan de buen humor, que baje las escaleras rapidamente y con una sonrisa en mi cara que cualquiera notaria mi humor con facilidad.
-Buenos dias- dije a la sirviente de una manera muy amable.-Buenos dias señor- me respondio algo extrañada, pues nunca la habia saludado tan alegremente.
Valla, ni siquiera pude terminar todo el desayuno, era demasiado para mi solo. Agradecí al cocinero que lo había preparado y subí de regreso a mi habitación para arreglar maletas.
Al fin había terminado, cuando mire mi reloj de bolsillo -12:49, muy bien.... hora de irme-
Al salir me estaba esperando aquel carruaje, como lo había ordenado al día anterior.
No quería que los sirvientes sospecharan nada, así que les dije que no necesitaba a alguien que me llevara y que iría yo solo conduciendo a los caballos.
Fue entonces cuando subí, y guarde las maletas en la parte trasera. Al pasar por el parque, mire a lo lejos la silueta de Rowan recargado en un árbol, como habíamos acordado, me acerque a el y le dije que subiera, yo no sabia donde se encontraba el burdel, así que le dije que me fuera guiando por donde ir.
Valla si el mundo te da sorpresas, no esperaba que algo así fuera a pasarme a mi, ¿seria algo bueno?. En fin, lo que menos quiero ahora es regresar a casa, estaba un poco harto de esa vida tan aburrida.
Decidí llevarme puesto una camisa blanca sencilla con unos pantalones negros y tirantes, y mis clásicos zapatos negros, después de todo, no lo usaría mas cuando llegue al burdel.

Habia decidido esperarle en aquel parque, se miraba muy comodo, ademas podia sentir la brisa atravesar los arboles de aquel lugar, niños corriendo y gente caminando mientras platicaban de sus vidas.
estaba muy aburrido sin nada nuevo que hacer. Era una dia demasiado azul al decir verdad, me extrañaba el hecho de ver tanta tranquilidad a mi alrededor, era algo nuevo en paris, al menos para mi. Ya habia pasado media hora desde que llegue y seguia ahi parado en aquel arbol, ojala y nadie me mire como algun loco acosador. Suerte que traje aquel libro conmigo, asi lo abri y decidi fingir que leia para no llamar la atencion de ojos curiosos.
A lo lejos pude ver un carruaje aproximandose, supongo que debia ser el. Aunque preferi hacerme el indiferente y no hacer caso hasta que estuviera enfrente de mi. Al llegar me pidio que subiera, me parecio extraño que el estuviera manejando, pues no crei que un niño rico se ensusiaria las manos por nada. -porfin llegas-, en realidad no estaba molesto, solo que esa es mi manera peculiar de saludar a la gente, prefiero no ser demasiado amable pues no me gusta que empiecen a creer que soy debil o algo por el estilo.
Al fin habiamos llegado al burdel, y como habia dicho antes, era uno de los mejores burdeles de la zona, mucha gente cree son lugares de mal a muerte donde va el peor tipo de persona a resolver sus necesidades sexuales, pero en realidad pueden llegar a ser lugares con clase y al igual de respetables que cualquier otro negocio importante.
no pude evitar soltar una pequeña risa hipocrita, pensando en todas esas personas de la "alta" sociedad que visitan frecuentemente aquel burdel.
-Muy bien hemos llegado, te presentare a la jefa del lugar para que te consiga un puesto temporal-. La mirada de aquel chico parecia como si se tratara de un niño en una feria.
A la entrada se encontraba una recepcion que era donde la jefa se encargaba de recivir a los empleados que llegaban al lugar.
-Ahh, asi que este es el joven del que me habias dicho, muy bien tu te encargaras de el y lo supervisaras hasta que haga un buen trabajo-. En realidad a la jefa no le importaba quien venia a solicitar trabajo, el unico requisito que pedia era que tuviera buen aspecto fisico, y una cara bonita... no por nada somos uno de los mejores burdeles.
-A sus ordenes madame- ahora me habia convertido en niñero, solo espero que no me cause muchos problemas y pueda sobrellevarse el solo.
De pronto todas mis compañeras cortesanas empezaron a salir de sus habitaciones a ver quien era el nuevo chico que habia llegado. Se podia escuchar como murburaban entre ellas sobre lo apuesto que es aquel chico... es decir, pobre chico, no sabe lo que le espera con aquellas locas mujeres.
-muy bien, el es antuan, y trabajara con nosotros.... todo suyo- les dije, para que se entretuvieran con el un rato. No podia evitar ver la mirada de susto de aquel chico al ver que un monton de chicas corrian hacia el gritando como si nunca huvieran visto a un chico apuesto.
No pude evitar reirme al pensar en lo que le harian.

Valla si me había sorprendido aquel lugar, creo que no esperaba demasiado después de todo, creí que solo seria un burdel mas de aquellos. Me equivoque por completo, el lugar parecía tan elegante, como si se tratara de alguna mansión de algún millonario. Al parecer le cai bien a la jefa, pues no me hizo muchas preguntas y me acepto sin importarle mucho en realidad. Una de las cosas que adoro en este mundo son las sorpresas, cosas que no te esperabas, y que aparecen de repente frente a ti. Este burdel, es el ejemplo perfecto.

Solo mire a un monton de putas (y muy hermosas debo decir) corriendo hacia mi, como si yo fuera alguien famoso, y bueno, no las culpo, yo tampoco me resistiria a una cara bonita como la mia. Me tomaron de los dos brazos mientras otras me empujaban, no pude evitar decir que no, de todos modos me llevarian a la fuerza. -Ven con nosotras, vamos a vestirte como un cortesano de verdad- dijo una de ellas.
Me llevaron a una habitación donde se encontraba todo tipo de telas, prendas, vestuarios, en fin... un montón de ropa exótica.
Una de ellas me sentó frente al tocador donde se encontraba el espejo y un montón de maquillaje, solo espero que no exageren con eso.
Solo miraba como la mas alta de ellas me arreglaba el cabello mientras otra me desvestía para ponerme solo un chaleco sin camisa, dejando ver mi pecho por completo y un moño de vestir en el cuello, valla y me sentía ridículo, pero supongo que así era como tenia que vestir durante el trabajo. Cuando terminaron todas ellas se juntaron en una esquina para contemplarme y ver como había terminado, y solo dieron un gran suspiro con una sonrisa, supongo que habían hecho un buen trabajo después de todo.

Al salir, Rowan estaba recargado aun lado de la puerta de la habitación, esperando a que saliera, al verme no pudo evitar dar una gran carcajada, me sentía demasiado inseguro vistiendo así y su risa no lo mejoraba en absoluto, pero tendré que acostumbrarme al final.
Tenia suerte de que ahora no había demasiada clientela, así que todos decidieron dar una pequeña fiesta, llamar a conocidos, traer alcohol por montones y cosas por el estilo. Yo preferí no dar mi opinión y estar de acuerdo en todo lo que los demás decían.
Al fin se había metido el sol y la noche comenzaba a cobrar vida, era una noche muy animada al decir verdad. Había gente parada platicando en las esquinas con sus copas de vino, cortesanas platicando con sus amigos sentadas en los sillones, riéndose entre ellos, yo estaba recargado en una pared con mi bebida, no conocía a muchas de esas personas ebrias que gozaban de tomar y reír todo el tiempo, al final una de las cortesanas me tomo del brazo y me presento con muchos de sus conocidos, me sorprendió el hecho de que era gente de la alta sociedad, que por suerte solo había visto una vez en reuniones pasadas con mi familia, y no lograban recordarme.

La noche se hizo eterna y perdí la cuenta de cuantas copas llevaba, creo que había exagerado demasiado en la bebida, solo escuchaba risas, gente por todos lados, mi vista se empezó a tornar borrosa y no distinguía bien a las personas. Pero la estaba pasando tan bien, nunca había reído tanto en una sola noche, valla si sabían divertirse aquellas personas.

Después de un largo rato mire que Rowan subía por las escaleras al segundo piso, tenia curiosidad de saber a donde iba pues no lo había visto en toda la noche, quería ir a donde el iba pero mis pies se hicieron como de gelatina, y caminaba tambaleándome a los lados de tan ebrio que me sentía. Llegue a uno de los pasillos largos que era donde se encontraban todas las habitaciones y al final se encontraba una ventana que daba vista a la ciudad de parís. Trate de hablarle pero creo que me ignoro o solo no se dio cuenta que iba tras el. Fue ahí cuando todo me empezó a dar vueltas y poco a poco las risas y aquel escándalo iba reduciéndose, como si mi cerebro hubiera apagado aquel ruido, solo sentí cuando me desmalle por completo y perdí la conciencia.

No esperaba que un dia fuera a cambiar drasticamente de un dia tranquilo en el parque, a una fiesta de cortesanos en el burdel lleno de escandalos y placeres. Decidi solo quedarme platicando con una compañera cortesana que estaba ahi, no queria parecer un anti social y quedarme parado en una esquina como si de un acosador se tratara. Parece que aquel chico se estaba divirtiendo como nunca, habia hecho muchas amigas en el burdel en tan solo una noche, ¡hah! ese chico si que me sorprende, me acerque a el para preguntar como se sentia, pero era bastante obvio que la estaba pasando de maravilla.

Era un poco aburrido hablar con las mismas personas, asi que decido atender a los pocos clientes que llegaban al lugar, que por cierto, se miraban algo sorprendidos y extrañados a la vez, al ver tanta alegria y escandalo en el lugar. Habia gente por todos lados, y era gente que no habia visto nunca antes, espero y no haiga ningun problema o alguna pelea entre dos ebrios, como suele ocurrir aveces.

No se cuanto tiempo habia pasado ya desde que se metio el sol, pero era bastante tarde, solo habia tomado unas cuantas copas pues excederme en el alcohol no es lo mio, prefiero mantener mi dignidad y recordar todo lo que hago.
Valla si me habia ganado el sueño, por suerte mi habitacion estaba en la azotea, lejos de este escandalo. Decidi retirarme y despedirme de todos mis conocidos. Estaba por llegar a mi habitacion cuando escuche que una vasija habia caido del estante en el que se encontraba, di media vuelta un tanto extrañado de aquel ruido, y para mi sorpresa estaba Antuan ahi tirado, es como si se hubiera desmayado. Me acerque rapidamente y me arrodille hacia donde el estaba para ver si habia pasado algo con el, por suerte solo estaba tan ebrio que ni si quiera sabe lo que esta pasando, lo escuchaba susurras incoherencias, apenas y le podia entender. -chico estupido- dije con un tono burlesco, pues solo un tonto como el beberia tanto como para ponerse asi.

Obviamente no lo hiba a dejar ahi, asi que lo levante como pude y recarge su brazo derecho sobre mi espalda, mientras yo sostenia su peso para poder llevarlo caminando hacia mi habitacion. Abri la puerta, y como pude lo lleve hasta donde se encontraba mi cama y ahi lo recoste. Por suerte era lo suficientemente grande para dos personas. No podia evitar reirme de el pues era tan inocente,su vida puede correr peligro y el ni siquiera se daria cuenta, ademas verlo en ese estado de ebriedad y diciendo palabras sin sentido me causaba aun mas gracia.

Ya era muy tarde asi que no tenia planeado regresar a la fiesta, decidi quitarme la camisa pues no podia dormir con mi camisa puesta. Aquel chicvo se miraba tan tranquilo, y mas con esa luna llena entrando por la ventana, iluminando toda la habitacion, era una noche hermosa al decir verdad. Me sente a la orilla de la cama para relajarme un poco, y al voltear mi atencion se centro tanto en el. Me acerque a el, y puse mis brazos en los costados de donde estaba el, para no despertarlo.

Tenia tantas ganas de saber mas de el, pero a la vez tenia miedo de lo que fuera a pasar. Sus labios se miraban tan tentadores, decidi desabotonar su camisa y asi quitarsela para que "durmiera" mas comodo. Al parecer podia abusar de el, y ni siquiera se daria cuenta. Me acerque un poco mas a el, tanto que nuestros labios se encontraban a un cabello de distancia, no queria continuar, pues no quiero que piense que abuse de el o algo por el estilo. Pero habia algo dentro de mi que queria seguir, que no queria parar, y al final, recarge mi pecho sobre el suyo, y le di un beso sencillo, pero que durara para siempre. Como si yo fuera el principe y Antuan la bella durmiente. De algun modo desperto, aunque seguia igual de ebrio, solo mire sus ojos observandome, y como se sentaba lentamente para continuar aquel beso que le daba.

No podia creer lo que estaba pasando, los minutos pasaban volando, y pareciera que el tiempo estuviera en nuestra contra, solo sentia nuestros cuerpos tocandose mutuamente, sus manos sobre mi, y las mias acariciandole, podia sentir como sus manos me desvestian, y como yo hacia lo mismo que el.

Paso tan rapido aquel momento que apenas y pude darme cuenta de lo que habia pasado. ¿Lo habiamos hecho?.... enserio no crei llegar a tanto, solo espero que el no recuerde lo que sucedio, y que despierte al dia siguiente creyendo que solo dormimos juntos, nada mas.
Estaba tan cansado, que no me importo volverme a vestir, era increible esa sensacion, al final quede profundamente dormido con Antuan abrazandome a mi lado, con unas cuantas sabanas cubriendo ambos cuerpos desnudos. Como quisiera que esa noche hubiera sido eterna, ya no me importaba lo que sucederia al dia siguiente, ademas ¿que mas da?.

Unos cuantos segundos pueden cambiar tu vida dramáticamente, y eso ya me había quedado claro a mi. Pero.... de algún modo no me arrepiento, es decir, prefiero pasar por mil cosas, sufrir, vivir, experimentar, arriesgarse, a no hacer ninguna de esas cosas y no vivir, aunque claro, después tendría que pagar las consecuencias. Había caído profundamente en el pecado, y eso me encanta.

Por fin habia despertado, y como me dolia la cabeza, sentia como si un monton de caballos me hubieran arrollado. No tenia idea de lo que habia pasado, no recordaba nada. Lo primero que mire fue una habitacion ajena, ¿que habia pasado anoche?, no recordaba gran cosa, solo bromear y reir con las cortesanas de ayer. Todo hiba bien, hasta que al estirar mi brazo senti a otra persona a mi lado, -¿q..que...que hice anoche?- susurre con cierto panico pues no recuerdo haberme acostado con nadie, ¿y porque estoy desnudo?, supongo que habia sido alguna cliente que me habia solicitado anoche, despues de todo ese es el trabajo que haria en el burdel. Pero... para mi sorpresa no era ningun cliente, y mucho menos era mujer. Al quitar las sabanas que nos cubría, descubri que se trataba del cuerpo desnudo de otro hombre... dios mio, no crei ser capas de esto.

Al acercarme a el me di cuenta que se trataba de Rowan, ¡aaggh!, ¡todo era tan confuso!, ¿acaso el abuso de mi?, ¿estaba tan ebrio que no me di cuenta que lo hicimos?, bueno si es que lo hicimos, no estaba seguro si solo habiamos dormido o no, pero, ¿quien va a dormir desnudo con otra persona si no es para tener sexo?.

Sentia como el corazon se me aceleraba al imaginarme en lo que pudo haber pasado anoche, no crei tener estos sentimientos hacia el, que es lo que me pasa.
Decidi despertarlo moviendolo del hombro con mi mano, pero pareciera como si estuviera en un profundo sueño.
no creo poder verlo de la misma manera después de esto. Al volver a verlo sentía cierta excitación, pues quien se resistiría a tal cuerpo atlético.
No tenia nada mejor que hacer, así que decidí hacerme el dormido, aunque en realidad estuviera mas que despierto. Me acosté junto a el, y lo abrace, pegando su espalda con mi pecho, con el fin de sentir su ser, aunque estuviera dormido.

Así fue, hasta que llego la jefa del burdel, y nos encontró. Creyendo que habíamos hecho lo peor, empezó a gritarnos miles de cosas como si esclavos fuéramos, una de las reglas principales del burdel, era que las cortesanas no se podían acostar con los cortesanos que trabajaban en el mismo lugar, aunque... ambos eramos hombres, supongo que la regla aplicaba por igual. Estaba tan asustado por lo que haría, así que solo me levante lo mas rápido posible y me vestí para irme de ese lugar, supongo que haber venido a querer trabajar no fue buena idea después de todo, solo quería irme a casa, aunque admito que fue muy divertido.

-Disculpe señora, no me di cuenta de lo que paso, no volverá a pasar- me disculpaba con la jefa mientras corría y ella se quedaba parada ahí sin ni siquiera voltear a verme, creo que si estaba algo furiosa. No se que había pasado con Rowan, yo solo me metí en el baño para arreglarme e irme de ese lugar, solo espero que no pierda su trabajo por mi culpa, y si fuera así, le ofrecería mi hogar para que se quede a vivir ahí.