----If You Can't Ride Two Horses At Once...Then You Should Get Out Of The Circus----{Emy Defoe }

por **Aelric Ecrivain** Vie Ene 10, 2014 2:34 pm

El naranja era mi color favorito, por que ese era el color del atardecer, a las cuatro de la tarde el sol bañaba de luz vespertina los valles, las chimeneas y los techos, el empedrado de la calle...pero aquel no era un lindo día, aquel naranja parecía caer sobre mi cara sin inmutarme, era como si el calor del sol no alcanzara a tocarme la piel, un suspiro en el corazón y una promesa por cumplir era la que me mantenía caminando, nunca creí ser capaz de sentir una emoción como esta, sentía el estómago vacío, como un gran agujero en mi interior,no solo por que, de hecho estuviera vacío, sino por esa extraña tristeza que me acongojaba, nunca sentí nada igual.
Unas semanas antes de estos sucesos, una chica gitana me había visto tocar el laúd, me había pedido que tocara junto a ella en el circo, había aceptado la oferta pero nunca acordamos una fecha, y aquel, siendo mi día libre dadas las circunstancias, no quería pasarlo por allí pensando, dando campo a los oscuros pensamientos para que ocuparan mi cabeza, ni siquiera había tomado una gota de licor aquel día, y mis alucinaciones estaban haciendo una fiesta aún más bulliciosa que el jolgorio que se oía al aproximarme a la carpa.
Llevaba mi fiel laúd colgando de mi espalda y las manos en mis bolsillos, llegué allí y vi como las clases media y baja se mezclaban sin incomodarse al rozarse caminando entre tanto gentío, la música venía de todas partes, la luces provocadas por los fuegos de colores que salían despedidos de los labios de los artistas opacaban el naranja atardecer, los magos inspiraban carcajadas y aplausos estridentes, no se como esperé que llegar a un lugar como ese me ayudaría a despejar mi mente y relajarme, pero bueno, estaba allí no solo para hacerle compañía a alguien que la había pedido sino para hacer música también, eso siempre lograba despegarme los pies de la tierra, hoy enserio lo necesitaría.
Llegue junto a Ruth, bajo un toldo violeta, me recibió arrojándose a mis brazos como si no pesara nada, por suerte pude rodearla con mis brazos con rapidez o los dos habríamos ido a parar al suelo, su cálida bienvenida me dibujó una sonrisa reconfortada, luego de un día duro ver a alguien que se alegra de tenerme sirve demasiado, sus ojos esmeraldas brillaban y me agradecían estar allí, me sentó en un banquillo y me retiró el laúd de la espalda, mientras me hablaba de estar allí sola y de esperar cada día que yo apareciera de repente, que había pensado en muchas cosas que podría lograr conmigo allí, me reposó el instrumento en las piernas y se retiró a buscar quiensabeque, sinceramente toparme con una persona como Ruth me estaba arreglando el día, y como ella mismísima decía, "el show debe continuar" esta allí para eso, y no debía transmitir la pesadez de mi espíritu, debía transmitir esa misma alegría que Ruth siempre irradiaba, cuando regresó con una pandereta en la mano y un trapo escarlata en la otra, le sonreí como si quisiera creérmelo yo mismo.
- Me alegro de estar aquí, Ruth
Ella me sonrió y me vistió la frente con la tela con monedillas colgantes
- El escarlata es tu color
Me besó la nariz y empezó a menear la pandereta, sabía lo que quería decir su mirada, era hora de empezar a improvisar, tomé mi laúd y dejé que mis dedos bailaran en sus cuerdas a su antojo, mientras ella empezaba a desgarrar su garganta con unas notas suaves en una voz ronca inigualable, esa sería una canción memorable.

por **Amy Defoe** Sáb Ene 11, 2014 8:07 pm

Los días de circo siempre eran mis favoritos, mas por que de vez en cuando podía conseguir alguna cosilla que vender por ahí para llevar algo de dinero a la casa de acogida, aun cuando Jenna se enfadaba por mis formas maliciosas de conseguir cuando hacia falta, tal dia seria una gran excepciona, le había prometido que no robaría y que me ganaría los franco como Dios manda, trabajando, no era que no me gustara, pero ¡Es el circo! y a mi me encantaba ir a ver el espectáculo, los brujos, las gitanas bailando los animales haciendo cosas raras, en fin. Ese día Jenna había preparado algo diferente para mi y mis simples manzanas, habia recubierto las manzanas con caramelo color carmín y les había puesto un palito en la unión de la manzana, llamándolas Manzanas confitadas en realidad no sabría si se venderían, pero no reclame, no podía contra Jenna y sus maravillosas ideas. En una caja coloque las manzanas no eran muchas simplemente probaríamos si a los parisinos le gustarían, de ser así seria un buen nuevo negocio. El precio lo había impuesto ella y aunque estaba acostumbrada a vender mis manzanas a un franco, esta vez saldrían un poco mas, ya que según ella el caramelo era caro y encontrar azúcar era difícil y mas darle color...

Tome la caja y me fui al circo en la carroza de Nomadé un gitano viejo y gruñón que solía ir a visitar la casa de acogida para ver que las energías y auras de los niños estuvieran bien encaminadas, el solía decir que mi aura era un arcoiris de color, aun cuando no entendía mucho a que se refería con eso prefería ir en silencio junto a el. Poco mas de veinte minutos ya habíamos llegado al circo, sus colores, aromas y gente era impresionante, podía ver a un joven a lo lejos tirar fuego de su boca, y a un bufón burlarse de las señoritas acomodadas... mire mi ropa... unos pantaloncillos, botas, una camisa y un pequeño suéter, algo para nada femenino pero así me gustaba andar. Tome la caja con las manzanas - Gracias Nomadé - dije con una amplia sonrisa en mi rostro, a decir verdad amaba la idea de poder ir con la excusa de vender manzanas al circo. Deambule por el lugar mirando donde ponerme, tenia que ser un lugar estratégico donde niños y adultos pudieran verme y oírme claro estaba.

Cerca de una carpa medio morada me acomode, destape las manzanas y el aroma dulce me envolvió de pies a cabeza - mmmh ojala su sabor sea rico - dije mas para mi que para cualquier persona, no quería que luego me linchen por tener un sabor malo, tome aire y mientras me hacia una coleta en el cabello comencé a gritar - ¡Ricas, deliciosas y novedosas las manzanas de Emy! - era un buen cántico para comenzar - ¡A solo dos franco con cincuenta! ¡estas Ricas y deliciosas Manzanas!- mi voz se mezclaba con los sonidos del lugar y hasta podría decir que parecía estar en armonía con el lugar. Una señora se acerco algo curiosa y miro las manzanas confitas - Son la novedad en toda Europa- dije con tal entusiasmo que se acerco otra señora y sin pensarlo me compro una diciendo - Estas las venden en Londres, un verdadero manjar - su comentario me había ayudado para que pudiera vender mas, y así comenzaba el atardecer... vendiendo manzanas confitadas...

por **Aelric Ecrivain** Dom Ene 12, 2014 3:32 pm

Empecé a rasgar las cuerdas de mi laúd mientras Ruth solo solfeaba, acompañándome en busca de un circulo armónico, paciente, sentada junto a mi, se contoneaba suavemente con los ojos cerrados, cantándome acordes hasta que encontramos las notas perfectas, entonces abrió los ojos y se dejó inundar por los colores del circo y las energías alegres que nos rodeaban, su sonrisa amplia emergió nuevamente y me regaló una mirada, empezó a crear letras, casi hablando con los transeúntes, narrando lo que veía y lo que sentía, ella era realmente una persona encantadora, y encantaba a cuanta persona pasara y nos escuchara, en un momento más estaría de pie, frente a mi, bailando, cantando y sonando su pandereta, las monedas de sus ropajes sonaban sin discordar con la música, el ambiente que ella sola estaba creando había alejado de mi cualquier congojo que me hubiese acompañado hasta ese lugar, porque en menos de lo que yo pudiera darme cuenta estaba junto a ella, cantando su canción y bailando para el público.
Un olor dulce llegó hasta nosotros y atrajo la atención de Ruth, que empezó a cantar sobre las manzanas que una chica junto a nosotros estaba vendiendo, yo no me había percatado sino hasta la canción de Ruth, tal vez por que esta chica no había empezado a gritar, cosa que me molestó un poco, rompía a medias nuestra armonía, pero bueno, estaba allí trabajando para ganarse la vida como todos los demás allí, entonces solo apoyé a Ruth con su canción y ambos invitamos a quien nos escuchara que compraran las
"Ricas, deliciosas y novedosas las manzanas de Emy"

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