Dejándose llevar [Privado-Gaspard Cossment]

por **Demona Draxo** Dom Nov 16, 2014 4:02 pm

Demona acababa de llegar hacía un par de días a Paris y aún no había tenido tiempo para poder reconocer los alrededores, cosa que estaba haciendo que su tigresa interior se impacientara. En su tierra natal no pasaba el día que salía a correr y a divertirse persiguiendo animales pero desde la última vez había pasado casi una semana. Después de haber encontrado un hostal para quedarse y haber reconocido las calles se dedicó a esperar a que hubiera una pequeña niebla que la acompañara en su carrera nocturna.

Esa noche había tomado una cena ligera antes de poner una capa sobre sus hombros para ocultar su rostro. Solo tuvo que andar unas cuantas calles cuando el olor a tierra le hizo recordar su tierra natal y a su madre haciendo que un pequeño nudo se le formara en el pecho. Intentó hacerse fuerte y mimetizarse con el olor del bosque, caminando intentando no hacer ruido hasta una zona boscosa que había investigado antes. No quería romper uno de los pocos vestidos que tenía así que normalmente se desnudaba y guardaba las ropas hasta que volvía a adoptar su forma humana.

Dicho y hecho, cuando encontró el escondite que había estado creando días antes empezó a quitarse la ropa poco a poco, primero la capa, después los zapatos dando paso a ir desabrochando poco a poco su vestido y empezando a notar como la tigresa en ella empezaba a rugir impaciente.

por **Gaspard Cossment** Miér Nov 19, 2014 2:54 pm

"Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas."

El cambiaformas ya había perdido la cuenta de lo días que había tenido para él. Siempre, cada vez que buscaba conseguir un momento para si mismo, terminaban cayendo las responsabilidades que caían en él por necesidades de su manada, o sencillamente las que él sólo se asignaba.También estaba al tanto que lo vigilaban, sus pasos eran seguidos de cerca por algún miembro de su contundente familia. Y mucho más, luego de que aquella felina se haya divisado junto a él.

Esta noche optó por no seguir más el juego de convertirse en el blanco de todos, por lo que usó una de las más pequeñas cabañas para esconder sus pertenencias, y salir como un sigiloso lince por la ventana. Sabía que no podía ir con ella, al menos no hoy.
Sus pequeñas patas lo llevaron hasta el límite de sus tierras, era un extraño ahí, y conocía las reglas; Saliendo de ahí no sería más que un simple "animal", no podría imponerse de la manera que acostumbraba, y nadie podía asegurarle que sus conocimientos le ayudaran en una situación complicada, y de ser así se resguardaría en su piel más fuerte; Su pantera.

Continuó de aquella imponente manera recorriendo hasta un frondoso claro en el bosque. El lugar le ofrecía un sin fin de posibilidades, pero lo más importante para él era la calma del mismo, fácilmente podría tumbarse en la hierba y hundirse en sus entrelazados pensamientos.
Para su sorpresa, no fue nada de ésto lo que sucedió. Una silueta femenina inició su entrada al lugar donde descansaba la pantera, y se le veía claramente exaltada,
¿qué planea?
Tuvo que ponerse alerta en cuanto observó con extrañeza como se desnudaba, y entonces comprendió que hacía; Su aroma la delataba por completo.
En un momento bromista — muy impropio de él — le rugió para que se detuviera, y apoderarse de su atención por los siguientes segundos. Se alzó, avanzando hasta la fémina que de seguro se vería espantada, y lo hizo con lentitud, casi acechándola como si desde ese momento la considerara su presa.

por **Demona Draxo** Miér Nov 19, 2014 4:46 pm

Demona estaba terminando de desnudarse cuando escuchó el rugido a su espalda. Al principio se asustó y se tensó aunque poco a poco fue dejándose llevar por sus instintos y sin recoger la ropa del suelo se giró para ver a la hermosa pantera que se acercaba. Era la primera vez que veía un animal así y al notar un olor familiar en vez de asustarse se arrodilló lentamente, mirándola en todo momento a los ojos.

-Ho..la…-se sentía un poco tonta hablándole al animal, no sabía si él podía entenderla pero imaginaba que así podría ser ya que en su caso entendía cuando la hablaban mientras estaba de tigresa.-No te voy a hacer daño, solo quiero correr un poco.

Lentamente puso sus manos palma arriba para que viera que no tenía nada para hacerle daño mientras se sentaba sobre sus talones para esperar a que el animal se fuera acercando aun más. Su tigresa estaba impaciente de salir, quería cambiar, correr y jugar por primera vez con uno de su especie pero tenía miedo de no ser seguro o que el animal se asustara.

por **Gaspard Cossment** Dom Nov 30, 2014 3:35 pm

"Estar preparado es importante, saber esperar lo es aún más...
Pero aprovechar el momento adecuado es la clave de la vida."

La tranquilidad reflejada en el delicado rostro femenino terminó por asegurar su primera deducción. Si ella no compartiera su naturaleza, de seguro hace varios minutos ya estaría corriendo despavorida buscando alejarse de él, o más bien de la pantera que se encargaba de intimidar a los curiosos.
Mantuvo sus orbes prendidos de la mirada ajena, y en cuanto la mujer se arrodilló, Gaspard lentamente avanzó unos cuantos pasos más cerca de ella, sin llegar a tocarla de ninguna manera, siempre guardando la distancia que él consideraba de respeto entre dos desconocidos, por más que tuvieran un importante toque de "parentesco".

Los ojos pardos del animal bajaron a las manos de la fémina, incluso antes de que ella misma lo dijera, sabía que no iba a lastimarle y como era de esperarse, Gaspard nunca de sentiría intimidado por su presencia, mas cuando esta sólo demostraba que ambos había llegado ahí por similares razones.
— Adelante, no dejes que mi presencia te detenga.— transmitió a la mente ajena con calma, rodeando su cuerpo con lentitud para llegar bajo uno de los árboles más cercanos y tumbarse a descansar.

No buscaba ser él quien se interpusiera en los planes de la muchacha, estaba claro que ella había terminado en el lugar para buscar algo de libertad, y en ese lugar Gaspard no tenía autoridad, aunque fuera un pequeño territorio, no era parte del suyo.

Su cuerpo se relajó, disfrutando de la sombra que había encontrado, hasta que sus parpados se cerraron. Aunque sólo fue su cuerpo el que cedía ante la tranquilidad del claro, puesto que su mente seguía alerta a los movimientos de la fémina, aguardando cual sería su decisión.
No esperaba que ella fuera alguna amenaza en ningún sentido. Podía sentir aquel aroma enormemente familiar entre ambos, aunque sabía que dentro de ella no rugía una pantera, sabía que había algo levemente más delicado, aunque igual de imponente.

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