La vida después de la muerte de un ser amado

-Su rostro es algo que a diario veo, recordar esa intensa noche me hace sollozar de vez en cuando, ¿por que me abandonaste? ¿por que no estas con migo? son tantas preguntas que jamas serán respondidas.

Aun recuerdo la ultima palabra que tus labios carmesí soltaron antes de dar por finalizada tu vida, "corre", pero ¿de que o quien debo correr? ¿de los inquisidores, o de mi mismo? o simplemente debo correr de ti, alejarme lo mas rápido posible de tu maldito recuerdo que no me deja poner un pie adelante del otro sin retroceder dos y voltear mi cabeza al pasado. Desearía odiarte por haberme dejado... todo seria tan sencillo de esa forma, pero no, el amor que siento hacia tu persona es algo que jamas desaparecerá, siempre estará presente, como una sombra que me acompañara de por vida, sera mi cruz, sera la roca que me impida avanzar y todo por este poder que se me fue conferido, tu tuviste que morir, para que pueda vivir y ser quien soy, y por eso te estaré eternamente agradecido, oh mi bella Angeline.-

Los sucesos que atormentaron a Clagg desde esa noche no son pocos, tuvo que lidiar con la muerte de su esposa a manos de un grupo de inquisidores fue realmente uno de los hechos mas trágicos en la vida del joven.

Luego de salir del bosque, con lagrimas en los ojos cumplió el deseo de su difunta esposa, corrió, como lo había hecho de niño cuando su padre lo apedreo, corrió como siempre lo había hecho, y se fue preguntando en el trayecto, si toda su vida iba a ser de esa forma, una corrida tras otra, solo cambiaría el perseguidor, pero el nunca dejaría de correr, tendría pausas momentáneas si, pero jamas estaría a salvo.

El joven paro en una roca e intento recuperar el aliento, intento calmar sus impulsos para intentar comunicarse con alguien en el mas allá, alguien que le dijera que ella estaba bien, pero no puedo, la desesperación le jugo en contra, yacio en el suelo sollozando, su llanto desesperado no fue oído por nadie, solo por el, y el sabia que desde ahora, estaría por su cuenta. Las horas pasaron y el seguir tendido en el frió piso intentado recapitular todo lo sucedido, ¿quien fue el que dio la alerta a los inquisidores?, ¿por que? las interrogantes atestaban su cabeza, se reincorporo y se sentó, saco de su bolso su pipa y puso en ella una mezcla de hierbas para poder relajar su cansado cuerpo y mente. Estaba a unas horas del pueblo mas cercano, pero aun no iría a ese lugar, no, esas bestias despiadadas estarían ahí esperándolo, así que armo un improvisado refugio en ese bosque.

A la mañana siguiente el sol no se asomo, las nubes lo engulleron completamente como langostas hambrientas sobre una plantación de trigo, el se sentí y estuvo horas sentado mirando al vació y fumando de su pipa, quería desaparecer, quería que todo acabara de una vez, lo mas bien podría acabar con su vida, pero no podía, hubiese sido un insulto para el sacrificio de Angeline, no el tenia que vivir, vivir por los dos, tenia que volver a tener fe, volver a soñar, volver a tener esperanza a la vida, eso era lo que ella le entregaba a Clagg, y el la mantendría viva de esa forma, siendo un hombre de bien.

Decidió aislarse en el bosque dos semanas, con sus conocimientos en herbologia le fue fácil conseguir alimentos, y con una que otra habilidad para la cacería consiguió una que otra liebre que pasaban por una pradera contigua. Preparo sus cosas y se puso en marcha a una ciudad que se encontraba a un par de horas caminando desde el lugar en el que se encontraba, esperaba no encontrarse con ningún inquisidor, no quería pelear, no era de su agrado.

A las pocas horas llego a su destino, no sabia bien que hacer, así que recorrió la ciudad buscando una posada donde quedarse, al menos por el momento. Encontró una, se veía hogareña, así que entro, le pregunto a la encargada cuanto costaba una habitación, le pago 3 francos y lo llevo a sus aposentos, donde al caer la noche comenzó a repasar sus planes para el día siguiente.

-Angeline, se que estas ahí... se que desde ahora, tu alma me protegerá y sera la encargada de guiar mi camino...-