Las apariencias engañan |Mirko|

por **Cailen Gowan** Miér Sep 16, 2015 5:33 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Era la una y diez de la mañana y yo estaba comenzando a arrepentirme de lo que estaba haciendo ¿Y si quería deshacerse de alguien? No podía permitirlo, pero tampoco me sentía muy seguro de querer dejar de actuar, mucho menos sintiendo el saco con el peso de las monedas atado a mi cinturón. Saqué un reloj de bolsillo (hurtado, por supuesto) que siempre cargaba conmigo y revisé la hora. 1:11. ¡¿Dónde diablos estaba Mirko?! Pensaba, después de todo él había insistido en ser puntual y aquí estaba pero ni señales del hombre. Mi respiración comenzó a agitarse mientras consideraba los posibles escenarios, imaginándome la razón por la que había sido "contratado", cada escena que pasaba por mi mente era peor que la anterior, acompañando a Munch había visto la otra cara de la moneda de algunas personas, una condesa, por ejemplo, pagó casi 10,000 Francos para que su marido fuese asesinado por haberle sido infiel.

Pasaron unos cuantos segundos en los que traté de distraerme de todos esos recuerdos y pensamientos hasta que al fin escuché unos pasos acercándose presurosos. Alcé la vista y vi una silueta acercándose, algo peculiar que noté fue que esa silueta iba cargando lo que parecía ser una pala. En ese momento abrí los ojos como platos mientras me reprimía a mí mismo en mi cabeza "¡¿En qué rayos te metiste idiota?!"

por **Cailen Gowan** Mar Oct 06, 2015 9:59 pm

-¡Haz que pare! -Grité, la voz de Mirko era apenas un eco, no confiaba en mis sentidos, aquella presencia ocasionaba que la realidad se fundiera de manera amorfa con la imaginación haciéndome incapaz de diferenciar entre una u otra. La escena del bosque llena de vida en un principio moría lentamente ante mis ojos, el color verde cambió a colores grisáceos con leves toques rojizos como la sangre. Los animales enloquecían siendo perturbados por el cambio tan brusco en la naturaleza, los herbívoros de pronto consumían carne. Era una horripilante discordia.

Volví a abrir los ojos y la mujer estaba parada justo en el centro de mi rango de visión, sus ojos muertos miraban fijos a los míos. Mi corazón estaba a mil por hora debido a lo que me había forzado a ver, aquella bruja súbitamente comenzó a mover sus pies en mi dirección, los movimientos eran entrecortados, de repente aparecía más cerca mío sin haberse movido y súbitamente estaba más lejos. Contemplé para mi horror que sus facciones se deterioraban, su cabello se humedecía y agua comenzaba a escurrir de su vestido, su piel se tornó gris y la piel se arrugó como si hubiese estado mucho tiempo en el agua.

Video praeteritum

Video futurum

animam sanguinis innocentis

Vestris sententiis versari arbitrantur est

Mine iustus coepit

Y sin aviso previo, la mujer desapareció y volví a la realidad. Alguien me estaba sacudiendo bruscamente y volteé a ver quién era, vi un rostro masculino, miré al cielo y a mi alrededor confundido, ¿dónde estaba?. Luego recordé todo y comencé a jadear preso del pánico que acababa de asaltar mi cuerpo. -Mirko, vayámonos ya de este lugar...

por **Mirko Lautrec** Miér Oct 07, 2015 2:03 am

Cailen había entrado en una especie de trance y Mirko estaba encontrando cada vez más difícil pensar con cabeza fría y no salir corriendo de allí como le gritaba el instinto. ¿Estaba perdiendo Cailen el juicio gracias a esa experiencia sobrenatural que habían tenido junto a la tumba?. Mirko no sabía que pensar, su cerebro de científico se negaba a creer todo lo que habían experimentado y le seguía diciendo que debía existir una explicación lógica a toda esa locura. Pero su instinto le decía que algo poderoso y malévolo había despertado en le momento en el que ellos habían perturbado esa tumba y que estaba más allá de su entendimiento humano.

Decidió que Cailen no estaba en condiciones de hablar, por lo que le pasó un brazo por los hombros y le obligó a caminar lo que faltaba del sendero hacía la parte posterior del cementerio, apenas si había murmurado que debían salir del lugar pero parecía que el cuerpo no reaccionara de acuerdo con lo que decía pues Cailen se había quedado quieto y había sido Mirko quien a rastras lo había metido en el carruaje que estaba esperándolos tal y como él había dicho.

- A la zona residencial del sur - Le indicó al conductor quien con un jalón de riendas hizo que los caballos relincharan y se pusieran en marcha. La calle lucía tan oscura como el cementerio, apenas si iluminada por la blanquecina luz de la luna. Mirko dejó escapar un largo suspiro, no se había dado cuenta pero estaba sudando a pesar del clima frío, Cailen iba sentado a su lado y parecía estar volviendo en si mismo.

- Mi casa está cerca, podemos descanzar un poco allí - Le indicó llevándose el dorso de la mano para secarse el frío sudor de la frente, de repente pareció recordar algo - ¡Mierda! hemos dejado los instrumentos en el cementerio! - Exclamó cerrando los ojos con expresión molesta. Ahora tendría que volver a primera hora del día a recoger cualquier evidencia que hubiesen dejando allí, no le gustaba la idea, pero no podía darse el lujo de que la policía comenzara una investigación sobre ladrones de tumbas por su descuido.

Off rol:
Si quieres luego de que respondas aquí abro un tema en mi residencia.

por **Cailen Gowan** Sáb Oct 10, 2015 7:32 pm

Apenas si pude darme cuenta cuando entré en el carruaje, en realidad no sentí sus brazos ni había escuchado el sonido de mis pies moviéndose y aplastando el césped. Estaba demasiado perturbado aún por las sangrientas imágenes que habían pasado por mi cabeza, era la perfecta definición de la pesadilla de una persona ajena, me preguntaba si eventualmente podría olvidar aquello o se convertiría en una tétrica compañía de mi mente en las noches.

-¿Ah? -Dije al recuperar la conciencia de mí mismo y notar mis alrededores extraños, vi a Mirko sentado junto a mí. Asumía entonces que estábamos en el carruaje que él había mencionado anteriormente. -¿Estás bien? -Pregunté al notar el sudor que cubría su rostro, antes de que respondiera gritó y aquello me hizo dar un brinco en mi asiento ¿por qué había gritado? me pregunté, la respuesta llegó sola. Si alguien descubría aquellas sospechosas herramientas nos meteríamos en un buen lío los dos. El único remedio era ir por ellas antes de que alguien lo notara. -Iremos antes de que abran pero primero quisiera descansar. -Dije frotando mi sien. -Esto ha resultado mala idea.

Offrol: Claro, manda un mp con el link

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