Surrounded by shadows — Randall Von Vanic

por **Candice d'Orléans** Miér Mar 02, 2016 9:10 pm

Odiaba esa tarea, sobre todo, porque era inútil. Barrer la entrada de la casa amatoria no tenía más objeto que el de hacer notar que estaban atendiendo, que había mujeres ofreciendo sus servicios hasta que la luz de la mañana ilumine las calles. Sobre todo, detestaba el frío. Y las hebras de la escoba haciendo un ruido rasposo contra la calle de piedra. Y los hombres, que al pasar por su lado para entrar a la casona aprovechaban para tocar sus senos o apretar su trasero. Candice trataba de inspirar hondo y seguir con su tarea, después de todo, ella estaba allí barriendo mientras sus compañeras realmente la tenían complicada allí adentro. Sí, varias de ellas lo disfrutaban realmente, pero otras, lo hacían para comer al día siguiente.

La virtud que la joven aún poseía la hacía intocable ante los ojos de la dueña del local, local que apenas podía llamarse como tal ya que en realidad era una antigua casa con muchas habitaciones y poca habilitación. Tan solo quienes vivían en la zona sabían lo que pasaba allí por las noches. Y la rubia lo sabía muy bien, por lo que mismo si lo odiaba, prefería que el frío le erice la piel y hasta socializar con una o dos ratas que atravesaban con gran velocidad el escondido callejón.

—¿Buenas noches? —preguntó a la oscuridad con una voz fina y algo quebrada, con la falta de autoridad que sólo podía tener una mujer que trabajaba en ese lugar. Mismo si miró para todos lados no pudo ver desde quién o qué había provenido el sonido que había escuchado. No le dio mayor importancia, podían ser hasta niños escapándose de orfanatos, no sería la primera vez que debía echar a muchachitos de diez años que decían querer hacerse hombres. Puff.— Vamos, niños, ¡ya deberían estar durmiendo! —recrimina a la oscuridad que seguía proveyéndola de sonidos pero no la dejaba ver más que algunos metros a su redonda. Deja la escoba al lado de la puerta del local para aventurarse un poco en la oscuridad, pero sin alejarse demasiado.