Zona de Peligro [Libre]

por **Ulysses Von Harnett** Dom Ago 14, 2016 8:16 pm

La boca de la mujer se mueve como si va a causar algo en él, que estúpida porque lo único que provoca en es la necesidad de incrustar aquella espada en aquel vientre varias veces hasta verla completamente acabada; pero, se espera, le da la oportunidad para conocer ahora a la bestia, claro que él era la bestia de aquella batalla. Deja a la mujercita hablar con su deje de serenidad con seriedad intrínseca sus manos sujetan mejor su espada ahora ya es el momento de acoger la furia de mostrar que no estaba lista ni para él ni para un brujo mayor.

Cierra los ojos imaginando a aquel familiar al que desea acabar con sus manos, imagina a todos ellos que le han arrebatado toda su vida todo lo que le correspondía por derecho y que ahora es solo un puñado de sueños ¡Malditas escorias! Masculla en su interior con odio acercándose a pasos contados hasta ambas espadas chocar, queda frente a ella, ni le venir, golpea con su puño el vientre de la maldita le hace retroceder luego a posición lineal derecho su espada se blande a dirección de las cimitarras de ella, golpe tras golpe del metal, se sostienen ambas se empujan los dos, nadie cede pero el rozar es fuerte que solo provoca la onda de choque.

Mira a la mujer que se mueve de derecha e izquierda, piensa que le atacará algún flanco, error se inmiscuye a su espalda, gira la muy inteligente, otro golpe uno que casi origina un corte en su cuerpo y rostro, ahora la espada es como si se blandiera solas con mayor fuerza cada vez le hace retroceder más a la bruja. Trata ella de dar un rasguño para evitar la muerte inminente, los rasguños llegan a su cuello, algo que le da una ventaja porque la mujer libera su flanco central que le da oportunidad para incrustarle una daga en su vientre

–Vaya, al parecer no eres tan fácil de matar. Fíjate, te había infravalorado, como tú has dicho antes. Esta batalla final va a ser de lo más interesante…–

Pero que creyó esta mujer, que podía siquiera matarlo tan fácil, que ilusa, comenzó a reírse saboreando con su lengua el filo de la daga, la rabia de aquella bruja que se abalanza contra él para dañarle y entonces suelta su espada y usa sus habilidades para con estas obligar a la mujer a matarse.

La cabeza rueda por el suelo mientras guardaba su espada. Encendió un cigarro arrojando los cerillos al cadáver que se enciende, ardiendo con la sonrisa del sujeto esperando que nadie lo hubiera visto…pero no todo es como se espera, o sí.

por **Agnés de Charny** Lun Ago 15, 2016 8:50 am

"en el bosque duerme el lobo y vuela el murciélago solo, mas un alma despierta no duerme aterrado por brujas y espectros ella sufre" ,los pájaros en la oscuridad temen , los últimos rayos de luz mueren mas un alma despierta no duerme, y he aquí el brujo valiente y fiero pagado en brillante moneda de oro."

La parte baja de su cuello se erizo y escalofrío recorrió toda su columna vertebral, sentía como si una ráfaga potente de viento recorriese el viento y chocaba contra ella como si fuese la roca en el afluente descarriado de un rio, se sentía desconcertada ante aquello no había sentido un poder tan fuerte desde… frunció los labios y el ceño sintiendo como poco a poco se iba disipando aquella energía como de repente el olor y sensación de completa muerte y ascensión al infierno de alguna alma ocurría.

Dejo el claro donde se encontraba y se adentro dentro de su corcel al bosque la curiosidad era la maldicion de la humanidad, ¿no había sido la misma quien había arrebatado la vida eterna y por la cual nos expulsan del edén? . Bajo la aceleración que ejercía hasta bajarse de su montura , el bosque estaba lúgubre , silencioso , como si toda vida hubiese sido desprendida sin ninguna causa o motivo pero mientras mas se adentraba en aquel lugar mas cerca sentia aquella gran cantidad de poder , ¿ como era posible? ¿ quien podría tener un conocimiento tan afinado?.

Sus pasos se detuvieron entre arboles de grandes copas que ocultaban en su mayoría cualquier vestigio de luz , el aire atraía con sigo el característico olor de sangre derramada sobre la tierra, Los sentidos de Agnés se afinaban mas y mas alerta a cualquier cambio , cualquier movimiento, era claro que el poseedor de tal cantidad de habilidades en el mundo de los hechiceros no se veía como una persona mundana, sus pasos le llevaron tras un árbol en el cual podía ver un cuerpo decapitado y el ganador de aquel enfrentamiento de pie.

por **Ulysses Von Harnett** Miér Sep 14, 2016 10:07 pm

El aroma del cigarro encendido y siendo devorado por aquel que se ocultaba en la oscuridad con el fuego del infierno que no paraba de devorar aquel cuerpo así como los gritos que podía en su cabeza oír a causa de aquel demonio que tiene dentro de su alma. Sonríe satisfecho al haber consumido una alma más a su propósito así como el poder tener los objetos necesarios para aquel acto que estaba por realiza; más, aquello porque lo había ido no se encontraba completo, faltaba lo más importante el anillo.

Furioso comenzó a vociferar insultos contra la incinerada mujer, todo su trabajo había sido en vano porque no estaba todo lo que necesitaba, más el frio viento de la noche lo obliga a calmarse por unos momentos; con cabeza fría comienza a trazar un plan y pensar mejor las cosas, pero aun así sus ojos estaba llenos de un odio profundo y visceral contra aquella mujer.

–Si tan solo hubieras dado estos elixires y me hubieras dicho dónde estaba el anillo estarías ahora con vida haciendo más de tu inútil magia…–

La sonrisa de triunfo y maldad se esboza victoriosa mientras el cigarro muere en el suelo aplastado con todo su odio, así como las palabras del demonio que lo alertan de una intrusa

–Es mejor que salgas o tu futuro será como el de esta mujer, así que tienes hasta que cuente tres y digas lo que sabes o serás la segunda en ir al infierno, y créeme no es un lugar muy bonito para vivir–

El tono de su voz tomó un tinte oscuro y siniestro que helaba el ambiente así como aquellos ojos oscuros y penetrantes que destilaban pura maldad.

por **Agnés de Charny** Dom Dic 25, 2016 6:00 pm

Enarco una ceja ante el comportamiento de aquel caballero, era algo herías y peligroso de ver y no podía parar su vista como si hubiera caído bajo un hechizo cosa que de pensarlo le hacia gracia, pero por supuesto si vas a nadar entre criaturas peligrosas debes tener en cuenta que tendrás que correr el riesgo de salir herido. Tomo aire ante su amenaza y solo una risilla ligera ¿ el infierno?, ella había visto el mismo infierno y sentido en su propia carne como el demonio se apoderaba de ella y la rompía por dentro, volver a el luego de como le había servido a su maestro seria como unas vacaciones luego de la primera vez.

Al contrario no es bonito , es espléndido - respondió saliendo con las manos en alto detrás de su escondite- o por lo menos para mi lo fue cuando lo visite la primera vez - mantuvo su mirada en aquellos ojos oscuros y brillantes, podía ver la furia, la ira el peligro y el olor a muerte que destilaba aquel hombre y aun así no se sentia intimidada todo lo contrario sentia una gran atracción por aquel moreno - Lo que se es lo que acabo de ver, en palabras técnicas un asesinato ¿no es así?- bajo sus manos de manera lenta para colocarlas detrás de su espalda entre juntándolas, el aura de su acompañante se mostraba turbia negra demostrando que todo ese poder que emanaba de su figura no era por cuenta propia.

ladeo el rostro y se atrevió a caminar por un momento alrededor de este, luego de quedar en frente de el sonrio por un pequeño momento- Pero que criatura tan fantástica eres - su vista lo recorrido de nuevo esta vez de arriba hacia abajo, no habas sentido tanto poder y fortaleza en mucho mucho tiempo -algo completamente hermoso, pero no mucho podrían verlo a a simple vista no, solo los que posean un gusto refinado podrían sentirlo- suspiro y vio sobre su hombro a la bruja muerta y de nuevo un vistazo a su contra parte - lamento haberos interrumpido mis modales se desvanecieron al venir a fisgonear aquí como una chica de la comarca sin modales algunos os pido disculpas si esto causa alguna infortunio en usted señor - bajo su rostro haciendo una ligera reverencia esperando ansiosa alguna respuesta.

por **Ulysses Von Harnett** Sáb Ene 14, 2017 10:57 pm

Los ojos que centellaban con el color del demonio así como la sonrisa pérfida que en su rostro se mostró afilando los dientes y las garras de la bestia que por dentro habita y no es más que el estímulo para la ambición desmedida; arrojó al fuego el bolso de su víctima borrando así toda evidencia de que aquella mujer llegó a existir alguna vez, miró a la otra sin bajar un ápice el deseo de consumir las almas hasta el final.

Trató de calmarse por todos los medios pero solo encontró unos minutos de calma, antes que el demonio se agitara nuevamente con el viento y por las palabras de la bruja que estaba junto a ellos ¿será que ella tendría el elixir de la sangre? Una sonrisa ladina se ensancha más en el rostro al ver que las joyas de la mujer.

–Digamos que soy único en mi especie señorita y por lo tanto pocos podrán apreciarme realmente, nulidad existirá en los ojos de todos aquellos que se atrevan a voltear su mirada hacia mí y no reconozcan el poder y el mal que se habita, pero quizás no sea así, quizás solo no quiera mostrarme ante nadie. Oh y el infierno no es tan agradable como usted cree, quizás su demonio le haga sentir eso en la cama pero, el verdadero infierno es lo peor, no hay colores, no hay sabores todo está podrido y pútrido que apesta lo único que deleita son los gritos del dolor y agonía de las almas pecadoras ¿prosigo o lo dejamos cómo está?…–

La sonrisa de satisfacción que muestra por las imágenes del hogar que muestra el ente que convive con él. Niega con la cabeza tratando de mantener al demonio a raya por momentos.

–¿esto? No, esto no es un asesinato solo es una hoguera para calentarme en esta fría noche, aunque huele algo extraño pero no hay nada más que leña vieja y eso es todo, por cierto ¿tú eres una bruja verdad?–

Su voz sonaba cargada de dobles intenciones como sus ojos que no auguraban nada bueno.

–Por cierto, ya que me ha interrumpido en mis labores de un simple hombre que busca calentarse en la noche, será que usted conoce algunas leyendas que no son tan cuentos en esta vida o conozca a la mujer cuyo corazón y sangre necesito de manera vital. Será que usted puede ayudarme–

Se acerca de manera oscura y siniestra a la mujer, la espada la tiene guardada solo necesita corroborar los anillos que lleve encima y sería todo, por el momento..

por **Agnés de Charny** Dom Feb 05, 2017 8:17 am

Una risilla baja se asomo por su garganta mientras se cruzaba de brazos, la tarde al igual que el despojo de lo que alguna vez fue humana y algo mas moría con el graznido de las aves que poco a poco volvían al sitio quizás pensando que todo había acabado quizás por una simple curiosidad así como lo había hecho la bruja en su momento. Enarco una ceja ¿ de verdad el pensaba que los gritos de dolor y agonía significaban algo horrible y escalofriante para ella?, bueno todos podemos pecar de una manera u otra aunque ¿ cuantos pecados cargaba su acompañante? seguramente mas de los que alguien pudiese enumerar.

¿yo? -señalo su pecho abriendo los ojos con una falsa sorpresa ante su pregunta- Yo soy solamente una dama que paseaba por las tierras que colindan con su casa y se ha topado con usted caballero, ni mas ni menos - ambos podían jugar aquello de los inentendidos que no saben acerca de que se les habla. Ladeando su cabeza y apoyándose contra la corteza de un árbol dejándose observar la escena debía verse pintoresca como aquellos cuadros en que el un cazador se abalanza sobre una presa porque sin duda el hombre que tenia en frente la consideraba su presa en aquel momento.

Respiro por un momento pensando ¿ que buscaba realmente aquel ser ?- ¿ historias? ¿ como Hansel y Gretel? supongo que si las se al final los niños escapan y queman a la bruja en su propio horno, algo espeluznante ¿ no cree? -rio nuevamente aquello le hacia gracias a ella y en el ojo podría desencadenar tal vez algo de furia la manera sarcástica con la que era tratado o tal vez no, pero no podía ignorar el hecho de que era bastante divertido jugar con fuego - aunque desde que me mude aquí, he escuchado historias de los campesinos del pueblo que temen que por las noches hombres entren a las habitaciones de sus hijas y le succionen la vida u otras tantas de que es mejor poner sal en la entrada de la casa para alejar a los malos espíritus o que si no bautizas a un niño dentro de los primeros 3 días un duende vendrá y lo cambiara ¿ son esas las historias de busca gentil hombre?

por **Ulysses Von Harnett** Mar Mar 14, 2017 6:19 pm

La sonrisa que se perfiló completa mostrando así una sinceridad muy bien elaborada como parte de un plan al tiempo que se frotaba las manos contra si, como si fueran cierto la excusa del frío al tronar el fuego por los huesos que se iban consumiendo despidiendo un aroma muy pesado para ser soportado por almas inocentes a menos que sean demonios disfrazados. Caminó hasta estar frente a la mujer a la que rodeo en círculos, tres vueltas con el dedo índice pegado a sus labios meditando sobre las palabras proferidas por la “dama”.

Soltó una sonrisa junto a un aplauso que iba incrementándose hasta volverse como algo cómico muy irónico, quizás por el juego que la mujer le seguía y pocos podían hacerlo, alzó sus hombros ladeando la cabeza sopesando la respuesta de la mujer ante su inequívoca pregunta, pero muchas de las que ella contaba ya las había visto en su “trabajo”

–No son las que me interesan aunque suelen pasar muchas veces, pero esta vez me haré de la vista gorda para esas historias suculentas y deliciosamente ciertas, pero la que yo busco es una con cierto libro, uno bien antiguo y maldito que es capaz de dar a su portador no la inmortalidad pero las llaves al infierno, la capacidad de controlar a diestra y siniestra ciertos espíritus de mayor rango, como diríamos personas como nosotros dos, acoplar dos almas en una sola como una maldito y bello matrimonio arreglado, pero que para ello se necesita cierta sangre especial junto a unas lágrimas y algo a recitar–

Nuevamente mostró una sonrisa de inocencia, una sonrisa que muestra todos sus dientes al estar cara a cara con la mujer.

–Quizás por ser una gran dama de sociedad es que pensé que usted sabría, una muy buena dama sin mal ni una reputación tan baja como deplorable, como otros que rondan en historias de bosques siniestros y cuya misión es devorar las almas de niños para sus rezos paganos, esos seres que invocan y traen desgracias como desamores y muertes, pero usted no es de esas brujas, si no de las otras brujas de sociedad, ¿verdad?–

Soltó una carcajada al sacer un cigarro de entre los bolsillos de su chaqueta, el cinto de la espada con esta suena al dar el paso a la hoguera bárbara a calentarse en esta ocasión en la que invitó a la mujer a acercarse a ver el espectáculo del fuego.

por **Agnés de Charny** Mar Abr 11, 2017 9:59 pm

Sus ojos bajaron al ser consiente de la extraña manera en que era “examinada”, sin duda algunas aquel hombre tenia aires un poco papales si se le podía decir de aquella manera dado al movimiento en circulo que hacia alrededor de esta, le recordaba a la manera en que las monjas las vigilaban durante las clases de catecismo en el convento al cual fue enviada durante sus primaveras, aquello no sirvió de mucho su alma ya había sido condenada al fuego eterno fuego que aquel hombre conocía y seguir buscando y esa búsqueda causas la intriga e interés de la bruja.

Sus ojos azules chocaron contra la mirada magnética del mismo color y a la sonrisa inocente que este dibujaba ella le respondía con un ladeo de cabeza y una sonrisa igual de ladina, sus palabras eran exactas y a la vez divagaban entre lo que quería conseguir y la manera de hacerlo sonar lo mas normal posible , como si le preguntara cuantos terrones de azúcar quería con su te o expedía su opino acerca de los problemas de la seda y el opio en China en aquel momento, por un momento solo un suspiro siguiendo con su vista el vaho que abandonaba sus fosas nasales levantando la mirada hacia el cielo que se volvía poco a poco mas púrpura y como las estrellas salían de su escondite la luna dibujaba una hermosa sonrisa tan burlona y cínica como la de aquellos que se encontraban en el bosque.

En otros tiempos , en otros lugares la acusación o palabra con que acaba de referirse hacia mi persona hubiese hecho que me enviaran un juicio- rio por lo bajo dirigiéndose al fuego extendiendo la palma de sus manos y disfrutando de la sensación del calor sobre la mismas, sus ojos brillaban al ver el chismorrear del fuego contra los huesos de lo que alguna vez fue entre humano y maldito como todos - sin embargo para mi eso no hace que deje de parecerme un caballero por supuesto -iro sobre su hombro un momento y luego desvío su mirada de nuevo al fuego- un caballero instruido en muchas artes pero cuidado mi estimado señor la curiosidad del ávido explorador algunas veces hace que este desate cosas mas allá de su comprensión , supongo que no querrá terminar como esos ingleses luego de su ultima expedición alejado egipto entre tumbas y momias han dejado su suerte- encogiéndose de hombros se movilizo hacia una piedra cercana a la fogata.

Alguna vez escuche hablar de algo similar ya sabe, cuando una es pequeña e inocente las monjas o tutoras siempre te amenazan y te dicen en que cosas no debes caer , creo que la madre superiora una vez nombro algo como Verbis Diablo….-enfatizo las ultimas palabras tratando de descifrar como el rostro de su compañero se iba convirtiendo en algo- pero no creo que usted este buscando algo así o siquiera este interesado en cosas tan…. poco sacro santas

por **Ulysses Von Harnett** Miér Jun 14, 2017 7:02 pm

Dos palabras fueron las más idóneas para mostrar una sonrisa demoniaca con ese brillo en su ojo izquierdo, uno oscuro que teñía más y más su pupila hasta convertirse en algo fuera de este mundo. Cerró los ojos soltando una gran carcajada a su vez que se acercaba por la espalda de la bruja saltando como un pequeño duende, como un demonio de bajo rango que buscaba algo de comida ajena, pero él no era un demonio de baja categoría él tenía a un gran demonio dentro de él y ahora lo quería, más que a nadie, necesitaba a esa legión en su control.

Mordió su dedo con ese rostro de quien es descubierto en una travesura muy ocurrida, se sentó frente a la mujer acuclillado mirándole a los ojos buscando la respuestas –Tal vez lo busco para que nadie más se contamine, ya sabes, el hacer las cosas erradas por el bien mayor, un auto sacrificio como nuestro señor en la cruz, es la labor de los santos hombres – sonrió al ponerse de pie colocándose cual cristo en la cruz, tal blasfemia proveniente de un hombre que sirve a la misma madre iglesia –Y por si acaso mi querida bruja ¿Conoce donde esta ese pequeño libro que me sería de mucha ayuda pues su dueño lo reclama nuevamente ya que aún le falta algo– una sonrisa macabra mostró de su rostro que se alzaba al cielo en blasfemia –El Verbis Diablo es una parte, pero el que necesito es el un libro un tanto más antiguo un grimorio muy antiguo y otro con un nombre extraño que haría sonrojar a tu lindo rostro de brujita, ¿No has espiado a tus monjas con esos temas? – preguntó sentándose a contemplar como un cuerpo desaparecía lentamente

El silenció llegó entre los dos y no pudo más que mantenerlo pensando en si decir la verdad a otra mujer, a una bruja, pero no podía del todo mencionar su verdadero propósito –Como caballero que soy nadie te condenara por ser bruja, te doy mi palabra, así que ¿me ayudarías en mi búsqueda? – ladeó la cabeza mirando con ese brillo en su rostro, en esos ojos engañosos y endiabladamente malvados.

por **Agnés de Charny** Lun Jun 26, 2017 7:21 pm

Con un semblante ladino Agnés lo miro fijamente , pues aquel hombre , aquel ser, no se veía como la persona más filantrópica sin embargo , también algunas personas decían que el camino hacia el infierno se va labrando con pequeños actos y buenas intenciones, intenciones como las que poseía aquel hombre con el cual había decidido entablar conversación aun sabiendo el peligro que este emanaba de el pero ¿ alguna vez ese hecho había detenido la ambición de aquella dama?, la respuesta era un enfático y obvio no. Con un sonoro suspiro dejaba en claro que todo aquello comenzaba a perder un poco su interés o atención después de todo, ya se habían dejado ciertas cartas sobre la mesa mas en aquel juego, apenas se comenzaran mostrar los naipes y las apuestas estaban aun por lo mas bajo.

Levanto la barbilla con gesto pensativo- no creo que haya escuchado nada similar pero , debe significar mucho para que quieras dar tu alma en completo sacrificio y luego conducir hasta el altísimo - dijo esto levantando las palmas hacia el cielo sin embargo su tono de voz expresaba un dejo de sorna y burla- es una lastima ¿no crees? -miro hacia las llamas que aun emanaban un olor oleado y chisporroteaban de vez en cuando al momento de entrar en contacto con el tejido adiposo de que cuerpo ya sin vida - la única persona que tal vez pudo haberte dado algunas respuesta ya no esta con nosotros - volvió a suspirar de forma melodramatica- Creo que se atraen mas moscas con miel que con vinagre -lo miro de reojo llevando un dedo indice a su labio inferior para darse golpecitos leves en este , su nuevo acompañante no se veía como alguien que tuviera mucha paciencia y tolerancia si no recibía las respuestas que el buscaba.

Volteo su rostro viéndolo con si ¿ quien lo diría? o veía sorpresa y tal vez una sonrisa real y salida de aquellas que casi nunca se habían visto en su palido semblante -Aceptare vuestra palabra de caballero - respondió extendiendo su mano hacia el - y os doy mi palabra de Dama que os ayudare en cuanto pueda - debía andarse con cuidados al momento de hacer tratos con el diablo sin duda alguna pero, la promesa de algo que la sacaría de su aburrida vida era algo excitante que no podía dejar de pasar - Supongo que no posees en donde quedarte mas que el cobijo de las estrellas y este bosque ¿ Me equivoco?

por **Ulysses Von Harnett** Vie Jul 14, 2017 2:45 pm

Con ojos atónitos y bajo un silencio nocturno se quedó en ese momento hasta que todo volvió a como era con una sonora y tremenda carcajada que ahuyentó a los animales de la noche a alzar vuelo a esconderse de semejante monstruo que reía hasta el llanto que salía de sus ojos con alguna que otra lagrimilla; el dolor de su estómago por la risa fue mas evidente como el tirarse hacia atrás de donde estaba terminando acostado en la hierba del lugar. Miro al cielo calmando la risa tosiendo un poco pero sin dejar de sonreir

Unos minutos paso hasta que se reincorporó mirando a la bruja –Crees que alguien como yo querrá ir al cielo ¡ay por favor! No soy un puto santurrón de esos que se marcan para demostrar su pasión, yo creo que hay mejores cosas en el infierno y lo demostraré cuando llegue allá y me corone como rey ¿no parece divertido? – lanzó un polvo y recitó unas palabras al fuego y de este apareció un tono blanco que iba tomando la forma del cuerpo de la mujer hasta convertirse en una esfera de color negro que fue a su lado –¿Decías, santita? Quien dijo que para un brujo no es fácil revivir muertos sobre todo cuando sus almas aun quedan presas, ella no irá al infierno hasta que consiga lo que quiero solo ahí se ira pero como no va a hablar nunca entonces la dejaré encerrada en un lugar que le de dolor hasta la eternidad ¿Qué opinas tú, santica, crees que así hable?– miró a la mujer comprimiendo aquella esfera que era el alma de la bruja que emitía una sensación de dolor agonía por el lugar como para despertar el lamento de los animales.

Tomó de entre su chaqueta un pequeño cofre, como la caja de un anillo donde guardó aquella alma oscura con un sonoro grito de la mujer, él sonrió ampliamente guardando el cofre –Dejemos que lo piense mejor, además entre la miel y el vinagre me gusta más el vinagre sabe rico cuando se lame bien en algunas partes ¿quieres probarlo, mi santita?– preguntó guardando el resto de sus cosas en su morro y chaqueta y apretó la mano de la mujer atrayéndola hacia su cuerpo apresando su cintura y acercando los labios a la mejilla de ella donde depositó un beso sonoro en esta –Acertaste solo las estrellas y luna son las que me miran cuando duermo, follo, o como o las tres a la vez ellas me miran desnudo cuando me baño y cuando me tiro a dormir bajo sus ojos, no soy de pasar en lugares como casas porque al final terminan quemados ¿Quieres quemarte esta noche? Entonces deberíamos comer, puedo preparar una carne en su jugo que te hará morir en ese momento – soltó el cuerpo de la mujer acercándose a al fuego para extender sus manos y con unas palabras que recitó tres veces las llamas se hicieron más grandes hasta apagarse completamente dejando solo cenizas –A eso se le llama fuego de infierno, quema más rápido el cuerpo ya que no tiene alma – tocó su corazón donde estaba aquella caja riéndose .

por **Agnés de Charny** Jue Jul 27, 2017 11:11 pm

No paso por inadvertido la cercanía de aquel cuerpo igual de poderoso al de ella, el aliento de aquel ser al suyo mientras alardeaba ¿ que no era el un igual a ella? es decir un inaptado,es decir ¿ desde hace cuanto la piel de aquella mujer no se convertía en farol? y la frivolidad parte d su esencia, aquel “demonio· si así gustaba llamare hacia parte de su esencia y cuando su parte humana después de todo reacciono a la cercanía de otro cuerpo solo pudo tomar un ligero aire no mas que eso mientras veía a su “igual” a aquel psicopata como desvariaba ante e fuego ¿ o quizás no ?. Negando cn su cabeza lo miro conjurar que fuego, ¿ será que siemprehabia sido tomada? se preguntó en aquel instante la mujer que quedaba a un lado de las llamas escuchando gemidos lastimeros atrapados en otro lugar. ¿ hacia cuanto tiempo esperaba en su trono de granito a un igual? a alguien que diera demostraciones ser un igual o lo mas remota mente parecido y allí estaba conjurando fuego tratando de inspirarle temor o furia a lo que respondió con una amable sonrisa sentándose frente al tronco aparentando total normalidad cuando por su mente enoje cruzaban otras palabras similares a la primera ve< de su reclamación.

Con aquella sonrisa rodeo en aro de fuego que este conjuraba la fin de demostrar superiodidad- ¿ crees que esto podrás asustarme? oh querido tu no has visto si no mas allá del inicio- mientras comenzaba a rodear aquella zona de peligro sabia ue podía entregarse a una nueva perdición a la cual ya estaba acostumbrada , depues de todo ya había ardido una vez y luego de aquello no tenia ningún tipo de miedo- Cruzando aquel fuego dirigió sus manos a la parte posterior de su parte dorsal, sus falanges distales se encargaban se ir deshaciendo los lazos de su vestido mientras enfrentaba aquel azul vs azul, colocando su cara de forma próximal a la del hombre enarco una ceja -¿acaso pretendes que tema de ti?- una risa baja mas parecida a un ronroneo aflororo de su garganta mientras la punta de su nariz jugueteaba con la otra y de igual manera sus labios- He visto al abismo y el mismo ha respondido luego de eso no tengo nada mas que temer, ¿debo tener miedo porque deseas un cuerpo? pues no?-dijo como un ronroneo mordiendo el labio inferior próximo. ¿ debo temer por mi? pues no, ya he visto lo bajo que puede caer la raza humana, sin embargo si es vuestro deseo poseerme no me negare ya que se que es en nombre de otros y no por deseo propio y aun así deseo volver a conocer la carne de mi señor otra vez

por **Ulysses Von Harnett** Mar Nov 21, 2017 12:37 pm

La sonrisa que se perfiló completa mostrando así una sinceridad muy bien elaborada como parte de un plan al tiempo que se frotaba las manos contra si, como si fueran cierto la excusa del frío al tronar el fuego por los huesos que se iban consumiendo despidiendo un aroma muy pesado para ser soportado por almas inocentes a menos que sean demonios disfrazados. Caminó hasta estar frente a la mujer a la que rodeo en círculos, tres vueltas con el dedo índice pegado a sus labios meditando sobre las palabras proferidas por la “dama”.

Soltó una sonrisa junto a un aplauso que iba incrementándose hasta volverse como algo cómico muy irónico, quizás por el juego que la mujer le seguía y pocos podían hacerlo, alzó sus hombros ladeando la cabeza sopesando la respuesta de la mujer ante su inequívoca pregunta, pero muchas de las que ella contaba ya las había visto en su “trabajo”

–No son las que me interesan aunque suelen pasar muchas veces, pero esta vez me haré de la vista gorda para esas historias suculentas y deliciosamente ciertas, pero la que yo busco es una con cierto libro, uno bien antiguo y maldito que es capaz de dar a su portador no la inmortalidad pero las llaves al infierno, la capacidad de controlar a diestra y siniestra ciertos espíritus de mayor rango, como diríamos personas como nosotros dos, acoplar dos almas en una sola como una maldito y bello matrimonio arreglado, pero que para ello se necesita cierta sangre especial junto a unas lágrimas y algo a recitar–

Nuevamente mostró una sonrisa de inocencia, una sonrisa que muestra todos sus dientes al estar cara a cara con la mujer.

–Quizás por ser una gran dama de sociedad es que pensé que usted sabría, una muy buena dama sin mal ni una reputación tan baja como deplorable, como otros que rondan en historias de bosques siniestros y cuya misión es devorar las almas de niños para sus rezos paganos, esos seres que invocan y traen desgracias como desamores y muertes, pero usted no es de esas brujas, si no de las otras brujas de sociedad, ¿verdad?–

Soltó una carcajada al sacer un cigarro de entre los bolsillos de su chaqueta, el cinto de la espada con esta suena al dar el paso a la hoguera bárbara a calentarse en esta ocasión en la que invitó a la mujer a acercarse a ver el espectáculo del fuego.

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