Lagrimas.

por **Minerva Novacek** Dom Jul 08, 2018 10:40 pm

No podía. Era física y mentalmente imposible sentirse atractiva para alguien más. Era una niña, era pequeña y ya deseaban que sacara desde sí, atributos femeninos para seducir a hombres mayores con el fin de sacar dinero.

Moría de miedo, su estómago se daba mil vueltas dentro de su vientre mientras las ganas de vomitar embriagaban hasta su mente ¿Eso era normal? ¿Todos los padres hacen lo mismo con sus hijas? ¿Para eso solamente existían las mujeres? No, o al menos, ella esperaba que no fuese así. No lo sabía, no tenía amigas, no tenía cercanas. Solo conocía a tres personas en su existencia, su hermano, su padre y su madre.

Mentalidad de infante, inocente y perturbadora.
Pero ahora, en la actualidad, mientras sus pies descasan en la comodidad de una cama, ahora mientras se deja llevar por la música parisina, ahora, cuando la comida se puede servir caliente y no siente tanto temor por el futuro, ahora, es cuando entiende lo vil que fue vivir de la forma en que lo hizo antes. Y lo vil que la trató la existencia que la tuvo que salvar de un sitio como tal solo con la opción de convertirla en un monstruo.

Una lágrima recorría su mejilla, el techo era lo único en lo que enfocaba la mirada, contando los tablones que cubrían su cabeza. Al menos tenía un techo bajo el cual dormir, al menos había conocido a una perfecta mujer que la cuidaba, al menos ya no tenía que defenderse por las noches de manos ajenas que la querían hacer propia, al menos ya no debía soportar los gritos de su madre al ser golpeada por su padre.

Una nueva lágrima la recorría y ahora caía contra la almohada. Su vida, aunque cambiase del cielo a la tierra, aunque lograse hacer todo lo contrario a lo que estaba acostumbrada, siempre sería igual de miserable, pues la historia no la podría borrar, y su pasado la seguía como una condena que al parecer, jamás terminaría de cumplir.