De vuelta a casa(Rozen Templain)

Regresaba del trabajo después de un día completamente horrible, se había lastimado una pierna y cojeaba un poco, llegando a casa tendría que ponerse algo de hielo y sujetársela con fuerza, sabía qué clase de molestia era la que tenía, la maldita pierna no iba a estar completamente bien hasta dentro de más o menos una semana… de momento tendría que trabajar con la pierna tal cual la tenía.

Estaba por llegar a su casa, estaba a las afueras y no era la mejor ubicación del mundo pero al menos tenía una casa propia, lo cual en la situación en la que estaba era decir bastante, al parecer sus abuelos habían tenido una posición más o menos estable que les había permitido comprar el pequeño terreno donde vivía y la casa en donde dejaba cada día a sus hermanos. Se sentó en el suelo unos instantes para descansar el lastimado tobillo, seguramente para el día siguiente sería una bola sin forma. Suspiro, la casa seguramente sería un caos al llegar, bruno pelearía con Nick y maría estaría acurrucada en algún rincón, sus hermanos se amaban pero bruno y Nick tenían casi la misma edad, sus juegos eran bastante pesados últimamente. Ambos ayudaban como podían pero eran muy jóvenes para tomar trabajos pesados, en cambio tomaban trabajos tranquilos, mensajeros y esas cosas para ayudar un poco en la casa. Bruno recientemente había anunciado que se encargaría por si mismo de sus propios gastos, teniendo 15 marco sabía que su hermano era lo suficientemente mayor como para tomar esa decisión pero le pesaba un poco, a pesar de la edad para el no dejaba de ser el niño de 9 que había tomado a su cargo, muy a su pesar de que su “pequeño” hermano lo superaba ya en estatura.

Inhalo hondo y se levantó aguantando la punzada de dolor en el tobillo… Aunque bruno comenzaría a asumir sus gastos como comida y ropa, aun no podía ayudar en la casa, y cierto era que había muchas cosas más como los impuestos de los que él se tendría que seguir haciendo cargo. Nicky en unos dos años seguramente se valdría también por si mismo… María era aún muy pequeña y no podría valerse por si misma en al menos unos 12 años más, esperaba que su pequeñita pudiese tener un buen y feliz matrimonio… Camino algo desalentado, para ese entonces el tendría ya 38 años… demasiado mayor para formar su propia familia… el no tenía dinero y para esas fechas tampoco tendría juventud, no creía arrepentirse en un futuro, no se arrepentía ahora y estaba seguro que no se arrepentiría en el futuro, pero eso no quitada que se sintiera desolado con la perspectiva… Si había algo bueno en su futuro es que podría mantenerse con solo un trabajo y tendría tiempo para dormir por las noches…. Eso por si mismo le consolaba un poco.

Se masajeo el cuello mientras caminaba, si comenzaba a pensar en nada esperaba que el dolor se fuera rápido, el ejercicio no funciono pues una voz le saco de su "nada" pos instinto su cuerpo se giro hacia la procedencia de la voz y aguanto una mueva de dolor por el movimiento brusco, necesitaba arreglar un poco ese tendón o al dia siguiente no podría trabajar. Parpadeo un par de veces alejando el dolor y vio al hombre frente a el, definitivamente debía estar perdido, alguien como el no debería estar por esos lados.

- Se encuentra en el noroeste de la ciudad, en las orillas, no debería caminar por aquí, le terminaran asaltando- recomendó y se recargo sobre el pie en buen estado como pensando, no tenia idea de como indicarle a alguien que no sabe donde esta como salir de ahi, ya casi anochecía... - llego caminando?- pregunto. Si había llegado caminando lo mejor seria que consiguiese algún caballo o similar para volver, o en el ultimo de los casos pidiese asilo en la iglesia, por aquella zona todos eran unos maleantes pero no había quien no temiese a la ira de dios, en tiempos como los que vivían, dios era lo único a lo que se podía recurrir- puede pedir asilo en la iglesia y partir mañana temprano si es asi, si no... bien supongo que si tiene algo con lo que desplazarse rápido podría decirle que camino tomar a la parte central de paris.

Escucho sus palabras y se removió algo incómodo- bueno… mi casa es muy pequeña no creo que le guste pasar la noche ahí… - y aunque el joven decía que el le parecía una buena persona tenía sus dudas de su llevar a un extraño a su casa, no podía jugar con la seguridad de maría…pero por otro lado... que amenaza podría representar? Ellos no tenían nada que les robasen y si fuese un traficante no necesitaba ganarse su confianza para entrar a su casa, la puerta no necesitaba mucho para ser derribada, ellos eran huérfanos pero la gente de por ahí les respetaba, especialmente desde que a sus 17 su hermano bruno se había convertido en un hombre bastante más alto de lo normal, le sacaba ya una cabeza, niky de catorce por su parte ya casi alcanzaba a Marco, solo la pequeña Maria era una nena dulce y tierna en medio de semejantes animales.

Se quedó pensativo y vio nuevamente al hombre… se veía agradable…su preocupación era sincera y su expresión parecía tan tierna que le dio confianza… debía ser extraño para el estar pedido en un barrio como aquel, la idea de ir a una iglesia con desconocidos debía resultar algo incomoda y parecía querer aferrarse a lo único que había conocido y había mostrado algo de interés, no lo culpaba, su actitud no era injustificada, aquellos lares eran peligrosos para gente que vivía una buena vida, eran esos los que despertaban la envidia y la ira de los residentes- bien… como le dije el lugar es muy pequeño… somos pobres caballero, pero puedo llevarle si gusta, si no se siente cómodo le llevare a la iglesia le parece- le hablo y se sonrojo un poco después ligeramente avergonzado, el era un hombre y lo menos que quería era andar causando lastima- y sobre el tobillo, no se preocupe, ah pasado antes, solo necesita reposo- aunque eso era algo que no podría darle a su tobillo- y sobre el trabajo- soltó una leve risilla- señor yo solo sirvo para acarrear bultos, no se siquiera leer, el trabajo que tengo esta bien, no pagan mucho pero es estable, al menos tengo un ingreso constante- y con sus hermanos no podía permitirse menos.

El lugar estaba construido de losa vieja, parecían mas bien un edificio pero parecía que mas de una persona entraba y salía, Marco lo llevo a una de las puertas y le hizo señas para que se acercara, había tres escalones mal hechos que daban al suelo de la casa, al parecer solo eran dos habitaciones, ahí solo se podía ver a una niña pequeña- maría y tus hermanos?- la niña parecía tener unos seis años, una pequeña cosita adorable de cabello castaño claro y grandes ojos marrones.

-ellos dijeron que irían a tomar un baño al lado hermano- le hablo la niña tendiéndole los brazos, marco se acerco y aguanto una mueca de dolor mientras la levantaba- harás de comer? Tengo hambre.

-claro claro hare algo enseguida- le hablo y después recordó que tenia compañía- Maria, mira, este hombre se quedara hoy con nosotros, por que no te presentas?- la niña asintió y camino hacia el joven y le tendió su manita- mucho gusto soy maria santos, mi mano esta limpia, la lave para comer- informo.