Buscando por ahí (Libre)

La ciudad de París no parecía darme una buena bienvenida, ciertamente había preferido hacer un cambio de domicilio de manera discreta pero saber que nadie estaría dispuesto a pasar a saludar a una nueva visita de clase alta en la ciudad me parecía una noticia de revuelo,siendo sobretodo la hermosa ciudad de París la que parecía ignorarme. Estaba segura de que en algún momento tendría la oportunidad de conocer a alguien, la verdad era que aquella ciudad debía tener las mejores fiestas de gala de la época, era solo cuestión de admirar la belleza de sus calles para darse cuenta de que aquí las personas lo hacían todo en grande y definitivamente no había qué decir de las celebraciones.

Estando en la pacífica estancia de mi nuevo parisino hogar, me tomé la molestia de darme una pequeña escapada del lugar para poder pasear como cualquier otra persona, me puse uno de los atuendos más simples que tenía pero aún así parecía ser alguien superior a la clase media, decidí ignorar aquel detalle por completo y me arreglé hasta que finalmente esperé pacientemente un par de minutos a la llegada de la noche. Aquel momento perfecto para que mi persona saliera a la vista de los demás,aquel momento en el que no podría ser víctima del astro rey que tanto mortificaba mi vida eterna.

No me tomó mucho tiempo ubicarme por el pueblo, con mis sentidos algo más desarrollados era difícil perderme o si quiera intentarlo, todo era más fácil siendo lo que era y aún así no me consideraba la persona más feliz en el mundo. Sin embargo las alhajas y el dinero me acercaban bastante, no podía negarlo pues era demasiado material para entender que hay cosas más importantes que ello, aún peor en mi caso siendo cierto de que no necesitaba del dinero para satisfacer mis necesidades "alimenticias", pero ¿qué sería de mi vida sin los lujos que me doy cada día? No tenía una respuesta que me hiciera feliz por completo. Dejé de enfocarme en mis pensamientos que filosofaban mi vida bastante monótona y me dejé llevar por la belleza del lugar que me rodeaba.

Sin embargo, un aroma me tomó desprevenida, podía sentirlo y estaba cerca ...sería otro vampiro, definitivamente ese aroma no podía emanar de otro ser. Caminé a paso firme, habían pocas personas ya en el lugar puesto que para el ser humano era tarde mientras que para mí el día recién comenzaba, no iba de prisa sino a paso humano como cualquier señorita decente lo haría. No tardé en identificar a la mujer, la miré, estaba de espaldas hacia mí, tuve que entrar a algún callejón. Me pregunté si habría notado mi presencia, obviamente por mi olor reconocería que habría alguien detrás suyo. Decidí presentarme, no quería ser víctima de algún ataque por una estupidez como aparecerse detrás de un vampiro. Al principio no sabía que debía decir, ni siquiera sabía quién era o bueno en fin, tantas cosas que podría saber cuando la conociese. -Buenas noches ....-dije elevando un poco la voz, estaba algo lejos de la persona. Esperé respuesta, tranquila.