Hasta los más cuerdos están un poco locos {Relaciones}

Nacida en París, en el seno de una familia de clase alta, Gaëlle fue una niña muy querida y esperada por todos. La madre de la pequeña había tratado de tener hijos sin éxito durante años, y cuando cualquier esperanza de descendencia se había perdido para siempre, llegó Gaëlle.

Pasó su infancia rodeada de lujos y comodidades, siendo criada como cualquier otra niña de sociedad. Ningún bebé más llegó a la familia después de su nacimiento, así que la pequeña no pudo gozar de la compañía de ningún hermano o hermana.
Por esa misma razón, y para asegurar la fortuna familiar, Gaëlle fue entregada en matrimonio a un hombre bastante más mayor que ella, que aunque no la amaba, la trataba con consideración y respeto, y sabía administrar los bienes familiares sabiamente.

Fue entonces cuando el destino de la joven empezó a torcerse.

Llevaba un par de años casada cuando unas extrañas pesadillas empezaron a atormentarla en sus sueños. Imágenes sobre su esposo muriendo en horribles circunstancias se dibujaban en su mente cada noche, con más y más claridad a medida que pasaban los días.
Por otro lado, el caracter siempre tranquilo y afable de Gaëlle comenzó a volverse más irascible e impredecible, pasando de la alegría a la tristeza o la furia por el simple hecho de salir de casa o entrar a una habitación llena de gente.
La muchacha fue llevada a multitud de médicos y especialistas, pero nadie supo dar respuesta a sus males. Las pesadillas y los cambios de humor fueron en aumento, llegando un punto en el que hasta parecía hacerse contagioso, haciendo que los que estuviesen a su alrededor sufrieran extrañas alucinaciones.

Y por si no había sido suficiente, Gaëlle quedó embarazada durante el transcurso de su misteriosa enfermedad. A medida que su vientre iba aumentando de tamaño, nuevas pesadillas volvieron a atormentarla en su sueño, en esta ocasión sobre su bebé nonato.
Los meses fueron pasando sin que Gaëlle experimentase mejoría alguna, hasta que finalmente llegó el momento del parto, tras el cual nació un precioso niño.
Días después, el esposo de Gaëlle fue asesinado en misteriosas ciscunstancias.

Tras ese desgraciado acontecimiento, la muchacha terminó de enloquecer, sabiendo que si los sueños sobre su esposo habían terminado cumpliéndose, también lo harían los relacionados con su pequeño hijo.
Viendola incapaz de hacerse cargo de un bebé, sus familiares le quitaron al pequeño con la intención de protegerlo de su desequilibrada madre.

Lo que nadie sabía era que Gaëlle no estaba loca ni nada parecido. Gaëlle era una bruja, y su misteriosa enfermedad no era otra cosa que la manifestación de sus poderes. Premoniciones en sueños, empatía que la hacía copiar el estado de ánimo de los que estaban a su alrededor y la habilidad de crear pequeñas ilusiones.
Poderes sin control que habían arruinado su vida y que nadie había sido capaz de detectar.

Ocho años han pasado desde ese momento. Ocho años en los que Gaëlle no ha vuelto a ver a su pequeño hijo. Ocho años muerta en vida, anhelando los tiempo en los que no tenía ninguna preocupación ni ningún problema.
Y después de tanto tiempo, Gaëlle por fin ha decidido salir en busca de respuestas.