Over and over again. - Privado-

por **Ayline Grigory** Miér Jun 19, 2013 7:55 pm

Sentía que era un buen momento para salir, tomar un paseo y estirar un poco las piernas luego de encontrarme bastante tiempo sentada frente a mi piano, tocando las mas lúgubres melodías compuestas en los momentos mas oportunos y sublimes.
Necesitaba un poco de aire fresco, he incluso buscar alimento de ser posible, no era eso mi prioridad, pero se me hacía divertido pensar en una caza mas "abierta al publico".

Me arreglé con uno de mis mejores vestidos, negro por supuesto, con finas terminaciones de seda en tonos purpuras y violetas, protegiéndome con una capa bastante gruesa, con capucha, la cual se acomodaba perfectamente a mi cabeza, mientras mi cabello caía en los acostumbrados y largos rizos por cada lado de mi cuello, y con este aspecto salí a recorrer las calles de París.

Mantuve un caminar suave, como si mis pies jugaran contra el suelo, sin querer rozarlo realmente, observaba a los humanos con suma atención, mientras a mi olfato entraba todo tipo de aromas, unos mas apetecibles que otros claro esta, pero sonreía cada vez que esto pasaba, notaba como llamaba la atención, y el como demostraban querer captar mi atención; si realmente supieran la suerte que tenían al no ser interesantes para mi.

Opté por detenerme en una barandilla con vista al horizonte, apoye mis manos en ella, manteniendo mi cabeza fija en la inmensidad, la luna siempre tan esplendida he imponente justo frente a mi, creo que ni ella misma hubiera sido capaz de advertirme lo que se me venía, lo que sin duda ya no sería una sorpresa y literalmente me había acostumbrado a pasar por ello, desde hace bastante ya.

No me quedo mas remedio que soltar una risita y voltearme dejando que fuera mi cuerpo el que ahora descansara apoyado en aquella baranda, para dar paso a recibir a mi "pesadilla andante".
Observé como su silueta comenzaba a hacerse visible entre la neblina que esa noche cubría la ciudad, di algunos giros a mi cuello buscando aflojarlo, y relajarme, estaba completamente segura que no seguiría de largo, y que si no era ahora, sería después, no importaba el tiempo, días, meses... he incluso años, siempre tendría un espacio en mi maldita eternidad.

- El pasado me perseguirá eternamente - hablé levantando mi vista al cielo, casi conversando conmigo misma, buscando aceptar mi posición...

- ... ¿Tu que crees? - esta vez la pregunta fue para el... ahora solo debía esperar.

por **Sean O'Rouke** Jue Jun 20, 2013 12:08 pm

-Eternamente ... diría yo. Has tenido el infortunio de tener que compartir el país y el pasado con este eterno amor de tu vida, el hombre que te conquisto una vez. Tu Romeo, quizá?... - arqueando una ceja y sonriéndole se fue acercando a ella con el entusiasmo de siempre. Esta noche se había despertado a una nueva luna mucho mas sarcástico a lo acostumbrado, el buen humor lo había atacado sin aviso y lo estaba invadiendo completamente. Y si de buen humor se trataba, ser un fastidio para alguien mas, ciertamente ayudaba bastante. Ademas no podía negar estar mas que conforme con el encuentro, hacia cierto tiempo que la había perdido de vista, en ciertas noches había pasado por el frente de su domicilio, viendo una leve luz en la habitación y confirmando que aun estaba allí se retiraba conforme.

-Te me habías desaparecido ma' cherie, ¿porque elegiste la soledad a mi compañía? Sabes perfectamente que mis puertas siempre están abiertas a los amigos y a ti en especial- afirmó mientras se colocaba frente a ella con la manos apoyadas en la barandilla, ahora el pudo contemplar ese horizonte que ella había visto, pero centro su mirada a ella instantes después de hacerlo. Sus labios se acercaron a los de ella y sin pedir permiso coloco un breve beso en aquellos tan tiernos y sensuales

- No vas a decirme que fue de ti en este tiempo, que has hecho, cuéntamelo todo - la animó mientras tomaba uno de sus bucles que caía gracioso por el costado de su hombro marcando aun mas su belleza y jugueteo con el. Posiblemente la bruma cooperaba con el, en las noches así el buen humor se ponía de manifiesto, si amaba el otoño y sus vueltas, sus hojas en el piso desparramadas sin vida y los arboles, tétricos esqueletos de la primavera.

por **Ayline Grigory** Sáb Jun 22, 2013 4:34 pm

Me acomode a escucharle unos minutos sin poder contener una que otra risita por sus palabras, de seguro debía estar bromeando, se caracterizaba por eso, mas aún en presencia mía, ya que le encantaba hacerme juegos de ese tipo, mas cuando sabía que podían llegar a molestarme, aunque esta noche en particular me sentía de tan buen animo, como por lo visto se encontraba mi no deseado acompañante.

De pronto sentí como sus labios se posaban de manera fugaz sobre los míos, haciéndome dedicarle una mirada envenenada al instante.
- Mucho cuidado Pohl, tu ya perdiste tus permisos conmigo, y si, me conquistaste, pero solo una vez, tu mismo lo dijiste - le aseguré mientras me dedicaba a observar como jugaba con mi rizo.

- Déjame decirte que la soledad, es mil veces mejor compañía que tu querido, eso te lo aseguro... y si algún día llego a necesitarte, correré hacia el lado contrarió - le sonreí luego de esto, dejando al descubierto el sarcasmo en mis palabras.

Aproveche su posición y me ubique frente a el, poniendo mis manos sobre la barandilla, atrapandole con mis brazos y mi cuerpo contra esta
- ¿Que he echo?... a ver - entrecerré los ojos intentando recordar algunas de mis fechorías en el ultimo tiempo

- Sabes, la verdad me he portado bastante bien este ultimo tiempo, uno que otro viaje, pero nada demasiado extenso... - me incliné a su cuello, inhalando lentamente, dejándome encantar unos segundos por su aroma, para luego volver a mi postura erguida delante de el
- y tu, ¿no tienes nada bueno que contarme? adelante te escucho - le animé quedando justo donde estaba, buscando comenzar ese juego que tanto disfrutábamos ambos.

por **Sean O'Rouke** Lun Jun 24, 2013 11:28 pm

La debilidad lo consumía lentamente, por mas difícil que fuera confesarlo de seguro algún día le haría saber lo agraciado que era encontrarla. Por machismo, idiotez, complejo de superado, o las tres juntas pensaba enterrar esa confesión en lo mas profundo de su ser y no dejarla salir mas, taparla a cal y canto de ser posible. Se sentía aprisionado contra la barandilla, contra su cuerpo que emanaba aromas y con ellos los recuerdos que revivían, se volvían carne una vez mas, se hacían presentes nuevamente.

Escucho el fluir del agua debajo de ellos, el golpeteo contra las rocas y reposando en sus ojos le dijo - Nada que merezca mención, solo te he estado esperando, quizá algún día pases, ya todo París sabe donde me alojo. Estuve esperándote alguna que otra noche tranquila y apacible, como las que solíamos pasar juntos antes. Al ver que no venias opte por ir en tu búsqueda y al verte tan apacible tocando el piano, no pude mas que regocijarme escuchándolo, escuchándote. Obviamente no valía la pena entrar ni mucho menos mencionarme en tu casa. Por lo que se dice, tengo la entrada totalmente vetada - agregó en tono de pregunta, contrayendo las cejas. Sus bucles seguían bailando bajo sus dedos, uno a la vez.

- Sabes... me siento encerrado aquí, a tu merced, a tu estimulo constante, ya deja de presionarme Ayline, tu sola presencia despierta mis mas profundos deseos - dijo en un tono mas bajo bajando de un bucle hasta la redondez de sus pechos. La uña de su dedo indice describió unas figuras en ellos marcando la piel con unas lineas rojas. Suspiró mientras su mente se cerraba en mas recuerdos, sus palabras no eran mas que deseos contrarios, decía que algo no le gustaba cuando en realidad prefería que continuase siendo así. ¿Algún día se mostraría tal como era en realidad?. Para Chris eso era un símbolo de debilidad y ella ciertamente lo era.

- Déjame propasarme contigo Mademoiselle, prometo algo que se que cumpliré, que es no defraudarte, eso por su puesto a menos que estés acompañada porque de todas formas lo haría. El hecho de que estés acompañada solo agregaría a esta receta un poco mas de condimentos - exclamó sonriendo mientras la tomaba por la cintura pegándola un poco mas a él.

-Ahora... quiero saber si puedes mirarme a los ojos, ser sincera y afirmarme así, frente a frente, que no sientes absolutamente nada bueno por mi. Que solo sientes odio y rencor y que los peores momentos de tu vida fueron conmigo a tu lado. Te reto a hacerlo -

por **Ayline Grigory** Dom Jul 14, 2013 2:43 pm

La neblina cada vez se volvía mas densa, volviendo los últimos cuerpos que aún recorrían las calles, en únicamente simples y casi imperceptibles siluetas, solo las suaves pisadas se dejaban escuchar en ocasiones pasando muy cerca de nosotros, aún así no lograban distraerme, ni siquiera el sentir algunas miradas curiosas posadas en nosotros, y por supuesto que eso pasaría, no todos los días los mortales veían aquellas escenas ocurriendo tan abiertamente.

Todo esto ciertamente era un juego que lanzaba de un lado a otro las riendas, un movimiento mio daba paso a un avance para mi acompañante, que aprovechaba al máximo de sus oportunidades.
- ¿Así que ahora te dedicas a escuchar tras las puertas? - aquello abría sonado como un reproche de no ser por la sonrisa que evoque luego de las palabras, lo cual era claramente una ironía un tanto contradictoria.
- Debes haber oído algo que te gusto entonces, muchas de las melodías las tocaba contigo sentado a mi lado... ¿lo recuerdas? - diciendo esto ubique mi dedo indice en una de sus sienes deslizándolo por su pómulo, continuando el recorrido hasta sus labios, dando en estos un ligero golpecito.

Sus palabras eran nada mas y nada menos lo que deseaba escuchar, y tanto para el como para mi, era algo muy similar, el mantener esa estrecha distancia entre ambos cuerpos, tentadora manera de proseguir con el juego que no estaba dando a bastos.
Sus dedos curiosos rozando mi cabello, lentamente llegaron a instalarse a mi piel, produciendo leves marcas que se borrarían pronto.
- Siempre estarás a mi merced Chris, creí que ya estabas acostumbrado a eso - le comenté casi sonando posesiva, volviendo mis ojos hasta el de manera penetrante marcando la tonalidad de estos, mientras que sus manos fueron las encargadas de terminar con la linea divisoria entre ambos cuerpos, y antes de darme cuenta me encontraba nuevamente pegada a su pecho.

Ahora si los papeles se había invertido, el hombre que siempre intentaba juguetear conmigo, buscaba respuestas serias, o al menos eso parecia.
- Primero que nada, no vas a propasarte conmigo, eso ya puedes ir elimnandolo de tu trastornada cabezita, aunque te digo nadie ocupa precisamente ese lugar en mi ser, disfruto de mi libertad... como siempre - le aseguré llevando ambas manos a su cuello sosteniéndole con una fuerza ligera que le traería mayores incomodidades.
- ¿Me retas? ... por favor Chris, sabes la respuesta a eso, esta de mas que sea yo quien tenga que decirlo... ¿odio? puede que aún exista, y piénsalo es justamente eso lo que da vida a todo esto... - diciendo esto estire mis brazos en un gesto intentando abarcar la situación en la que nos encontrábamos.
- ¿Rencor? ...no, creo que eso ya esta superado querido y si, así como pase los peores momentos a tu lado, también tuve algunos que guardaré conmigo siempre. - finalicé sin ánimos de esconderle mas aquello, he inclinándome para dejar un suave beso en sus labios, lo liberé, acomodando mi capa comenzando a caminar de regreso a mi morada.

por **Sean O'Rouke** Lun Jul 15, 2013 11:25 pm

Con la sensación de que ella podía manipularlo a su antojo y que de alguna forma siempre lo había hecho de una manera pasiva estaba solamente enojado consigo mismo. No sabía si las respuestas que le había dado eran reales o simplemente un intento de auto superación de ella. Pero en sus planes estaba desde ya averiguarlo, poder llegar al fondo de esto y no podía perder esta oportunidad.

Mientras ella taconeaba sobre el piso lentamente se sumó a sus pasos a su lado, manteniendo sus manos sujetas por detrás y manteniendo su porte altanero, su pecho erguido y una sonrisa en su rostro. Fingida, claro está.

- Tocarías para mi esta noche? –

La pregunta salió así, sin mas preámbulos, lo bueno con Ayline es que ella lo comprendía sin siquiera leerle la mente, ella solamente sabia con pocas palabras que era lo que pasaba por su “trastornada cabecita” como ella misma había dicho.

Ella le respondió con simple mirada cargada de palabras, medio incrédula de lo que este le pedía. Pero asintió con un leve movimiento de la cabeza, como dándole poca importancia. Ambos caminaban juntos sobre el empedrado, él imitaba los pasos de ella, ni mas rápidos ni mas lentos, solo acompañando. No había apuros, la soledad los coronaba a ambos esta noche y la ciudad estaba por demás apacible.

Volvería a escucharla tocar, los golpeteos apacibles de sus dedos sobre las teclas del piano de cola. El sonido no estaría disperso como cuando la escuchaba a través de las paredes, o ventanas de su casa, sino que estaría como en primera fila. Añoranzas y más recuerdos golpeaban su mente una vez más. ¿Sería acaso que la agonía de la melancolía comenzaría a atormentarlo una década más?

Extendió su codo mientras caminaban, ofreciéndose para que ella lo tomara mientras se encaminaban hacia la casa que él había visitado en otras oportunidades, pero bajo la distracción de Ayline, escondiéndose, incluso de la percepción de ella para no ser detectado. Aun así esta noche se había animado a confesarle que la había estado siguiendo en este tiempo. El monstruo comenzaba a sentirse mas humano. ¿Sería posible?

por **Ayline Grigory** Vie Jul 19, 2013 5:02 pm

Estaba segura de saber que me seguiría y de cierta forma el que lo hiciera no logro molestarme en lo absoluto, me había localizado en una noche que realmente mi tranquilidad era enorme, y mis ganas de amargar su vida muy escasas, por no decir nulas.

Rápidamente tomo posición a mi lado, caminando a mi ritmo el cual continuaba siendo pausado, sin mayores prisas, de pronto sus palabras me tomaron por sorpresa, en serio esperaba que tocara nuevamente para el... interesante, sin hacer preguntas ni mayores afirmaciones asentí, para luego tomarme de su brazo caminando en silencio, marcando de igual forma nuestra imponente presencia en las calles parisienses.

En el doblar de una esquina ya cercana a mi hogar, visualicé una mujer joven, no superaba los 20 años de edad, lamentablemente para ella hizo contacto visual conmigo, y atrapando su mirada le envié una fuerte descarga de dolor hasta dejarla inconsciente, solté a mi compañero un momento, acercandome a la joven la sostuve por los brazos arrastrándola hacia la reja de la entrada principal.
- Un tentempié de medianoche... - le dije a Chris mientras se la entregaba para abrir el paso hasta mi chalet, cruzando el lumbral dedicando un gesto de cortesía al vampiro invitándole,como nunca creí que lo haría, a pasar.

Me quite la capa, dejándola sobre un colgador cerca de la puerta, me estiré un poco volteandome hasta encontrarme con su figura serena nuevamente.
- Déjala sobre el sofá, ya nos servirá luego - ofrecí refiriéndome a la joven que aún se encontraba sumida en quien sabe que pesadilla, inmediatamente después tome lugar frente al piano que curiosamente estaba justo frente el ventanal, y sin decir ni una palabra, di unos golpes en señal de invitación para que el se sentara nuevamente a mi lado.

- Disfruta de lo que te entregaré esta noche, no sueñes que volverá a repetirse. - le aseguré de manera seria, para luego dejar que mis dedos volaran sobre las teclas, marcando una siniestra melodía que comenzó a envolver la habitación por completo.

Mi concentraciones estaba ahí, simplemente me dedicaría a hacer lo que mejor se, sabía que gozaría de sentirse mimado de esta forma por mi, ya que el era el único al cual le permitiría estar tan cerca de mi, mientras me expreso de esta forma, tan entregada y tan sublime.

por **Sean O'Rouke** Mar Jul 23, 2013 12:19 am

"Maravilloso, no solo me permitió seguirla sino que para colmo me permitirá acercarme a ella nuevamente para poder disfrutar de los sonidos que crea con sus manos sobre las teclas frígidas del piano" pensó Chris con un gesto irreprimible de incredulidad en su cara. Al doblar la esquina con exquisitos pasos seguros de si, encontró a una dama que tuvo la certeza de chocar con la trémula mirada de Ayline, tan bella y frontalmente, la hizo sufrir sin siquiera mitigar la tranquilidad de la noche, tan bella como siempre, los grillos continuaron su canto mientras la mujer se desplomaba en el suelo con un golpe seco que fue apenas perceptible. No había muerto, solo estaba desmayada o desvanecida quizá.

La entregó a brazos del vampiro como si se tratara de una ofrenda, este la observó con ansias de hacer un comentario que reprimió solo por cortesía y porque posiblemente apaciguara los ánimos de invitarlo a oírla tocar y eso ya se le había vuelto casi un antojo esta noche. Tantas otras escuchándola desde afuera, sintiendo la soledad que la embargaba, la pena o la desilusión, vaya uno a saber que pasaba por esa milenaria cabeza, esperaba que cualquier cosa menos aburrimiento. Él bien sabia que el aburrimiento en los vampiros era como la neumonía o el cáncer en los humanos que los consumía lenta y dolorosamente.

Traspasaron el umbral con la invitación de la dama, lo que le daba una alegría que mantendría contenida hasta que fuera necesario y vital comentarla. Pasó, y lo que vio le agrado, la casa que tenia era confortable, lúgubre en partes, pero con el toque justo. Los tonos eran los correctos para los vampiros, las ventanas y ventanales como el que daba al piano estaban bordeados con gruesos cortinados que combinaban con el ambiente acogedor. La infaltable biblioteca, los sillones, el hogar, todo era perfecto. Cuando se volvió notó que ella se acomodaba en el piano y lo invitaba a tomar asiento. Había un gran sillón que daba al hogar y al piano, dejó a la mujer sobre un costado del sofá, con su cabeza reposando en el respaldo y sus manos sobre su falda. La posición adoptada por la muñeca humana hacia parecer a la misma como una mujer que se durmió por efectos del alcohol.

Antes de tomar lugar en el sillón para contemplar a Ayline, se acercó al hogar y moviendo un poco los leños acrescentó el fuego contenido que no tardó en formar un fuego chispeante y uniforme que daba a la sala la luz necesaria sin necesidad de la artificial.
Escucho el comentario de ella que no logro mas que despertar una media sonrisa en su frío rostro y el comentario "Disfruta de lo que te entregaré esta noche, no sueñes que volverá a repetirse" de desvaneció tras su respuesta: -Te apuesto a que si...- susurrada pero audible a los oídos de ella.
Apagó los faroles tenues y se apostó frente al piano, sobre el sillón y respiró ante los primeros acordes.

Los recuerdos lo inundaron sin necesidad de cerrar los ojos, se sentía viajar a través del tiempo, volvía a sentirse el vampiro que había sido años atrás, cuando apenas despertaba a la vida, cuando era entero, su vida había cambiado, sus noches se habían vuelto mas largas, ¿que había pasado? ¿Donde había quedado ese ser que antes disfrutaba con solo observar la luna a través de un agujero en la tierra? Sus ojos se cerraron, los dedos de Ayline parecían tocar las teclas indicadas, cada nota tenia sentimiento, podía sentirla padecer frente a las notas, su alma estaba allí, sus sentimientos, un solemne himno entonado por su cuerpo.

por **Ayline Grigory** Sáb Ago 10, 2013 2:04 pm

Era increíble que el simple sonido, cada melodía que nacía naturalmente desde mis dedos, paseando sutil y ligeramente por sobre las teclas del piano, inundaran la habitación principal, de tal manera que de no ser por el aroma de mi espectador, me hubiera olvidado fácilmente de el. Pero no ahí se encontraba mi pasado, observándome con atención, sintiendo quizás lo mismo que me provocaba a mi, el revivir todo eso, era simplemente una locura, un deja vu... que nos empeñábamos en mantener.

Cuando estaba a punto de finalizar volví a escuchar su voz, siempre tan seguro de tener la razón, aunque ciertamente mi invitación de esta noche, le había dado esa chispa de creer que las cosas entre nosotros podían mejorar, pero ciertamente de eso ni yo misma estaba segura.
- No apueste contra mi, señor Chris...- le respondí en tono sarcástico, mientras dejaba que sonara la última nota, volteandome lentamente hasta encontrarme con sus blanquecinos ojos que observaban con invicta atención.

- No dejes que esta invitación, o el echo de que ahora te encuentres sobre mi sillón, te de la confianza para creer que repetiremos esto a diario, si están pensando eso, ya puedes empezar a de tu ingenua cabezita - le aseguré mientras me aseguraba de sostener su mirada, dándole una pequeña descarga de dolor, aunque ciertamente sin intención de lastimarle, si no lograr que comprendiera mis palabras.

Me puse de pie, caminando hasta el gran ventanal, que se hacía imponente frente nosotros, deje que mi vista volará mas allá, dejándome encantar por el manto de densa neblina que cubría la ciudad, aunque aquel no significara un problema visual para alguien como yo, acaricié el vidrio con las yemas de mis dedos, dándole esta vez la espalda a mi invitado.

- ¿Por que sigues aquí Chris? - le pregunté de pronto, cuando esa misma interrogante paso por mi mente, y no fui capaz de darle una respuesta por mi misma.
- ¿No crees que ha pasado suficiente tiempo ya, por que seguir con esto? - lamentablemente de haber tenido que ser yo la responsable de contestar a eso, tampoco habría podido, era un misterio, y mas aún el echo de que siempre terminaba igual, un hostil encuentro, luego el hablarse cortante y finalmente terminar cediendo a un acercamiento, del que la mayoría del tiempo me hacía arrepentirme.

Deje que mis pulmones soltaran el aire que mantenían, volviendo de esto un largo suspiro que empaño el ventanal, aunque aún no sabía por que me sentía tranquila, su presencia no me incomodaba en lo absoluto, quería saber que pasaba por su cabeza, quien sabe, quizás el tenía las respuestas que yo necesitaba, justo en este momento.

Spoiler:

por **Sean O'Rouke** Sáb Ago 17, 2013 2:38 pm

El vampiro se dejó seducir por las notas, un triste suspiro se elevó en el ambiente al sentir el ocaso de la melodía acaecerse sobre las manos de Ayline, lamentablemente todo tenia un final, para bien o para mal ...

La dama dio la ultima nota y termino por concluir con la canción que había dejado salir de lo mas profundo de su interior, una sutil melodía que expresaba mas sentimientos que si lo hubiera dicho en varias palabras y mas aun que si lo hubiera asentado por escrito en un libro. Tenia la vista fija en su silueta y como esta se reflejaba con la luz que se colaba por el bello ventanal que permitía la claridad mas cercana a la que estaban dispuestos a visualizar mientras vivieran como inmortales. Ella le apostó que no era asi, pero debía haber algo mas al fondo de unas simples y desinteresadas palabras, las palabras se las lleva el viento, pero los recuerdos siempre viven allí.

-Con dolor tu bien sabes que solo puedes generarme deseos Ayline - le dijo luego de recibir una advertencia vestida de descarga en su cuerpo y en su cabeza. Continuo observándola con sigilo mientras esta le daba la espalda para irse hacia el ventanal en un intento de ver mas allá el paisaje de ensueño que se dibujaba en el horizonte que había diseñado para su morada, triste y solitaria típico dejo vampirezco. Como una tortura propia que siempre estaba presente entre los nuestros.

Se levantó decidido pero sin buscar ser percibido se fue por detrás de su espalda y tomándola por la cintura se abrazó a la misma rodeándola con sus brazos. En un intento de respuesta a sus palabras, aunque él tampoco podía percibir una respuesta a lo que ella le preguntaba, muy en el fondo sabia que no podía irse así sin mas, sin tenerla cerca como hace un tiempo le había pasado en el puente. De alguna forma ese calor de la cercanía podía reconfortarlo mas de lo que había imaginado.

User: No pasa nada Mademoiselle, a usted se le perdona todo. Saludos.

por **Ayline Grigory** Sáb Sep 07, 2013 7:11 pm

Me mantuvo en completo silencio observando la noche que nos vigilaba con cautela, mientras mi mente era la encargada de acomodar levemente las ideas, aunque a ese punto y velocidad, aquello no siempre resultaba de la mejor forma; mucho menos teniéndole a el ahí, siendo siempre tan sincero y directo con sus palabras, las cuales siempre terminaban por hacerme reír.

Aunque no fui capaz de notarlo, hasta cuando ya me vi entre sus brazos, no me sobresalté y simplemente me mantuve quieta, depositando mis propias manos sobre las de el.
- Se muy bien lo que despierta tus deseos Chris, no creo que tengas que decírmelo - le aseguré con mi voz cubierta de tranquilidad, recostando con suavidad la cabeza hacia atrás en el hombro ajeno.

Los minutos pasaron y sentí que era tiempo de darle mas relevancia a nuestro encuentro, por lo que me liberé de los brazos me sostenían, y caminé lentamente hasta la joven que aún se encontraba inconsiente sobre el sofa.
- ¿Gustas un trago? - le pregunté con una sonrisa llena de maldad, mientras sujetaba la cabeza de la desafortunada, ladeandola ligeramente hacia un costado, descubriendo por completo su cuello.
- Adelante, haznos el honor, las visitas siempre van primero - aseguré, cruzando mis piernas, aguardando a que el se acercara, dándome a mi una escena que presenciar, mientras mi mano derecha recorría con suavidad el cuello de la mujer, sintiendo la calidad de este, sosteniendo en todo momento la mirada del vampiro, que se veía muy atento y curioso a todas mis acciones.

Toda esta situación se me hacía muy similar, noches de alimentación que siempre terminaban igual, era inevitable que los mas oscuros recuerdos, que por cierto intentaba ocultar, regresaran hasta mi mente, todo esto solo en esos pequeños segundos que Chris tardó en acercarse, desviando esta vez su mirada hasta la joven, ahora solo me sentía como un espectadora.

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