Forest Night Libre

por **Honō D' Alis** Lun Abr 06, 2015 5:50 pm

Me desplazaba en el bosque felizmente, andaba por los alrededores y saltaba de rama en rama mientras estaba en mi forma de leopardo de las nieves, sentía una gran libertad y diversión; podía escuchar a cada animal del bosque me sentía como en mi casa, hasta que en esos saltos me quedo sin arboles dándome la vista a un gran estanque, era hermoso, por lo menos ante mis ojos animales. Desgraciadamente, había una personas, no podia distinguir que estaba haciendo...

Salte de las ultimas ramas que había conseguido y descendí al piso sigilosamente, me preguntaba si habría captado mi presencia o se daría cuenta de lo que soy en realidad, lo mire con curiosidad y me acerque lentamente mas que nada vagando en si, luego a una determinada distancia sin amenazar me senté a verlo, no me molestaba si me descubría o no, fue la mera curiosidad la que me hizo posar a una distancia considerablemente corta pero que evitaría incomodarle, o eso pensé.

Luego comencé a preguntarme, ¿No seria muy raro que un leopardo de las nieves se halle en un bosque a plena noche? Después de todo mi pelaje era blanco como la nieve, quizá para esta ocasión hubiese sido mejor una pantera, en fin, no le preste mucha atención, ademas no creo que me veo ofensiva, aunque este en guardia, no le quiero hacer daño, bueno, eso dependerá de lo que haga, solté una leve risita.

por **Erikson Draven** Lun Jul 06, 2015 12:49 pm

Estaba adecuándome al clima otoñal, que percibía en París, mientras extraía algunas hierbas en el ocaso de su bosque infinito. Veía particulares formas de éstas, así mismo como el aroma que expelían desde un estanque.

Entregado a la naturaleza de las cosas, me hallé solo, en aquel páramo a altas horas de la noche, dudo que alguna persona pudiese caminar el sendero tan frondoso que se ocultaba a la orilla del dudoso estanque, mi concentración se desplegaba en el arranque de cada centímetro de hierbas húmedas que buscaba y necesitaba para ciertos experimentos, que si algún ser llegara a saberlo, desfallecería en medio de mis explicaciones, hipótesis o teorías.

Como era costumbre, el tiempo corría contra mi carrera, debido a que en una hora más menos, tendría que regresar a casa para mi culto de medianoche, en dónde mis meditaciones buscan alejarme de este plano, para ir de tanto en tanto, hacia algunos más al Norte, independiente hacia donde quisiera llegar. El Norte, siempre el Norte...

Poco rato después, contemplaba con dificultad mi reflejo entre las aguas de aquel charco que a mi parecer, no tenía nada de especial, excepto la magia que le daba aquella oscura noche llena de añejas voces sufriendo la esclavitud del aire perteneciente a este globo, este bosque tenía un alma… más no una en dónde sus áreas verdes son envidiadas por el Edén, más bien donde el eco u quejido de los seres vivos, son como la ‘Lux Aeternus’ de los ojos cansados de cada una de las almas.

Particularmente, mientras observaba el reflejo del agua encontré un rostro que acompañaba en mi misión, un poco deforme no le veía bien. No alcé la cabeza de inmediato, era como si quisiese analizarlo desde el espejo transparente del agua. Allí estaba…. Un animal, una especie de leopardo, una criatura blanca como la espuma del agua dulce, como la nieve, como los picos de los altos montes invernados que se veían a lo lejos del lugar como si estuviesen dibujados con un suave pincel, recordaba algunas pinturas paisajistas que enseñaba a modo de ejemplos, a mis alumnos en la escuela de París.

Y el animal se quedó mirándome con cierta cordura, aguardando ante cualquier rápido movimiento que yo pudiese realizar, su desplante era tranquilo, pero poco pude saber…
Hasta que su aura me definió su raza, una de las razas más extrañas que pudiesen existir, una de éstas, en peligro de extinción…. “Un cambiante...será?”- me pregunté a mí mismo en silencio.
Alcé la cabeza y le hablé, pensando en que tal vez me comprendería:

-¿Y tú?... ¿De dónde has salido?.- pregunté a voz baja y suave a la noble criatura.
Los animales siempre me han parecido criaturas nobles, la naturaleza que los envuelve y más aún el salvajismo bestial que poseen es para mí, admirable. Debido a que están creados para vivir a su manera, con sus condiciones, y son puros, puros en esencia y luz. Al igual que nosotros los seres humanos, pero hay algunos que ni su propia raza han de respetar.

No me acerqué a la criatura, podría ser que ésta reaccionara de forma drástica, para ese momento sólo accedí a conversarle, como si de un ser humano cualquiera se tratase, pero su condición era mucho más que eso, no podría saberlo a ciencia cierta debido a que mi mente finita no me lo permitiría, más claro está que con un poco de análisis profundo podría describir, incluso hasta sus intenciones.

….Y sólo esperé a que el animal se atreviese a obedecer a su estado natural, sin que yo perturbe en su camino….

por **Honō D' Alis** Mar Jul 14, 2015 7:23 pm

El dulce muchacho que andaba recolectando plantas me hablo suavemente, no aparentaba demasiada sorpresa por mi aparición y tampoco por mi aura. Me parecía mejor hablar en mi forma humana, me transforme, desprendiendo una cabellera roja como la sangre, que a la luz de la luna brillaba como una manzana recién pulida.

- Honō D' Alis, obviamente, soy un cambiante.-Creí que presentarme primero seria mas educado que responder su pregunta.
- El bosque siempre fue mi lugar favorito, principalmente los mas frondosos me fascinan- sonreí, aparte mi mirada de el y mire la luna, mis ojos brillaban ante el resplandor y la brisa movía mi cabellera.
- ¿No es hermosa la sensación de aire puro?- Era mucho mas una pregunta retorica de la cual no esperaba respuesta alguna...
- Me acabo de presentar, Tu... ¿Quién eres? - Debido a mi actitud parecía un ser hostil, pero simplemente me gustaba poner a la gente a prueba, normalmente soy un ser mas amable, pensé.

La luna esta mucho mas hermosa de lo que esperaba, la arboleda se sacudía levemente; una noche preciosa.

Me pregunto con que función o utilidad entraba tan profundo en el bosque, la verdad me llenaba de intriga aquel hombre que detecto mi presencia, me hablo dulcemente y ni siquiera se sorprendió por mi especie. Todo un caballero, tenia ganas de reírme pero sería muy vergonzoso.

Ante la vergüenza y la risa comencé a ruborizarme, hace mucho tiempo que no me sorprenden de esta forma, quien sera este hombre tan interesante...

por **Erikson Draven** Dom Jul 19, 2015 8:19 pm

Siempre he sabido cómo reaccionar ante las especies diferentes a la raza humana, simplemente se me ha hecho una costumbre con buen trecho, al haber experimentado en ciertas ocasiones con criaturas diferentes.

Aquel pelaje blanquecino como la nieve, como el mismo ojo del Dios al que todos veneran, (o la mayor parte de los humanos), con una dulzura elocuente el proceso de su conversión fue rápido y bello en frente de mis ojos, sigilosa criatura del bosque que con un suave tono de voz respondió a mis preguntas.

La joven de rojizos cabellos como la sangre más pura que se pudiese dar en sacrificio, se veía completamente distraída y admirada por el brillo de la luna de esa noche. Aquel gesto de individualidad perpetua dentro de sí, o al menos en lo que podía percibir en ese momento, me recordó a algunas veces que en mi juventud, aún a pesar de que casi toda mi vida estuve ligado a la magia y la hechicería, también tuve momentos en que podía disfrutar de una niñez extraña, deseando y preguntándome mientras observaba la luna, cómo es que los hombres lobo podrían caer enamorados ante tanto divino esplendor de la luna que los condenaba a transformarse en algo que no eran, o que quizás no quisieran… Extrañas preguntas existenciales que un infante inocente podría plantearse en estos tiempos, al menos no muy normal de un muchacho promedio de esta sociedad que no conoce acerca del mundo oculto que lo rodea.

Es por eso que aquella muchacha que sin desventura alguna volvió a su forma humana, sólo para intentar dialogar conmigo, y responder a las preguntas que le hice a una bestia en extinción. Me recordó entonces a un pedazo de tiempo de mi niñez. Al cabo de un rato después, mi memoria que trabajaba intensamente en encontrar las hierbas que necesitaba para mis experimentos, retornó a momentos inocentes anhelados pasando en frente de mí, como el giro de una incesante rueda de carreta que a su vez atravesaba por un camino ripeado, lleno de rocas y lodo bajo la lluvia, donde después de una hora de recorrido el sol vuelve a salir y despierto del trance que me mantuvo mirando a la joven desde mi posición, contemplando como ella se enamoraba de la luna de aquella noche…

-Sí, el aire puro también tiene lugar en este espacio…así mismo como lo húmedo de lo olvidado- respondí más para mí mismo que para ella, cabizbajo intentando recoger más de las hierbas del pequeño charco, guardándolas en un frasco con delicadeza.

-Yo…ya lo sabía. Es una bonita especie la suya.- respondí con respecto a cómo se presentaba ante mí, con todas las letras de su palabra “Cambiante”.

-…Soy Bast, estimada Hono…es un placer. Disculpe, mas no era necesario que me dijera su especie, espero que no le incomode, como digo yo ya lo sabía de antemano.- acoté a la joven a la cual alcé la vista un momento terminando con mi misión de aquella noche, faltaba muy poco ya para la medianoche y yo no debería de estar rondando por aquí.

La criatura que de natural belleza nocturna resplandecía bajo esta noche, lucía un poco desastrada después de su transformación, pero la mirada que tenía poco cambiaba de un estado a otro e incluso vi en su rostro el reflejo del leopardo blanco nevado que vi en su primera instancia, al igual que en el charco, me quedaría con el recuerdo de tal belleza natural conectada con el bosque solo con la mirada de su reflejo silencio, ondeado debido a las pequeñas ondas del agua traídas por la leve brisa del otoño, así mismo como el de su leve frialdad proveniente de su desplante fantasmagórico.

Eran admirables todas estas criaturas que en mi opinión sólo traen las bellezas naturales de este mundo y entre otros planos, planetas mágicos que si la mente humana en este tiempo, no fuese tan cerrada y pequeña se podrían deslumbrar a nuestro mundo cosas maravillosas. Tal y como en nuestro pasado se contaban historias acerca de dioses y diosas, de criaturas mitológicas, la gran Grecia y Roma con las antiguas creencias, con el desarrollo de imaginación del Hombre, que ahora se ve más opacada que nunca, con todas las comodidades, los vicios sobrevalorados y etc.

Mis cavilaciones se vieron interrumpidas debido a que el ruido y peso de la caída de un ave frente a mí y a mi joven acompañante, con la forma de una especie de cuervo al parecer tuvo la osadía de mostrar el lado oscuro de esta vida pasando a minutos mortíferos en el ave. El atmosférico ambiente de memorias divinas que yo reproducía en mi interior, se vio tristemente estancado después de este suceso…

-Aun puedo salvarlo…-susurré más bajo mientras tomé la pequeña criatura negra, sacándola del agua y entre mis manos lo posé en un paño sacado desde mi maletín, así mismo como enseguida saqué algunas hierbas ya preparadas que traía en algunos frascos y unas pociones de bajo perfil para intentar curar al cuervo.

Tenía el ave un ala rasgada, por lo que entonces impuse en la zona una especie de hierba relajante y que calmaba un poco el dolor para que después prontamente pasara al proceso de curación….

por **Honō D' Alis** Mar Jul 21, 2015 12:09 am

Aquella escena me trajo recuerdos de cuando solía vaguear por el bosque, en los tiempos que no importaba que hiciese uno, todo seguiría igual; se sentía similar a cuando sus padres murieron y corrió sangre en su venganza.

La luna tenia mucho para decirle, mejor dicho, le iba a dar su tiempo de pensamiento. Sin embargo, lo único en lo que conseguía pensar no era, ni mas ni menos, la primera vez en que tomo la forma de un salvaje y hambriento león; si, aquella vez, en la que trituro cuerpos y su sed se saciaba con la muerte.

Sus pensamientos la obligaron a pronunciar unas palabras, que seguramente le llamaría la atención al apuesto muchacho, quien también divagaba en sus pensamientos...

-¡Ya no soy así!- exclame sin querer... Haciendo referencia a sus deseos de matanza. El tiempo que paso en el bosque, le hizo dar cuenta la belleza que la naturaleza le brindaba; si bien su lado salvaje permanecía, decidió utilizar su poderes ancestrales para proteger a los que realmente lo necesiten.

Por otro lado, el hombre también se presento. Se llamaba Bast y era un hechicero. Desgraciadamente, en su introducción hizo énfasis en que era obvio mi raza, pues si que es redundante, pero los modales nunca faltan.

- Bast, ¿Te has puesto a pensar como los modales y valores se van modificando en el tiempo? - Dije tratando de demostrar mi punto de redundancia.

- Me parece lógico y obvio, mas que nada ante mi transformación, que sepas la clase que soy, pero es justamente por eso, que me parece correcto presentarme debidamente, los modales van cambiando, quizá sea algo anticuada, pues viví gran parte de mi vida en el bosque y luego con gente bastante adinerada en mis viajes, pero el poder presentarse abre paso a la sinceridad, ¿No te parece?- Hablaba obviamente desde el punto de vista de un ser no corrupto, alguien, el cual no pensaba en las maldades o las mentiras.

En el instante que termine de hablar, un ave cayó justo en frente nuestro, la pobre tenia el ala lastimada, no aparentaba que pudiese sobrevivir... Aun así, Bast puso todas sus fuerzas en intentar mantenerla a salvo.

- ¿Quisiera que me transformara para saber lo que la pobre ave piensa o lo que necesita?- Dije dulcemente tratando de ayudar al gran herborista que tenia en frente mio.

- Por cierto, ¿Que harás luego, tienes algún lugar al que ir? - Comente, mientras me agachaba a mirar el estado del animal.

Me sonroje y le mire a los ojos...

- Si acaso se te hizo tarde por mi culpa o no consigues las hierbas que necesitas...- titubeo- Yo... yo... po-po-podría llevarte en mi lomo a donde quieras - ofrecí tímidamente y devolví mi mirada al ave.

por **Erikson Draven** Lun Jul 27, 2015 1:32 pm

En aquel momento supe que tenía frente a mí, a una criatura pura en alma y esencia, demostrándome de inmediato que no tenía malas intenciones para conmigo. Con el simple hecho de ofrecerse para ayudar a el ave, y así mismo para ayudarme con mis misiones, cambió radicalmente en mí la manera de ver a esta criatura, el miedo ya no estaba presente, y se transformó en una atmósfera más cálida y reconfortante, incluso con el cuervo rasgado entre mis manos, sentí que podía confiar en Hono…

-La verdad es que los modales nunca están demás, pero lo que no me gusta son las etiquetas…- dije sin mucho pensar, debido a que estaba atento al ave entre mis blancas manos, una acotación sin importancia tal vez.

-Es cierto que los modales han de cambiar con el paso del tiempo y el desarrollo de este mundo, más sólo hay que saber adaptarse…- acoté brevemente.

La voz suave de la criatura de luz, se desglosó entre mi audición al momento en que ofreció su ayuda perpetua para con el cuervo, asentí en un sí. Y la observé con continuidad esperando el momento de su conversión para así dar por sentada nuestra tregua para salvar al ave a tiempo…Pensé un rato más mientras mezclaba unas hierbas revolviéndolas con una cuchara de madera, y moliéndola un poco hasta que quedase una especie de pasta marrón verdoso, que se podría adherir sin infligir mucho dolor entre las plumas negras de la desgracia hecha ave.

-Con respecto a lo de transformarse…sería muy útil, y más fácil para llegar a tiempo si usted me llevase al lugar de mi destino nocturno de hoy… aprecio su disposición realmente, estimada Hono.- resalté con mi voz neutra un poco más la palabra “estimada”, debido a que esta vez realmente estimaba su presencia, su voz, su desplante, su ayuda….

Observé como la joven se sonrojó al pedirme aquello con tanta inocencia y pulcritud, sus mejillas color rosa pálido, estimularon mis labios a esbozar una leve y media sonrisa, una cosa poca, debido a que a mí me costaba esbozar gestos con mi rostro si no eran sinceros y naturales, pero esta vez sí lo fueron. Mientras esperaba a que el ave se acostumbrara un poco a la pasta que le implantaba en la línea de su ala herida, tuve escasos segundos de observar a la dama, antes de verla como una bestia, de deleitarme con su belleza natural, antes de verla esculpida en pelaje y otras condiciones. Su mirada era pureza infinita, algo que poco se veía en las señoritas de estos tiempos, sorprendido nuevamente por tal magia, esbocé una segunda sonrisa hacia ella, hasta una tercera…. Cuando de pronto el ave se retorció un poco y exaltó hasta el más fino de mis vellos de la piel. Se movía tan escasamente, intentando buscar su comodidad, y comenzaba a pensar realmente si valía la pena curarle aunque sea un poco o dejarle allí entregado a los brazos de la muerte.

¿Qué es lo que el ave de negras plumas como el espacio entre estrella y estrella, de la condena nocturna, deseaba en aquél momento?... es lo que yo me preguntaba en aquel momento. Yo no solía dudar de mis acciones, o conocimientos curacionales, pero las negras orbes del cuervo parecían declararme con regaño:

“-¡Dejadme morir en paz! Que he perdido esta guerra, he perdido mi esencia, mi hembra y mi nido…ya no me queda nada, vil humano disfrazado de terciopelo blanco, viles manos disfrazadas de cojines y cobijas que atrevidas tocan, mi desmembrado cuerpo oscuro en el que sólo me hundo yo y nada más…solo me hundo yo, en esta negra y profunda altamar y nada más…”

-¡Rápido!- pedí en un suspiro a la amistosa bestia de pelirrojos cabellos.

-Debo saber ahora qué es lo que realmente necesita….- insistí con la suavidad de mi voz neutral a la estimada Hono….

por **Honō D' Alis** Jue Jul 30, 2015 6:44 pm

El querido hechicero había contestado mis preguntas, las cuales me dejaron bastante deslumbrada, pues era cierto que uno necesitaba adaptarse y que las etiquetas eran molestas.

- No te pierdes de una, ¿no?- era chistoso como alguien que aparentaba ser tan joven demostraba su sabiduría como si fuese un anciano...

- Si mi transformación te resulta de utilidad no hay ningún problema. Aprovechando que has accedido a que mas tarde te alcance a tu destino, me transformare en un ser mas resistente para que no demoremos. Por otro lado, me limitare a hacerte unicamente señas, pues en el orden natural, los animales no hablan... - solté una leve sonrisa mientras mi cuerpo se camuflaba con la noche, pasaba a ser un animal que no se distinguía si estaba ahí o no, propio de un depredador. Espero que el ave no se asuste. Así fue como pase a ser una hermosa pantera de pelaje corto, suave y sin un rulo, pareciera como si me hubiesen cepillado el pelo.

El ave no paraba de quejarse, sus palabras no dejaban de llegar a mi mente, parecía una tortura, estar transformada era incomodo, escuchaba como la muerte intentaba agarrarla con sus frías manos, pero nosotros deteníamos ese proceso...

-"¿Querido, es acaso para ti, vivir es una tortura o piensas que después de todo lo que te sucedió aun la vida es indiscutiblemente bella? ¿Crees acaso que la muerte que te toca ahora es indefectible? Nosotros somos capaces de salvarte. Realiza tu elección"- El ave me miro sorprendida, no esperaba que una pantera le hablase como si nada...

- Así que eres un cambiante... No es que critique a la vida, mi dilema es que no encuentro un motivo para continuar viviendo.

- Entonces, ¿Porque no buscas ese motivo antes de rendirte?- El ave se quedo unos minutos en silencio, no me dijo nada y luego prosiguió, sus palabras parecían invocar una catarsis.

- Perdí casi todo, desmotivado perdí el control en el aire, caí y me golpee contra una rama provocando una inmensa herida en mi ala. ¿Cual es el punto de continuar viviendo? ¿Alguna hembra se fijara en mi ante este estado? ¿Qué sucederá si no puedo volver a volar? Oh cuanta crueldad me a traído el mundo, que hice para merecerme esto.- El ave no paraba de quejarse, era molesto, como criticaba su propio destino, como si ignorara las leyes de la naturaleza; aun así su tristeza consiguió ablandarme.

Rugí fuertemente y le mostré mis fauces afiladas al herido.

- Eso es miedo a no volver a vivir, nadie te mato, te estas condenado solo, acepta nuestra ayuda, libérate de tu sufrimiento y disfruta- le comente alejando unos pasos para que no muera de un infarto.

- Cambiante, eso es cruel, se supone que son seres amables ante todo con nosotros, la propia fauna. Aun así te agradezco, me has hecho ver que no es mi fin, aun puedo continuar, no es como si me encontrara entre tus dientes- Sentía como el corazón del ave se aceleraba. - Permitirme conocer su nombre forajida- Comentó con suma tranquilidad a pasar de haberse llevado un gran susto.

- Para no haberse muerto del susto es un ave que paso por mucho, perdone mis artilugios, pero necesitaba que note la belleza propia del mundo. Me llamo Honō D' Alis y usted majestuoso cuervo, como es su nombre?

- Me llamo Nyx, como la diosa de la noche. Encantador nombre.. Como su pelo en su forma humana, flamante, cálido y brillante *- dijo mientras se entregaba a las manos de Bast.

- El se llama Bast, no te hará daño. Ojala tengas un hermoso futuro- lo dije mientras colocaba mi pata, obviamente escondiendo mis garras, sobre la mano del hechicero. Asentí con la cabeza en señal de que continué con su sanación.

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Off: Honō en japones significa Fuego.

por **Erikson Draven** Miér Ago 26, 2015 9:57 am

Honō y yo compartíamos una misión completamente agudizante con respecto al Cuervo que parecía no ver salidas desde su oscura naturaleza. La cambiante se había transformado en una majestuosa pantera de pelaje ordenado hacia un solo sentido, sus colmillos reflejaban respeto frente a las criaturas de menor grado, así como lo era este Cuervo cegado por la fría muerte que lo perseguía entre las venas de su ala. El aviso detrás de la cálida y suave pata de mi pantera acompañante, me impulsó a proseguir…
Mi curación iba tomando una forma más sólida, las especias que había entremezclado para el Cuervo, comenzaban a realizar un efecto lento pero suave… o al menos es lo que supuse al sentir con mis manos las articulaciones con más solturas, en la pobre ave. Al igual que un médico, aunque estaba claro que yo no era uno, pues a pesar de los estudios antiguos que llevo de los libros, la magia toma gran parte en mis acciones. Mis experiencias me han llevado al extremo de percibir con un poco más de sensibilidad a todos los seres que nos rodean, entre ésos aquél cuervo.

De pronto aquella ave gracias, a aquél ungüento que había fabricado para ella y algunas palabras que susurré rápidamente entre mis labios, pegó un solo salto inesperado más recobraba lentamente la movilidad de su ala. Tardaría un tiempo el Cuervo en concebir un vuelo sublime por los cielos de París, en busca de nuevos horizontes. Entonces me quedaba hacerle saber esto al paciente, a partir del ligero roce de mi mano contra el pelaje de la cambiante intenté traspasarle mis pensamientos a través de la magia y la energía vibratoria de mi cuerpo entero:

-Tal vez no entiendas mi idioma en esta forma Honō…pero quiero que le digas lo que mi mente te declara, al Cuervo: “Ten paciencia, pequeño cuervo tu vuelo demorará en resurgir unas cuántas semanas, por lo que busca entre las raíces de un árbol, la savia cuando esté madura y prueba de ella tres veces al día, para continuar la curaciones de tus minúsculos nervios en aquella ala negra.”- dije a Honō entre mis pensamientos, para comunicarle la receta.

Luego de aquello dejé a ambos seres naturales a distancia, mientras yo guardaba en mi bolso todos los instrumentos que había utilizado para la curación. Cerrando ya mi bolso, mis ligeros pasos se dispusieron a perpetuarse entre la maleza para salir de aquel estanque. Observé el gran cielo nocturno arriba de mí, las ramas de los árboles más altos serpenteaban suaves en la ligera brisa que me indicaba entonces que se acercaba la media noche y comprobando aquella percepción mía, miré mi reloj de bolsillo de oro que brillaba encadenado a mi pantalón. Me di la vuelta para observar al cuervo que a paso lento caminaba por las piedrecillas lejos del lugar, buscando su destino, un destino al que yo interferí por desgracia. Pero bien sabía yo, que esas cosas quedan en deuda para uno mismo… en algún momento de nuestras débiles vidas.

Observé a la felina también, siempre con mis ojos neutrales, con los sobrios y pálidos gestos casi imperceptibles de mi blanco rostro. Recordé entonces, cuán muerto estaba por dentro, cuánta desgracia aguardaba mi cuerpo humano, cuánta amargura, cuánta mentira y cuánta ironía destilaba mi nefasta existencia… Suspiré levemente al ver a aquél animal lleno de vida y de historias que nunca jamás un ser humano común y corriente podría llegar a saber. Los cambiaformas son seres tan místicos como la alquimia indescriptible que tan poco pueden llegar a conocer los humanos, que con la mente tan finita que los caracteriza por desgracia y sociedad, poco pueden llegar a descubrir, a menos que ejercites tu mente a cada minuto de tu existencia terrenal y conozcas realmente el significado de sus secretos…

Pronto me vi sobrepuesto en la encrucijada de que si aquella criatura que conocía apenas hace unas horas, debería de acompañarme en la meditación de mi media noche. Más, sí. Porque es un ser animal puro en esencia, por lo que no podría dejar manchas, ni mucho menos interrumpir en los procesos de mi mente a menos que la invite a entrar a ella…. Y avancé unos cuántos pasos más, a esperar el transporte….

por **Honō D' Alis** Dom Ago 30, 2015 9:47 pm

El cuervo comenzó a mejorar a medida que la medicina surtía efecto, lo que el hombre había realizado ante mis ojos era magia, ya que siempre era blanco o negro, el me hizo ver que el mundo es una matiz de grises, donde no es vivir o morir. Cuando había optado por presionar al cuervo fue mas por mi que por el, deseaba ver un mundo diferente, donde una herida no te mata si no que, te hace mas fuerte.

Una vez que el cuervo estaba mejor, el hechicero me hablo, pero no movía su boca, si no que hablábamos "telepaticamente", asombrada ante esta habilidad, abrí mis ojos como pequeños platitos y le mire asombrada, aunque instantáneamente reitere lo que el había mencionado.

- “Ten paciencia, pequeño cuervo tu vuelo demorará en resurgir unas cuántas semanas, por lo que busca entre las raíces de un árbol, la savia cuando esté madura y prueba de ella tres veces al día, para continuar la curaciones de tus minúsculos nervios en aquella ala negra.” Eso te lo ha dicho tu curandero, aunque sea deberías de agradecerle- dije impetuosamente, el orgullo desprendía de mis poros; me veía como toda una bestia majestuosa.

Ante esto, el cuervo se inclino a mi y me agradeció, a continuación realizo lo mismo con Bast. Por otro lado, aprovecharía la telepatía que el hechicero utilizaba para así comunicarme con el.

- Bueno, claramente te agradeció, gracias por haberle salvado la vida- supongo que lo ultimo estuvo de mas, pero sinceramente estaba contenta, ante eso sentí las ganas de correr por el bosque, ahora que conocí una nueva fase de la vida.

- ¿A donde le llevo señor?- dije en un tono juguetón mientras le rodeaba las piernas, rosando mi pelaje lacio contra su ropa; mi cabeza le pasaba la rodilla, parecía un inmenso gatito ronroneando, ja.

Mientras esperaba me puse a contemplar el cielo, la luna casi llegaba a su auge, aun así, el cielo se comenzaba a nublar, como si una tormenta estuviese por llegar. Espero que no, no tengo muchas ganas de estar mojada sinceramente.

por **Erikson Draven** Vie Sep 04, 2015 8:38 am

El sublime animal pudo captar aquello que le comuniqué a través de mi mente, simplemente entre nosotros había encontrado lo que comúnmente llama la gente “química” pero en lo real no es nada más que magia con otro ser existente en un polo vacío de tu camino… Todos estamos llenos de magia a cada instante en nuestras miserables vidas humanas, pero hay gente que es más sensible en percibirla, otros que tienen las habilidades ya incrustadas en el ser interior, y otros seres que existen que pueden captar, como lo son los animales. Muy mecánicos pueden ser los benditos animales, más tienen la sensibilidad de percibir la magia de la naturaleza y toda la magia existente en la atmósfera, a diferencia de los humanos que a algunos los domina la razón. Cualesquiera que fuese el término para que el velo de esta realidad se caiga, simplemente yo y la criatura ancestral sólo teníamos magia en complicidad…

Aun así, al ser ella una criatura tan pura no podía entrometerme en su camino por el sendero porque somos completamente distintos y para cada uno hay una esencia existente diferente, y que es aquello con lo que tenemos que lidiar día a día… “-Hay que seguir…-“me pronunciaba a mí mismo a menudo, cuando a veces desearía poder desaparecer de mi terrenal existencia para llegar al punto de mi origen. Observé el momento en que la criatura a mi lado, contemplaba la luna… a diferencia de mí, el brillar de la luna me molestaba debido a que las tinieblas eran mi sitio y toda luz que llegara frente a mí yo la alejaba, desechaba y odiaba.
Todo aquello que he vivido durante mi vida, me ha dado este sendero a seguir… no tengo nada más que hacer, que seguir. Mirar hacia atrás ya no puede hacerse…y lo que venga, vendrá en toda su esencia. La situación tomó un rumbo dulce, que me ponía más lejano. La criatura que me llegaba un poco más arriba de la rodilla se frotaba contra mi cuerpo, encariñándose conmigo… pero tan fugaces son los momentos en esta tierra de falsas caras, que no podría permitirme que algo más así sucediera. Aun así, ella sería mi compañera esta noche y así como el respeto de ella me he ganado, ella así mismo se ha ganado el mío. Me subí con cuidado sobre el lomo que acaricié con vacío por unos minutos, y ya andando suspiré un poco mientras mi mente le transmutó:

“-Ya es hora… -di unas suaves palmadas cerca del cuello del felino-… los campos y sembradíos serán.-“dije indicándole mi destino esencial.

En cuánto la noche avanzaba, sin apenas darme el tiempo para pensar en lo que ya fue, percibí la helada noche mientras la atmósfera se tensaba, las energías y todos mis chacras estaban alineados, por lo que no tenía más que culminar con mi meditación nocturna de medianoche, para poder desaparecer de este plano, y serenarme en el espiritual. Era todo lo que me quedaba por hacer y nada más. No podía ponerme a pensar en la criatura a mi lado, porque interrumpiría mi concentración, así mismo como mi camino y misión.

“-Quiero que cuando lleguemos…por favor vayas a darte un paseo, porque necesito estar solo. Y vuelvas dos horas más tarde… ¿Será posible que lo hagas?-“transmuté nuevamente a la criatura al tocar con mis ligeras manos su cuello para sujetarme, y su pelaje suave se llenó de energía no visible, pero perceptible entre mis dedos.

por **Erikson Draven** Vie Sep 04, 2015 8:39 am

El sublime animal pudo captar aquello que le comuniqué a través de mi mente, simplemente entre nosotros había encontrado lo que comúnmente llama la gente “química” pero en lo real no es nada más que magia con otro ser existente en un polo vacío de tu camino… Todos estamos llenos de magia a cada instante en nuestras miserables vidas humanas, pero hay gente que es más sensible en percibirla, otros que tienen las habilidades ya incrustadas en el ser interior, y otros seres que existen que pueden captar, como lo son los animales. Muy mecánicos pueden ser los benditos animales, más tienen la sensibilidad de percibir la magia de la naturaleza y toda la magia existente en la atmósfera, a diferencia de los humanos que a algunos los domina la razón. Cualesquiera que fuese el término para que el velo de esta realidad se caiga, simplemente yo y la criatura ancestral sólo teníamos magia en complicidad…

Aun así, al ser ella una criatura tan pura no podía entrometerme en su camino por el sendero porque somos completamente distintos y para cada uno hay una esencia existente diferente, y que es aquello con lo que tenemos que lidiar día a día… “-Hay que seguir…-“me pronunciaba a mí mismo a menudo, cuando a veces desearía poder desaparecer de mi terrenal existencia para llegar al punto de mi origen. Observé el momento en que la criatura a mi lado, contemplaba la luna… a diferencia de mí, el brillar de la luna me molestaba debido a que las tinieblas eran mi sitio y toda luz que llegara frente a mí yo la alejaba, desechaba y odiaba.
Todo aquello que he vivido durante mi vida, me ha dado este sendero a seguir… no tengo nada más que hacer, que seguir. Mirar hacia atrás ya no puede hacerse…y lo que venga, vendrá en toda su esencia. La situación tomó un rumbo dulce, que me ponía más lejano. La criatura que me llegaba un poco más arriba de la rodilla se frotaba contra mi cuerpo, encariñándose conmigo… pero tan fugaces son los momentos en esta tierra de falsas caras, que no podría permitirme que algo más así sucediera. Aun así, ella sería mi compañera esta noche y así como el respeto de ella me he ganado, ella así mismo se ha ganado el mío. Me subí con cuidado sobre el lomo que acaricié con vacío por unos minutos, y ya andando suspiré un poco mientras mi mente le transmutó:

“-Ya es hora… -di unas suaves palmadas cerca del cuello del felino-… los campos y sembradíos serán.-“dije indicándole mi destino esencial.

En cuánto la noche avanzaba, sin apenas darme el tiempo para pensar en lo que ya fue, percibí la helada noche mientras la atmósfera se tensaba, las energías y todos mis chacras estaban alineados, por lo que no tenía más que culminar con mi meditación nocturna de medianoche, para poder desaparecer de este plano, y serenarme en el espiritual. Era todo lo que me quedaba por hacer y nada más. No podía ponerme a pensar en la criatura a mi lado, porque interrumpiría mi concentración, así mismo como mi camino y misión.

“-Quiero que cuando lleguemos…por favor vayas a darte un paseo, porque necesito estar solo. Y vuelvas dos horas más tarde… ¿Será posible que lo hagas?-“transmuté nuevamente a la criatura al tocar con mis ligeras manos su cuello para sujetarme, y su pelaje suave se llenó de energía no visible, pero perceptible entre mis dedos.

por **Honō D' Alis** Mar Sep 08, 2015 6:06 pm

La luna brillaba como nunca, las estrellas resplandecían, la vida recuperada parecía iluminar el bosque. Por otro lado, el muchacho, no muy sincero consigo mismo, se monto sobre mi lomo y me dio unas palmadas en señal de que el ya estaba listo.

- ¡A la orden mi capitán!- Le dije graciosamente. La adrenalina recorría todo mi cuerpo, nunca había llevado a nadie sobre mis lomos, por lo menos, no un hechicero. La situación me puso los pelos de punta, gruñí de felicidad y me adentre en el bosque.

Mis instintos me decían por donde debía pisar para ir mas rápido, todo me indicaba el camino, las voces de los animales, el canto de los pájaros que aun no querían dormir a pesar de que la luna casi llegaba a su auge. Iba tan velozmente que temía que Bast se me tumbara.

Enfrente nuestro se asomaba un lago, mas que un lago, una gran laguna que nos impediría pasar, aquella agua era bien profunda, y la verdad, no es que no me guste bañarme, pero prefiero tener mi pelo seco, sobre todo en pleno invierno.

- Yo que vos me agarro, tendrás uno de tus viajes mas entretenidos, claramente, sobre el lomo de una pantera- susurre mientras subía a un árbol para evitar el obstáculo que nos enfrentábamos; no sera fácil saltar de rama en rama, espero no partir ninguna, aunque si lo pienso bien, las ramas de este bosque son bastante fuertes.

Una vez que logramos cruzar, algo que no estaba dentro de mis planes sucedió. Si bien todas las ramas que había escogido para saltar parecían ser poderosas y robustas, una de ellas no lo era. Caí de dos metros de altura, pero mis patas ni siquiera sufrieron un rasguño al pasar entre todas aquellas ramas que rompíamos en nuestra caída, aunque amortizar el golpe no fue nada fácil, de echo no lo conseguí, golpee tan fuerte el piso que mis patitas quedaron un poco entumecidas aunque no tuve ni una cortadura. ¿Estará bien la cabeza del humano? reí internamente.

- ¡WOW! No esperaba que la rama quebrase, perdona, ¿Todo bien allí arriba?- No nos faltaba mucho para nuestro destino, ya que no estábamos muy lejos. A pesar de que quizá le molesto un poquito la caída, apure el paso, para conseguir llegar a tiempo.

Mis malditas patas entumecidas me retrasaban, no era fácil correr con unas patas adoloridas y tan débiles como las de las panteras, que, a pesar de su propio tamaño y grosor, no eran tan resistentes como las del león.

- No te muevas, ni te asombres, busca nuevo pelaje para sujetarte.- Mis patas me dolían tanto que preferí transformarme a aquella bestia que dominaba la sabana.

Mi estructura osea se modifico a un "talle" mayor, mis patas aumentaron su tamaño al igual que mi lomo. Hacia mucho tiempo que no estaba en esta forma dorada, por lo menos desde aquel "accidente familiar". Sinceramente, sentía bastante nostalgia, la cual me abrumaba pero gracias a la adrenalina conseguí mantener "los pies en la tierra".

Agradecidamente, mis patas dolían menos y con eso fui capaz de cumplir el tiempo limite, estaba bastante contenta, que mas se podía esperar de un gran león. Obviamente, mis sentimientos fueron completamente orgullo.

Me recosté para dejar bajar a Bast y me volví a transformar en pantera, para poder divagar sin llamar la atención. No deseaba mucho estar transformada en un león. Quizá fuese algo notorio mi esquive a esa transformación, pero era lo mejor que podía hacer en aquel momento, no me arrepiento de nada. Aunque no pase mucho tiempo transformada, la nostalgia apareció ante mi; dejare que el hechicero se tome su tiempo y mientras yo daré un paseo.

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Continua en campos y sembradíos.

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