Jugando a los enmascarados (Nirole)

por **Yízo** Lun Nov 07, 2016 9:21 am

Las coloridas figuras giraban sobre la pista de baile, los complejos vestidos de las damas y los prudentes trajes de los caballeros se mezclaban entre sí aunque siempre manteniendo una prudente distancia, como correspondía a toda persona de bien. Era una noche para disfrutar del misterio y la extravagancia, los invitados gozaban de cierta intimidad gracias a las mascaras que eran de uso obligatorio para esa ocasión.

Claramente, si dependiera de Yízo, estarían en casa cómodamente sentados leyendo algo e intercambiando opiniones sobre algún nuevo artículo de algún autor prometedor con su amo Oswald. Pero lamentablemente no era posible, lo habían discutido durante varios días, y ambos habían llegado a la conclusión de que esa podía ser una de las últimas fiestas del año a las que podrían asistir.

No era su ansia de fiesta lo que los empujaba a ir, era simplemente una cuestión de negocios, ese tipo de eventos eran perfectos para recaudar información de futuras víctimas, hacerse de contactos influyentes, darse a conocer en general. Todas tareas que realizaría Oswald para que luego Yízo lo clasifique como información útil o inútil y pudieran utilizarla a futuro.

Un esclavo no tenía nada que hacer en una fiesta semejante, pero si iba a la parte de los sirvientes sería todo un estorbo, con los camareros y los cocineros corriendo de un lado al otro con los preparativos, llevando bandejas llenas de tragos o comidas, sacando las botellas vacías y los platos sucios para poner nuevos. No, no era buena idea que se quedara allí adentro, así que prefirió tomar algo de distancia.

Yízo se encontraba entonces sentado en uno de los enormes balcones, apartado en uno de los costados donde la luz de las lámparas no lo alcanzaba. Sostenía en las manos una de las mascaras de la fiesta, se la había dado su amo por las dudas que fuera necesario que se mostrara en algún momento, aunque el esclavo dudaba que eso llegara a ser necesario.

La costumbre de los bailes de mascarada le resultaban de lo más interesante, era como una noche para fingir ser lo que no eras, para dejarse llevar aprovechando que el resto no podría saber jamás quien se encontraba tras el disfraz. Se sonrió mientras giraba la máscara entre sus dedos, sería interesante poder entrar al salón de baile llevando eso puesto, con la cabeza en alto y sosteniéndoles la mirada a los invitados, aparentando ser lo que no era…

No es como si no lo hubiesen pensado con Oswald, pero solo habían sido comentarios al pasar, entre risas y chistes, conjeturando lo que un montón de invitados, entre asombrados e indignados, podrían decir al verlo entrar. Pero solo había quedado en eso, delirios privados entre dos amigos de muchos años, preparándose con el mejor humor posible para pasar una noche larga y aburrida.

por **Nirole Eilen** Miér Nov 23, 2016 2:04 pm

Noche de máscaras sería y yo me había auto invitado gracias a que conservo aunque en secreto,mi apellido Black,para evitar reencuentros no queridos y entremezclarme entre el gentío parisien con mayor facilidad y sin tener que preocuparme de batallas en las que sinceramente estoy un tanto oxidada.Pero en cambio en esta clase eventos podía considerarme como alguien experimentada en la temática.Mascaradas.Momento perfecto donde aquellos con mayor poder adquisitivo en esta Francia victoriana se engalanaban,no solo con las máscaras que cubrirían cada rostro,sino también por cada joya visible que cupiesen en sus dedos y cuello,quedando a la vista de cualquier pícaro que pudiera colarse por la puerta de tras o por las cocinas.

No quise repetir como ninguna de las anteriores veces,ni siquiera en la máscara que pertenecía a mi variopinta colección de tiempo atrás donde sentí la necesidad por coleccionarlas,en vez de cuerpos en el sótano como hacía antaño y para que mentir aun lo hago mas solo en contadas ocasiones donde no me parecen suficientes gritos de dolor u placer según se me antojase con cuya víctima.Por ello,me hice dueña de un magnífico vestido,cosido por los mejores sastres de esta época y que sin duda confiaba que me confeccionaran un diseño exquisito y no me equivoque,yo,tan solo les enseñé la máscara que llevaría,los colores sobre los que elegir y el resto se lo dejaba en sus manos para tenerlo listo para el día de hoy.

Por ello me desvestí después de darme un baño para entre sales aromáticas,airear cada poro de mi piel y desnuda sin ningún tapujo de enseñar la silueta de mi cuerpo donde destacaba el perfil de mis senos,mas estaban acostumbrados de ver a su “señora” de esa guisa cuando andaba bajo sábanas con contados hombres,todo ellos marcando un antes y un después,importantes todos ellos pues soy muy selecta para ese tipo de menesteres.

Las mujeres del servicio me siguieron a mis aposento y allí procedieron a vestirme,secarme y peinarme adecuadamente para esta clase de evento,estaban experimentadas en ello,porque tal y como dije,no es la primera vez que acudo como también es la única vez que dejo que me toquen o rocen con mi consentimiento,si no es que yo te tocara antes,entonces tal vez retenga el impulso de matarte.

No obstante cuando ya hubieron terminado,abandonaron la habitación y me dejaron sola con uno de los mayordomos que sabía que disfrutaba con cada mordida y más si yo era quien podía otorgárselo entre pinceladas de dolor.Con sumo cuidado bebí de no mancharme, elegí su muñeca y luego le curí con la saliva para que esos orificios sanaran y no quedara marca por alimentarme.Un secreto entre los dos donde creía que eso le daba ventajas mas su muerte se aproxima mas que ninguna, ya no me es útil.

(..)

Ya había llegado el momento,lo único que me quedaba era colocarme la máscara y así lo hice frente al espejo de pie de esa misma habitación a la que volvía subir a por ella,—¡parfait!—Dije antes de bajar las escaleras, donde una de las doncellas me ayudo a bajar por ellas para evitar el tropiezo,mas no se daría gracias a mis reflejos.

El carruaje ya estaba listo,podía oir el relinchar de los caballos a lo que le siguió después el tintineo de la campana que estaba al lateral del portón de la mansión.Puerta abierta y me introduje una vez abrieron la puertecilla de dicho carruaje,—Al palacio Royal—Indique para por fin, invitación en mano dispuesta a deleitarme con tan exquisito caviar francés y otras tierras que seguramente acudirían con tal de apliar los lazos y enriquecer su vida social.

Al llegar allí y bajar, pude ver como dos guardias custodiaban la entrada,aun no estaba ni cerca y ya vi la silueta de algún pícaro dispuesto a colarse por la puerta de atrás que sabía que existía.Lo vigilaré,fácil me quedé con su atuendo que danzaba de un lado a otro para no ser visto,¡tarde!.Enseñe la invitación y me abrieron las puertas, llegando así al interior, entregando por fin la acreditación que me diera paso al gran evento.

Sentí ante mi nombre que rápido anuncian y que la mayoría ni siquiera oiría por la alta música que componían sus charlas, no mas alta que la propis notas del compás.Un lugar de lujo con todo detalle para fuera a sí mas vistosa y que junto a las diferentes máscaras y trajes de mascara quedaba exquisito.Junto a todo eso, innumerables aromas y auras, donde mas de uno escondía un secreto natural y que al igual que todos por esta noche fingían ser lo que no eran.Seguí moviéndome entre ellos,yendo por la parte distal del centro,pasando de largo los balcones abiertos que dejaban salir la luz del lugar para encontrar un acompañante, pues no todos venían con sus respectivas parejas.

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