Páginas blancas en llamas

por **Lydia Atzerias** Vie Ene 08, 2016 6:49 pm

Burning Soul

El fuego aleja los malos pensamientos

Hermosas estrellas encendidas de rojo que van cayendo por la ciudad. Los estallidos en el cielo que resuenan por toda las calles anunciando la ya conocida vida cirquera que en las noches parisinas alegrara las vidas de grandes y chicos. Los rugidos de los leones, los gritos de los anunciantes junto a las risas de los niños que corren por todo el lugar.

Chispas de emoción que llenan las fraguas que son las carpas donde la magia empieza; el embellecimiento al arte nocturno de la diversión. Todo está listo, pero entre las carpas más alejadas de la principal esta una mujer de cabellos largos y con un vestido extravagante, pintura en su rostro y una coleta alta que sus manos elaboran para tejer sus finas hebras. Termina de alistar las medias de rayas bien altas, los zapatos de baletista y esa sonrisa, su cuerpo cubierto por las telas de rayas también que la hacen ver más estilizada.

Sale de aquel lugar caminando con una sonrisa de enorme en su rostro, sus pasos son tan delicados como si se tratara de una danza estudiada, en su diestra tienen una sombrilla pequeña. Camina dando saltos tarareando una melodía extraña…

—Río canta, río baja…donde llega el río, a la esquina gira y a otra baja, porque al final toco canta—

Una pequeña risita que acompaña su andar…

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por **Lydia Atzerias** Vie Ene 08, 2016 6:54 pm

My Little Fairy

El fuego aleja los malos pensamientos

Gotas cristalinas de lluvias que en la tierra se pierden cuando tocan el cielo ennegrecido; pero que aparecen en los cuerpos de los muñecos que van danzando por la ciudad en busca de algo que los caliente del fría vida que llevan, fuegos andantes que van tomando colores muertos y vivos a medida que el reloj de la torre marca la medianoche; aquella son las sombrías imágenes que en la mente desvariada se materializan constantemente. Colores que engrandecen el cielo nocturno, estallidos que iluminan todo el camino por dónde anda, pero solo es su insana mente que le dibuja aquellas figuras y colores en tonos rojizos, naranjas mezclados con tintes amarillos donde solo puede ella escucharles y olerles.

Mente perturbada que en cuya vida y rostro una sonrisa se materializa; observa a su alrededor pero sin ver a las personas de frente desvía uno poco la mirada para no hacer contacto visual mientras sus labios no paran de moverse constantes y sonante con una melodía que no existe pero que para ella si lo hace. Alza la vista contemplando una sombra que se cierne cerca de ella cada vez más y más cerca y no puede evitarla ni tampoco quiere; cierra los ojos a la espera que las tinieblas la cubran por completo.

Un golpe seco y su cuerpo cayendo al suelo es todo lo que quedó, su rostro se ciñe en una marca de molestia, aquella pequeña sombrilla junto al sombrero diminuto de copa que iba sostenido en su cabello salen por los aires dejándola en un aspecto diferente, al aspecto que suele tener cuando no está en circo.

Aquellos pequeños ojos se abren completamente llevando las manos de seda enguantadas sobre su cabeza, se ha descubierto y ahora mira ceñuda, molesta y enfurecida a aquel que le ha quitado su disfraz, toda su fachada se ha caído como un vaso de cristal que se va rompiendo lentamente en mil pedazos.

Aquella situación la descoloca y su locura se pierde, su ilusiones y voces que la llenan se dispersan para traerla al presente; se levanta sin aceptar la mano amiga que se presenta desinteresadamente, golpea con su dorso aquella que se ha acudido a su auxilio, en sus labios delgados una curva se dibuja lentamente hasta marcarse en una mueca de desagrado que se pierde cuando el fuego del alma se hace más que evidente en el crepitar que la va silenciando lentamente.

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por **Lydia Atzerias** Miér Jul 27, 2016 12:18 am

Feeling Dancing

El fuego aleja los malos pensamientos

Notaba poco a poco como la ira se apoderaba de aquel fuego que danzaba lentamente frente a ella, como si de una obra de danza se tratara tan digna de imitar, y cuyos pies le seguían llenos de emoción, podía sentir esas emociones a través del sonido que emitía aquellas brazas ardientes así como los gritos de las personas que sentían el abrazo cálido de las llamas. Se dejaba llevar por sus emociones, que solían ser de todo tipo, y en aquella ocasión seguían por la misma línea, cambiando y a la vez dejándola en un punto en el que no siente emoción. Volviéndola incapaz de sonreír o llorar realmente, solo una burda imitación barata de lo que ha visto.

Caja rota que se mueve y busca la respuesta en el aquel calor que va cesando poco a poco para dar paso a ese rostro enmarcado en la desesperación y el no comprender lo que ha ocurrido realmente, esa forma insensata de comunicarse con el resto de personas que corren a ayudar a los desvalidos y ella impávida observando e imitando las sonrisas que suele ver en aquel circo. ¿Quién se había creído que era?, esa era la pregunta que todos se hacían cuando ella pasaba a su lado dando pequeños brinquillos tarareando una melodía que se mezclaba entre números y letras saltadas del abecedario.

Sus manos estaban llenas de Hollín y sus dedos contaban cuatro, cuatro era el número de víctimas fatales y seis las corrieron con suerte. O quizás no tanta porque al final en su mente siempre serán nueve los que corrieron con la maravillosa suerte de ser tocados por ellas bellas llamas de fuego en aquel encuentro de baile, único a los ojos de aquella rubia que se aleja contenta de haber visto aquello, de haber sido la maestre de dicha ceremonia.

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por **Lydia Atzerias** Jue Oct 27, 2016 11:21 pm

Burn and Burn

El fuego aleja los malos pensamientos

Cada vez que el fuego se esparce hay notas de gritos y llanto que acompaña el lugar, tal como sucede con los gritos y aplausos cuando un acto de magia o asombro ocurre por los terrenos del circo.

Los ojos de quien ladea aquella cabeza mientras esos ojos claros que observan desde el público van de lado a lado observando cada uno de los actos que se efectúa frente a sus ojos. Aplaude, sonríe, sonríe y aplaude pero no comprende en su totalidad solo puede imitar a todos aquellos que han acudido a aquel lugar. Trata de tomar los mismos sentimientos que ello pero falla, terriblemente y por eso se enfurece tanto que no puede evitar salir de ahí molesta enfurruñada tanto que cuando el viento de la noche golpea su rostro se calma.

Entre las finas melodías de un viejo violín y su maestro que se pone de pie tocando para aquella princesa que sonríe puede observar las llamas crepitar de las antorchas que adornan la entrada a la carpa de la que ella ha salido presurosa. Danza y se eleva tan alto cubriendo completamente la carpa y es entonces que sus ojos toman ese brillo indecente de la felicidad que se marca con aplausos y una gran sonrisa en aquel rostro jovial.

El maestro termina la sinfonía justo cuando la dama desaparece y en su lugar el gran fuego comienza a consumir parte de la carpa con los integrantes dentro.

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por **Lydia Atzerias** Vie Ene 27, 2017 7:56 pm

My Little Fairy

El fuego aleja los malos pensamientos

-" hola... ¿como te llamas? ¿conoces por estos lados?"- se veía nerviosa, me limite a mirarla, resultaba un tanto extraño su manera de dirigirse a mi, era una persona peculiar, me reí, levemente, con ese tono de voz que llegaba a molestarme por su dulzura- las personas... suelen presentarse antes de preguntar- le sonreí dándole a entender que bromeaba, no desconfiaba de ella, en el caso fantasioso de que hubiese sido enviada en mi búsqueda, Melina no se le habría acercado jamas- Jaine Mondschein- dije en un suave susurro después de mirar a Mi felino acompañante con complicidad-puede llamarme Jaine si es su preferencia señorita...- hice una pausa mirándola a la espera de su nombre, respecto a su segunda pregunta dude un poco pensativa, en realidad, no tenia idea de como o por que había llegado a esa ciudad y mucho menos sabia sobre ella, Melina clavo sus pequeñas garras en mi mano, llamando de ese modo mi atención y sonreí, de verdad no había de que preocuparse si estábamos juntas-oh no... en lo absoluto, mi pequeña guia es quien podria presumir su conocimiento - Melina miro a la joven clavando sus ojos en los de ella, para luego maullar, de un modo que era casi una sonrisa de invitacion - yo... aun no tengo el gusto de conocer paris le sonrei acompañando a la confianza que mi amiga habia depositado en esa persona- seguramente, su caso sea distinto

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por **Lydia Atzerias** Jue Jul 27, 2017 10:22 pm

Burning Soul

El fuego aleja los malos pensamientos

Fue tras la pregunta del rubio cuando realmente pensó en aquello. Ni siquiera había tenido tiempo de recordar con las prisa que había tenido para llegar hasta los jardines. El islandés cerró los ojos, dejando apagarse lo poco que le quedaba de cigarro, tratando de recordar. Desde luego tenía algunas cosas claras. Primera, no había ligado o por lo menos compartido con nadie la noche: se había despertado solo y todo lo que había por encima era suyo. Segunda, tampoco encontró heridas ni ninguna inflamación mientras se vestía, por lo que tampoco se peleó con nadie ni se cayó. Tercera, la ropa de la noche anterior: la camisa sí estaba bien, los pantalones....El recuerdo cruzó el cerebro de Nicholas a la velocidad de rayo. Joder, vaya noche.

Abrió los ojos como platos, una vez recordaba toda la escena, fijándose en cómo le había dicho algo mientras mantenía un cigarro entre los labios. El joven palpó en los bolsillos de su chaqueta, hasta encontrar su zippo y encenderlo frente la barbilla de su amigo, hasta que el final de su cigarrillo se encendió. - Yo no pasé mejor noche... - Comenzó, guardando el zippo y acomodándose en la palmera. - La noche marchaba bien cuando te perdí, me presentaron a una chica de medicina que parecía una modelo...al menos tras la última ronda de chupitos. El caso es... - En ese momento comenzaba lo bueno, no podía imaginarse cuan grande iba a ser la carcajada del rubio. - ...hablamos, intercambiamos números, salimos a la calle y nos liamos... - Suspiró, con una pausa más, tratando de causar expectación en - ...y bueno, acto seguido me vomitó en los pantalones. - Terminó de forma más rápida, encogiéndose de hombros y acabando en una carcajada. - Cuenta como media victoria, ¿no? - Bromeó, mirándole y dándole una palmada en el hombro por el codazo que recibió antes.

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