Non...Non...Oui? [ Privado]

por **Lionel D'Maine** Sáb Ene 29, 2011 6:08 am

"No, No, siempre dices no y al final es un ¡si!"

Bastantes problemas habia tenido ya con los gitanos como para empezar a negarse ahora a sus exigencias, por ejemplo, habia arruinado una de las fiestas porque no habia deseado bailar ni tocar ni unirse tampoco, habia enseñado una cosa a los pequeños que no debian de ser sino enseñadas por los padres, habia optado por comer solo mientras los demas estaban haciendo la comida...un cumulo de cosas que no las hacía queriendo sino que salían del fondo de su corazón haciendole por ende algo más despistado que de costumbre.

Le habian enviado lejos, bastante lejos a comprar unas hierbas que solo vendían unos mercaderes que estaban alli a un precio extremadamente barato ya que necesitaban sobrevivir con algo ¿no? se masajeó la sien buscando alguna excusa para no tener que volver, pero no, habia dejado alli todo lo suyo asi que no podía escaparse de volver con las hierbas. Lo bueno era que nadie sabia que tenia sus ahorros de dinero escondidos eso le serviría para volver porque con el dinero qu ele habian dado los gitanos no servia excesivamente para nada.

Estiró su cuerpo cuando llegó al mercado, habia carne, pescado, panes calientes, todo artesanalmente debido a que en aquellas zonas apenas pasaba gente y los comerciantes ajustaban su vida y sus bolsillos a la gente que venía, finalmente se detuvo ante una mujer de aspecto anciano que sonreia mirando a Lionel con "malos" ojos, él, tuvo que mirar hacia otro lado esperando no causar algun problema mientras escogia las hierbas que necesitaba, era bastante tranquilizador que su difunto padre le hubiera enseñado bien las hierbas o si que se hubiera visto en un buen lío-

por **Arianne C. Wickham** Sáb Ene 29, 2011 12:30 pm

Odiaba el mercado, odiaba a la gente que iba al mercado, odiaba la inmundicia, en pocas palabras odiaba ser pobre. Arrugue la nariz como si algo me apestara justo debajo de la nariz y claro que algo apestaba, el olor a carne cruda y a pescado hacia que me doliera la cabeza y eso sin contar la sangre de los mismos, era un lugar terrible y lo odiaba como me odiaba a mí por obligarme a ir pero según aquella señora si me hacía en té con no sé qué clase de hierba los malestares de la fiebre se quitarían. No tenía dinero para pagar un medico así que las hierbas sonaban a que era una buena opción.

Busque con la mirada el puesto de plantas pasando por alto los lugares en donde había sangre, llene mis pulmones de aire y comencé a caminar evitando cualquier contacto que me hiciera vomitar. Era una suerte que las personas con dinero no tuvieran que acudir a ese lugar, ellos solo tenían que mandar a buscar al doctor, tomar medicinas y a los dos días estaban tan sanos como un pollito pero yo no era rica, ni tenía dinero, solo tenía mi belleza con la cual podía conseguir muchas cosas pero a veces necesitaba más, mucho más. Localicé el lugar de las hierbas tan rápido que me sorprendí, tal vez era mi intento por salir ahí rápidamente aunque ahora que lo recordaba el nombre de esa hierba no llegaba a mis labios.

Eran miles de hojas verdes, no sabía cómo era ni mucho menos. Me había repetido durante todo el camino el nombre de aquella planta y sin más lo había olvidado, mire de reojo a un chico, un gitano que también compraba algo, no solía cohibirme pero me vería como una tonta si preguntaba ¿Y si salía de ese lugar? Sí, eso era lo mejor en vez de estar haciendo el ridículo, deje de tocar con los dedos una florecilla de color violeta que había llamado mi atención. Era bonita y tan frágil que incluso pensé en comprar un poco aunque fuera para adornar.

por **Lionel D'Maine** Mar Feb 01, 2011 11:18 am

-Estaba algo nervioso por la mujer anciana que no paraba de mirar al gitano como si estuviera a punto de lanzarse encima de él, por eso quizás le habian enviado a comprar esas hierbas para no tener que aguantar a esa anciana, Lionel tuvo que hacer una especie de esfuerzo para calmarse especialmente porque la mujer parecia tener deseos de aquel acercamiento indecente...agradeció que una mujer se habia acercado a mirar las plantas y que el rostro de la anciana habia cambiado a uno más profesional como si el hecho de que ya hubiera alguien más pudiera cambiar el modo de verla de muchas personas, disimuladamente Lionel observó a la dama.

Era sin duda hermosa, sintiendo deseos de poder hablar con ella más se dió cuenta de que si ahora mismo lo hacia quizás seria tachado como un pervertido por la propia dama de todos modos la misma desconocida le dió la clave para poder hablar con ella sin que se notase demasiado aquella torpeza inicial que mostraba Lionel, sus orbes estaban confusos, el gitano era demasiado observador algo que hasta su difunto padre habia criticado "Lionel, si has de acercarte a alguien no le mires de ese modo" por eso habia aumentado la dosis de camuflaje y disimulo para que la gente no tuviera que darse cuenta de que estaban siendo observados por el propio Lionel-

La hierba-buena parece estar en buenas condiciones, sirve para hacer muchas infusiones en este invierno tan frio...oh, el azahar y la camomila también se ven bien, madame tiene el mejor romero, sirve para los dolores de cabeza que la mayoria poseemos

-La mujer anciana empezo a asentir como si Lionel solamente estuviera alardeando de su trabajo mientras pasaba los dedos por las distintas hierbas quizás orgullosa pero lo gracioso era que Lionel estaba hablando aun más de lo que habia hablado desde el comienzo que habia llegado alli, es decir, nada, cuando habia llegado solo tenia deseos de marcharse inicialmente, pero ahora no sabia porqué pero deseaba un acercamiento con aquella dama algo amistoso quizás pues no era como los demás hombres que al mirar a una mujer hermosa perdían la cabeza más sin utilizar el cerebro acudian a "otro" tipo de cerebro para acercarse a la dama algo que el gitano nunca haria.

Tomo un poco de aire tras haber dicho las hierbas que poseía, la mayoria era para todo tipo de infusiones que quitaban la cabeza, los dolores musculares, el dolor lumbar, la garganta, hacia que algunas heridas cicatrizasen con tranquilidad, muchas personas eran aun reticentes a creer aquello pues ¿una infusion que ayudaba a las cicatrices? todo venia del cuerpo, si le dabas una hierba necesaria se sorprenderian la mayoria de personas lo que era capaz de hacer una planta, solamente si se ingeria adecuadamente-

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