<~ Una parte más del trabajo ~>

por **Yuki Onna** Dom Dic 15, 2013 1:44 pm

La idea de comenzar a usar zapatos rondaba ya su mente desde hacía un tiempo. La verdad es que desde pequeña había preferido ir descalza, eso la hacía estar más en contacto con la tierra, como los animales, ellos no usaban calzado alguno, pero cuando comenzaba la época de frío la verdad es que la temperatura se colaba por las extremidades primero que nada, y por más que intentaras abrigar el resto del cuerpo parecía que los pies no dejaban que el calorcillo reconfortara de ninguna manera.

Llevaba ya un par de horas vagabundeando por el cementerio, no había nadie a esas horas de la mañana, demasiado temprano aun para que comenzara a acudir la concurrencia, apenas había salido el sol unos minutos atrás y no se vislumbraba siquiera en el horizonte, solo el destello que aclaraba el día le hacía saber que ya amanecía. Pero eran las mejores horas para ir a algún sitio en busca de plantas.

El negocio familiar se basaba en la venta de productos que ayudaban a las mujeres a mantenerse más hermosas. Eso hacía que todo fuera muy natural, y que las plantas y flores fueran parte fundamental de los ungüentos que ella misma preparaba, enseñada por su abuela. Eso también conllevaba que tuviera que salir a veces a comprar o recoger cuando se le acababan los recursos. Y una de las plantas importantes nacía mucho en el cementerio de París, casi como si fuera el sitio que más apreciaba y donde más cómoda se sentía para brotar.

— En nombre de todo lo vivo, ¡qué frío! — protestó en un murmullo, hablando consigo misma. Estaba sentada en una lápida que no sabía de quién era, pero en ese momento le brindaba algo de protección del viento. No era educado ni respetuoso, pero era una buena forma de mantenerse caliente y poder frotarse un poco los pies entre la tela que llevaba sobre los hombros, a ver si se los calentaba hasta que el sol decidiera brindarle sus rayos y así poder tener algo de consuelo.

por **Leia Lozano** Vie Dic 20, 2013 8:00 am

Estaba en la entrada del cementerio con unas flores en la mano que llevaría a cualquier tumba que este vacía y sea de alguien mayor como lo seria mi madre, pues eso es un modo simbólico de llevarle flores pues su tumba esta en algún camino al cual nunca he podido ir. En verdad al estar en este lugar recuerdo cuando vía mi madre toda vestida de blanco y parecía dormida, pero no sabia por que la gente a mi alrededor lloraba ante ella como si algo triste fuera verla dormir. Luego de eso fue que empecé a notar su ausencia y solo me decían que esta fue llamada a una mision lejos de aquí , pero que nos cuida y nos protege sin poderla ver lo cual era algo extraño en verdad hasta un poco confuso por mi corta edad.

Luego que tome mas edad supe que mi madre estaba muerta lo cual fue un duro golpe para mi , pues era la única que había perdido a su madre de los niños y niñas que están en mi campamento lo cual me hacia sentir mal al verlos compartir con su madre pero yo tenia que solo ver. Eso no quería decir que no me sintiera bien con mi padre y mis hermanos pero a decir verdad desearía tener una figura intima femenina a mi lado, que no fuera la madre de los demás sino mi propia madre lo cual era mucho pedir pues esta ya estaba muerta y por mas que lo deseara no podrá volver a la vida.

Así que solo doy un suspiro para poder adentrarme en el cementerio, me gustaba ir por la mañana temprano pues a esa hora no hay nadie que me diga que hago poniendo flores en la tumba de su familiar. En fin que agilizo el paso y me topo con la tumba vacía de una mujer que por cosas de la vida se llamaba María también así que hay deposito las flores , luego de hacerlo me quedo con una en la mano y sonrió mientras sigo mi camino pues ese ritual me hacia sentir mejor pues sentía que a pesar de ser una tumba ajena mi madre se sentira feliz por poner flores en símbolo en tumbas.

Cuando voy caminado por las tumbas veo a una joven a unos metros de mi, pero lo que mas me llama la atención que es una gitana como yo pues por su vestimenta y su aura puedo verlo. Así que con algo de confianza me acerco a ella, para así poder hablar un poco con ella y conocer a alguien nueva que no es de mi campamento creo.- Buenos días, joven amiga.- Le dije amablemente.

por **Yuki Onna** Dom Dic 29, 2013 5:56 am

Aun seguía frotando los pies para ver si lograba transmitirles algo de calor y así poder ponerse de nuevo en marcha. No quería que se le hiciera muy tarde para volver al campamento, o su abuela le echaría tremenda reprimenda. O también corría el riesgo de que alguien la encontrara allí y se pusieran a la defensiva. Casi como si le leyeran la mente, escuchó una voz que la puso en seguida en alerta y giró el rostro hacia la mujer que le había hablado. En cuanto la reconoció como gitana se relajó un poco y sonrió.

— Buenos días, compañera. — se puso de nuevo el pie, rodeándose los hombros con el chal, casi abrazándose a si misma — Espero no haber estado ofendiendo a ninguno de tus familiares. — señaló con un gesto de cabeza la lápida donde había hasta el momento había estado cobijada. Se alejó un par de pasos de esta, para acercarse a la muchacha. Carrie era una persona sociable, que no podía evitar intentar hacer nuevos amigos — Soy Carrie, creo que no nos hemos visto antes.

Se la quedó mirando, esperando que se presentara también, y de paso tratando de recordar si realmente no la había visto antes. El área donde los gitanos se juntaban era bastante grande, y muchos eran de ir y venir, así que todo el tiempo estaba llegando gente nueva que no sabías quién era. Pero lo mejor era conocerlos y preguntarles de dónde venían, muchas veces conocías nuevas historias, cosas que no sabías y te ayudaban a agrandar tu cultura. Era precioso, a Carrie al menos le encantaba.

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