1 + 1 = 3 || Privado +18

por **Françis S. Lombard** Miér Mayo 06, 2015 8:41 pm

Noche perfecta en el lugar menos idóneo, el burdel de la primera esquina daba la alerta de fiesta en las calles de sexo y diversiones mal sanas, luego doblando por otra estaban los burdeles menos caros y menos lujosos y atrás de todas esas en los barrios menos pensados había casas de “citas” que eran igual a burdeles donde solo amigos de los dueños podían entra, ahí solo se pasaba con invitación y siempre tenían a los más ricos de la zona, gente muy importante, ahí se daban eventos en grandes, fiestas, trajes, vestidos, alcohol y las habitaciones más limpias y lujosas. Todo para mantener a los clientes satisfechos y en la calle había una que otras mujeres prostituyéndose como castigo al parecer.

Entre los pasos de la calle un hombre alto va caminando, el cigarro en su mano se prácticamente apagando hasta estar extinto en el suelo, las cortesanas le llaman como si fuera un cliente pero no lo es, en su mirada busca una a una a las chicas hasta que se encuentra con aquella que los rumores hablan, una cortesana que es dura pero a la vez suave, que le gusta sacarse las ganas con uno que otro cliente y a otros les cobra muy caro porque le es fiel a su dueño. Interesante palabras para describir la relación laboral con su dueño, se acercó cauteloso hasta la mujer sonriéndole.

–No voy a decirte hola ni, si quieres hablar en privado, seré directo contigo– tira la poca colilla que quedaba al suelo –He oído hablar de ti, dicen que te das unos polvos gratis de vez en cuando, así que, qué te parece tú, yo, y una amiga tuya en una habitación con alcohol y cigarros, yo pongo los dos últimos y tu pones a tu amiga para el show, además ¿no estas con frío esta noche? así que ¿Qué dices colega? Nos vamos a una pieza en uno de los burdeles y contratas a la otra puta o follamos aquí tras la pared del burdel al que sirves– busca entre su chaqueta gris un cigarro con unos cerillos.

Entre la oscura noche sin luna solo el fuego encendido que se acerca a reclamar el humo del cigarro se puede vislumbrar, junto a la sonrisa del caballero que arroja lejos los cerillos acercándose cual lobo a su presa.

por **Coralie** Sáb Mayo 09, 2015 1:05 am

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Maldito hijo de burra mal parida, cabron, idiota, estúpido, hijo de su re... bueno puede que su madre no tuviera la culpa realmente, pero eso no le quita que sea un maldito bastardo malparido que sabe como joderme.. En ambos sentidos claro esta: tanto sexual como fastidiarme la ya jodida existencia que tengo... Y bueno no es que yo no ayude mucho a la causa tampoco. Eso de pasarme retando a Sam y llevandole la contra y follandome a Dante gratis, que eso no sabe pero sabe que no le cobró como debe y ello me a llevado a uno de sus ya famosos castigos. Estoy caliente, tan caliente y adolorida que el frío que anuncia la próxima llegada del invierno ni me pica, todo lo contrario me alivia un poco. Porque Sam se aseguró por unas cuantas horas de dejarme en claro que mi castigo sería no sacarme las ganas y así me dejo el muy hijo... En mi mente el chiflido no se hace esperar así como un 'buenas noches papacito'

-No era necesario decir "Hola" cariño y aún así lo hiciste como tampoco hablar en privado, lo único que hago en privado es follar y ni eso es necesario- miro al hombre despacio de pies a cabeza. ¿Porqué me habla con tanta familiaridad? Este qué me sabe que no recuerdo habérmelo... Ohhh así que ha oído hablar de mi, mira que me e vuelto famosa. La sonrisa burlona, subida y lasciva que suele adornar mis labios le saluda -Follamos aquí tras la pared del burdel al que sirvo si me das a escoger, ya sabes para quitarme el frío que no siento en verdad -tomo su mano deslizando los dedos para tomar el cigarro y dar una calada al tabaco -¿Qué te hace pensar que estoy fría amor? Anda, mete los dedos y compruébalo - bromeo socarrona.

Escucho atenta la propuesta beneficiosa a mis intereses, de hecho ya tengo en mente a quien invitare. La risa se me escapa de los labios que sonríen antes de volver a mis andadas -¿De donde has escuchado hable de mi? Porque creo que te equivocas de fursia, yo no doy nada gratis, esta puta que vez cobra siempre con dinero -hago el ademan con la mano- o de alguna otra forma- alzo las cejas mirándole detenidamente. -Si no obtengo nada no es buen negocio amor, el alcohol y tabaco puedo conseguirlo sin necesidad de trabajar, tengo mis propios métodos y mañana - Trae buena ropa, su voz me excita, tiene un tono almizclero y ronco me calienta la sangre.

Doy un par de caladas más al tabaco y lo regreso a su dueño liberando el aire de mis pulmones. Este hombre me intriga pero lo que más me interesa saber es quien le ha hablado de mi. Libero el aire de mis pulmones

por **Françis S. Lombard** Sáb Jun 06, 2015 11:50 pm

La sonrisa que engalana el rostro de aquel monstruo que se presenta a la mujer, los dientes perlados cuando esta toma con descaro el cigarro, las palabras sinuosas llenas de lascivia lo envuelven en pecados. Baja la vista por todo el cuerpo femenino sin pudor ni recato avante amenazando a la mujer a la vista de todas las furcias del lugar que con bocas abiertas chismean, las manos van a las caderas empujándola contra la pared de aquel lugar sin importarle quien esté de observador; relame sus labios ante la invitación de la mujer que sin duda alguna se presta a la corroboración.

Los dedos se levantan frente los dos, un par de largos dedos que son chupados por el hombre hasta dejarlos húmedos, descienden por los labios carnosos de su víctima, su cuello deja la huella húmeda hasta los voluptuosos senos, no los mira solo se abre camino entre ellos, aun sobre la tela, baja por su vientre justo por entre su sexo, un poco más y ha descendido hasta el filo de la tela que lleva por vestido para comenzar la ascensión. En su rostro una sonrisa infame por tal acto, sube por los muslos de la mujer hasta tocar la tela intima que cubre su sexo ahí se detiene abriendo los labios en una O muda que es cambiada por una risilla de satisfacción cuando sus traviesos dedos hurgan tras la ropa, metiéndose acariciando la carne húmeda –Vaya, no has mentido, estas muy mojada ¿dime que te han hecho para dejarte así? O mejor dicho que no te han hecho– inserta ese par de dedos cómplices en el interior de la mujer tomando con su otra mano la pierna de ella llevándola a su cintura –Las calles hablan bien de ti ¿será cierto, o entonces fueron mentiras de que no cobras, putita?– saborea esa última palabra con su lengua al oído de la mujer, como la serpiente a punto de devorar a Eva.

Sus labios rozan el cuello de la mujer con la lengua formando letras sinuosas, todo el abecedario sobre la clavícula de la dama dejando un mordisco tras cada letra, sus dedos se adentran más en ella, saliendo a penas unos centímetros para golpear con fuerza contra el clítoris humedecido –Es necesario que diga donde hoy hablar de ti, o mejor te lo muestro, no hables más ni digas nada que ya quien eres, bien hablan las calles y burdeles de ti, la consentida de su amo y dueño que sabe mejor que nadie este oficio y se entrega a él con deseo, incluso mis dedos abriéndose en un interior lo sienten, como los devoras lentamente, como los aprisionas esa calidez, si, eres la puta que folla por deseo, creo que primero te follare y luego buscamos a tu amiga para fallármelas a las dos– pellizca el clítoris de la prostituta riéndose con sorna.

Sus dedos salen completamente del sexo humedecido para enterrarse nuevamente en ella, sus gruñidos son bajos y completamente aislados, su mano libre asciende por la cintura, los senos el cuello y se enredan en los cabellos de la mujer tirándolos hacia atrás para dejarle el cuello a su merced, el cual lame completamente hasta llegar a sus labios y besarle metiendo la lengua en ella sin permiso, un beso demandante y con mucha fuerza, es ahí cuando sus dedos comienzan una embestida fuerte y dolorosa abriéndose dentro de ella, hasta introducir un tercer dedo que acompaña al sonido erótico y el aroma delicioso del sexo nocturno.

por **Coralie** Lun Nov 16, 2015 8:36 pm

¿Yo? ¿Entregarme al dulce abrazo de los placeres carnales? pues, no, no siempre, el dinero, retar a los hombres, demostrar que una simple mujer, una simple puta podía mas que ellos, que esos que se creían machos podían ser simplemente doblegados por el placer que una mujerzuela les daba a como ella quería, eso era lo que me gustaba. Saber que siempre tenía el control y eso es precisamente lo que le voy a enseñar a este que se cree todo un semental. Dejo que haga, que sus dedos bagen por mi cuerpo, que se metan debajo de la tela, que urgen entre mi carne ¿Cree que puede con esta puta? Por favor.

Los dedos húmedos, mojando la piel expuesta de mi cuerpo. No aparo la mirada de sus ojos, ambos jugamos este juego, ambos sabemos que sucederá, es como el preludio de una función de teatro. Tan simple, todos los hombres son tan simples y fáciles. Toca, descubre y cree poder con esta prostituta, pocre iluso, aun no hay quien pueda conmigo… ¡ok! ¡Está bien! Puede que sam y Dante pero solo ellos dos, no habrá un tercero. Bien puede que si pueda un poco conmigo todo por la culpa y la forma en que me ha dejado Sam, sus dedos se mueven mas y mas, me abre, y yo dejo que el haga, mi cuerpo lo necesita. –Ha hecho de mucho– suspiro sin dejar de retarle con la mirada –Por supuesto sabe dominar y manejar por completo a una mujer. No seria quien es de no saberlo hacer– puede hacer lo que le venga en gana. Necesita mucho mas que eso para hacer gritar y suplicar a esta puta.

Sonrió sínica, mordiendo mis labios sintiendo los dedos jugar entre mis plieges, mojándome, aliviando solo un poco la incomodidad de lo como me ha dejado mi dueño –Deja de hablar y muestra si puedes desempeñar este oficio también como yo– le reto gimiendo despacito, solo una pisca de deseo liberado, un juego de poder entre ambos. Vamos cariño, veamos quien sucumbe primero –Hay muchas dormas de cobrar… ah… no solo dinero, seguro lo sabes al igual que yo– las palabras marcan una sonrisa silenciosa en mis labios. La consentida , jajajaja, claro, la que le deja mejor paga será, consentida, para ello está la rubia esa a la que le tiene tantas ganas. Y si, el atisbo de celos no puedo evitarlo.

Me carcajeo al creer que podrá con mi querida Alessa y conmigo al mismo tiempo. Dejaremos seco a este hombre antes de poder satisfacer a una sola de nosotras. –Muéstrame de que estas hecho antes de que presente vergüenzas a mi “amada Alessa” ah... ah… – reprimo el gemido sonriendo sin perder la batalla. Mete la lengua y dejo que bage, que haga, que intente. Puede intentar follarme, puede intentar hacerme suplicar y aún no ha hecho nada que me lo haga digno contrincante mio.

El delicioso sonido erótico y el aroma peculiar de delicioso del sexo nocturno me esta dejando como una gata en celo, una hembra sigilosa.

por **Françis S. Lombard** Dom Dic 06, 2015 7:40 pm

Ver a la mujer con aquella actitud con desplantes de superioridad como si fuera la dueña del mundo, quizás de su pequeño mundo entre las piernas era dueña, pero nada más que de ello. Sonrió de lado soltando a la puta chupándose los dedos sin dejar de mirarla, se cruzó de brazos esperando a que la mujer hiciera su gracia, dio unos pasos hasta recargarse en aquel muro enarcando una ceja con complicidad.

Bufó un poco cerrando los ojos –Por qué no le echas un vistazo a lo que tengo entre las piernas, mete las manos por ti misma para ver si vale la pena mostrarle a tu amiga, creo que tu boca podrá medirlo mejor que tus manos– ríe cínico abriendo los ojos para enfrentarla, la mira de pies a cabeza; soltó los brazos para tomar a la mujer del brazo fino empujándola nuevamente contra la pared cargándole de la cadera metiéndose entre las piernas de la mujer frotando su masculinidad, su miembro erecto contra la húmeda cavidad de ella –Es mejor que te calles putita, te lo voy a hacer tortuoso y no quiero que llames la atención de nadie mientras te castigo por insolente pequeña perrita en celo– lame el cuello de ella hasta la abertura del vestido donde se muestran aquello orbes maduros y carnosos .

Lame la piel lentamente empujando más su miembro contra el sexo de la mujer frotando la tela del pantalón con aquella humedad, con ayuda de su diestra que desciende por el muslo de la dichosa mujer libera su erección frotándola con mayor fuerza contra el clítoris humedecido –Me gustaría primero frotártelo contra la boca pero esto será mejor y ya que has pedido que te muestre lo que tengo, te daré una certificación propia– toma el labio inferior mordiéndolo con fuerza.

Su miembro se frota con más insistencia y en un movimiento de cadera empieza a introducírselo lentamente sintiendo como se va abriendo a su roja nuez que se abre paso, abruptamente suelta la pierna derecha de la mujer y con su zurda libre aquellos dedos se meten en la boca de la mujer para que los chupe un poco, una vez lubricados y con hilo de saliva de ella desciende hasta el clítoris, se ha introducido solo la mitad de su miembro y sus dedos comienzan a pellizcar el clítoris de ella, no la besa, ni le lame nada más, solo la mira concentrarse en introducirse más en ella y retirarse para luego pellizcar más aquel botón hinchado.

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