Partida de poque(libre)

por **Yohann Moreau** Sáb Jun 26, 2010 8:50 pm

(Antes de comenzar haré una aclaración se dice que el póquer como lo conocemos desciende de un juego francés llamado poque, así que sin saber realmente si esto es cierto, con su permiso lo voy a utilizar)
Cualquier ilusionista que se precie debe tener manos rápidas, y sin duda esa es una de mis mejores habilidades. Si tu objetivo es engañar a la mente de otra persona, simplemente con velocidad física es fácil de conseguir. Lo se, me gusta que me conozcan como aquel que no debe ser confundido con un ilusionista pero, que puedo decir, no puedo negar lo evidente, me divierte hacer trucos para dejar patidifusos a mis contendientes. En este sentido, el poque es mi juego favorito, ya que puedo practicar mis habilidades normalmente sin ser descubierto.

Como en otras muchas tabernas de Francia, en Paris he encontrado una mesa de poque y por lo tanto, mis ansias por demostrarme a mi mismo mis habilidades me obligan a jugar. No hace falta añadir que en esta ocasión, mis compañeros de juegos no demuestran ser muy hábiles con las cartas, y diría que tampoco lo son mucho más con la mente, pero esto último solo es una suposición. Tras cuatro partidas consecutivas ganadas, en la quinta me encuentro en un mano a mano con uno de los jugadores para conseguir mi victoria. El hombre muestra su mano, y su jugada está formada por unas dobles parejas de sietes y ases. Esbozo una sonrisa y destapo un full, formado por tres sietes y dos ases. La mirada del hombre se torna en ira, y de un arrebato, tira la mesa en la que estamos disputando la aprtida al suelo. El sudoroso jugador arremete contra mí alegando que he hecho trampas. Le miro de forma desafiante y cojo cinco cartas, todas ellas de diferentes números.

-Si hubiese querido hacer trampas-Muestro las cinco cartas y todas son ases-. Lo hubiese hecho así.

El hombre no puede creer lo que está viendo y como muestra de su impotencia intenta golpearme, pero entre la embriaguez y sus toscos movimientos lo único que consigue es caer al suelo. Tras enorme humillación sus compañeros de juegos le sacan de la taberna. Miro al suelo y observo el dinero que he ganado; inmediatamente le hago una señal al tabernero para indicarle que se lo pago por los problemas que he causado, bueno eso, y a cambio de un vaso de whisky. El dueño del local acepta encantado y me sirve la copa, De todos los días que llevo en París sin duda este está siendo el más aburrido.

por Invitado Sáb Jun 26, 2010 9:13 pm

[off: no se nada de poque pero hare como si nada sucediera xD]

El día de hoy no tenia nada que hacer. Por el echo de no conocer -específicamente- a nadie, me volvía loco y ocioso. Necesitaba buscar otras cosas y tener mejores experiencias que no sea matar y degollar vampiros locos que quieran asesinarme y a los demas. Eso prácticamente empezaba a aburrirme pero si lo dejaba de hacer mi rutina se rompería y entraría en crisis. Por ahora seguiría haciendo lo mismo de siempre. Andar solo y sin compañía, aceptando cada absurdo trabajo que me propongan disimuladamente cada anochecer.

Mis andares me fueron a llevar a un taberna. Una buena bebida seria excelente en estos momentos. No quería emborracharme y entristecerme por todo, pero necesitaba deleitarme de algo. Nada en especial ni nada frutezco. Pensé por un momento entrar o no y sin pensármelo mas me decidí por entrar al lugar que acogía a montones de hombres que no se veían en sus mejores sentidos. Claro.

Para mi vista la bienvenida fue una pelea. Que porquería de hombres eran esos. Cada vez la gente perdía mas sus conocimientos. Bufe. Un trabajo mas en mente. Como yo lo veía, un tipo rubio fue quien gano y termino con todo. Puse los ojos e blanco, fulminando con la mirada al perdedor por ser quien era; un perdedor. Con toda gracia y firmeza me dirigí a la pequeña barra pasando junto al joven de la cabellera dorada.

-Que pelea -murmure al estar a su lado y siguiendo con mi camino. Me senté sobre una de las sillas de madera recargando mis brazos en la mesa y con un dedo haciendo un pedido al dueño de la taberna- un ron por favor -le dije con amabilidad. Quería algo dulce y que pudiera mantenerme con la mente en la cabeza. Espere mi pedido escuchando a mi alrededor los murmullos de la gente hablando sobre sus propias cosas. Alce mi mirada cuando mi bebida llego y la tome ortigándole un corto trago.

por **Yohann Moreau** Sáb Jun 26, 2010 9:23 pm

Un joven se sienta a mi lado, por lo que percibo a través del rabillo de mi ojo derecho, puedo deducir por su presencia que no es un hombre normal y corriente. Una de mis habilidades como brujo es la capacidad de sentir de alguna forma el interior de las personas, en caso de que no lo sean siento algo diferente, pero en el caso de este hombre percibo que no es alguien al que se deba tomar a la ligera; sin duda desprende algo especial. Al pasar a mi lado hace referencia a la pequeña confrontación que acaba de producirse, una vez está sentado a mi lado le respondo.

-No creo que a lo que acaba de ocurrir se le pueda llamar pelea, yo diría que más bien ha sido un espectáculo lamentable-Esbozo una media sonrisa-. Pero, ¿qué puedo hacer yo si la gente tiene mal perder?

Tomo un trago del whisky que me acaban de servir y lo deposito nuevamente en la barra. Acto seguido, ofrezco mi mano derecha al hombre y me presento.

-Soy Yohann Moreau, encantado de conocerle.

Su mirada me dice que puede ser una persona a la que merezca la pena conocer.

por Invitado Dom Jun 27, 2010 8:37 pm

Instintivamente analice con ojo de águila a aquel sujeto que se encontraba a mi lado. Sin duda era diferente, y no por decir que alguien con mayor higiene de este lugar. Simplemente me levantaba el interés de conocerlo. Cuando empecé a escuchar su voz al parecer hablándome y contestándome a lo que antes había murmurado enarque una ceja con toda la curiosidad. No me precipite a voltear a verlo, solo escucharlo con atención hasta que escuche que se presentaba mi vista fue captada por la suya. Me gire con lentitud elevando una de mis comisuras.

-Supongo que muchas cosas serian posibles -hice puño mi mano y la acerque un poco a mi boca aclarándome la garganta y acomodándome un poco sobre el asiento- un ejemplo seria seguir el juego o solo ignorar -me deleite de otro trago y después le sonreí al joven como el lo hacia.- William Winchester, un gran placer tener a alguien como usted frente a mi -observe su mano y la tome para estrecharla

Me pregunte que seria aquello que el tenia. No era un vampiro. No poseía esa palidez y las uñas cristalinas. Otra cosa podría ser o solo mi cabeza jugaba con migo. Pero insistía en que había algo en el. ¿Debería de descubrirlo? Solo el tiempo lo diría? Por ahora solo una platica como empezaba a formarse seria bueno en estos momentos.

por **Yohann Moreau** Vie Jul 02, 2010 12:32 pm

Reconozco a este tipo de hombres al instante, básicamente porque yo soy de su misma clase, la de aquellos que se fascinan por lo increíble e interesante. Los individuos que nos encaminamos por los senderos de lo desconocido, solemos encontrarnos con situaciones de vida o muerto con bastante frecuencia. Desconozco si este caballero sufre de la misma enfermedad curiosa que yo, pero lo que si parece es ser de esos que no se esconderían ante peligros circunstanciales y típicos. Por mucho que deduzca, si quiero saber que tipo de hombre es realmente, tengo que seguir conversando con él un rato más con él.

-Un placer señor William, y dígame, ¿que hombre cree que soy?

por Invitado Vie Jul 02, 2010 3:50 pm

Mientras bebía del ron lo mire por la hendidura del rabillo del ojo, examinándolo de arriba hacia abajo. No se tenia que ser un mediocre como para adivinar que era. Sus semejanzas son tan mágicas como la falsedad. Sin duda era un brujo, hechicero, mago, como quieran llamarlo pero el punto es que lo era, mi sexto sentido nunca fallaba para nada. Algo que no debía de olvidar era que yo por mas que quisiera hacer algo en este instante no tenia el derecho de atacarlo. No tenia nada en contra de ellos pero era mi trabajo.

-No se a lo que se refiera -deje el vaso en la mesa y enarque una ceja girándome hacia el dejando recargar mis codos sobre la mesa.- pero para mi usted es un tipo desconocido que por el acento es de Lyon, rubio de clase baja de alrededor unos 25 años de edad -sonreí divertido sin dejar a un lado el interés- no se si se refiera a eso o si me equivoco en una de mis conclusiones, créame que no es fácil deducir lo que otro quiere -aclare volviendo la mirada al vaso

por **Yohann Moreau** Mar Jul 06, 2010 9:12 am

-Si define a un hombre por su aspecto o por su clase social, creo que anda bastante desencaminado señor.Puedo sentir su agresividad, una especie de rabia contenida que no consigo traducir. Es como si tuviese algo contra mi o...contra los brujos.-También se equivocaría si definiese a una persona por ser un humilde brujo.

Termino mi whisky de un trago y deposito el vaso en la mesa. No soporto a la gente así, hay algo en este individuo que me crispa y me molesta.

-Si estás pensando en matarme te sugiero que busques un momento más idóneo, porque si lo intentas ahora, me veré obligado a usar mi magia y no me apetece.

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