Ascelinne Cordoaniere Chanviere

por **Ascelinne C. Chanviere** Dom Ago 28, 2011 7:25 pm

ASCELINNE CORDOANIERE CHANVIERE

{ DATOS PERSONALES }

♥ Nombre del Personaje: Ascelinne Cordoaniere Chanviere
♥ Apodo: Celinne
♥ Edad: 20 años
♥ Especie: Humano
♥ Tipo y Clase Social: Realeza Francesa
♥ Orientación Sexual: Heterosexual
♥ Lugar de Origen: París; Francia.
♥ Ocupación: Baronesa de París. "Ser Baronesa no es una ocupación. Es una obligación"

{ DESCRIPCIONES }

♥ Descripción Física

- Celinne ya te lo he dicho, no debe comer más. Lo tienes prohibido. -
No importa mi edad. No importa que pueda valerme por mi misma. Ni el tiempo que pase. Hay cosas que nunca van a cambiar.

Soy una chica fuera de lo común, para empezar. Mi estatura supera a la de la mayoría de chicas, sé que llegó al metro ochenta. Sin tacones. "Llevo los tacones de fábrica" como suelo decir yo. Continuando con las extrañezas, mi peso no es muy inferior a mi altura como -según me dicen muchos- debería ser. 75 kg aproximadamente es lo que pesa mi cuerpo y si, estoy acostumbrada a las críticas que mi físico normalmente conlleva. Desde hace ya mucho tiempo es algo que asumí y, si fuese más baja, probablemente acabaría siendo como una bolita. ¿Adelgazar? Muchas damas de compañía lo han intentado, obligándome a dejar de comer. Pero, aunque nadie lo tenga en cuenta, yo soy más lista y más fuerte así que me acabo saliendo con la mía. Mis ojos no los considero muy grandes pero si mis pestañas, las heredé de mi madre como la mayoría de cosas. Mi bello es bastante oscuro y recio, fuerte, como el de mi padre. Ciertamente incómodo pero me gusta la cabellera que tengo, solo yo soy capaz de domarla. La melena me cae por los hombros, pasando un poco de ellos y suelo llevarlo recogido por pura obligación. Al igual que esos aparatosos vestidos & sin olvidarnos de los incómodos corsés. Me gustan las joyas y los bonitos pero sencillos complementos. Poder elegir mi vestimenta y mis accesorios definitivamente es lo que más me gusta.

Spoiler:

♥ Descripción Psicológica

Puedo ser lista o tonta. Sincera o mentirosa. Ególatra. Mala persona. Simpática o borde. Y nada de eso importará mientras, a los ojos de quienes te juzgan, te veas bonita y arreglada. Así es nuestra sociedad.

Soy lista, guapa y fuerte aunque muchos no sepan verlo. Tampoco me importa. Segura de mi misma, eso quedó claro. La vida me ha dado duros golpes y, si bien no me considero una mártir [nada más lejos que eso], si sé que de haber sabido mejor cómo eran los demás habría podido evitarlos con más facilidad. Evitarlos como hago ahora en la mayoría de ocasiones, soy humana después de todo y no invencible. Si algo no me creo es una superhéroe. Si me caes bien de un principio me mostraré amable, simpática y alegre. Si no es así lo más probable es que sea cortés y no pasé de ahí. A menos que cambie de opinión. Sincera y consecuente. No me gusta mentir, lo odio, pero hay veces que eso es mejor que la verdad. Procuro que ocurra en pocas ocasiones. Tengo una parte infantil y romántica que, definitivamente, no puedo mostrarle a casi nadie ¡No me tomarían enserio! Y eso es algo que no tolero. Puedo ser joven pero no estúpida y por diversas circunstancias de la vida he aprendido a madurar con rapidez. Por eso mismo, me gusta que me tengan en cuenta como lo que soy, una adulta suficientemente mayor como para tener un título nobiliario. Si me buscas, me tendrás. No soy fácil de enojar pero, como toda persona, tengo unos límites. Y eso va para todo.

{ BIOGRAFÍA }

♥ Historia

¿Has visto quién es la heredera? No puedo creerlo, alguien como ella no se merece tener tanto. -
- Sí, y ahora que es importante no tardarán en "cazarla". Qué necia ¿cree que alguien puede quererla de verdad? ¿No se ha visto? El dinero será lo único que pueda ofrecer. -

Baronesa de París. Suena bien ¿verdad? Yo no pertenecía a una familia de sangre azul ni mucho menos. Sé que ese título tampoco es tan importante, diría que es el de menor rango, sin embargo, no deja de ser un título que hasta después de un tiempo no me enteré de que era codiciado por unos cuantos. Codiciado por muchos que lo único que buscaban era un renombre en la sociedad. Eran capaz de hacer cualquier cosa y, aún ahora, lo único que pueden inspirar en mi es lástima.
Empecemos por el principio entonces. Todo comenzó hace veinte años, aproximadamente en un Septiembre de 1.780 d.C que fue cuando yo nací. Mi familia era pobre, lo suficientemente pobre como para no tener un lugar propio dónde vivir. Tenían un techo dónde vivir, no os equivoquéis, sin embargo, eran parte de la servidumbre de un adinerado conde de la alta sociedad parisina. Conde que me recibió casi como si fuera de su propia familia, a pesar de tener mucho dinero era muy solitario y mis padres llegaban a ser muchas veces su única compañía en la casa. La cuestión es que gracias a él pude tener una buena infancia. Me enseñaron a leer y a escribir, a medida que iba creciendo me daban de todo lo mejor para que no me faltase de nada y cuando llegué a la pre-adolescencia el conde consiguió para mi una de las mejores damas de compañía que había en París. Una institutriz que iba a enseñarme como comportarme en eventos públicos, como arreglarme y como saber de todo lo que tendria que saber toda buena muchacha que se preciara a ser considerada como un "buen partido". Todo parece muy bonito ¿verdad? Como ya he dicho, tuve una buena infancia. Pero una buena para aquellos que la vivían desde fuera.
El conde me cogió demasiado aprecio. La mujer de él habia muerto hacia años y nunca pudo tener hijos. Yo fui eso que le faltó durante tanto tiempo y, aunque estoy gradecida, me hubiese gustado pasar más tiempo con mis verdaderos padres. Casi nunca los he visto en todos mis años de vida y, aunque me entristezca saberlo, ellos nunca hicieron nada para remediar eso. Al parecer, estuvieron tan agradecidos al conde que prácticamente me cedieron como hija suya. No hizo falta un contrato o palabras para sellar eso, solo hacia falta el día a día. No los veía un día ni tampoco al siguiente, ni al siguiente. Al final para mi se volvió una rutina y, cuando crecí, se acabaron convirtiendo en personas del servicio las pocas veces que pude pararme a verlos. "Tus padres son quienes te ayudan a crecer y cuidan de ti" Ellos me dieron la vida pero permitieron que fuese otra persona quien ayudara a desarrollar esa vida.
Esto que os acabo de contar acabó siendo un echo para mi. Un echo que decidí enterrar en mi & que no suelo sacar a la luz prácticamente nunca. Mucha gente sabe que no soy la verdadera hija del conde pero pocos conocen la identidad de mis padres. Se extendió el rumor de que era una chica abandonada a la que recogió y así se quedó. No tiene demasiado sentido que a estas alturas diga lo contrario o intenta demostrar algo, realmente, no hay nada que demostrar. Soy quien soy gracias a él y por eso le estaré siempre agradecida.
Su hermana, baronesa y apoderada del País tampoco tenía ningún descendiente. Ambos eran muy parecidos, tan solitarios. Ellos eran la muestra viva de que el dinero no daba la felicidad y, con orgullo, puedo decir que algunos de esos pocos momentos fueron gracias a mi. Me gustaba hacerlos felices, a pesar de todo, ellos eran mi verdadera familia. Llevaba su apellido y velaban por mi tanto como yo por ellos. No tenía ni, hoy en día, tengo ninguna duda.
Helena [la hermana de mi "padre" es decir, mi tía adoptiva] ejerció como una segunda madre e independientemente de las institutrices que el conde me contratara, ella siempre me enseñaba más y más cosas. Mi problema de ligera obesidad se presentó cuando cumplí los dieciséis. No pasé muy buenos ratos según que personas gracias a ello, sin embargo, me ayudaron a hacerme más fuerte. A pesar de todo, tuve muchos vaivenes de cambios en mi cuerpo. Adelgacé hasta el extremo, tanto que mis "padres" me obligaron a comer de nuevo. En medio de todo este revuelto de sensaciones Helena falleció debido a una neumonía que se complicó, por desgracia ni todo el dinero del mundo lo habría evitado. Eso me empujó a comer de nuevo, en cierto modo, era una alivio de penas. Y todavía no habían llegado ni la mitad de mis problemas.
Como ya os he dicho antes ella no tenía descendencia y su único pariente era mi padre. Su título debía pasar a la siguiente línea sanguínea que hubiese en la escala familiar y, sin embargo, al final acabé siendo yo la heredera. No sé como ni cuando. Ese momento de mi vida fue realmente estresante, solo de pensarlo se me revuelen las tripas. Pero lo cierto es que no tuve otra opción. A los 18 años mi vida cambió por completo, tuve que aprender muchas cosas nuevas ahora sin a penas nadie en que apoyarme. Mi mejor amiga y confidente había muerto. Actualmente ya llevo más de un año en mis labores, todavía soy novata pero puedo manejarme con suficiente soltura y, aunque sé que no soy bien vista por muchos, lo único que debo hacer para seguir adelante es recordar un consejo que años atrás me dieron.

Ascelinne, recuerda. Digan lo que digan. Piensen lo que piensen. A la hora de la verdad serás tú la única que pueda decidir.

{ CURIOSIDADES }

♥ Datos Extras

- A veces tengo ataques de ansiedad que solo puedo arreglar comiendo hasta que no me quepa nada más en el estómago. Y, por experiencia, sé que cuanto más intenta controlarlo peor me pondré.
- Me encanta leer y montar a caballo. Son mis dos pasatiempos favoritos.
- El deporte no es lo mío, sin embargo, de vez en cuando salgo a correr por el bosque. [Aunque procuro que nadie se entere de eso]
- No veo casi nunca a mis padres biológicos, sin embargo, de vez en cuando le pregunto a mi "padre" por ellos. Ese sentimiento es algo que tampoco puedo remediar.

por **Tarik Pattakie** Dom Ago 28, 2011 7:56 pm

FICHA ACEPTADA
Bienvenida a Victorian Vampires

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Re: Ascelinne Cordoaniere Chanviere