Alexander Benjamin Lacroix

por **León Gerôme Marchessault** Jue Oct 06, 2011 1:26 pm

26 años ~ Clase alta ~ Parisino ~ Heterosexual
Descripción Física.

Spoiler:

Descripción Psicológica.
Los hombres más prósperos e imbatibles de las más bélicas historias suelen definirse como hombres aguerridos, fuertes y con espíritu líder en cualquiera de los aspectos.
Pero en ésta ocasión no fue cómo todos acordaban.
Alexander Benjamin Du Lacroix, es se espíritu noble:
Por lo que jamás rompería una promesa.
Tiene don de gentes, es chulesco con normalidad y tiene una labia irresistible:
Es por lo que le llaman un verdadero Don Juan
Es gentil, caballeroso y noble:
Perfecto para sus tratos y pactos además de sus relaciones con los de su clase.
Ha tratado con diversas personas pues es por lo que sabe el trato que hay que darle a cada una de ellas. No es hipócrita, lo confunden, sino no es coherente llamar por su nombre de pila a alguien de la realeza pues sabe qué consecuencias conllevarían aquello. También el alguien que se deja llevar por el instinto cuando debe, (mayormente, siempre) cuando conoce a alguien de clase inferior intenta que se sienta sin preocupaciones, a su altura aunque con ello ya la esté juzgando injustamente, suele velar por las personas que le importan… en estos instantes, ninguna.

La historia de su vida.
Los hombres más prósperos e imbatibles de las más bélicas historias suelen definirse como hombres aguerridos, fuertes y con espíritu líder en cualquiera de los aspectos.
Pero en ésta ocasión no fue cómo todos acordaban.
Alexander Benjamin Du Lacroix, nació bajo el influjo del verdadero espíritu libre, abierto y el más socialmente criticado.
Bajo el manto de una familia noble, con una reputación estricta la madre de Alex quedó embarazada antes de contraer matrimonio, lo que trajo fuertes discusiones entre su familia. Nadie debería saberlo, pero debido al adelantado estado de gestación del feto, una boda a prisa sería el objetivo principal de burlas y habladurías, cosa que para alguien que quería mantener su estatus dentro de la escala social sería catastrófico. Entonces, ambos padres (de la mujer encinta) decidieron por ella el futuro del bebé que se le aproximaba a nacer, por ello, el padre y madre del niño acordaron al igual que los abuelos hacer como si nada hubiese ocurrido. Con el tiempo y bajo la mirada de dios aquel día lluvioso los truenos acallaron los llantos de aquel niño varón que pese a ser el primogénito de la pareja inexperta fue entregado a los brazos del personal de la iglesia.
Con una manta acariciando su diminuto y rosado cuerpo fue entregado a la monja que presenciaba el parto. Siendo cuidado por diversos brazos femeninos hasta la edad de 6 años.

En aquel momento pasó a ser cuidado en las más estrictas enseñanzas y creencias, cómo si todos supiesen que aquel niño pudiese ser la salvación, cómo si supiesen aquella parte del futuro que conseguiría desterrar a las bestias más crueles de la historia. Xander, así era apodado de forma cariñosa, pues fue la única muestra de afecto que en su vida sucedió.
Estudió fielmente por las mañanas, pero cuando caía la noche varios monjes le enseñaban disciplinas que nada tenían que ver con los libros, pero sí con la inteligencia. El arte de aceptar un reto, o el simbolismo que tenía aquella estrategia militar a la que era sometido a tan temprana edad eran increíbles. El niño, aprendió rápidamente formas de dictar órdenes, acatar órdenes (aunque esto último se le podría decir que era su asignatura pendiente) y con solo 8 años ya poseía una riqueza en palabras que ningún hijo de rey podía poseer en largas lecciones de protocolo.
Una vez cumplida la mayoría de edad y con varias propuestas de matrimonio a sus espaldas sin aceptación alguna por su parte, decidió embarcarse en su propia vida.
Se despidió de todo aquello que le había cuidado y haciéndole ser quien era, que pese a ser alguien “anónimo” podía llegar a ser alguien digno de mención, pues así era la realidad. Con el dinero que día a día ganaba de diversas formas y los monjes guardaban desde el día en que llegaron a ellos, se formó una pequeña fortuna (más que suficiente para alguien que vive por sí solo, sin nadie a su cargo.)
Su primera lección de vida fuera de los recintos del monasterio fue su encuentro con una bestia, cómo las que narraban las historias del monasterio, una bestia enorme, peluda, con garras y una brutalidad latente en sus movimientos verdaderamente… acojonantes.
Alex sostuvo la mirada al animal con la mente completamente en blanco, pero para cuando tuvo oportunidad de reaccionar, ya estaba postrado en el suelo y con su espalda ya ensangrentada. Fue entonces cuando se dio cuenta de que podía acabar con aquella mancha, aquello para lo que fue entrenado desde niño. Sus movimientos eran etéreos, como si de una coreografía ensayada se tratase, algo simplemente hermoso salvo por la finalidad de aquella bestia que acabó con su mandíbula inferior casi arrancada de cuajo. Xander vio en los ojos de la bestia suplica, redención, pero a él le habían enseñado estrictamente que el mal ahí debía de seguir si seguía siendo una bestia. Por lo que terminó su trabajo; arrancó los dientes uno a uno de la bestia y los obligó a tragárselos. Una forma sutil de hacerle morir con lentitud, mientras aquellos colmillos afilados desgarraban poco a poco su organismo. Aquella bestia bien podría volver a las andadas y quedar con vida, pero muy difícil era siendo lobo, volver a morder cómo antes.
A partir de aquella primera lección del joven, aquello supuso mucho para él. Se limitó a recopilar información durante años, mientras hacía lo propio de su condición como regio cazador, hasta que llegó a una conclusión en la que jamás se había visto envuelto.

¿Quiénes serían sus padres?
¿Por qué le abandonaron?
Encontrarles.
Tener una familia o
Ser parte de ella.

Fue cuando desarrolló una idea que los monjes que le cuidaron desde niño habían comenzado, y que alguien como él con su espíritu guerrero podía llevar a cabo. Entonces se le confió el más estricto de los secretos y bajo una ceremonia fue incluido cómo jefe fundador de:
La Orden de la legion de honor.
Por ello fue que los monjes pacíficos no podían terminar lo que comenzaron, por ello vieron el cielo abierto cuando tuvieron la oportunidad de crear al niño desde su nacimiento para instruirle en las artes bélicas, así como ayudó su natural espíritu líder.
Tras intentos frustrados de reclutar a los mejores cazadores para ello, encontró a alguien muy especial, alguien con quien compartiría más de una confidencia: Dave Saint-Bonnet.

Desde entonces fue su fiel compañero. Una vez asegurándose de que podía confiar en él, le contó sobre la orden de la legion de honor y por consiguiente, presentó a todos los que la formaban, pero claro estaba que no todos se encontraban en el recinto.

Datos de interés.
- Tiene un anillo con el sello de la familia a la que un día perteneció.
- Conserva la manta con la que fue envuelto al nacer (llevaba iniciales de la familia materna.)
- El color de sus ojos es inconfundible, tan solo hay una persona viva en el mundo que los tiene igual.
- Tiene diversas cicatrices por su cuerpo debido a las batallas con seres inmortales.

por Invitado Jue Oct 06, 2011 6:52 pm

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