Shaevin Feralas

Nombre del Personaje:

Shaevin Feralas

Edad:

17años

Especie:

Humano

Tipo y Clase Social:

Clase Baja

Orientación Sexual:

Homosexual

Lugar de Origen:

París, Francia

Descripción Física:

sweetboy!:

Como todo muchacho de diecisiete años, el aspecto de Shaevin sigue guardando algunos de los rasgos infantiles que distinguen a los muchachos de edades inferiores, pero de forma mucho más marcada que otros chicos de su edad. Shae ha mantenido su rostro inocente, de rasgos redondos, ojos grandes, verdes y almendrados, piel blanca libre de imperfecciones, manchas o marcas. Sus labios son gruesos, carnosos y de aspecto jugoso, con un ligero tono rosado sin retoques, por pura naturaleza de su cuerpo. Es esbelto, delgado... quizás demasiado, pero eso lo hace ver todavía más infantil y quebradizo. Su cabello es de un color rubio muy claro, que casi podría considerarse blanco... y es uno de los puntos que llama más la atención de su imagen. No es demasiado alto... sino que su estatura es más bien baja, pequeña y manejable. Sus manos son tan delgadas como el resto de su cuerpo, con unos dedos redondeados en la punta, que de nuevo recuerdan a los de un infante. Tiende a vestir con ropas cómodas y holgadas, de tonos claros. Sólo en los pantalones permite que la prenda se ciña un poco más a su pequeño cuerpo.


Descripción Psicológica:

Al igual que su apariencia y físico, el carácter de Shaevin está marcado también por un deje de inocencia y brillo infantil, que a los ojos de la mayoría lo hace verse desvalido, digno de protección. Para otro... simplemente incrementa el deseo que sienten por él. Casto y puro hasta la fecha, la mente de este muchacho no se ha visto manchada por ningún tipo de maldad, perversión o fechoría. Hasta ahora, ha llevado una vida plena, llena de caprichos, lujos y comodidades. Se ha visto cuidado como oro en paño hasta que ha salido del cascarón que supone su hogar. Antes de que todo cambiase, era un niño muchacho joven, vivaz, incapaz de quedarse quieto en el mismo sitio. Se relacionaba con otros chicos de su edad, y salía a jugar con ellos todas las tardes. Se lo podía considerar un muchacho feliz en un mundo que lo cuidaba de forma más que protectora.
Pero... tras el trágico suceso que cambió su vida, se siente totalmente expuesto a otra dimensión que, hasta este momento, no ha conocido. Se ve rodeado de maldad, de vileza y de gente que lo mira como si fuese un pedazo de carne, y no un ser vivo. Eso lo ha transformado en un muchacho tímido e inseguro, incapaz de hilvanar dos palabras seguidas en la misma frase. No se siente seguro entre todas esas personas que no lo ven como a un niño, sino como a un chico casi adulto que les puede reportar muchas ganancias. Apenas habla o se relaciona con los demás si no es estrictamente necesario, y trata de no meterse en demasiados problemas, cerrándose en sí mismo. Teme hacer algo mal y que los demás se lo reprochen, y sobre todo... tiene miedo de las consecuencias que esto pueda tener para él. Sin un hogar al que volver, se ve presionado para tratar de hacer su trabajo lo mejor posible... y eso hace que se vea a sí mismo como un joven débil.
A pesar de esta mala experiencia y de las miles que le quedan por vivir, se trata de un jovencito confiado, que quiere ver siempre el lado bueno de las personas, aunque no sea ese el que le muestran. Es leal y cariñoso con aquellas personas que se ganan su afecto, que lo ayudan, que le demuestran estar presentes en sus peores y mejores momentos. Aprecia más que nunca la compañía ajena, una mano amiga que lo ayude a librarse de según que problemas cuando se da la ocasión. No le importa dejarse la piel en el intento de conservar a dichas personas, y quizás eso lo vuelva dependiente de las mismas.
Respecto al amor... es algo que nunca se ha planteado. Al haber sido arrancado de forma tan temprana de su hogar, jamás ha tenido pareja, mantenido relaciones sexuales o diferenciado entre amor y amistad. No se pregunta si lo necesita o no porque realmente... no sabe lo que es. En definitiva... inocencia y niñez se mezclan en el cuerpo de Shaevin, pudiendo formar una mezcla explosiva o una bonita combinación de elementos.


Historia:

Todo comienza con la formación de una pareja, de dos personas enamoradas que decidieron en su momento contraer matrimonio y comprometerse así a crear una familia y cuidar su hogar, su nido de amor... Él se llamaba Bryan Feralas, y era un gran empresario, dueño de una empresa de vinos y cosechas que él mismo administraba desde su enorme casa, a las afueras de la ciudad parisina. Ella era Chloé Montblanc, una bella mujer hija de nobles, conocida por su dulzura y por su innegable dedicación a las tareas de la casa y a su propia familia. Ambos se conocieron en una fiesta de lujo, en la que Bryan presentaba una nueva gama de productos, y los padres de Chloé pretendían invertir en dicho negocio. La atracción fue inmediata. Se asemejaba a la perfección a aquello que muchos conocían como un flechazo. Ella quedó cautivada por la fuerza de voluntad y el aplomo de él, Bryan se enamoró de la dulzura y el cariño que desprendían los modos de Chloé, además de la belleza deslumbrante de la joven. No tardaron mucho en crear entre sí una bella historia de amor, que concluyó con un matrimonio ilusionado y lleno de buenos deseos. Durante dos años, se dedicaron a amarse y vivir en la enorme casa de él que ahora compartían. Se sentían plenos y seguros de su amor, pero tras ese tiempo... empezaron a sentir la necesidad de tener un hijo, un fruto de todo ese cariño que se profesaban. Así nació Shaevin, que fue recibido con los brazos abiertos por una familia feliz, que aguardaba a su último miembro para mimarlo y ofrecerle las mejores oportunidades y el más puro de los amores.

Desde niño, creció entre lujos y comodidades que sólo su familia podían entregarle: un enorme dormitorio, una plaza en un colegio privado muy prestigioso, fiestas de cumpleaños a todo lujo y muchos amigos que adoraban divertirse a su lado. Tenía todo lo que un muchacho pudiese desear, y nunca le faltó nada. Pero como en toda historia feliz... siempre surgen los problemas que menguan la dicha de su protagonista. Con apenas dieciséis años, Shaevin regresaba a casa ya algo entrada la noche; se había entretenido jugando con algunos amigos en el parque, y corría a través de las calles de París para no recibir una regañina en su casa. Nunca llegó. Un par de bandidos lo asaltaron, saliendo de un callejón en penumbra, le quitaron la ropa y cualquier cosa de valor, y estaban a punto de dejarlo tirado, cuando se les ocurrió algo mejor. Los dos bribones conocían a un mercader de personas, que les daría una buena suma de dinero si le llevaban a ese joven de aspecto sano y bello. Sus manos avariciosas cogieron al joven herido y se lo llevaron consigo hasta dicho comerciante, que aceptó encantado el obsequio, premiando a ambos hombres con su merecida recompensa.

Shaevin ha estado retenido durante casi un año, comiendo apenas pan, agua y algún pedazo de fruta, soñando con regresar a su casa, con su familia... con todos esos amigos que se preguntarían dónde estaba y que se estarían preocupando de buscarlo. Y a pesar de que así era... la realidad es cruel y dura, gran parte de los crímenes cometidos en Francia no se terminaban resolviendo, y ese... corría el riesgo de ser otro de ellos. Tras doce meses de una tortura que le parecía eterna... por fin logró salir del calabozo o la habitación oscura en la que lo habían tenido aislado, aunque... no de la forma en que le gustaría. Había sido vendido a uno de los burdeles de la ciudad, cuyo dueño se había mostrado interesado en adquirir un ejemplar joven y atractivo como aquel.

Ahora, Shaevin está aquí... y sabe que cuando finalice su aprendizaje como cortesano... tendrá que servir a los deseos pervertidos de los demás.


Datos Extras:


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