En mis venas || Raphael

por **Alan** Dom Nov 06, 2011 9:38 pm

Un corazón que siente, un amor incomprendido y terriblemente juzgado, ella le había amado como a nada en el mundo, le había sido fiel, en pensamiento, alma y cuerpo, mientras que éste sólo había fijado sus orbes en otra mujer. Había comprendido que su presencia no era suficiente para retenerlo más años, ya tenía la edad justa para vivir sola, encontrar un esposo y criar hijos, sin embargo no era lo que ella había deseado para su vida. Suspiró por lo bajo, desplazando el vestido que cubría su delgada cuerpo, mientras la luna y las estrellas iluminaban su camina. Cerró los ojos llenos de melancolía, deteniendo su paso elegante, aún dolía, por muy seria y glacial que pareciese, no carecía de sentimientos, si tan solo jamás los hubiera tenido... la vida de la pequeña Alanié abría sido más fácil. Al menos eso pensó.

Abrió los ojos de golpe, un estruendoso grito la hizo girar con brusquedad, su mirada se perdió entre el bosque desolado, aguanto la respiración e inhalo el aroma, los gritos volvieron, cada vez eran más fuerte y se acercaban, pareciendo venir directamente hacia ella, tragó saliva, buscando con sus ojos el árbol más cerca para ocultarse allí, una mujer apareció y un hombre se abalanzo sobre el ajeno. Alanié se llevo la mano a la boca para ahogar un grito en su garganta, a pesar de todos sus años, aún le sorprendía la capacidad de matar a otro ser viviente, había aprendido que los vampiros jugaban con los humanos y que usaban su "capacidad" sin remordimiento.

Su ceño se frunció, no había cómo ayudar a la mujer, así que lentamente retrocedió pasos ligeros para quedar lejos de éste que yacía en la garganta fémina, bebiendo del elixir que su arteria le ofrecía al endemoniado in-humano ser. Su mirada no se apartó de él, ni un solo segundo, pero una rama seca le jugaría en contra cuando su pie derecho lo aplastaba contra el suelo, haciéndolo crujir, el rostro giró inmediatamente hacia ella, brillantes de sed y poder, la atravesaron cual cuchillo filoso en su pecho. El cuerpo de Alan giró instantáneamente y sus piernas corrieron más rápido que un humano, más lento que un Vampiro, porque seguía siendo un ser vivo, giró el rostro para ver si le seguían, sin embargo un bruco golpe la hizo caer a tierra, un quejido salió de sus labios, entretanto su mirada buscaba al causante de su fatal caída.

por **Raphael** Lun Nov 07, 2011 10:40 pm

Una vida en soledad, tan solo Roma le brindaba algo parecido a la familia y el compañerismo, si es que algo comprendía de estos últimos, la noche esta vez se tornaría carmín, estaba escrito, como pocas veces, el Arcángel estaba seguro que hoy la sangre correría por culpa de sus manos, pronto la ciudad desapareció y los arboles formaron parte del escenario, los lobos aullando tan solo le molestaron al oído, detestaba los sonidos tan agudos, además esos animales eran por más parecidos a algunos Lycanes, sus sentidos estaban tan atentos como en batalla, pronto el ambiente se altero, un vampiro estaba cerca, quizá el fuera su victima esta noche, pero de pronto una segunda presencia se sumo, una humana, ahora todo tendría sentido, esta mujer sería alimento de aquel ser, sonrió divertido y pensó que sería una interesante situación, inteligentemente rodeo el lugar para encontrar al vampiro de espaldas, pero en camino nuevamente calmo sus ansias, no había porque atacarlo, quizá la noche realmente no pintará para asesinar, aún así no cambio su rumbo, de pronto escucho un ruido, sin duda alguna el vampiro ya había actuado, se había demorado mucho, quizá era un inexperto neofito o solo muy malo en lo que hacia, se encontró en un campo medianamente abierto y noto claramente a tres entes, se acerco más, la mujer victima del vampiro, al vampiro y una segunda mujer, esta parecía ser una niña a simple vista, pero viendo mejor, era toda una mujer, esbelta y rápida por lo que se podía apreciar, ya que corría mucho más de lo común para un humano, pero el vampiro le estaba a los talones, instintivamente se lanzo contra este, un salto único y alargado, como si volara con la ayuda de sus ficticias alas, tomo por el cuello al vampiro para impactarlo contra el suelo, así mismo ingreso en su cabeza generando un fuerte dolor mental para aturdirlo, aprovechando la ventaja en habilidades, golpeó con fuerza su estomago y tras una patada le mando impactado contra un árbol cercano - inservible, los humanos son una buena fuente, las mujeres hermosas lo son más aún, no deberías beber a la ligera, ni matar a la ligera, la muerte es algo que ni tú mismo conoces a pesar de todo, le mereces un respeto, lastima, que se le puede pedir a un novato - aprovecho esos segundos para observar a la mujer que se encontraba muy agitada y expectante de la situación, claramente estaba asustada, aunque intentase aparentarlo, ¿cuál sería el motivo del Arcángel para ayudar a la señorita?, quizá deseaba poseerla de alguna forma, y no dejarla en manos de tan indigno e inservible ser, sus ojos fríos se clavaron a los desorbitados contrarios - No debe correr más madame, me encargaré de la situación - .

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Re: En mis venas || Raphael