AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Iria Lefreve
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Iria Lefreve
- Nombre del personaje: Iria Lefreve.
- Edad: Diecisiete.
- Especie: Humana, sin poderes.
- Tipo y clase social: Clase social alta. Scherezade viene desde Inglaterra, aunque su familia es francesa y ha pasado algunos veranos en Francia.
- Orientación sexual: Heterosexual.
- Lugar de origen: Londres, Inglaterra.
- Habilidad/Poder: Ninguna, pero es una chica bastante espabilada.
Iria casi nunca aparenta lo que es, puesto que su físico es demasiado del norte como para considerarla inglesa. Su pelo siempre ha sido largo y rubio, aunque con el tiempo y los rayos del sol, han ido oscureciéndolo poco a poco, pero ha sido en balde, puesto que su cabellera no es dorada, sino que es casi blanca. Es de ojos azules, cristalinos y puros como el agua, tan transparentes como los de su madre. Su nariz es perfecta, recta, redondita y pequeña. Sus labios son finos y rosados a los que a menudo les acompaña una sonrisa radiante, blanca y perfecta. Su piel es bastante pálida a decir verdad y aunque es menuda, tiene las curvas todas en su sitio. Es una chica con porte y elegancia. Muchos han dicho que verla a ella es como ver un ángel, por su gran hermosura.
Iria no es una chica a la que le guste causar grandes dolores de cabeza a sus queridos padres. Se puede decir que es una joven responsable, siempre en sus cabales que sabe diferenciar perfectamente lo que está bien o mal y lo que debe y no debe hacer. Siempre se comporta como una señorita, puesto que ha recibido una exquisita educación y nunca ha visto correcto desperdiciar todos esos años invertidos con una mala palabra a alguien que no es de su agrado, que esas personas suelen ser tan pocas que pueden contarse con los dedos de una mano. A pesar de todo ello, Iria no destaca por ser una muchacha vanidosa y desagradable, todo lo contrario, ella es la alegría, sin duda. Siempre se levanta de la cama con una sonrisa en los labios que le regala a todo aquel que pasa por su lado. Es de las que sufre en silencio, de las que se dice que llevan la procesión por dentro, pero, no tiene motivo alguno para sufrir, puesto que tiene todo lo que puede desear y más. Lo tiene todo, eso es cierto, pero para ella el dinero no es importante puesto que tampoco es caprichosa. Las clases sociales no le gustan porque lo ve algo denigrante, lo ve algo horrible. Ella cree en la igualdad, tanto, que no es extraño verla ayudando en la cocina o haciendo su propia cama. No hace mucho más porque no le dejan. Con los hombres desconocidos guarda las distancias estimadas, pero con amigos, eso de las distancias no existe. Como no es una joven vanidosa, cualquier cumplido bonito hace que se le ponga coloradas las mejillas, haciéndola parecer todavía más adorable y más encantadora, si cabe. Es una joven bastante espabilada que no permite que nadie la llame tonta. Es todo amor, eso es cierto, pero cuando se le cruzan los cables, es terrible. Valiente y nada supersticiosa. Fiel y buena persona. Madura para su edad también. Una joven impresionante en todos los sentidos.
La familia Lefreve es una familia de clase alta. Son grandes magnates en la superficie del textil. Tienen tres fábricas que trabajan con el algodón. Tienen una mucho más reducida que trabaja con telas más especiales, propias de la realeza y la clase alta. Exportan a todos los países, haciendo así que tenga una gran suma de dinero.
Iria nació en Londres, Inglaterra. La pequeña se adelantó unos días y nació en tierras inglesas, cuando sus padres querían que fuera francesa desde el primer segundo de vida. De todos modos, aunque la niña naciese en Londres, ellos se marcharían a los pocos días hacia Francia, para continuar su vida allí, puesto que Inglaterra solamente había sido un pasatiempo durante unos meses, para que Evangeline – la madre de Iria – estuviese más tranquila y no tan estresada con todas esas gallinas cluecas que tenía por amigas. John –el padre de Iria –, por su parte, tuvo varios compromisos en tierras británicas, compromisos laborales que hicieron que tuvieran que quedarse allí durante una buena temporada.
Poco a poco, Iria fue creciendo y la estancia temporal en Inglaterra se hizo fija, hasta el punto de obtener dos casas allí: una en la ciudad y otra en las afueras, donde iban unos días cada mes, para evadirse del trabajo y de la educación que Iria recibía. Un tiempo de ocio, para ser más claros. Durante el crecimiento de la muchacha, recibió toda clase de lecciones: escritura, lectura, música, costura, cocina… Cualquier cosa era poco para la pequeña y así se fue convirtiendo en una muchacha hecha y derecha.
Algunos veranos, los pasaban en Francia, puesto que Evangeline era francesa. Ahora, después de diecisiete años, vuelven a Francia. Consideran que Iria tiene la edad suficiente como para buscarle un buen marido que la quiera y se haga cargo de ella, el día que ellos falten. Ella no está de acuerdo, pero, ¿qué importa su voz aquí? Es una simple cría todavía.
- Le fascinan las otras clases sociales.
- Sus vestidos no suelen ser tan pomposos como los de su madre o sus amigas. Ella es más sencilla y aunque sabe que debe vestir de forma elegante, prefiere tirar por lo suave.
- Su madre es francesa, pero su padre es finlandés. Adquirió el apellido Lefreve porque sus abuelos por parte de padre son franceses también.
- Le encanta leer, sobretodo poesía.
- Es todo un prodigio con el piano. En realidad con cualquier instrumento, inclusive el violín, pero el piano es su debilidad.
- No cree en los cuentos de brujas que comentan por ahí, pero no es tan ignorante como para decir que son una chorrada. Le gusta que le hagan creer en las cosas. Tiene un sentido de la aventura impropio para una chica como ella.
- Quiere casarse por amor, no por dinero.
- Es una excelente amazona.
- Edad: Diecisiete.
- Especie: Humana, sin poderes.
- Tipo y clase social: Clase social alta. Scherezade viene desde Inglaterra, aunque su familia es francesa y ha pasado algunos veranos en Francia.
- Orientación sexual: Heterosexual.
- Lugar de origen: Londres, Inglaterra.
- Habilidad/Poder: Ninguna, pero es una chica bastante espabilada.
Descripción física:
Iria casi nunca aparenta lo que es, puesto que su físico es demasiado del norte como para considerarla inglesa. Su pelo siempre ha sido largo y rubio, aunque con el tiempo y los rayos del sol, han ido oscureciéndolo poco a poco, pero ha sido en balde, puesto que su cabellera no es dorada, sino que es casi blanca. Es de ojos azules, cristalinos y puros como el agua, tan transparentes como los de su madre. Su nariz es perfecta, recta, redondita y pequeña. Sus labios son finos y rosados a los que a menudo les acompaña una sonrisa radiante, blanca y perfecta. Su piel es bastante pálida a decir verdad y aunque es menuda, tiene las curvas todas en su sitio. Es una chica con porte y elegancia. Muchos han dicho que verla a ella es como ver un ángel, por su gran hermosura.
- Spoiler:
Descripción psicológica:
Iria no es una chica a la que le guste causar grandes dolores de cabeza a sus queridos padres. Se puede decir que es una joven responsable, siempre en sus cabales que sabe diferenciar perfectamente lo que está bien o mal y lo que debe y no debe hacer. Siempre se comporta como una señorita, puesto que ha recibido una exquisita educación y nunca ha visto correcto desperdiciar todos esos años invertidos con una mala palabra a alguien que no es de su agrado, que esas personas suelen ser tan pocas que pueden contarse con los dedos de una mano. A pesar de todo ello, Iria no destaca por ser una muchacha vanidosa y desagradable, todo lo contrario, ella es la alegría, sin duda. Siempre se levanta de la cama con una sonrisa en los labios que le regala a todo aquel que pasa por su lado. Es de las que sufre en silencio, de las que se dice que llevan la procesión por dentro, pero, no tiene motivo alguno para sufrir, puesto que tiene todo lo que puede desear y más. Lo tiene todo, eso es cierto, pero para ella el dinero no es importante puesto que tampoco es caprichosa. Las clases sociales no le gustan porque lo ve algo denigrante, lo ve algo horrible. Ella cree en la igualdad, tanto, que no es extraño verla ayudando en la cocina o haciendo su propia cama. No hace mucho más porque no le dejan. Con los hombres desconocidos guarda las distancias estimadas, pero con amigos, eso de las distancias no existe. Como no es una joven vanidosa, cualquier cumplido bonito hace que se le ponga coloradas las mejillas, haciéndola parecer todavía más adorable y más encantadora, si cabe. Es una joven bastante espabilada que no permite que nadie la llame tonta. Es todo amor, eso es cierto, pero cuando se le cruzan los cables, es terrible. Valiente y nada supersticiosa. Fiel y buena persona. Madura para su edad también. Una joven impresionante en todos los sentidos.
Historia:
La familia Lefreve es una familia de clase alta. Son grandes magnates en la superficie del textil. Tienen tres fábricas que trabajan con el algodón. Tienen una mucho más reducida que trabaja con telas más especiales, propias de la realeza y la clase alta. Exportan a todos los países, haciendo así que tenga una gran suma de dinero.
Iria nació en Londres, Inglaterra. La pequeña se adelantó unos días y nació en tierras inglesas, cuando sus padres querían que fuera francesa desde el primer segundo de vida. De todos modos, aunque la niña naciese en Londres, ellos se marcharían a los pocos días hacia Francia, para continuar su vida allí, puesto que Inglaterra solamente había sido un pasatiempo durante unos meses, para que Evangeline – la madre de Iria – estuviese más tranquila y no tan estresada con todas esas gallinas cluecas que tenía por amigas. John –el padre de Iria –, por su parte, tuvo varios compromisos en tierras británicas, compromisos laborales que hicieron que tuvieran que quedarse allí durante una buena temporada.
Poco a poco, Iria fue creciendo y la estancia temporal en Inglaterra se hizo fija, hasta el punto de obtener dos casas allí: una en la ciudad y otra en las afueras, donde iban unos días cada mes, para evadirse del trabajo y de la educación que Iria recibía. Un tiempo de ocio, para ser más claros. Durante el crecimiento de la muchacha, recibió toda clase de lecciones: escritura, lectura, música, costura, cocina… Cualquier cosa era poco para la pequeña y así se fue convirtiendo en una muchacha hecha y derecha.
Algunos veranos, los pasaban en Francia, puesto que Evangeline era francesa. Ahora, después de diecisiete años, vuelven a Francia. Consideran que Iria tiene la edad suficiente como para buscarle un buen marido que la quiera y se haga cargo de ella, el día que ellos falten. Ella no está de acuerdo, pero, ¿qué importa su voz aquí? Es una simple cría todavía.
Datos extras:
- Le fascinan las otras clases sociales.
- Sus vestidos no suelen ser tan pomposos como los de su madre o sus amigas. Ella es más sencilla y aunque sabe que debe vestir de forma elegante, prefiere tirar por lo suave.
- Su madre es francesa, pero su padre es finlandés. Adquirió el apellido Lefreve porque sus abuelos por parte de padre son franceses también.
- Le encanta leer, sobretodo poesía.
- Es todo un prodigio con el piano. En realidad con cualquier instrumento, inclusive el violín, pero el piano es su debilidad.
- No cree en los cuentos de brujas que comentan por ahí, pero no es tan ignorante como para decir que son una chorrada. Le gusta que le hagan creer en las cosas. Tiene un sentido de la aventura impropio para una chica como ella.
- Quiere casarse por amor, no por dinero.
- Es una excelente amazona.
Iria Lefreve- Humano Clase Alta
- Mensajes : 14
Fecha de inscripción : 15/11/2011
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