AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Jack el Destripador.
Página 1 de 1.
Jack el Destripador.
por Sylar The Reaper Jue Dic 08, 2011 3:08 pm
Vampiro clase Alta – Inglaterra – Relojero/Médico Cirujano
Nombre real: Gabriel Grey
Apodo: Jack el destripador
(Psicóloga Vs Jack el destripador, Joker mode on) (¿)
- Nombre:
Se oye una risa contenida desde el comienzo de la “entrevista”.
- - ¿Crees que siendo quien soy, debería decírtelo?
- Quedará entre nosotros.
- Llámame Jack.
- ¿Ese es tu nombre real?
- Puede que si, puede que no. ¿Usted qué cree? – Dijo de forma enigmática, divertida.
- Creo que deberíamos proseguir. ¿Por qué lo de su fijación por las prostitutas?
- Verás mi padre era… - hizo un ademán con las manos como si intentase quitarle importancia al dato. – el médico del pueblo en el qué vivía, tenía una consulta pequeña eeh… nada importante – dijo con aquel tono sarcástico característico que tenía al hablar. – Solo había una sola cosa que le interesaba más que su trabajo y su familia, de hecho lo anteponía.
- ¿De qué se trataba?
- [color=darkred]Acostumbraba a pasar la noche entre las piernas de otra mujer.
- Una prostituta, supongo.
- Oh, en serio¿!? Nunca lo hubiese averiguado, gracias por la aclaración Sherlock.
Ironía tras ironía la entrevistadora ya no sabía que era real y que no, aunque al juzgar cada nítido pensamiento, así podía deducirlo.
- Disculpe, prosiga.
- Bueno, como iba diciendo… mi padre solía frecuentar a una ramera. Se dejaba grandes cantidades de dinero en ella, e incluso llegaba a obsequiarla con regalos muy caros.
- [color=violet]Y ¿Cómo se enteró de todo ello? ¿Su padre se lo dijo alguna vez?
- Por dios! Es evidente que no me lo dijo – Sonaba algo frustrado. – Fue mucho más simple de lo que cree. Una mañana temprano fui a su consulta y él no estaba allí.
- ¿Lo encontró en su propia casa?
- Por favor… cree que hubiera tenido que ir a la consulta de mi padre para ver si estaba allí en lugar de haberme quedado en mi propia casa? No… fue mucho más complejo, aunque tampoco en exceso.
Nota:
El paciente, parece tener un grave trauma debido a su infancia, por ello es por lo que salpica con tanta ironía, pretendiendo esconder sus verdaderos sentimientos además de un sarcasmo que realmente no logro entender, ya que lo que se ha hablado parece hacerle un daño terrible.
- Prosiga, por favor.
- Bueno… proseguiré, además de ignorar todo lo que ha escrito DE-MI-EN-ESE-CACHO-DE-PAPEL.
La entrevistadora/psicóloga, cerró el cuaderno de golpe.
- Mucho mejor. – Se reclinó sobre el asiento de una forma chulesca, más cómodo que antes, eso era un progreso, al menos… - Verá, me acerqué al cobertizo que había tras la consulta, para que aquellos clientes que venían de lejos dejasen sus monturas en aquel lugar. Y ya se podrá imaginar cual fue mi cara de sorpresa. Mi padre se encontraba de espaldas a mí, entre los muslos de aquella… - carraspeó – cosa. Yo solamente tenía 6 años, pero comprendí perfectamente lo que sucedía.
- ¿Hace cuanto ocurrió eso?
- Los años se mezclan en mi memoria, pero no se asuste, no fue hace tanto – Sonrió de forma enigmática, pero en su mirada, podía adivinar un toque de diversión distinto al de antes, algo así como más… tenebroso.
- ¿Qué edad tiene exactamente?
- Eso no se le pregunta a una mujer! Va… responderé, pero solo por que usted me cae bien. Creo que podemos llegar a entendernos.
La mujer se recompuso en su silla, al drástico cambio que había sufrido el paciente.
- Usted cuánto me echaría… 20…30…? Digamos que está entre ellos dos. Aunque… en realidad lo cuatriplique.
- ¿Cómo llego a ser quien es hoy en día?
- Mi padre enfermó debido a sus encuentros con la fulana. Entonces tuve que hacerme cargo de su consulta siendo aun muy joven para ello, pero ya hacía tiempo que había aprendido el oficio de la familia.
- ¿Fue usted médico o lo sigue siendo?
- Si, llegué a serlo y ejerzo ocasionalmente.
- ¿Por ello es eso que hace a sus víctimas?
- Seres que nadie echaría en falta. Mi padre enfermó, contagió a mi madre, ambos murieron de la misma forma y causa: la fulana. Cité a la fulana en el mismo cobertizo. Intentó hacerme caer en aquella tentación, de forma hipnótica, tanto, que casi caigo en la misma que mi padre. Tomé uno de los utensilios que había allí colgado, a ciegas, realmente tenía miedo, y cercené su garganta. La sangre salía a borbotones, ahora, tenía que deshacerme del cuerpo, no fue tan difícil como pensaba.
Cuando los pacientes morían (casualmente hombres casados y cornudos) se les tenía que incinerar en mitad del campo. Pues… descuarticé el cadáver minuciosamente, también observé su cerebro antes de que se secase por la falta de oxígeno, y los mezclé en cuanto acabé con los restos de otras muertes en consulta, así nadie sospecharía.
- ¿Cómo…?
- ¿Cómo me convertí en vampiro? Bah… es una historia muy larga, y ahora tengo hambre, mucha… hambre.
El susodicho, se acercó a la entrevistadora aprovechándose de que el miedo que sentía en ese instante la tenía paralizada. Recorrió su cuello con la punta de la nariz, no, no era una fulana, no debería morir, peeeeeeeeeeeero… tenía tanta sed…
Tras soltar su hálito sobre su cuello, sus colmillos penetraron su piel inundando al destripador con un gran placer momentáneo.
Tomó los papeles de la mujer, y se los puso en el regazo para que se los llevase a donde tuviese que hacerlo y una vez así los firmó con el nombre de:
Jack el destripador.
Descripción psicológica:
Sus gestos, tanto como sus hazañas dan a entender que es alguien muy meticuloso, calculador, preciso. Lo cierto es que es así en todo lo que hace, ésto le ayuda mucho para su actual profesión: relojero. Cada pieza, cada engranaje... Su modus operandi suele ser siempre el mismo, agobiado por un trauma infantil se vió obsesionado por matar a aquellas cortesanas que veía, a cada cual más lujuriosa que la anterior, pues de niño fué criado en una familia bien religiosa, y el pecado de la carne estaba muy mal visto por aquellos ojos que tras el paso de los años no ha parado en su incesante labor: exterminar a toda puta que considere oportuno. Su forma de hablar puede llegar a ser gentil, demasiado en ocasiones, o demasiado brusca en otras, pudiendo heriral lector con ellas en contadas ocasiones.
Poderes:
- Control mental: Poder para controlar las acciones o el razonamiento de otra persona.
- Control de emociones: Esta habilidad hace que cualquier persona se sienta atraída ya sea físicamente o de cualquier otra manera a la persona poseedora del poder. Como por ejemplo intentar hacer que en todo momento esa persona esté contenta como si de un hijo o algún pariente muy estimado se tratara.
- Ilusión: Capacidad para alterar la relativamente la realidad por medio de alguna ilusión, algo no real para confundir a las personas.
¿Como me convertí en vampiro? (Por Jack el destripador):
Una noche iba regresando a mi casa tranquilamente por las solitarias calles tras una jornada que se me había antojado eterna. Aquel día en particular me habían llegado múltiples casos de demencia aparentemente inexplicables...muchos habían muerto en mis manos, no pensé en la lastima que sentirían sus familiares, sino en que tenía mas entre donde esconder cadáveres "no registrados". Me encontraba a unos pocos pies de mi casa cuando tras girar una esquina me encontré con uno de los niños con los que solía jugar en mi infancia, obviamente ahora ya no era un niño, estaba tirado en el suelo con la espalda apoyada en el edificio y la blanca camisa de seda cubierta de aquella sustancia como los rubies que debería estar dentro de su cuerpo. Me acerqué a el y lo examiné...aún estaba vivo...pero no le quedaba mucho. Tapé la herida con un trapo tratando de evitar que siguiese perdiendo sangre cuando una figura aparecida de la nada se situó a mi lado. La joven me habló con su dulce y seductora voz...en ese instante aquellos impulsos que se apoderaban de mi solo cuando veía a una ramera emanaron con fuerza desde mi interior, pero había algo diferente en esta ocasión. No era yo quien se lanzaba sobre ella, sino ella la que se abalanzaba sobre mi con sus fauces abiertas. Sentí la punzada, mi sangre salir de mi lentamente y una risa juguetona brotó de sus labios carmesíes. Dijo algo acerca de que aquella noche no habrían dos muertes inexplicables en las calles, que ya estaba saciada. Se hizo un corte en la base de la muñeca y me obligó a beber su sangre. Mientras mi cuerpo cambiaba, muriendo y regenerándose a la vez, me dijo que ella no era una ramera cualquiera...ella solo comerciaba con la sangre de aquellos que osaban intentar poseerla y con aire risueño desapareció de mi vida...por ahora.
Nombre real: Gabriel Grey
Apodo: Jack el destripador
- My Face:
(Psicóloga Vs Jack el destripador, Joker mode on) (¿)
- Nombre:
Se oye una risa contenida desde el comienzo de la “entrevista”.
- - ¿Crees que siendo quien soy, debería decírtelo?
- Quedará entre nosotros.
- Llámame Jack.
- ¿Ese es tu nombre real?
- Puede que si, puede que no. ¿Usted qué cree? – Dijo de forma enigmática, divertida.
- Creo que deberíamos proseguir. ¿Por qué lo de su fijación por las prostitutas?
- Verás mi padre era… - hizo un ademán con las manos como si intentase quitarle importancia al dato. – el médico del pueblo en el qué vivía, tenía una consulta pequeña eeh… nada importante – dijo con aquel tono sarcástico característico que tenía al hablar. – Solo había una sola cosa que le interesaba más que su trabajo y su familia, de hecho lo anteponía.
- ¿De qué se trataba?
- [color=darkred]Acostumbraba a pasar la noche entre las piernas de otra mujer.
- Una prostituta, supongo.
- Oh, en serio¿!? Nunca lo hubiese averiguado, gracias por la aclaración Sherlock.
Ironía tras ironía la entrevistadora ya no sabía que era real y que no, aunque al juzgar cada nítido pensamiento, así podía deducirlo.
- Disculpe, prosiga.
- Bueno, como iba diciendo… mi padre solía frecuentar a una ramera. Se dejaba grandes cantidades de dinero en ella, e incluso llegaba a obsequiarla con regalos muy caros.
- [color=violet]Y ¿Cómo se enteró de todo ello? ¿Su padre se lo dijo alguna vez?
- Por dios! Es evidente que no me lo dijo – Sonaba algo frustrado. – Fue mucho más simple de lo que cree. Una mañana temprano fui a su consulta y él no estaba allí.
- ¿Lo encontró en su propia casa?
- Por favor… cree que hubiera tenido que ir a la consulta de mi padre para ver si estaba allí en lugar de haberme quedado en mi propia casa? No… fue mucho más complejo, aunque tampoco en exceso.
Nota:
El paciente, parece tener un grave trauma debido a su infancia, por ello es por lo que salpica con tanta ironía, pretendiendo esconder sus verdaderos sentimientos además de un sarcasmo que realmente no logro entender, ya que lo que se ha hablado parece hacerle un daño terrible.
- Prosiga, por favor.
- Bueno… proseguiré, además de ignorar todo lo que ha escrito DE-MI-EN-ESE-CACHO-DE-PAPEL.
La entrevistadora/psicóloga, cerró el cuaderno de golpe.
- Mucho mejor. – Se reclinó sobre el asiento de una forma chulesca, más cómodo que antes, eso era un progreso, al menos… - Verá, me acerqué al cobertizo que había tras la consulta, para que aquellos clientes que venían de lejos dejasen sus monturas en aquel lugar. Y ya se podrá imaginar cual fue mi cara de sorpresa. Mi padre se encontraba de espaldas a mí, entre los muslos de aquella… - carraspeó – cosa. Yo solamente tenía 6 años, pero comprendí perfectamente lo que sucedía.
- ¿Hace cuanto ocurrió eso?
- Los años se mezclan en mi memoria, pero no se asuste, no fue hace tanto – Sonrió de forma enigmática, pero en su mirada, podía adivinar un toque de diversión distinto al de antes, algo así como más… tenebroso.
- ¿Qué edad tiene exactamente?
- Eso no se le pregunta a una mujer! Va… responderé, pero solo por que usted me cae bien. Creo que podemos llegar a entendernos.
La mujer se recompuso en su silla, al drástico cambio que había sufrido el paciente.
- Usted cuánto me echaría… 20…30…? Digamos que está entre ellos dos. Aunque… en realidad lo cuatriplique.
- ¿Cómo llego a ser quien es hoy en día?
- Mi padre enfermó debido a sus encuentros con la fulana. Entonces tuve que hacerme cargo de su consulta siendo aun muy joven para ello, pero ya hacía tiempo que había aprendido el oficio de la familia.
- ¿Fue usted médico o lo sigue siendo?
- Si, llegué a serlo y ejerzo ocasionalmente.
- ¿Por ello es eso que hace a sus víctimas?
- Seres que nadie echaría en falta. Mi padre enfermó, contagió a mi madre, ambos murieron de la misma forma y causa: la fulana. Cité a la fulana en el mismo cobertizo. Intentó hacerme caer en aquella tentación, de forma hipnótica, tanto, que casi caigo en la misma que mi padre. Tomé uno de los utensilios que había allí colgado, a ciegas, realmente tenía miedo, y cercené su garganta. La sangre salía a borbotones, ahora, tenía que deshacerme del cuerpo, no fue tan difícil como pensaba.
Cuando los pacientes morían (casualmente hombres casados y cornudos) se les tenía que incinerar en mitad del campo. Pues… descuarticé el cadáver minuciosamente, también observé su cerebro antes de que se secase por la falta de oxígeno, y los mezclé en cuanto acabé con los restos de otras muertes en consulta, así nadie sospecharía.
- ¿Cómo…?
- ¿Cómo me convertí en vampiro? Bah… es una historia muy larga, y ahora tengo hambre, mucha… hambre.
El susodicho, se acercó a la entrevistadora aprovechándose de que el miedo que sentía en ese instante la tenía paralizada. Recorrió su cuello con la punta de la nariz, no, no era una fulana, no debería morir, peeeeeeeeeeeero… tenía tanta sed…
Tras soltar su hálito sobre su cuello, sus colmillos penetraron su piel inundando al destripador con un gran placer momentáneo.
Tomó los papeles de la mujer, y se los puso en el regazo para que se los llevase a donde tuviese que hacerlo y una vez así los firmó con el nombre de:
Jack el destripador.
Descripción psicológica:
Sus gestos, tanto como sus hazañas dan a entender que es alguien muy meticuloso, calculador, preciso. Lo cierto es que es así en todo lo que hace, ésto le ayuda mucho para su actual profesión: relojero. Cada pieza, cada engranaje... Su modus operandi suele ser siempre el mismo, agobiado por un trauma infantil se vió obsesionado por matar a aquellas cortesanas que veía, a cada cual más lujuriosa que la anterior, pues de niño fué criado en una familia bien religiosa, y el pecado de la carne estaba muy mal visto por aquellos ojos que tras el paso de los años no ha parado en su incesante labor: exterminar a toda puta que considere oportuno. Su forma de hablar puede llegar a ser gentil, demasiado en ocasiones, o demasiado brusca en otras, pudiendo herir
Poderes:
- Control mental: Poder para controlar las acciones o el razonamiento de otra persona.
- Control de emociones: Esta habilidad hace que cualquier persona se sienta atraída ya sea físicamente o de cualquier otra manera a la persona poseedora del poder. Como por ejemplo intentar hacer que en todo momento esa persona esté contenta como si de un hijo o algún pariente muy estimado se tratara.
- Ilusión: Capacidad para alterar la relativamente la realidad por medio de alguna ilusión, algo no real para confundir a las personas.
¿Como me convertí en vampiro? (Por Jack el destripador):
Una noche iba regresando a mi casa tranquilamente por las solitarias calles tras una jornada que se me había antojado eterna. Aquel día en particular me habían llegado múltiples casos de demencia aparentemente inexplicables...muchos habían muerto en mis manos, no pensé en la lastima que sentirían sus familiares, sino en que tenía mas entre donde esconder cadáveres "no registrados". Me encontraba a unos pocos pies de mi casa cuando tras girar una esquina me encontré con uno de los niños con los que solía jugar en mi infancia, obviamente ahora ya no era un niño, estaba tirado en el suelo con la espalda apoyada en el edificio y la blanca camisa de seda cubierta de aquella sustancia como los rubies que debería estar dentro de su cuerpo. Me acerqué a el y lo examiné...aún estaba vivo...pero no le quedaba mucho. Tapé la herida con un trapo tratando de evitar que siguiese perdiendo sangre cuando una figura aparecida de la nada se situó a mi lado. La joven me habló con su dulce y seductora voz...en ese instante aquellos impulsos que se apoderaban de mi solo cuando veía a una ramera emanaron con fuerza desde mi interior, pero había algo diferente en esta ocasión. No era yo quien se lanzaba sobre ella, sino ella la que se abalanzaba sobre mi con sus fauces abiertas. Sentí la punzada, mi sangre salir de mi lentamente y una risa juguetona brotó de sus labios carmesíes. Dijo algo acerca de que aquella noche no habrían dos muertes inexplicables en las calles, que ya estaba saciada. Se hizo un corte en la base de la muñeca y me obligó a beber su sangre. Mientras mi cuerpo cambiaba, muriendo y regenerándose a la vez, me dijo que ella no era una ramera cualquiera...ella solo comerciaba con la sangre de aquellos que osaban intentar poseerla y con aire risueño desapareció de mi vida...por ahora.
Última edición por Sylar: "Jack The Reaper" el Vie Ene 27, 2012 3:48 am, editado 3 veces
Sylar The Reaper- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 07/11/2011
Re: Jack el Destripador.
por Invitado Jue Dic 08, 2011 4:42 pm
Cuando concluyas confirma con un post para que alguien del Staff pase a darte la aprobacion 
Invitado- Invitado
Re: Jack el Destripador.
por Sylar The Reaper Jue Ene 26, 2012 4:37 am
Terminada: Siento la tardanza.
Sylar The Reaper- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 07/11/2011
Re: Jack el Destripador.
por Invitado Jue Ene 26, 2012 4:10 pm
Observaciones:
- Te falta la descripcion psicologica, en caso de que sea la entrevista pues te faltaria la parte de la historia del pj asi que por favor delimita esa division para que pueda ser entendible.
- No mencionas los poderes de tu vampiro.
- No mencionas como fue transformado en vampiro.
Por favor edita solo dando los datos exactos de lo que se te pide, tampoco es que te extiendas mucho mas ni que hagas una gran edicion. Una vez que lo hagas confirma y te daremos la aceptacion
- Te falta la descripcion psicologica, en caso de que sea la entrevista pues te faltaria la parte de la historia del pj asi que por favor delimita esa division para que pueda ser entendible.
- No mencionas los poderes de tu vampiro.
- No mencionas como fue transformado en vampiro.
Por favor edita solo dando los datos exactos de lo que se te pide, tampoco es que te extiendas mucho mas ni que hagas una gran edicion. Una vez que lo hagas confirma y te daremos la aceptacion
Invitado- Invitado
Re: Jack el Destripador.
por Sylar The Reaper Vie Ene 27, 2012 3:51 am
Siento la errata..ahora si que si esta terminada.
Gracias por la paciencia.
Gracias por la paciencia.
Sylar The Reaper- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 07/11/2011
Invitado- Invitado
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