André L. Cartier

Nombre: André Lewis Cartier
Edad: 28 años (apariencia 25)
Raza: Licántropo
Clase Social: Clase alta
Lugar de Origen: París, Francia.
Sexualidad: Heterosexual

Habilidad y Poderes

- Sentidos aumentados: Aumento de percepción en los sentidos de la vista, el olfato, el gusto, el tacto y la audición.
- Agilidad y reflejos sobrehumanos: Habilidad para moverse con más soltura por un sitio, utilizando brazos y piernas reaccionando más rápido que un humano normal.
- Memoria sobrehumana: Capacidad para no olvidar ningún escrito, imagen, sonido, etc., asumidos anteriormente. También puede llamársele Mnemonismo. La diferencia entre la 1era es que se puede recordar todo lo percibido a voluntad, el mnemonismo no permite olvidar y no muestra un control sobre la memoria.
- Sanación acelerada: Habilidad para curar rápidamente de cualquier lesión. El tiempo de recuperación varía según el personaje. Cuando se trata de balas de plata o fuego pueden morir si las heridas son muy graves.
- Longevidad: Capacidad de vivir más de lo normal, este poder puede deberse por provenir de una raza ajena a la humana, por mutaciones o por otros poderes como la sanación acelerada.

Mide alrededor de 1,85m, es bastante alto y tiene una espalda ancha. Su pelo suele ir corto ya que le molesta la poca visibilidad y adora notar el viento en la cara. Sus ojos son profundos y ligeramente achinados que terminan siéndolo cuando sonríe dejando además una hilera de dientes perfecto y blanquecinos. Tiene la mandíbula marcada y casi siempre lleva barba de varios días, al contrario que con el pelo, sin barba se siente desnudo, es de complexión atlética debido al ejercicio que hace, adora navegar en veleros sobretodo sin quitar los demás deportes que casi siempre practica. en publico suele vestir decentemente casi siempre con camisa y bien acicalado, pero nunca se echa perfume sobre la piel, quizás las aguas o aceites de baño.En cambio en su casa o cuando está a gusto con la gente se pone ropa holgada y cómoda y en diversas ocasiones y cuando tiene calor, lleva el torso al descubierto. Lleva el nombre de su hermana pequeña tatuado en la parte izquierda del pecho, en donde dicen que se encuentra el corazón.

Son demasiado difíciles las palabras que podrían describir a André; es un hombre en constante cambio ya que madura y observa, se transforma y adquiere lo que el tiempo data sobre él. Al principio fue un joven discreto quizás algo tímido y se dejaba influir mucho por sus hermanos sobretodo por el mayor, ya que era todo lo que sus padres querían pero eso dio paso a los celos que afloraban sobre él. Lo que le hizo darse cuenta de lo mala que era la envidia y se preocupó de dejar de lado las diferencias e intentar ser como los demás, labrándose a si mismo. Cosa que su hermana pequeña siempre admiró de él. En cambio es un hombre con principios, con fuerza y con vehemencia, es inteligente y se preocupa de serlo ya que adora aprender y siempre puede dar el primer paso en muestra de interés de ahí su fortuna y su personalidad emprendedora.
No es tímido y tampoco de pocas palabras, es mucho más complejo que eso, mide a las demás personas y es un hombre al que le puedes hablar de cualquier tema sea lo pudoroso que sea o aunque no tengas la suficiente confianza, pero este te dará su opinión respetando la tuya siempre. Ya que las opiniones de los demás forman las de las personas y el respeto es una cosa que considera que escasea en su día a día pero admira y valora con creces.

Con las damas, puede ser todo un galán educado, refinado con un toque de descaro y soberbia que podría llamar la atención a más de una. No suele tener problemas y es romanticón y zalamero ya que tiene labia y adora la compañía femenina, considera los halagos una fuente directa de acercamiento y además de sinceridad ya que si se trata de una mujer bella se lo dirá y si no lo es evitara tener que contestar a esa pregunta, pero siempre con respeto y elegancia. Es muy difícil arrancar un "te quiero" a André, ya que considera ese sentimiento el más fuerte que puede haber hacia una persona y no confía en la mitad de ellos, piensa que la gente lo utiliza demasiado y está sobre valorado haciendo que pierda la importancia que realmente tiene. Realmente admira al amor pero lo teme, cree que vuelve vulnerables a las personas pero que si es así es porque es uno de los mejores sentimientos que hay en el mundo. Se considera una persona dedicada y personal en las relaciones y sobretodo detallista.

Ante los problemas, su cabeza se debate es su debilidad y quizás lo más difícil de tratar. Debido a la licantropia su temperamento siempre está a flor de piel y normalmente es un hombre que no le gusta hacer nada malo, se siente culpable en un momento y nunca podrá hacer daño interesadamente a otra persona aunque claro...siempre existe un pero y en este caso se podría decir que es bueno pero tiene carácter firme y orgullo como nadie. Defiende lo que piensa, lo que siente y lo que hace así como las personas cercanas a él o a las que aprecia. Jamás negará la ayuda de un conocido o un amigo y siempre intentará ayudarte en lo que pueda, pero no es tonto y tampoco concede segundas oportunidades. Por lo que detesta la falsedad, la traición y la humillación.

El duelo con la bestia solo se puede acabar
cuando uno de los dos consiga la victoria sobre
el otro. Él volverá a aparecer. Esa próxima vez,
trata de llevar la lucha hasta el final. De lo contrario,
su fantasma será tú preocupación por
el resto de tu vida

.

Prólogo

Tenía los ojos entumecidos, la boca pastosa y el cuerpo ligeramente maullado y desnudo. Debía ser mediodía el sol se alzaba entre los árboles de un pequeño bosque a las afueras de la ciudad-Maldita sea…-susurré mientras miraba a mi alrededor en busca de algún tipo de ropa y como no; no había nada. Me levanté del suelo con algo de suerte y me acerqué a un pequeño lago en el que me asomé para ver el reflejo, tenía sangre seca por el rostro y el pelo alborotado, como si hubiera salido de una interminable fiesta de esas en las que el alcohol y las mujeres abundan y no recuerdas nada más que el ligero olor de su pelo en tu lecho o en tú cama y un soberano dolor de cabeza.

Una vez que terminé de lavarme a conciencia me giré algo indeciso y desorientado no recordaba donde me encontraba ni la más remota idea y algo que ponerme así que seguí dando pasos hasta que llegué al campamento gitano. Esa gente apenas me gustaba tenia la incertidumbre de que hacían, tenían mala fama y además no les veía como personas civilizadas a dia de hoy espero equivocarme. Recogí algo de ropa sin que la gente se diera cuenta y descalzo corrí por el bosque sonriendo por la libertad que me transmitía, notar la tierra húmeda bajo mis pies, el viento frio y cortante sobre las mejillas. Aullé de satisfacción. Un rasgo que me había quedado de lo que era. Fui rebajando el ritmo al correr hasta que me detuve mirando de nuevo a mis lados, descubriendo una senda que ya conocía e iba directa a la ciudad. Crucé el puente de piedra y llegué al corazón comercial de Paris, miré a mi alrededor en busca de algún sitio para comer, supuse que la gente se quedaba mirándome por los harapos que llevaba puesto y además descalzo, algo extraño por esa zona pero me importaba poco lo que los demás pensaran, me importaban las cosas que influían en mi vida, me importaba el hecho de disfrutar de quién era y de lo que aquel hombre hizo conmigo; Durante años, estuve fuera de casa, de París concretamente. Tenía dos hermanos Pierre y Louis que mayores que yo y una pequeña llama Lucie a los que siempre he querido y de hecho sigo haciéndolo cada día que pasa. Añoro los momentos que pasé con ellos pero por desgracia hace más de 7 años que no les veo y a mis padres lo mismo.

Recuerdos

Mi pasos se detuvieron en un pequeño escaparate de cristal mirando el reflejo que había en él, el reflejo guiño un ojo y dibujó una sonrisa lobuna que me hacia sonreír a mi también. Suspiré cuando me alejé de ese centro y decidió volver hacia mi residencia. Una mansión bastante grande y lujosa. Era algo derrochador y sin pudor me gastaba el dinero que conseguía y en lo que podía. Era el dueño de mi vida, tenía un don y dinero suficiente como para no preocuparme de nada más.
Me detuve en un parque en el que las flores inundaban los sentidos por la brisa, que a pesar de ser invierno el cuidado y de ellas era magnífico, un buen lugar donde sentarme y disfrutar ya que parecía que no podía dejar de pensar en nada. El banco de madera estaba confortable y me coloqué holgadamente sobre el reparando en las ropas que había robado y el porqué las había robado “No puedo seguir así…”se dijo a si mismo para más tarde recordar en Lock su maestro después de tantos años.

Aullidos de libertad y salvajismo

Con 18 años abandoné la casa de mis padres para hacer el servicio militar que en mi familia era tradición y lo único, que como decía mi padre, aseguraba un carácter recto y diligente. Como mis hermanos partí con el regimiento de defender las fronteras de Francia, donde aprendí el manejo de las armas, a sobrevivir en el bosque y el manejo de la espada. Todo lo que podía desear un adiestramiento que a base de caer y de golpes aprendía a levantarte y a devolverlos. Adoraba Francia, adoro mi País y adoro defenderlo pero después de lo que pasó supuse que lo mejor era alejarme. Era de noche, quizás media no lo recuerdo bien pero recuerdo la luz de la luna brillar blanca potente sobreponiéndose a las nubes que intentaban taparla. Me tocaba guardar el flanco derecho del pequeño campamento donde nos asentábamos cuándo algo Tiró de mi pierna arrastrándome por el suelo y dándome un golpe en la cabeza con una piedra para quedarme inconsciente. No recordé nada y jamás sabré lo que paso hasta que abrí los ojos y vi a mi lado a cuatro cuerpos más. Algún campesino supuse y otro uniforme miré a mí alrededor y me incorporé como pude llevándome después la mano a la cabeza y notando en la yema de los dedos el liquido de la brecha- Maldición…-susurré mirando la sangre de mis dedos y frotándolos. Miré de nuevo alrededor en busca del agresor y al no encontrarlo me giré sobre los cuerpos intentando que respondieran. Estaban muertos y yo horrorizado. En aquella época era demasiado susceptible e impresionable pero como se sabe todos cambiamos.
Me despertó de mis pensamientos el rugido de un animal que arrugaba el hocico y enseñaba los dientes en posición de ataque. Un lobo negro al que le faltaba un trozo de oreja. Me dispuse a atacarlo buscando a mi alrededor algo que utilizar hasta que saqué de un bota un pequeño puñal. Sabia como manejarlo y apuntándole a él me levanté poco a poco- Vamos…-intenté darme coraje a mi mismo pero la herida de mi cabeza me hacia marearme y perder reflejos cuando el lobo saltó sobre mí de nuevo. Paré la embestida con los brazos y conseguí lanzarlo a un lado haciendo que se cortaba una pata con la hoja del puñal, el lobo furioso se lanzó sobre mi de nuevo mordiendo la muñeca con fuerza y fiereza haciéndome soltar un grito desgarrador de dolor. Después acercó su hocico lleno de sangre hasta mi hombro y volvió a morder con más fuerza que antes haciendo que el dolor fuera más intenso que nunca, sus dientes palpaban mi hueso y el dolor me hizo perder la consciencia de nuevo.

Tres días después me desperté de nuevo, pensando que estaba muerto en mitad de una cabaña de madera miré mi mano moverse sin problema, estaba vendada como mi hombro y mi cabeza. Me incorporé ligeramente hasta levantarme y asomarme por la puerta en busca del que me había dado su cuidado. Un hombre adulto y robusto soltó un carcajada al verme y dejó su pipa a un lado acercándose- Válgame el cielo, muchacho deberías seguir durmiendo- su voz sonó ronca ,tenía el pelo ligeramente largo y negro, escondía sus orejas y se juntaba con una densa barba negra y me acompañó de nuevo hasta la cama- ¿Quién es usted?- pregunté frunciendo el ceño y perdido. –Soy Lock Serman, un campesino…cazador más bien-su voz titubeo con la última palabra que dijo- ¿Usted mató al lobo? –Pregunté mirándolo con cierta admiración.- No hijo, hace falta demasiado apra acabar con un lobo como ese-cogió un cazo que había en el fuego y sirvió el contenido en dos tazas , una para cada uno-¿Qué tiene de especial? Es tan solo una bestia-dije recibiendo la taza con la mano izquierda y dando un sorbo- No muchacho, eso era un hombre lobo- dijo mirando a un punto fijo.-¿Qué era qué?- mis ojos se desorbitaron y me miró a los ojos- Es un hombre como tú o como yo, capaz de transformarse en una bestia cada luna llena- dijo girando el cueloo ligeramente para ver mi reacción- He oído hablar de ellos en historias , cuando era niño mi padre nos leia cuentos fantásticos a mis hermanos y a mi…pero eran cuentos-miré el gesto serio del hombre- No, cachorro, es real y es tan real como que lo serás tú-dijo señalando las heridas vendadas con la mirada-¿Qué?¡Qué!-dije levantándome como pude de la cama y mirando asustado a todo el mundo- chico, relájate, no me hagas reducirte-su voz se torno violenta cuando se levantó y movió la cabeza a un lado- No me obligues, cachorro- me zafé de su brazo cuando fue alargarlo para cogerme y me quedé quieto en la puerta mirándole antes de echar a correr hacia la salida. El cazador hábil interpuso su pie entre los míos haciéndome caer hacia delante sobre mis brazos lo que hizo que le dolor de las heridas se intensificara hasta el punto de hacerme gritar.
Pasaron los días y apenas podía mirar a Lock a la cara, su gesto era serio y se pasa la mayor parte del tiempo preparando el té que siempre me daba o sentado en el porche de la pequeña cabaña de madera mirando al infinito. Una tarde mis heridas habían mejorado y decidí hablar con él- Tengo que irme-dije simplemente esperando que no me lo impidiera como otras veces. El hombre dejó la pipa a su lado y se acercó de nuevo a mi- Hoy hijo, disfrutarás de lo que eres- dijo posando una mano sobre mi hombro. Otra vez estaba con las bestias que me asaltaron, apenas me importaban los cuentos de un loco, la agradecía los cuidados proporcionados pero desvariaba eso estaba claro pero como un infeliz me equivoqué.
Esa misma noche estaba vistiéndome con la ropa que Lock me había dejado, algo holgada y cómoda ya que el uniforme iba envuelto en un pequeño macuto que me había ingeniado con un trozo de él mismo y un palo. Lock se apoyó sin camiseta en la jamba de la puerta mirándome a los ojos casi con impaciencia. En ese momento había detrás de él una luna llena y los lobos, cercanos aullaban manifestando el júbilo de la noche mientras que en el rostro de Lock apareció una sonrisa lobuna y siniestra que me hizo dar un pequeño salto y llevarme la mano al pecho-Eso, cachorro, es la llamada lo que eres-dijo señalándome- Eres un lobo y siempre lo serás. Eres una leyenda y un cuento de gente loca, una historia de boca en boca, eres una bestia- dijo acercándose con sosiego viendo como me arrodillaba y retorcía sobre mi mismo gritando- Eres lo más grande que hay, aprende a aceptarlo y a disfrutarlo cachorro, ese es tú signo-decia con voz ronca mientras el mismo se abría de brazos mirando hacia la luna. Notaba como mis extremidades ardían, la luz cegaba mis ojos, articulaba palabras y no salía nada más que un grito desgarrador de mi garganta, algo parecido a un gruñido, mis brazos se envovían en pelo y tan solo recuerdo un vacio negro.

Al dia siguiente desperté como muchas otras veces haría, desnudo desorientado pero lleno de vitalidad y poderío. Era la mejor sensación del mundo, me hizo ganar seguridad y una sonrisa afloró en mis labios mientras Lock me miraba con orgullo- buen trabajo cachorro- me dijo ofreciéndome ropa nueva, pues había desgarrado la demás y una tolla humedecida en la pila de la cabaña- Aun tienes restos de sangre…-se tocó el mismo su boca para después sonreir- Eres un buen cazador..¿qué tal la experiencia?- preguntó sonriendo. Me volví después de ver la sangre pegada ahora en la toalla-No…no recuerdo nada- dije dudando en que era la sangre y lo deliciosa que olía-[color=green] No te preocupes cachorro no has matado a nadie humano, tan solo un venado salvaje, te diste un buen festín tú solo-soltó entre carcajadas- ¿Tú recuerdas lo que pasó?- pregunté mirándole con curiosidad-Si cachorro, pero requiere tiempo y dedicación, necesitaras muchas lunas para hacerlo e incluso que tus emociones sean tan altas y te absorban tanto como para hacerlo…-dijo Lock. Levanté la mirada de la toalla ensangrentada y olvidándome de todo lo que había conseguido, de todo lo que tenía que hacer, de mi familia y de Paris-Enséñame-dije con gesto serio.

Desenlace

El tiempo pasaba y yo seguía firme y disciplinado con mi mentor y su manada, Salí a cazar y algunas veces íbamos al centro de la ciudad evitando que me reconocieran a buscar lo que hiciera falta o intercambiar algunas cosas que podían conseguir. En definitiva me sentía como en casa, me sentía enamorado, era saborear cada palmo de libertad, hacer caso a la voz que gritaba libertad dentro de ti mismo hasta que un día comprendí. Cuando pobre la carne humana. Una campesina en un partida de caza, aun luchaba contra la conciencia de la bestia que dejaba el raciocinio a un lado y tomaba el control de mi cuerpo, cuando me abalancé sobre ella y mis dientes aplastaron su piel, su sangre caía por mi hocico y un aullido de sangre u júbilo afloro sobre su cuerpo inerte. Mi parte humana gritaba y se asustaba porque lo que había hecho. La bestia vencía cada vez que arremetía contra ella saboreando cada parte del cuerpo de esa mujer. Deliciosa.

Al día siguiente me negué a convertirme más, Lock me decía que era normal que aquello sucediera y que si había pasado era por mi culpa. Intenté durante 3 lunas más aguantar en la transformación pero la sed de sangre irrumpía en mi cuerpo liberándome de las cuerdas atadas y clamando la sangre que en secreto ansiaba.
Una mañana me día cuenta cuando Lock dormía en su rostro había algo que llamaba la atención particularmente, su oreja no estaba completa faltaba un trozo y mis ojos se desorbitaron al comprender. No fue el cazador, fue el mismo quien me atacó y me convirtió. Bastardo. Apreté la mandíbula pensando en matarle o destrozarle, pero aquello no iba conmigo, tenia principios y no me gustaba dañar a las personas. Me alejé cogiendo el macuto que tenía dándome cuenta de que era una vida salvaje, algo desagradable y de mal gusto, algo apartado y retrógrado. Éramos salvajes fuera de la civilización.

Actualidad

Cuando llegué a casa mi padre nos había dejado, me habían dado por muerto y me inventé una historia creíble: me habían mantenido en cautiverio, me habían secuestrado por ser del ejército para que rebelase las posiciones al enemigo. Lo que coló y me hicieron transmitir al general de quien se trataba. Me negué en rotundo, Lock podía haberme mentido, utilizado y destrozado la vida pero me había dado un don, una cosa que aprendí en su momento a disfrutar y que lo seguiría intentando y haciendo cada vez que pudiera.

Mi madre se volcó a besarme, mis hermanos hicieron lo mismo y dieron una fiesta en mi regreso. Busqué alguna escusa para mantenerme alejado y entretenido con algo, albergaba demasiada actividad en el cuerpo, apenas podía estar quieto. Hasta que en el despacho de padre se me ocurrió la idea. El apellido de mi padre serviría para la posteridad en un pequeño negocio que se fue ampliando. Me puse en contacto con los benefactores de materiales de mi padre y les tomé como socios para abrir y emprender un legado, una joyería. Mis hermanos apoyaron y me dieron su dinero y Pierre trabajaría directamente en la tienda. Su labor era exquisita por lo que el boca a boca de los clientes fue dando su fruto y pasamos a tener más dinero con lo que pedir mejores materiales y mejores piedras. El trafico de estas dio paso a una mejores y hasta ahora que poseo uno de los mayores tráficos legales, de piedras preciosas y metales nobles de Europa.

Ahora resuelvo el cabo que queda en mi vida, soy un hombre, he vivido y me he formado como he podido, tengo mis valores y admiro en lo que me he convertido. Conozco los límites de las personas y los seres que existen. Aprendo y escucho. Pero sobretodo disfruto de los placeres que me brindan. De la notoriedad de mi apellido. De mi don.

*Sabe tocar el piano y el violín perfectamente

*Sus mayor vicios y los que más problemas le traen son : Las cortesanas, el juego y el alcohol.

*A veces suele fumar algún cigarrillo ya que es algo nervioso e inquieto, pero en casa suele fumar de pipa.

*Colecciona naipes de distintas barajas que la gente se suele olvidar o pierde.

*Odia los malos olores y a la gente pedante, lameculos y sin principios.

*Tiene una cicatriz en el hombro en forma de media curva del mordico que le dio su maestro.

*Le gusta la poesía y es tremendamente romántico, dedicado pero pasional sobretodo.

*Tiene varios veleros en los que participa en regatas y varios caballos ya que empieza a aficionarse a la equitación.

*Empezó la carrera de medicina que no pudo terminar por el alistamiento en el ejército, tan solo le queda un año por terminar.

*Es dueño y fundador de la joyería Cartier, para prologar la memoria de su padre del que no pudo despedirse. Teniendo además el anillo de oro blanco grabado con sus iniciales y el apellido.