Adalyet Alayne

Datos del Censo

Padre Biológico: Erwan {Desaparecido}
Madre Biológica: Young Mi {Fallecida}
Fecha de nacimiento: 03/02
Lugar de Nacimiento: Corea


Habilidad/Poder

- Hechiceria: Habilidad para hacer que cosas sucedan ya sean a favor o en contra de alguna persona por medio de conjuros, hierbas y pociones.
- Tirititero: Brujo con la capacidad de adherir un alma errante a un objeto inanimado y controlarlo a voluntad.
- Empatía: Capacidad para percibir los sentimientos de otros mortales.

Descripción Física

Spoiler:

Descripción Psicológica

Vergonzosa y tímida; La timidez personificada, incapaz de hablar con nadie, suele esconderse encualquier lugar cercano para esconderse de las miradas curiosas, si alguien le habla baja la mirada y sus mejillas se tiñen de rojo. Si intentan darle conversación solo mira el suelo y asiente o niega con la cabeza, pero de sus labios no sale la menor palabra, ni el más mínimo susurro; Miedosa y insegura. Cualquier cosa la hace sentir desprotegida, asustada. Si no conoce lo que la rodea suele perder el control de su mente, por lo que busca el protegerse acurrucándose cubriendo con sus manos la cabeza, en esos casos solo hay una persona que puede tranquilizarla, ella es Haven Temptress. Llorona; Cualquier palabra en un tono alto la puede hacer llorar, razón por la que en el orfanato empezaron a llamarla así, si se siente perdida o acosada por alguien que no conoce sus ojos se llenan de lágrimas y sus labios se fruncen en un auténtico puchero. Cariñosa y tierna; Ama todo lo dulce, le apasionan los animales pequeños {Gatos, conejos, perros, pájaros... Etc} Disfruta cuando le abrazan y protegen. Si de verdad encuentra la confianza necesaria en la otra persona es capaz de dar por ella cualquier cosa, pero si la traicionan sus lágrimas se las cobrará con la venganza.

Historia

Silencio, oscuridad...
¡Ah, no! Ahora se escuchaba el movimiento de las manecillas del reloj, llevaba horas despierta mirando el techo de la habitación mientras sus brazos apretaban con fuerza la pequeña muñeca. A su alrededor no se escuchaba nada, tan solo la suave respiración de su hermana de orfanato mientras dormía, con suavidad apartó las mantas de encima de su cuerpo y se bajó de la cama agarrando con fuerza la muñeca contra su cuerpo, era como un escudo protector que la hacía sentir segura y sin miedos. Sus pasos la llevaron hacia el borde de la cama de su hermana, apoyó su pequeña mano sobre la manta y la movió, como queriendo que ella despertase.
- Hav... Hav...-
Silencio, solo silencio. Apartó con cuidado la mano y miró a su alrededor, tenía miedo de la noche y la oscuridad, del silencio atronador y la soledad. Se apartó de la cama metiéndose entre la mesilla de noche y la cama de ella misma, flexionó las piernas y dejó la muñeca acomodada sobre las piernas a la par que escondía su rostro y con sus brazos se abrazaba las piernas haciéndose una pequeña bolita.
-M-mamá... H-hav... S-señorita...-
Esas eran sus únicas palabras, las repetía una y otra vez mientras su cuerpo se mecía con suavidad de adelante hacia atrás. Sus ojos se cerraron con fuerza, ella quería que aquel ruido tan fuerte llamado silencio se callase, que desapareciese.
-Por favor... Por favor...-
Sus mandíbulas se apretaron con fuerza y sus brazos buscaron afirmarse aún más alrededor de sus piernas. Suavemente empezó a tararear una canción que la mujer del orfanato le cantaba cuando ella sentía miedo o quería llorar y no podía dormir.
-Ha venido un hada del País de nunca jamás para bordar en tu almohada sus arrullos y algo más…-
Su voz salía entrecortada, temblorosa y débil. Cómo si buscase no ser oída por nadie más que por ella, cómo si en realidad no quisiese otra cosa que meterse en su pequeña burbuja y desaparecer para el resto del mundo.
-El hada hilvana los sueños con blanco hilo de luna, mientras pega cascabeles que te cantan en la cuna...-
Su cuerpo dejó de hacer ese movimiento contínuo y sus ojos se abrieron completamente cuando sintió que había alguien delante de ella, el la oscuridad. Su mirada subió de forma lenta, hasta que se encontró con la mirada de preocupación de Mathilda, la mujer del orfanato y que para ella era como una madre. Sus brazos se alzaron al aire y sus manos se abrieron y cerraron de forma contínua pero silenciosa, con cuidado la mujer se acercó tomándola en brazos y protegiéndola contra su cuerpo, ella solo escondió su rostro mientras sus bracitos rodeaban el cuello de la mujer. Mathilda se sentó sobre la cama de ella a la par que la acomodaba contra su pecho y la mecía de forma lenta.
-Y al zurcir dulces arrullos en la funda de tu almohada, con mis sueños y los tuyos, se durmió también el hada.
Mathilda cantaba con suavidad, hasta que notó como la respiración de la pequeña se había vuelto completamente lenta. Con cuidado la dejó dentro de las sábanas y la cubrió protegiéndola del frío.
- Y el hada también se durmió -

5:45 de la madrugada.

- ¡¡El hada no!! -
Su cuerpo se levantó de golpe sobre la cama, su mano se posó sobre el pecho que subía y baja con fuerza, volviendo su respiración agitada y entrecortada. Con lentitud cerró los ojos y sus mandíbulas se tensaron en un intento de no llorar, sentía la necesidad de hacerlo.
- Por qué a mí... Por qué ese sueño... Por qué todas las noches lo mismo.-
Flexionó las piernas y se abrazó a si misma. 13 años después seguía teniendo los mismos sueños, los mismos miedos, pero ahora no estaba ella para cantarle y protegérla en la noche.

Datos Extra

· Tiene dos pájaros. Cada mañana abre la puerta de la jaula por si alguno quiere su libertad, pero ninguno se va y están junto a ella.
· Tiene con ella una muñeca de trapo, se la regalaron cuando era una niña.
· Cuando está nerviosa suele cerrar los ojos con fuerza y canta una y otra vez una canción de cuna. Esa que le cantaba la mujer del orfanato cuando se despertaba llorando cada noche.