Droga vampírica [Brie Bella y Joseph Masen]

por **Lola Johnson** Lun Feb 27, 2012 8:10 am

Había hecho lo imposible para que mandasen a otro inquisidor a aquella taberna, había suplicado, sobornado, seducido e incluso amenazado a mi jefe, pero nada surgió efecto. Tenía que ir en busca de un vampiro del que apenas sabía nada, envenenarle su copa de sangre con un químico que fabriqué hace tiempo y llevarlo hasta el palacio de la Inquisición. Y todo este embrollo no era más que porque ese químico no había funcionado del todo bien haría unas semanas y el cazador que lo portaba resultó descuartizado. No eran esos mis problemas, yo no debería salir en busca y captura de nadie, mi trabajo no iba más allá de mi laboratorio. Odiaba cazar. No es que viese como “personas con sentimientos” a esas criaturas infames como hacían muchos otros, más bien era que no quería mezclarme entre papeleos y conferencias por haber capturado a uno. No era ningún mérito, era una soberana gilipollez. Sabía perfectamente que muchos de mis compañeros y cazadores se dedicaban a cazar en busca de la fama y nunca terminaban bien. No, yo prefería no ser conocida por nadie, quedarme donde estaba y hacer mi vida tranquila entre sustancias químicas. Si había de tener algún contacto con animales monstruosos era exclusivamente para hacer pruebas con ellos.
Me vestí con un traje verde agua de fada ajustada y un tocado sombrero, como solía hacer, aún sabiendo que así mis movimientos estaban reducidos. No era algo que me preocupase en exceso porque no pensaba mover ni un ápice de mi cuerpo para capturar a nadie. Si tragaban el químico vendrían solos atraídos por luces, colores, sonidos y olores. Era una droga para vampiros que los hacía alucinar y perder a mayor parte de juicio, bloqueando sus colmillos y quedando inofensivos…si no usaban su fuerza, por supuesto. Era muy poco probable que se diese el caso de que peleasen ya que quedaban desorientados y en su cuerpo sentían felicidad, un sentimiento para ellos muy parecidos a volverá ser humanos, guardando calor en su cuerpo. La fabricación tuvo como objetivo comerciar con ella, pues sabía que muchos vampiros odiaban su condición y darían lo que fuese por sentirse durante media hora humanos pero por desgracia un temprano cazador quiso usarla para cazar, salió a la luz ante el consejo y cómo iba a decir que ése imbécil había intentado usar una droga como arma, sería yo a más perjudicada por contrabando.
Guardé con cuidado los tubos dorados en el bolso y entré en la taberna, sentándome en una asquerosa silla para pedir un vino (el cual estaba amargamente horrible) mientras observaba los que allí se encontraban en busca de aquel vampiro.