Nathano Stradivari

-Nombre del Personaje:

Nathano Stradivari

-Edad:

Posee en realidad 420 años, pero aparenta solo 17.

-Especie:

Vampiro

-Tipo, Clase Social o Cargo:

Extranjero, clase alta

-Orientación Sexual:

Pansexual

-Lugar de Origen:

Cremona, Italia

-Habilidad/Poder:

→ HABILIDADES: SIGILO, SENTIDOS AUMENTADOS, BUENOS REFLEJOS, AGILIDAD, FLEXIBILIDAD, VELOCIDAD Y FUERZA SOBREHUMANA.

→ ATRIBUTOS: COLMILLOS AFILADOS, UÑAS AFILADAS (EN ALGUNOS CASOS), PIEL Y CUERPO RESISTENTES (AUNQUE SUAVE AL TACTO Y A LA VISTA), E INMORTALIDAD.

→ SANACIÓN ACELERADA: HABILIDAD PARA SANAR RÁPIDAMENTE HERIDAS Y CONTUSIONES NO TAN GRAVES (ESTO NO APLICA AL DESMEMBRAMIENTO, SI LES ARRANCAN UN BRAZO, EL BRAZO NO VOLVERÁ A CRECER). EL TIEMPO DE RECUPERACIÓN VARÍA SEGÚN EL PERSONAJE Y LA GRAVEDAD DE LA HERIDA O LESIÓN. CUANDO SE TRATA DE BALAS DE PLATA O FUEGO PUEDEN MORIR SI LAS HERIDAS SON MUY GRAVES.

→ PERCEPCIÓN DEL AURA: HABILIDAD PARA VER LAS AURAS DE OTROS SERES, CUYOS COLORES INDICAN SU HUMOR, IDENTIDAD Y NIVEL DE HOSTILIDAD, DE ESTE MODO SABEN SI ESTÁN BAJO AMENAZA. ESTE PODER TAMBIÉN LES PERMITE RECONOCER A OTROS VAMPIROS E IDENTIFICAR A LOS LICÁNTROPOS GRACIAS A SU AURA COLORADA Y SU CARACTERÍSTICO OLOR.

- Confusión: Su capacidad para confundir y dejar embelesados a las demás personas ha sido, en gran parte, gracias a esta habilidad, que le permite dejar a sus oyentes en "blanco" luego de tocar su violín y abrir sus ojos grises para dedicarles una mirada. Los afectados no son capaces de recordar nada más que fragmentos de sus pensamientos, y se sentirán vulnerables y desorientados durante un poco tiempo después de que termina la melodía.

- Manipulación de la memoria: Probablemente la habilidad más utilizada por el chico desde que descubrió que tenía esa capacidad; le permite borrar, recuperar, escudriñar e implantar cosas en la memoria de aquellos que le rodean. También es capaz de mostrar su propia memoria a los demás.

- Persuasión: Habilidad para controlar las acciones o el razonamiento de otra persona. Este poder logra que otras personas realicen acciones, sin que éstas puedan negarse o incluso dándose cuenta, mediante órdenes que a menudo están camufladas en sus melodías.

-Descripción Física:

Nathano es un hombre de apariencia muy joven y estatura media (1.70 mts no son mucho que digamos). Su cabello es largo hasta llegar a sus hombros, de un color dorado oscuro y con una suavidad y sedosidad bastante inusuales en un hombre. Su tez es blanca como la leche y extremadamente suave, incluso en las muchísimas cicatrices que esconde en su pecho y su espalda. La única excepción es aquella mordida en su muslo derecho, la marca de la bestia que lo convirtió en aquella criatura inmortal. Sus ojos son de un profundo color grisáceo causado por su ceguera prácticamente total, pero recuperan su bello azul original junto con sus capacidades de visión cuando este consume una buena cantidad de sangre. Por lo general viste muy elegantemente, con un traje formal negro y un sombrero de copa que le caracteriza desde que era un bebé. En su rostro casi siempre hay una expresión distraída, con los ojos eternamente cerrados.

-Descripción Psicológica:

A pesar de que su vida ha sido muchísimo más que extraña, siempre ha tenido una manera alegre de ver las cosas. No se deja desanimar fácilmente, aunque los retos de la vida diaria le sean un tanto más complicados ya que es ciego. Es extremadamente educado, cortés y gentil con las personas, siendo muy servicial tanto en su trabajo como en la vida cotidiana. Por lo general se lo toma todo con suma calma, aunque cuando habla frente a frente con una persona querida o atractiva (Psicológica o sonoramente hablando), sale a la luz su timidez oculta en lo profundo de su ser.

Ya no tiene miedo a ser lastimado, pues ha sufrido tanto que la verdad considera que ya no pueden hacerle sentir peor que antes. A pesar de todo esto, en su interior es un poco serio, de hecho incluso externamente le es difícil comprender algunos chistes. Además, oculta una gran pasión dentro de aquel ser tímido, pasión que creyó extinta cuando murió su antigua pareja… Pero que sigue viva en lo más profundo de su ser, pudiendo desatarse de una forma ardiente ante el estímulo correcto.

La sed de sangre puede desatarse de un modo violento en él, pues las habilidades mentales que posee han conllevado también una secuela: la creación de un instinto, un estado “descontrolado” en el cual ataca y bebe de cualquier ser que se encuentre cerca.

Es positivo con los demás, pero no es capaz de ser optimista consigo mismo. Es en momentos de suma tristeza cuando se aleja del mundo y se encierra en lo que ama: La música y los instrumentos musicales. Su pasión hacia esto es tal, que incluso en estado descontrolado reacciona ante estímulos musicales, y es incapaz de dañar un violín.

-Historia:

Era el año 1380, cuando las casas de la en ese entonces pequeña ciudad de Cremona eran testigos del nacimiento de un pequeño niño, que lloraba fuertemente en los brazos de una dama inmóvil y pálida. Hijo de una relación fugaz e infructuosa con un cambiaformas que apareció en la vida de su madre, para luego desaparecer tan fugazmente como había llegado. El trabajo de parto fue doloroso y largo, pero luego de un gran esfuerzo el niño consiguió salir del vientre materno… llevándose la vida de la mujer consigo. El joven Nathano, solo disfrutó de la compañía de su madre 2 horas, antes de que esta abandonara el mundo de los vivos con el pequeño bebe entre sus brazos. Mientras el resto del mundo corría, escandalizado, los ojos del pequeño permanecían cerrados, igual que los de su madre. Las nodrizas no tardaron mucho en darse cuenta de que el niño no poseía el sentido de la visión correctamente desarrollado: Sus ojos carecían de brillo, y solo miraban fijamente aquello que se hallaba literalmente frente a su rostro. Horrorizadas ante tal aberración, y sintiéndose piadosas del destino del pequeño, tomaron al niño y le abandonaron en el bosque, rogando por que las bestias que allí habitaban tuvieran el valor de hacer lo que ellas no se habían atrevido.

Los lobos se arremolinaban alrededor del pequeño que lloraba bajo la lluvia, sonrientes, conscientes de que su cena había llegado en bandeja de plata aquel día. Pero algo en el destino no quería que el chico muriera aquella noche… Por eso puso a los Ekhalek en su camino. Una pareja de jóvenes vampiros, que al ver al pequeño indefenso, y al no tener la capacidad para procrear, decidieron apiadarse de su suerte y ayudarlo en su problema, eliminando a las criaturas que le rodeaban y llevándoselo para criarlo como su hijo. Claro, se habían percatado de la falla congénita de sus ojos, pero aquello no los detuvo de llevarse al pequeño hasta su hogar… en Constantinopla. Allí, Nathano se crió con todas las comodidades y la mejor educación que fue posible entregarle, permaneciendo siempre encerrado en el castillo de la familia para evitar que tuviera demasiado contacto con el resto de los mortales. Aprendió música, matemáticas, filosofía y ciencias, además de varios idiomas, consiguiendo leer por tacto. Todo era maravilloso… hasta ese fatídico día en 1397, cuando los turcos iniciaron un ataque en masa hasta la ciudad, tomando por sorpresa a la familia. El padre se defendió con garras y dientes, pero fue reducido por los cazadores turcos. Su madre escapó junto con Nathano, pero había sido alcanzada por varias flechas de plata, por lo que no le quedaba demasiado tiempo… y si ella caía, Nathano también lo haría. Fue por eso que, antes de que los cazadores les encontraran, ella convirtió al pequeño en vampiro, mordiendo su cuello y luego obligándolo a beber de su sangre… toda la que le quedaba.

La tensión y la furia ciega que sentía en ese momento despertaron algo en él. Su cuerpo se estremeció por completo, acelerando la transformación de forma inesperada, y abriendo los ojos completamente por primera vez desde que había nacido. Los rojos ojos del vampiro fijaron su vista en los pocos cazadores que se habían atrevido a seguirlos. Fueron esos mismos ojos quieres vieron los cadáveres secos que quedaron luego de la corta pelea. Esa noche de luna llena, mientras el castillo en el que había pasado toda su niñez caía bajo la fuerza de las llamas, el chico tuvo que huir del país, empezando un viaje que duraría más de 300 años. Aprendió a usar sus habilidades, dándose cuenta de lo que tenía que hacer para guiarse sin necesidad de usar la vista o cualquier otro instrumento adicional, solo con los sentidos. Descubrió como manipular la mente de los seres humanos, jugando con las personas que se le acercaban, enloqueciéndolas incluso a veces. Cuando se dio cuenta de lo que hacía, ya era tarde: Había recorrido Europa y Asia de extremo a extremo, dejando un sendero de locura a su paso. Horrorizado de si mismo, Nathano buscó refugio en alguna parte de su país natal, jurando nunca más volver a beber una gota de sangre. Claro, la promesa nunca pudo ser cumplida, pues cada 3 días volvía a aquel frenesí y terminaba asesinando a alguien. Frustrado y entristecido, busco quitarse la vida… y fue entonces cuando un joven italiano llamado Antonio Stradivari, le encontró y le detuvo, llevándolo a su casa para cuidar de él. Fue entonces cuando se dio cuenta que el chico no era normal.

El chico parecía estar totalmente consciente de todo lo que ocurría a su alrededor. Sus ojos apenas se abrían, y solo podía ver aquello que se hallaba literalmente frente a sus narices, pero… aún así parecía caminar con suma facilidad. El chico en realidad se guiaba por el resto de sus sentidos, sintiendo los sonidos de sus pasos rebotar por los objetos de la sala, dándose una idea de lo que ocurría a su alrededor, como una imagen mental. Antonio estaba realmente impresionado por ello… y encantado al mismo tiempo. Su relación fue muy unida, Antonio le enseñaba desde muy pequeño todos sus secretos, le enseñó a tocar todos los instrumentos de cuerda que poseía, a leer las partituras por el tacto, a reconocer cuando un instrumento estaba bien afinado y, sobre todo, como confeccionar un instrumento para que funcionara perfectamente. Permanecieron juntos en todo momento, excepto los días en los que la sed de Nathano quedaba con demasiada sed, momentos en los que lo confinaba con mucho dolor de su alma a una habitación en el sótano. No necesitaba ser un genio para darse cuenta de lo que era en realidad el chico, con todas esas habilidades que poseía, pero no tenía planeado contárselo a nadie. Aún así, estas medidas tan violentas no serían necesarias luego de que se diera cuenta que la bestia en su interior era fácilmente controlable, por una buena sinfonía de violín. Desde entonces, empezaron a pasar las noches de luna llena tocando música, Antonio tocaba el violín, y el vampiro permanecía escuchándole, sentado y tranquilo mientras bebía la sangre de algún animalilo.

El tiempo seguía su curso, y Nathano no envejecía. Antonio les dijo a sus discípulos y a la gente de todo el pueblo, que se trataba de una enfermedad y que no debían mencionarle nada. Nathano era totalmente consciente de lo que era, de lo que ocurría y de la realidad de su situación… pero por ese entonces no le dio importancia. Vivió junto a su “padre” y sus discípulos durante más de 50 años. Claro, a la gente a su alrededor le preocupaba, pero la constante insistencia de Antonio lo mantenía a salvo de cualquier sospecha… pero los humanos no viven para siempre. Antonio Stradivari, padre de la disciplina de luthieres Stradivarius y de más de 900 instrumentos magistrales, murió en Cremona en 1737, dejando su legado a sus discípulos, pero el conocimiento más específico se lo dejó a su hijo Nathano, quien permaneció al lado de la tumba de su padre durante semanas, como si esperara que saliera de allí, deseando que le dijera que todo había sido una broma, que no estaba solo. Los discípulos de Antonio se quedaron a cargo de la casa y todos los bienes materiales de su maestro, con excepción de las herramientas originales del maestro, su capa y su bastón, que permanecieron en poder de Nathano, incluso después de que los mismos discípulos le entregaran a la inquisición bajo sospecha de ser un vampiro.

Sus objetos personales fueron guardados por un inquisidor de buen corazón que se ofreció a ello… pero solo hasta allí llegaron las amabilidades por parte de la organización religiosa. Fue encerrado en una de las mazmorras en la base de la inquisición, compartiendo habitación dos vampiros, un licantropo y una cambiaformas. No fue precisamente una buena estadía, pues cuando no era torturado por la inquisición para sacar información sobre sí mismo, era brutalmente maltratado e incluso abusado por sus compañeros de cuarto. Su cuerpo recibió muchísimas heridas, quedando marcado para siempre su cuello, su espalda y su torso. Su presidio se extendió por 10 años, durante los cuales la inquisición no se decidía a asesinarlo debido a su condición física y al hecho de que jamás en su vida había cobrado una victima. Afortunadamente para él, el resto de sus compañeros de habitación fueron siendo eliminados uno por uno, hasta que quedó completamente solo…

Fue una noche de luna menguante cuando las lágrimas afloraron por su rostro. Era la primera vez que lloraba desde que su padre los había abandonado, y fue tal la impresión que causó en el guardia de turno, que este se acercó a él e intentó calmarlo con una pieza de violín… Tocaba terriblemente mal, por lo que Nathano le pidió el instrumento y le enseñó a tocarlo. Así fue como conoció a Marco. Era un licantropo que aparentaba unos 25 años, bastante tranquilo, un servidor de la iglesia por obligación. Se convirtió en su acompañante, confidente y, en algunas noches, su amante personal, estableciendo una relación secreta que duraría por el resto de su presidio. En Noviembre de 1747 organizaron una fuga desde la base, tomando todas sus cosas y robando varios objetos de valor, Nathano y su amado escaparon hacia un bosque en el norte de Italia, viviendo escondidos entre los árboles. Marco le enseñó a defenderse a si mismo sin necesidad de hacer uso de sus habilidades, mediante la esgrima y las artes marciales, y Nathano le enseñaba a tocar el violín. La vida fue buena, hasta que fueron nuevamente descubiertos. Era el año 1799 cuando una redada de inquisidores condenados entró en su hogar. Nathano deseaba permanecer al lado de su amado y ser capturado junto a él… pero Marco se negó. Lo drogó con su propia sangre, dandole todo el dinero que tenía, sus objetos personales, lo vistió y lo peinó. Luego, lo envió en tren hacia el norte. Cuando despertó, ya era demasiado tarde

Se detuvo en un campo cercano a Paris, y se abandonó a si mismo en una cueva, a llorar. No necesitaba ver el futuro para saber que Marco estaba muerto… Y deseó haber muerto a su lado. Deseó también odiarlo, detestarlo por manipularlo de esa manera. Pronto se dio cuenta que no era capaz de ello. Permaneció meses confinado, pensando, meditando que debía hacer ahora. Estaba perdido y confuso, no sabía como seguir en su vida. Ni siquiera salía siendo licantropo, la depresión había llegado hasta ese punto. Pero fue la noche de año nuevo del 1800 cuando finalmente decidió alsarse sobre ello. Sus padres no le habían criado todo ese tiempo para que se rindiera, Marco no se había sacrificado para que permaneciera encerrado y muriera de frío, su padre no lo había salvado para que terminara de esa manera… Tenía que continuar su obra. Esa misma noche se subió a escondidas a un tren, con destino a Paris, para empezar nuevamente y volver a la labor de su padre, aunque esta vez tuviera que hacerlo solo.

Datos Extras:

- Se mueve a través del mundo usando la “Ecolocalización”, es decir, guiandose por el rebote de los sonidos en los objetos para hacer un mapa a su alrededor.
- Todos sus trabajos los firma con el nombre de su padre, y con fecha 1638 para que las personas no sospechen.
- Aunque es un experto en el combate, tanto con como sin armas, evita el conflicto tanto como le es posible.
- Cuando bebe sangre es capaz de ver durante un día completo.
- Su tacto es tan fino que puede leer al sentir las impresiones de las letras en el papel, sin necesidad de que esten escritas en braile.
- Pareciera tener una intuición a la hora de afinar instrumentos, pero la verdad es que sufre de un trastorno conocido como Sinestesia, con lo cual asocia colores a cada sonido.
- La sangre de seres sobrenaturales tiene un efecto narcótico sobre él.