Franco Baressi

-Nombre del Personaje: Franco Baressi

-Edad: 21 Reales. 21 Aparentes (Recién convertido)

-Especie: Licántropo

-Tipo, Clase Social o Cargo: Clase Alta

-Orientación Sexual: Heterosexual

-Lugar de Origen: Italia (Milán)

-Habilidad/Poder:

Sentidos aumentados / Agilidad y reflejos sobrehumanos {Predeterminados}
Visión Térmica / Sanación acelerada / Sentido del peligro {A elegir}

-Descripción Física:

Spoiler:

-Descripción Psicológica:


Es un ser frío y sin escrúpulos, es muy calmado y calculador. Tiene la manía de llevarse una mano al mentón cuando se sienta y de cruzar una de sus piernas y la de alzar una ceja. No permite que alguien le pase por encima, y siente predilección por los licántropos. No siente nada de odio por los vampiros. Es tenaz y ágil, pocas veces sonríe y con las chicas es maniático, si está fijado en una de esas chicas, no la importa hacerla sufrir con tal de hacerla suyo, pues para él la fuerza lo es todo. Siempre piensa antes de actuar y tiene que tener la última palabra, es egocéntrico {No en exceso} y prepotente, no le importa insultar si molesta al susodicho. Agresivo cuando la ocasión lo requiere pues como ya se dijo, es calmado y tranquilo, pero es enfermizo a la hora de enojarlo, pues sería una mala idea y mala experiencia para el ser que lo ose.


-Historia:

Contracciones, respiraciones fuertes, quejidos de dolor. Todo aquel horror se respiraba por los poros de aquel pequeño auto que el padre conducía llegando a una pequeña villa abandonada, pero que abandonada, sencillamente, estaba descuidada, pues se decía que a las afueras de la ciudad de Milán, vivía una persona con poderes mágicos, supuestos mitos y leyendas que se comenzaban por dicha ciudad Italiana. Haciendo caso omiso y creyendo la familia estar deshabitada aquel caserón, de adentraron, como si no, el padre agarrando a su esposa en brazos y abriendo la puerta de una patada para no perder mas tiempo, pero aquel caserón propiamente dicho anteriormente, no estaba solo, y sí, estaba habitado por la supuesta hechicera que se nombraba instantes anteriores. Una mujer mayor, con pelo medio largo y canoso, rodeada de gatos, era algo realmente lúgubre. Aarón (El padre de Franco) no se lo pensó dos veces y le daba lo mismo que aquella mujer fuera hechicera, bruja, o cortesana, tan solo quería su ayuda, necesitaba que aquel niño naciera esa noche del 23 de Agosto. pero ahí no iba a acabar todo. La señora se enfureció, había sido profanada la casa en donde había crecido toda su vida en la mas absoluta soledad, apartada de las personas, marginada de la sociedad por ser una mera hechicera. Aún así, no pudo evitar el oir y ver gritar, gemir y quejarse a la mujer, pero su rostro no cambiaba, y tampoco tenía cara de muchos amigos, y mucho menos, de querer ayudar al pequeño a nacer. El padre le rogó ayuda, incluso tirándose a arrodillarse ante la hechicera, y ésta, no tuvo mas remedio que aceptar. La mujer ayudó todo lo posible a que el niño saliera de aquel útero materno, fueron largas horas, quizás 9 o 10 horas para redondear. Fué una dura tarea para los 3 personajes pero al final, el pequeño Franco estaba en brazos de la madre al fin. Pero no había acabado todo ahí. Pues la bruja llevó un par de vasos de agua para refrescarse, ya que el trabajo había sido muy duro, y en ellos, había hechado una pócimas del sueño, pero éstos ignoraron el contenido de aquel vaso, mala suerte...

Aquella noche, ambos padres quedaron dormidos minutos después de ingerir la pócima oculta en un vaso de agua, tanto fué así, que la bruja tomó al crío y se lo llevo lejos, muy lejos, a París para ser mas exactos. ¿Cómo? Pues con varios días de viaje. Quería vengarse por la interrupción que la vieja había tenido aquella fatídica noche, tanto fué así, que el caserón de la bruja, fué destruída por aquel monzón de aquel 23 de Agosto, nada más se supo de Aarón y de Anne. ¿Quién sabe si pueden seguir vivos aún?

Lo cierto es que a pesar de sus muertes, el pequeño había heredado todas las pertenencias de estos a la corta edad de recién nacido. Franco creció junto a la bruja, la cual le enseñó muchísimas cosas desde pequeño sobre la magia y seres oscuros y tenebrosos que pudieran situarse en la capital Francesa. Siguió creciendo hasta los 15 años, cuando la bruja finalmente falleció junto a una carta en la mano, la carta decía: ''Franco, ahora que yo no estoy, te dejo un mensaje, tus padres te hicieron heredero de una gran fortuna, aprovéchala y no lo malgastes en tonterías, se preciso. Aquí tienes los datos de como conseguirla, gracias por éstos años a tu lado''. Franco, arrugó la hoja y la tiró al suelo, dejando caer por su mejilla, una pequeña gota emanada de sus ojos. Desde entonces, el niño creció solo, con una fortuna en el bolsillo, hasta los 21 años en los que, un terrible suceso más estaba por sucederle. En las afueras de París, un enorme Licántropo se topó en su camino, feroz el cánido bípedo se lanzó a por el humano en cuentión de segundos de donde no saldría ileso pues ahora el humano, debido a heridas y mordeduras del engendro, fue transformado en dicha criatura para el resto de su vida. Ahora no sabe lo que me espera en su larga vida, solo continua viviendo tranquilamente en París, Franco, sin saber aun en los días de luna llena, curándose de su ataque.