Among parisian Markets

por **Lilium Neveu** Vie Mar 02, 2012 11:46 am

Aquella electrizante noche, el mercado ambulante estaba abarrotado de olores nutritivos, mesclados con otros aromas que ya empezaban a descomponerse. La reina de la fertilidad parecía verter allí sus dones: pan Suave, queso cremoso, vino embriagados, ¡Los bardos y los epicúreos estarían en su edén! En este mercado, entre tantos otros, no solo había componentes alimenticios… también esotéricos… ¡Pero por supuesto! Todo estaba bien escondido: Alas de murciélagos, ramas antiquísimas, flores de rara especie, condimentos sacados de la misma tumba. Había Lilium en su tiempo vendido ese tipo de Materiales cadavéricos, cuando estaba necesitada de dinero, viajando desde los bosques hasta la mismísima civilización parisina que le proveía el sustento necesario.

Among parisian Markets Market_day_by_Nitwitbrit

Los colores de las frutas, de las telas y el reflejo contra las luces de las mismas monedas trataban que todo brillara a pesar del manto que intentaba imponer el invierno. Pero las callejuelas adoquinadas a veces traían más oscuridad que cualquier estación temporal…

Lilium Se desplazo de calle en calle, buscando algún comerciante ilícito con el cual poder conseguir un poco de polvo de mariposas azules.

por **Asagi Dunkelheit** Lun Mar 05, 2012 3:13 am

Como los insectos alados, como el polvo y las cenizas…
Derramándose como una espiral de caracol…Hiervas
Incienso y demás…

La noche tiene ese misterio que tinta el firmamento en un gris invernal, en un frío tan otoñal y en una humedad que se parece a la lluvia de verano y de primavera solo los frutos que se conservan secos en los diversos costales que se apilan a las entradas y afueras de todo ese mercadillo, los aromas van desde el comino, desde el aroma dulce que bien puede lastimas las fosas nasales, un poco de lavanda algo tan refrescante y embriagador, hay un sabor a limón, otro a café por allá a un frescor, el picante esta a la orden del día, los gritos como las invitaciones son lo mimo, desde las personas compitiendo unas a las otras por quien tiene la mejor mercancía o quien la da más barato.

Pero ¿Dónde quedan esas garrafales hierbas que usan los hechiceros?... ¿No era algo así como: ‘Baba de caracol, alas de murciélago, algo de uña de cerdo y ojos de oruga’?, al parecer esas especias se esconden bien, seguro que en alguna esquina o algo así y los pasos de los elegantes zapatos resuenan sobre las losetas empedradas de esos callejones que dirigen al mercadillo.

Ya es tan tarde para que alguien trate de capturar el aura de un vampiro, sin embargo con paso lento es guiado a través de esos caminos y senderos, humanos ilusos, en estos callejones por poner esas mugrosas palmas en su abrigo blanco y llevarlo a las profundidades murmurándole que será el negocio de su vida ya habrían perdido la cordura.

Uno de ellos apesta como si montones de cebollas estuvieran apiladas en un rincón, gordo con el cabello seboso recogido en una coleta, que decir de quien guía el recorrido, tan delgado e ingenuo, parece alguien que acaba de incorporarse al negocio y no duraría ni un segundo a manos de un ser así…

Y le llevan con una niña, quien negocia con un hombre mucho más alto y robusto que los otros dos, a simple vista parece alguien que sabe negociar, que tiene bien en claro sus objetivos, incluso la mercancía que enseña a la chiquilla parece atractiva con ese color azul tan brillante como las olas del mar en un verano que ya no se podrá recordar, solo ser guardado en la memoria como uno más.

Se acerca detrás de la pequeña y también se pone a observar dicha joya, toma un poco con los dedos, no para sentirla, porque eso es totalmente imposible pero solo para admirar el color tan peculiar – Esto no es el polvo que le han prometido Madame – sonríe de una manera poco ortodoxa mirando al tipo quien hace una mueca y lo reta con la mirada – Es más parece un fino grano de arena molido que se tinta con este color y solo se puede conseguir cerca del puerto parisino – aquello podría traer problemas pero al parecer ha acertado, ¿Qué pasará después?... ¿Golpes y riñas?, eso no le importa no será un problema para él.

por **Lilium Neveu** Lun Mar 05, 2012 4:05 pm

Lilium había cubierto su cuerpo maldito con un vestido blanco, de corte largo, parecía una hermosa mujer de la clase media, ya sabes... ese tipo de mujeres superficiales que abundan en la sociedad victoriana.

Como un felino que se gira para reconocer a su persecutor, Lilium se torna hacia la asiática figura, detalla sus finas vestimentas, sin duda se distinguían del resto de personas que habían en el mercado, probablemente perteneciera a la nobleza. ¿Algún pariente de su majestad francesa? La rueda de la fortuna y el destino podría aterrizar en "si, lo es".

Lilium acercándose hacia él lo hizo retroceder un par de pasos para hablar más privadamente, dándole la espalda a los vendedores de dudosa reputación... avatares de la virtud del robo y el engaño.

¿Acaso sabe usted, caballero, que es lo que deseo comprar exactamente? -le preguntó casi en nobles susurros la inquisitiva bruja, entrecerrando los ojos por esperar una respuesta acertada y sabia. Hablo educadamente pues no convenía quedar mal ante alguien de la nobleza, podría tener influencia no deseada...

Espero que no sea semejante tonto como para delatar el uso de tal polvo-Lilium pensaba que quizás aquel hombre sabía algo de vieja brujería como ella.

por **Asagi Dunkelheit** Vie Mar 09, 2012 5:49 am

Aquello le daba risa, los pensamientos que la pequeña criatura escondida, ciertamente sabía, fue criado desde niño hace milenios por uno de los mejores brujos o alquimistas que pudo existir, un chasquido de su lengua le hace salir de ese trance – Se más de lo que se puede imaginar – musito para ambos casi con ese hilillo de voz sensual que le caracterizaba. –Pero creo que esto no es de aquella procedencia – miro a los hombres uno a uno tornaba su rostro con un toque de malicia que había puesto, los ceños fruncidos – Le pido Madame, salgamos de aquí, seré yo quien le guíe para que obtenga lo que tanto ha estado buscando.

Sonrío lentamente y le ofreció la mano, claro sus presentaciones las harían fuera de ese lugar no como delante de semejantes personas, sintió la calma invadirle al igual que la sed de sangre que aquello conllevaba en su sistema, lentamente se giro a ver a la humana, claro tenia ese tipo de personalidad como lo solía tener su sirviente. Un brujo también.

por **Lilium Neveu** Vie Mar 09, 2012 9:26 am

Lilium asintió y sin voltear a ver a los otros dos tipos se alejo junto con su acompañante. Mientras caminaba miraba hacia el suelo adoquinado, estaba agrietado y sucio, sentía que eran como señales que le decían que algo importante podía pasar. Algo muy malo... o muy bueno...

¿Cómo poder interpretar los mensajes naturales que le daba Gaia? Quizas como un niño virtuoso que interpreta cada nota de modo instintivo en su piano de cola, recien regalado por sus esperanzados padres, esperando a que éste se convierta en la proxima viva e infantil imagen de la música y el arte bien ejecutado.

Es un arte interpretar las grietas y la mugre de un suelo mal cuidado... -comenzó a pensar Lilium mientras notaba las hojas moverse por el frió viento. Formando remolinos con las hojas rojas de admirable belleza.

por **Asagi Dunkelheit** Vie Mar 09, 2012 8:45 pm

Aun cuando salieron del lugar lo que podía hacer era admirar el lugar, el firmamento, vaya que extrañaba esas noches en soledad y ahora estaba perdido en un mercadillo con una chica cuyas manías no conocía pero entrar en la mente humana –¿Y bien Madame, piensa decirme su nombre? –Murmuro escuchando sus pensamientos pero sin querer inmiscuir en ello, de hecho Dunkelheit era demasiado tranquilo y filoso para dar a relucir de que raza era, incluso los falsos que le levantaban al confundirlo con los orientales era patético, su vida y transfundo con el de la bruja que se presentaba absorta en sus pensamientos era un simple juguete a su vista.

Se detuvo de golpe y le miro sosteniendo su mano entre la suya para besar el dorso suavemente –Asagi Dunkelheit – Musito con voz sensual y cargada de esa elegancia que le caracterizaba.

por **Lilium Neveu** Lun Mar 12, 2012 11:05 am

La parte más educada y delicada de Lilium encontraba atrayente y apasionante la forma de comportarse de aquel tipo, tenia cierto misterio intrínseco, una majestad adherida a su propia naturaleza, o al menos eso destilaba como una flor de agua, hermosa pero peligrosa.

Me llamo Lilium, Lilium Neveu. -Le contesto mientras seguía los ojos de aquel hombre que le besaba el dorso de su tersa mano-. Digame, ¿Es usted alguien de la realeza? Poseo esa vaga impresión, espero no importunarlo con la calidad de la pregunta.

Sin embargo, había algo que hacia erosionar el interior de Lilium... ese lado salvaje de ella, que había convivido entre los arboles de las cercanías, y que vomitaba sangre y azufre al ver aquel caballero que parecía renunciar a la parte más áspera del mundo silvestre.

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