Oriana Casterio

Nombre del Personaje: Oriana Casteiro.

Edad: 17 años.

Especie: Bruja.

Tipo, Clase Social o Cargo: Clase Alta, española y por tanto extranjera.

Orientación Sexual: Bisexual.

Lugar de Origen: Santiago de Compostela, España.

Habilidad/Poder:

• Encandilamiento: Esta habilidad hace que cualquier persona se sienta atraída ya sea físicamente o de cualquier otra manera a la persona poseedora del poder.
  
• - Dominación: Capacidad para controlar la voluntad de otro mortal
  
• Premonición: Habilidad para percibir el futuro. En ocasiones solamente se expresa en la forma de vagos sueños mientras se duerme, mientras que otras veces es clara y ocurre a voluntad, mientras se está despierto, o incluso pintándolo.
  

Descripción física:

Oriana es una hermosa doncella delgada y con la piel pálida como el alabastro. De muñecas finas, cintura de avispa y cuerpo de bailarina, parece ser el prototipo de Dama. Lo único que parece resaltar demasiado es su pelo negro, fino y oscuro como la noche que en actos de rebeldía, olvida a menudo recogerlo. Lo tiene liso como un espejo y largo hasta más allá de la cintura, y armoniza perfectamente con sus ojos grises como el Mar Cantábrico, rodeados de tupidas pestañas, oscuras como su pelo, que hace subir y bajar en coquetas caídas de ojos. La nariz, ni pequeña ni grande, es aristrocrática y se encuentra rodeada de unas mejillas cuidadas con dificualtad para ruborizarse. Esto es cierto, parece que la sangre de Oriana se encuentra huída de su cuerpo, que realmente es azul, pues la única variación de color que sufre en su rostro es un ligero empalecimiento, de manera que la única nota de color la aportan sus ojos.
De boca de labios finos, su sonrisa esconde la única mácula aparente de su cuerpo: un incisivo ligeramente torcido que hace que su sonrisa no sea perfecta.
Oriana no es demasiado alta, pero compensa su falta de altura, llegará al metro sesenta descalza, vistiendo vestidos exquisitos, los mejores que puede comprar, y teniendo en cuenta el patrimonio de su familia, es mucho. Siempre lleva un anillo de plata, macizo y no obstante delicado, con un signo pagano grabado y escondido bajo una aguamarina. Y su gran secrerto: justo debajo de la cuarta costilla por la izquierda, una cicatriz en forma de espiral, que casi parece un tatuaje de tan delicada y que su madre, canturreando, describía como la Marca de la Bruja.

-Descripción Psicológica:
Por una parte, Oriana es bastante snob, digamoslo claramente. Profundamente narcirista y enamorada de su persona, suele dejarse llevar por el orgullo que le han inculcado desde la cuna: eres mejor que los demás. Y si no, por lo menos de la mayoría. No puede evitar tratar a los criados con condescendencia, incluso con crueldad, pero hay que decir a su favor, que realmente no se da cuenta de ello, pues no se da cuenta de que una persona sin sangre azul en sus venas pueda sentir algo aparte de la suprema adoración cuando ella, Oriana Casteiro, se dirige a ellos. A pesar de todo, en parte es una chica sonriente, pues ha descubierto que es la mejor manera de llegar a la gente, especialmente a los hombre que tanto dirigen en la sociedad que le ha tocado vivir, a la que le gusta el poder, sí, pero prefiere conseguirlo a través de poner carantoñas, sonreír o emplear el tintineo del metal dorado. Se escuda tras una falsa máscara de protocolo y saber estar tras la que no hay que olvidar que Oriana no es más que una noble inteligente, carismática y consentida que intenta hacer el lo que le da la gana y beneficia, a su manera particular, sin renunciar a sus lujos.
El hecho de su atractivo y buena cuna hace que se crea intocable y sus esquemas se desmoronan fácilmente cuando algo se le resiste, pues es caprichosa en extremo.
De esta manera, tenemos a una Oriana a la que le seduce el poder más que a nada, que está dispuesta a hacer lo que sea por él, y que sabe escudarse y jugar con sus cartas, y que sería capaz de venderse al mejor postor y luego cortarle la garganta si eso le deportara beneficio.
Por otra parte, hay una Oriana que disfruta haciendo el mal, una pequeña parte salvaje de ella misma, herencia de su ascendencia meiga, primaria, salvaje y brutal, que no suele descontrolarse a menudo, pero cuando lo hace, es para abandonarse al placer, al juegoy al hedonismo más salvaje.

Historia

Oriana nació como la quinta hija del aparentemente feliz matrimonio entre Elvira, una belleza gallega y el rico propietario Rodrigo. Rodrigo poseía una importante compañía y su patrimonio era vasto y estaba íntimamente relaccionado con el comercio y el Mar. A pesar de sus inicios como burgués, la Familia Casteiro había conseguido escalar socialmente en la Galicia del momento y si bien no se codeaban con la Familia Real, habían conseguido hacerse un importante hueco en lo que era el panorama más selecto.
Quizás precisamente por esto se extrañaron tanto cuando Rodrigo se casó con Elvira. Elvira era hermosa,d eslumbrante, la recreación viviente de los pinceles del más afamado de los artístas, pero nadie sabía de dónde había salido. Las habladurías se propagaron rápdiamente, y tan rápido como nacieron, murieron. Amor, se dijo. Se han casado por amor. Parecía, dentro de lo descabellado, una idea más plausible que la del hecho de que Elvira era una bruja, una hechicera, una de las más poderosas Meigas de la zona. Y era ambiciosa como pocas.
El matrimonio iba, aparentemente, viento en poca. ¡Cuatro hijos, cuatro hermosos varones habían llegado a la Familia! Y sin emabrgo, hasta que Elvira no dio a luz a una niña, no estuvo contenta. Y es que eso era lo que ella estaba buscando. Una heredera a la que tramitir su conocimiento.

A partir de ese momento, Oriana llevó una doble vida. Una de cara a la sociedad, donde era la perfecta perfección: educada, piadosa, siempre siguiendo los últimos modelos, sin faltar ni un domingo a misa, siendo educada, graciosa y completamente inocua. Un mueble casadero sin más.
De puertas para dentro, la realidad era bien distinta. Oriana fue instruída por su madre en los más oscuros secretos. Y resultó que la alumna superó a la Maestra, para gran delicia de la misma. Oriana creció en belleza, en poder y en ansias del mismo. Elvira aprovechó la predispocisón especial que tenía su hija para las dotes adivinatorias, e incluyó en su educación dos más: potenció el encandilamiento y le enseñó una técinca oscura para que ninguna persona pudiera resistirse a ella, o al menos esa era la intención. Oriana fue presentada al círculo de brujas de su madre, se presentó a las Meigas y participó en todas sus ceremonias, sorprendiendo a todas por su desarrollo tan exquisito.
Una tarde, cuando Oriana aún no había cumplido los diecisiete, Elvira entró corriendo en su cuarto: su padre quería casarla. Y eso no entraba dentro de sus planes. Tenían que actuar y rápido. Oriana debía fingir que estaba feliz y pedirle a Rodrigo que por favor, retrasara la boda para hacerla coincidir con su cumpleaños. Sería ideal, debía decir. El mejor regalo que se podría dar a una muchacha.
El padre acceció conforme, y el prometido, un estirado madrileño, tampoco puso más prblemas.

Y entonces, el plan de Elvira se llevó a cabo.
Harían dormir al prometido en su noche de bodas y camino a Madrid, Oriana debía matarlo. Después, escaparía de España con la fortuna de su para entonces marido y la protección de su apellido. Daría la sensación de que la pareja había decidido vivir en tierras galas, y así Oriana podría dar rienda suelta a su búsqueda de poder y de placer en el lugar idóneo. París, mon amour.
Pero antes de eso, había que cumplir con el trato que su madre hizo con la Madre Tierra, con Gaia o como quieras llamarla a cambio de que todo saliera bien. Oriana entegó su virginidad en una bacanal en el bosque en el mismo momento en el que cumplió los diecisiete, en una noche en la que un hombre sin cara y sin nombre, enviado de Aquel la hizo mujer al completo.

Seis semanas después, Oriana se instalaba en París, sin saber muy bien a dónde ir, dispuesta a vivir la vida que Elvira le había regalado a costa de su marido, que criaba malvas en algún lugar del campo castellano.