Roter Sand - Un mundo mental

Mi nombre es Jacqueline Samantha Ritchway...y necesito un mundo diferente.
He cumplido dieciocho años de edad, tengo una carrera pesada pero con futuro y no tengo luz en mis ojos. Vivo con mis padres y mi hermano menor; la vida en mi casa es como el mar: calmo pero tempestuoso a veces. Busco demasiado para mi futuro que ya no lo veo. Cuando camino por las calles, no veo más que una sociedad que no da lugar a las opiniones sin que se tome en puño la fuerza bruta. Me duele el pecho a veces siquiera levantarme de la cama pero las cosas suceden por algo...Nunca me considere normal, siempre fui la chica extraña o dark de la escuela pero ya poco importaba. Soy quien soy y ya no hay manera de cambiarme.

Mi empleo tampoco es muy emocionante. Ayudo un poco en una tienda de golosinas...que secretamente es un deposito de drogas. Asi es...yo soy la cara "inocente" que vende caramelos y los dueños trafican a espaldas de los inspectores. Cómo lo sé? Una mañana estando yo descargando unas cajas, el mismo dueño se me acerco, mientras fumaba y se tambaleaba, y me invito a que pruebe un poco. Yo me limite a llevarlo a su despacho, donde luego se durmio sobre su escritorio. Hice como que nunca paso y asi fue, el dueño jamas sospecho que yo sabia su secretito. No me importo, tampoco iba a decir algo. En esta ciudad no se puede decir nada...Dire que trabajo con drogadictos el dia en que el sol sea visible por al menos 5 minutos...

Lo unico momento del dia en que disfruto un poco de mi tiempo es cuando escucho un poco de musica y conduzco el auto de mi padre para hacer algunos encargos. Buscar un par de refacciones para su taller y otras cosas más a otro pueblo. Respiraba más calmada el aire de alli y la musica me relajaba mientras conducia.

Lastima que no todo es conducir...

Una noche, mamá se puso histerica conmigo y nos gritamos todo lo que no nos habiamos gritado nunca. Hasta que ella dijo que desapareciera de su vista. Asi lo hice. Tome mis llaves y sali de la casa. Corri un largo rato por la calle, algo peligroso considerando la hora que era y que el barrio no era tan conveniente, hasta que llegue a una parte de la ciudad que jamas habia encontrado. Era un parque oscuro, con pinta de haber sido abandonado luego de un terremoto, pero que me dio una sensacion de calma que buscaba desesperadamente.

Camine hacia alli, mojando un poco la tierra con unas lagrimas que caian pesadamente de mis mejillas, mirando un poco las cadenas rotas, los sube y baja oxidados y los toboganes arruinados. No entendi porque pero me sente bajo un roble cuyas hojas aun estaban vivas y verdes y cuyo tronco tenia dos agujeros en la madera. Pareciera ser que sangre seca salio de alli una vez. Me sente ahi simplemente, con mis piernas abrazadas y suspire un poco tratando de calmarme.
-Quisiera un lugar donde resguardarme...-dije apretando mis ojos.-...quisiera un sitio donde pudiera ser quien quiero ser...con una familia unida...Quisiera un mundo diferente.-me relaje y abri mis ojos y fue cuando frente a mis pies, halle una carta.

La tome y mire para todos lados por si se le habia volado a alguien. El lugar estaba desierto. No tenia nombre ni remitente, solo estaba cerrada con un sello sin marcas. No entendia muy bien pero la guarde en mi bolsillo y regrese a casa. Estaba haciendo frio y habia salido en remera y pantalones cortos.

Al regresar a mi casa, nadie me recibio y nadie me regaño. Seguramente papá estaria durmiendo para irse a trabajar mañana y mamá estaria demasiado molesta para seguir regañandome. Me fui a mi cuarto y luego de vestirme para dormir, tome la carta y la abri. Habia dentro un papel escrito en letras rojas.
"Roter sand. El lugar que deseas." Eleve una ceja, realmente lo dudaba y mucho pero segui leyendo y me encontraba con una direccion que no conocia pero en cuanto vi que su simbolo era un arbol con dos agujeros rojos en la madera, frunci el entrecejo. Aquel parque solitario seria la tal Roter sand? Quiza era una mera coincidencia. Deje la carta a un lado y apague las luces para dormirme de una vez.

Roter sand...valdra la pena realmente?

Como la gente puede desear algo diferente en sus vidas, en esa pizca de milagro que otros se encargaban de hacerlo un infierno... Así era yo, esa era la historia de mi vida.
Gideon Stark era el hombre que nadie queria como compañía, andando de calle en calle, de pandilla en pandilla, siendo el hombre más callado del grupo de drogadictos, mi madre era una prostituta que apenas si se ocupaba de mí, dinero en la mesa y nota todos los días era la poca atención que recibía, me detestaba lo sabía y no porque fuera un chico que ni estudiaba ni trabajaba sino porque fui el descuido de un amorío de adolecentes.
Para mí solo hayaba una salida, la magía, esas dulces ilusiones que hacen la vida más amena, pero a veces hay que tener cuidado con lo que se desea, mucho cuidado... vagando por las calles a altas horas de la noche practicaba pequeños trucos con la baraja de cartas que había robado en un bar, dando un par de vueltas a mis pensamientos, suicidarme no era tan mala idea y era parte de las costumbres de mi tribú urbana, más cuando regrese a la conciencia, me percaté que estaba en un parque viejo y en ruinas, donde lo único magico y con vida era un extraño y frondoso árbol, con un verde vital en sus hojas, tan acogedor se veía que no pude evitar tomar refugio debajo de el, apague el cigarro y decidi relajarme, entonces cuantas cosas no pasaron por mi cabeza mis intimos deseos -Una madre que aprecié, amigos que me acepten, libertad sana, un mundo diferente- suspire y entonces un sobre cerrado cayo de la nada, la curiosidad era grande y abrí inmediatamente el papel, me daban la bienvenida a un tal "Roter Sand" -¿Roter Sand? ¿Que diablos es eso?- me encogí en hombros y corrí hacia otro lugar.
Pero camine largas calles y ninguna me era conocida, ninguna me llevaba a casa, era de noche y alguién había apagado las luces para dormir, me acerque valiente hasta la puerta de la unica construcción que parecía tener vida adentro, entonces toque... -¡Hay alguién aquí!- grite fuertemente -¡Estoy perdido podría ayudarme! ¡Encontre una carta que decía Roter sand y después ya no pude retornar a mi hogar! ¡Hola, alguién me escucha!- seguía gritando frente a la puerta, todo en calma, un silencio profundo y una paz interior que nunca sentí ahora me acompañaba.

Narrador:

Para Gideon Stark:

Punto de vista de Jacqueline:


Otro dia, la misma rutina. Desayunar, arreglar un poco la cocina e irme a trabajar hasta la tarde. La unica diferencia era que no solo iria alli. Lo habia pensado y decidi ver qué era la tal Roter sand. La carta decia que era un lugar para mi y realmente queria saber porque un parque abandonado seria el lugar para mi. Le reste importancie y me lleve la carta en mi bolsillo. Acabe mis asuntos y sali al trabajo. Llegue a tiempo cuando el jefe estaba llegando tambien para abrir el lugar; me mando a limpiar algunos estantes y poner golosinas nuevas en los recipientes vacios. Me dijo que si lo necesitaba, estaria en su despacho y me recalcó, como por milesima vez, que golpease antes de entrar. No sé que ganaria con que yo toque, el olor se sentiria igual.

En fin, mamá volvio a gritarme esta mañana. El regaño de añoche me lo dio hoy, quizas porque se quedo con eso en la garganta y quizo sacarlo para no volver a desquitarse con mi hermano menor. Me preguntaba cuando podria ser que llegase a vivir sola, dudo que me dejen ir tan facil porque ahora la tradicion es edificar sobre la casa para que los hijos vivan alli pero yo no quiero. Necesito un lugar para mi. No me interesa la edad pero a ellos si. Creo que estare atada por mucho tiempo...

Cuando acabe mis labores alli, y notando que mi turno habia acabado, deje las llaves sobre el mostrador, ordene unas cosas más, firme el acta y me fui. Ahora debia ir por los recados de mi papa por lo que podria ir por sus cosas y a la vuelta, ir a la direccion de la misteriosa carta. Esta vez recoji unas herramientas para trabajos pesados: una maquina se soldar, un taladro y una maquina para mezclar pintura. A la vuelta, note que el cielo estaba más oscuro que siempre y no podia ser ya de noche, apenas eran las cinco de la tarde. Segui bien las instrucciones de la carta y en efecto, acabe en el mismo parque de ayer.

No entendia nada. Tampoco sabia porque habia ido alli. Suspire y comence a caminar a la camioneta cuando escuche una voz a mis espaldas.
-Jovencita.-eso me hizo darme la vuelta y me encontre con un hombre alto, de cabellos cortos azulados, ojos del mismo extraño color y vestido con unos pantalones negros y una remera de mangas largas pero que no cubria del todo su torso. Estaba sentado en el unico columpio sano de alli.

-Ha recibido mi carta?
-Su carta?-él me habia traido aqui entonces?-Esto es Roter Sand?-nego con la cabeza.
-No. Esto es solo la entrada.-se bajo de donde estaba situado y camino un poco hacia mi, quedando a una distancia prudente.-Por favor, enseñame su invitacion.-invitacion? Entonces me cayo la cuenta y saque la carta y se la enseñe. Basto con ver el simbolo y torcio su sonrisa.-Bienvenida entonces, Jacqueline Ritchway.-como supo mi nombre? No habia nombres en la carta ni nada.-No tengas miedo, estas por obtener una muestra de lo que habiais deseado en estos ultimos dias...-no sabia muy bien qué hacer o cómo deberia reaccionar pero cuando empezo a caminar, me indico que lo siguiera hasta el mismo extraño arbol en el que estuve sentada ayer. Tomo una pala de mano y movio un poco la tierra que estaba alli.

Poco a poco, se puedo ver algo de tierra arenosa de color rojo. Era algo inusual y no entendia porque ocultar arena roja alli. Me miro con una sonrisa y me dijo:
-Preparaos.-pero yo no podia quedarme tranquila.
-Disculpa, quien eres tu?
-Yo soy el guardian de Roter Sand. Solo a quienes invito pueden pasar por aqui. Pero no me pueden ver a menos a que yo les hable a las personas, es por eso que al principio no me habiais notado.-esto me estaba costando mucho creerlo. Quien era este joven? Hablaba como si estuviera muerto.
-Eres un fantasma?-no se me ocurrio mejor pregunta pero le saque una risita.
-Dependiendo de lo que concideres correcto de la palabra Fantasma...

La noche se tronaba cada vez más fría, cada vez más silenciosas eran las calles, cada vez todo era más extraño, y mientras encontraba las respuestas estas generaban más preguntas.
El viento gujeteaba con mis cabellos, tal y como mi madre solía hacerlo cuando niño, mientras esa casa, parecio escuchar mis ruegos y misteriosamente abrio sus puertas, solo el sonido masculino, una voz extraña de la que nunca el rostro de su dueño me hablo tranquilamente como si nada estuviese mal, como si todo estuviera en su lugar, en vano fueron mis esfuerzos para ver por aquella pequeña abertura no tardo mucho para que se cerrara y me dejará con mi mundo más revuelto que en un principio -¡Hey espere!- grite a un con la puerta ya cerrada -¿Cuales todos? ¡Aquí no hay nadie más!- segui tocando con el puño cerrado hasta que me rendí por mi propia cuenta -De hecho nunca hubo nadie...- termine en susurros.
Me dirigí por el camino solitario y sin vida, con la luz lunar siendo mi única guía, solo escuchaba veía imagenes mientras pensaba que ironica era la vida, siempre estuve solo o por lo menos crei estarlo, pero en realidad jamás lo estuve, no como ahora. Pensaba en que lo desconocido se hayaba en mi mismo que no había nada más enigmatico que yo mismo, ni siquiera el destino era incierto si planeaba con tiempo y con sentimientos duros y fríos, pero ahora nada de eso había planeado en mi mente jamás cruzo la idea de un lugar llamado Roter Sand, toda mi filosofía de vida ahora estaba en duda.
Seguí mis pasos sin saber exactamente en donde estaba y a donde me dirigía, si en realidad estaba en medio de un sueño con camino a una pesadilla o si en las alucinaciones de la droga estaba en camino a la locura, me detuve para encender un cigarrillo cuyos humos se elevaban al cielo mientras mis ojos develaron muy pronto las casas, los edificios y las calles, todo parecía tranquilo, la gente sumida en profundos sueños, alejada de los demonios internos.
No muy a lo lejos encotre mi casa deshabitada como siempre, la contemple y unos momentos y con firme decisión abrí la puerta, quizá la incertidumbre me tenía preso, el terrorifico aspecto de la calle me estaba causando los pensamientos más espantosos, finalmente di unos pasos adentro de la casa, mi silueta se esbozaba levemente por donde la luz de luna llena podía asomarse, sin detenerme subí las escaleras, encontre mi cuarto encerrandome para olvidar todo lo que había pasado.
Cuando desperte, rapidamente me asome por la ventana que daba hacía la calle, todo era lo mismo de siempre, los niños jugando, las mujeres gritando, peleandose con sus maridos, los drogadictos en las esquinas, los rateros y violadores en los ricones y el vagabundo enfermo rondando y medigando por las calles, en la casa el tipico perfume barato de mi madre penetraba el cuarto e impregnaba de su esencia toda la casa y en la cama dormida como cada mañana, extrañado o quizá confudido tome mi baraja e intente leer el futuro, que me dijera algo sobre Roter Sand, nunca creí que llegaría a ese extremo y sin embargo estaba intrigado con el cigarrillo en la boca, máas no logre decifrar nada, solo veía el reloj del cual si podia desifrar sus numeros y minutos esperando el atardecer.
Cuando decidi tomar una pequeña siesta, el sol empezaba despedirse de aquel alborotado y envenenado mundo dando paso al alba del atardecer, empapando cada rincón, cada sendero de un anaranjado luminoso, de una brisa tenúe, tome mi chaqueta y mis cigarrillos, cogi las cartas y volví al parque en busca de algo que me dijera que no había tenido alguna alucinación por sobredosis en algún sitio.
Tire la colilla del cigarro adentrandome al extraño parque de la noche anterior, camine unos cuantos pasos y fui cada vez más al fondo, no veía a nadie, solo arboles frondos y verdes, altos hasta lo cielos, escuchando estremecer con el viento, voltee de un lado al otro, de arriba abajo pero ningun misterioso hombre o espiritu estaba presente -¡Lo sabías Stark y aun así te atreviste a venir!¡No había nadie ayer, fueron alucinaciones de tu droga de tu mente para hacerte perder el juicio!- me dije a mi mismo introducindo mi mano en la bolsa izquierda de la gastada chaqueta, sentí un papel y con curisidad al sacarlo descubí que era la carta que recordaba había caido de algún lado -Esto no fue ni un sueño, ni una sobredosis... fue real- dirigi mi mirada hacía todos lados -¡Hola!.... ¿señor misterioso me recuerda?, estoy citado con usted al atardecer- un ligero sarcasmo salio de mi boca y comence a caminar un poco más -¡Hola, ¿hay alguién aqui?!- espere a que me contestará un fantasma o lo que sea que el sujeto fuera...

Narrador:

Para Gideon Stark:

-Dependiendo de lo que concideres correcto de la palabra Fantasma...Antes de mi vida, me llamaba...Mortem Schatten...pero supongo que me puedes llamar de cualquier forma.-no sabia si asustarme y huir o si quedarme por mi tonta atraccion por lo desconocido. Inspire hondo por la nariz y le pregunte:
-Tu...digo...estas...muerto?-dejo de mover la tierra y se paro derecho mirandome fijo, temia haberle ofendido.
-Antes de entrar, hay algo que debes saber de Roter Sand.-me hablo serio y melancolico.-Yo estoy en todas partes y en ningun lugar. Podre estar contigo y cinco segundos despues podre estar con otra persona que desee librarse de su mundo...pero recuerda, lo que veras es una ilusion. No te acostumbres demasiado...o jamas te podras ir...-ahora si me dio miedo pero qué era Roter Sand? Porque me advertia tanto sobre ello?

Asenti pues no sabia como responderle a lo que habia dicho pero aun asi, le habia prestado atencion.
-Quitate tus zapatos y tus medias. No las necesitaras aqui.-frunci el entrecejo pero me los quite y los deje a un lado con mi bolso.-Ahora, ponte de pie sobre la arena y cierra tus ojos. Quiero que te relajes y que visualices tus problemas diarios. Al abrirlos, desapareceran.-si, como no...no van a desaparecer mis problemas con solo pensar que estan aqui. Sono un poco a reunion de A.A. pero en fin, solo estaba probando las cosas, asi que...
Camine unos pasos, la arena estaba tibia. Como podia ser eso posible? Lo mire extrañada pero voltee de nuevo y cerre mis ojos.

Vi en mi mente imganenes de mis padres peleandose entre ellos, de mi gritandonos con mi madre, de mi hermano golpeandome, de los drogadictos en mi trabajo y del mundo horrible en el que viviamos.
-Abre...-parecio un susurro de Mortem por lo que abri mis ojos y no podia creer lo que veia...

Estaba en un sitio completamente diferente. El cielo de la tarde estaba despejado y azul, el parque estaba mucho más verde y los juegos estaban reparados. Hasta flores estaban creciendo. En cuanto a mi, estaba vestida con un bello vestido de encaje negro que habia visto hacia unas semanas y que habia deseado con el alma poder comprarlo. Destacaba la belleza gotica misma y hacia buen conjunto con unos zapatos que tenia. Adoraba el como estaba y comence a caminar observandolo todo. Habian niños jugando, familias haciendo dias de campo y se escuchaba una musica muy agradable alli. Oh...queria llorar de la emocion...corri un poco por los prados y toda la gente estaba sonriendo y estaban felices, pasando un buen rato entre familia.

Me comence a preguntar, donde estaria la mia? No los veia. Ya sabia...estarian discutiendo por algun asunto insignificante...pero...no...mis padres estaban aguardandome. Estaban tomados de la mano, y mi hermano estaba sonriendo y jugando al futbol con otros niños...Me detuve y los observe. No podia creer lo que veia...
-Esto...esto es...-la palabra la tenia en la mente pero no sabia si seria la adecuada.
-Bello? Agradable? Satisfactorio?-escuche detras de mi y me voltee. Alli estaba aquel joven extraño, vestido de la misma forma y sonriendome. Ante sus preguntas o sugerencias, negue con la cabeza.
-Imposible.-le dije mirandolo, notando que su sonrisa se habia desvanecido. Luego voltee de nuevo para seguir viendo aquel paisaje extraño...Mortem se acerco a mi lado y observo conmigo a aquellos niños que se divertian y a mis padres, caminando juntos y charlando tomados de la mano.
-Eres la primera persona que dice eso al ver su sueño frente a ti.-negue con la cabeza.
-Es que...es...inusual...imposible e inusual...mis padres jamas estarian asi...ni mi hermano tampoco, él nunca se habia interesado tanto en jugar con otros niños a algun deporte...-pero le hable a la nada pues Mortem se habia ido.
-Debo recibir a otros más. Por favor, disfruta, el tiempo es limite aqui...-oi en forma de susurros en mi cabeza y suspirando, camine un poco por alli, viendo lo extraño que resultaba estar en aquella realidad...realidad?