Nuevas Esperanzas (GianLuca)

por **Rachel Lovebug** Mar Jun 19, 2012 9:41 pm

"Cuando hay esperanzas las hay, cuando hay dolor hay Lagrimas pero ¿Qué sería de una persona que no tiene nada?"

Muy bien eso era lo que realmente era lo que sentía, guardé la tinta y la hoja la puse en donde ponía todas las demás; era trágico mirar la realidad cuando no tienes a nadie y mas trágico cuando no intentas buscar a alguien con quien charlar. Tomé dinero de donde lo escondía y salí de la pequeña habitación donde me quedaba, iba a ir a la zona y necesitaba despejar mi mente, en cuanto llegue divise a muchas personas, algunas peleaban y otras mantenían una larga conversación; no me atrevía a entrar a ninguna tienda pues no sabes con que gente tan repugnante y presumida puedes encontrarte, estaba apunto de seguir hacia delante pero retrocedí chocando con alguien.
-Lo siento.-Dije al mismo tiempo que volteaba para encontrarme con....

por **Gianluca Lo Conte** Jue Jun 21, 2012 12:07 pm

...unos tranquilos ojos verdeazulados, que esbozaron una sonrisa incluso antes de que los labios la acompañaran.
-Perdone mi torpeza, signorina, ¿se encuentra bien? -se disculpó el desconocido.
Era un hombre bien entrado en los treinta, con un toque curtido y serio, pero al mismo tiempo de aspecto sereno y amable. Sus ropas sencillas pero de buena calidad indicaban que no pertenecía a la clase alta ni tenía ningún interés en hacerlo, pero que tampoco pasaba penurias precisamente. Sin embargo, lo que más destacaba es que claramente se veía fuera de lugar en esas calles. Un poco incómodo, miró hacia los lados, como si desease decir algo más, pero sin atreverse del todo. Finalmente suspiró resignado.
-Ya sé que acabo de chocarme con usted, y probablemente no sea la más elegante de las presentaciones, pero es lo que tiene ser forastero en tierra extraña -y al decir esto lanzó una risa sincera y juvenil, pasándose una mano por el cabello castaño, quizás asombrado de lo ridículo de la situación.
-Gianluca Lo Conte -continuó-. De La Sicilia. Recién llegado a esta ciudad, y necesitado en estos momentos al menos de unas indicaciones.

por **Rachel Lovebug** Jue Jun 21, 2012 6:42 pm

¿ Quería indicaciones? Yo no sabia nada de esta ciudad pero no podría correrlo, su deslumbra color de ojos me dejaba sin aliento pero recordé su pregunta.
-Perdone usted pero no soy nueva ni nada de eso...-Balbucee a lo que el rió.-Cielos tampoco me eh presentado-intente esconder mi nerviosismo pero no sabia como hablar con una persona, no hablaba con una desde que mis padres murieron.-Soy Rachel Lovebug... y no podria ayudarlo por que no conozco la ciudad.-el me miró frunciendo el seño y dijo...

por **Gianluca Lo Conte** Vie Jun 22, 2012 12:47 am

-Vaya. Pues tenemos un problema.

Durante unos segundos se hizo un tenso silencio. Gianluca miró de nuevo a la masa de gente. Y entonces su risa sincera surgió de nuevo.

-Así que dos forasteros en tierra extraña, rodeados de gasas, encajes y... Bueno, París. - el Siciliano clavó durante un instante su mirada clara e intensa en los ojos de Rachel, pero la apartó rápidamente-. Aún así, me resisto a dejar esto en un simple accidente -continuó-, prefiero verlo como una oportunidad. Verá, en estos momentos, a parte de vagar desorientado, estoy buscando el lugar adecuado para abrir algo que esta ciudad necesita desesperadamente...

Hizo una pausa dramática, pero enseguida la sonrisa volvió a romper la seriedad.

-Una trattoria. Scussi, no hay una palabra exacta en esta lengua. Un restaurante, un lugar donde evidentemente se pueda comer, pero también un lugar donde se pueda estar, compartir -mientras hablaba, su mirada se volvió pensativa-. Una casa lejos de casa, si me entiende. O para algunos, simplemente una casa.

De repente, pareció percatarse de que estaba revelando pensamientos demasiado íntimos, y un ligero asomo de rubor ascendió a sus mejillas, pero al instante desapareció.

-¿Sería tan amable de acompañarme y darme su opinión sobre un par de locales que quiero ver por esta zona?

por **Rachel Lovebug** Vie Jun 22, 2012 5:22 pm

era una persona encantadora, con tan solo mirarlo me daba una muy buena espina; tenia miedo pero recordé que nunca habia experimentado algo tan, si podria decirse, tan intenso como lo que acaba de suceder, dicen que la vida es para disrutarse y no para vivir con miedo, era momento de dejar los miedos atrás y vivir al dia... aunque eso daba miedo.
-con mucho gusto.-Le sonreí. Extendió su brazo para que yo lo tomara, luego comenzamos a decender entre la gente, como odiaba a los ricos, creian que tenian el poder de todo, creian que el mundo giraba en ellos, si, algun dia deseaba conocer alguien de la realeza pero no una persona engreida y con los sumos puestos si no alguien como... Gianluca.- dime, ¿como piensa usted conseguir un restaurante?-Pregunté nerviosa, es mas nisiquiera me percate de la pregunta mas estupida que pude haber formulado.

por **Gianluca Lo Conte** Sáb Jun 23, 2012 9:52 am

Gianluca rió de nuevo ante lo directo de la pregunta.

-Es la pregunta más interesante que me han hecho desde que he llegado a esta ciudad -respondió con una sonrisa-. La respuesta corta es que me van a prestar el dinero para ello. El hombre para el que trabajo, el señor Lo Carlo, ve perfecto reinvertir los beneficios en negocios que permitan... ¿cómo decirlo? Ayudar a más gente.

El siciliano hizo una pausa, mientras tendía una mano a la joven, para ayudarla a pasar por encima de un charco de barro. El contacto entre sus dedos fue breve, cálido, pero rápidamente se separaron, mientras Gianluca hacía un gesto amplio con la mano, señalando a la muchedumbre que les rodeaba.

-La respuesta larga es más complicada. Allá de donde vengo hay un lema: Familia, respeto, honor. Pero no es un lema grabado en ningún escudo. No es una de esas frases vacías que los nobles dicen y después olvidan, para vivir su vida como quieren, aplastando a quien quieren y aprovechándose de quien quieran -mientras decía esto, sus ojos verdeazulados se volvieron duros durante un instante, perdidos quizás en algún recuerdo lejano-. Familia tampoco es necesariamente aquellos que te concibieron. Familia son aquellas personas que estarían dispuestas a dar la vida por ti, y por las que tú darías la vida...

De repente, el siciliano pareció percatarse de que estaba hablando demasiado, y lanzó una nueva risa algo avergonzada, mientras se desordenaba la espesa cabellera castaña.

-Pero estoy aburriéndote -su mirada se paró de nuevo en los ojos de la joven, y después voló a los edificios que tenían al lado-. Cuando hablo de los temas que me importan siempre me apasiono demasiado. ¿Y qué te apasiona a ti, Rachel? O mejor aún -sus ojos volvieron de nuevo a ella, posándose en su mirada, y trazando después el camino hasta sus labios-, ¿qué te hace sonreir?

por **Rachel Lovebug** Sáb Jun 23, 2012 11:15 am

El corazón me latía rápidamente y mis mejillas ardían, el hablaba de Familia y por un momento noté que algo había pasado, por mi parte yo nunca había tenido una familia aunque una vez la tuve, sus hermosos ojos se postraron en mis labios y no sabia que decir.
-En realidad, no se.-Reí nerviosamente.-Nunca me habían preguntado eso.- Me apasiona mucho escribir, escribir sobre esta vida ¿sabes? algunas veces pienso que no pertenezco a esta época.-Reí.-pero tengo que adaptarme a lo que soy, sonrío por que se que la vida es grandiosa y aunque en este país no hay mucha libertad que digamos.-hizo una mueca.-Me siento agradecida de estar donde estoy aunque no quiera ¿me creerías si te digo que vivo aquí desde mis 7 años pero nunca salgo del barrio?-GianLuca me miro sorprendido.-No es que no quiera, si no que ...-Me puse nerviosa.-Me daba miedo enfrentarme a la vida, tenia miedo que me hirieran.-Mis ojos se oscurecieron al recordar a aquellos bastardos que intentaron abusar de mi.-que se aprovecharan de mi clase.-Suspiré.-Pero al final decidi salir y me encontré con un buen hombre.- El sonrió.

por **Gianluca Lo Conte** Sáb Jun 23, 2012 5:27 pm

-Un buen hombre -el siciliano repitió las palabras, saboreándolas- - En tu boca suena tan bién que casi querría creérmelo. Pero, ¿qué es un buen hombre? He hecho cosas que no pueden ser consideradas buenas. Más de una vez. Pero que siempre fueron necesarias. No, no es sencillo ser un buen hombre. Por ejemplo, ese de ahí - Gianluca señaló a un hombre pomposo, de unos cincuenta años, envuelto en sedas y bañado en sudor, que se movía lentamente a causa de su abultada barriga. Tenía un gesto de perpetuo desprecio en el rostro, y agitaba un delicado bastón con empuñadura de marfil, escupiendo órdenes a un grupo de criados. Al tiempo que no apartaba la mirada de la hermosa figura de la muchacha, recorriéndola una y otra vez con ojos codiciosos. Un escalofrío de desagrado recorrió a Rachel.

- Si ese hombre se acercase a hablar contigo -continuó el siciliano- probablemente le abofetearía antes de que abriese la boca, y si se atreviese a replicar le correría calle abajo con ese ridículo bastón - Gianluca rompió a reír, rompiendo la repentina tensión - ¿Eso me convierte en un mal hombre o en un buen hombre? No lo sé. Pero hay cosas que nunca deberían permitirse, y he conocido a demasiados como él. Sin embargo, fíjate en ese muchacho.

El siciliano señaló a un chico que apenas debería llegar a los doce años, mal vestido y escuálido, con esa clase de delgadez que sólo el hambre prolongada proporciona, y la mirada dura y decidida del que sabe que debe hacer lo necesario para sobrevivir.

- Ese muchacho -continuó Gianluca- lleva siguiéndonos un rato, vigilando el peso de mis bolsillos, estudiando dónde puedo tener guardado el dinero. ¿Eso le hace un buen hombre o un mal hombre? ¿Y a mí? ¿Debería detenerlo o alejarlo? -el siciliano le guiñó un ojo a la joven, y sacando dos monedas de un bolsillo hizo un gesto al chico, que se acercó dubitativo. Cuando estuvo a un par de metros, Gianluca le lanzó las dos monedas, que el muchacho cazó al vuelo.

- Traenos algo de comer a la señorita y a mí -dijo- Cómprate también algo para ti, y quédate con la vuelta.

Desconcertado, el chico contempló las dos monedas que tenía en la mano, esperando cualquier tipo de trampa, de truco, de engaño. Las mordió. Eran buenas. Y rápidamente se alejó entre la multitud.

- ¿Acabo de perder las monedas, o he ganado el respeto del chico, y a lo mejor alguien que colabore en mi sueño? Este es tu barrio. ¿Tú qué crees? -y sonrió de nuevo, acariciándola con sus ojos verdeazulados.

por **Rachel Lovebug** Sáb Jun 23, 2012 8:00 pm

¿como podría decirle yo que es un buen hombre cuando ni siquiera habia conocido uno? tal vez, solamente tal vez por que él era amable conmigo; me quede perpleja al ver que este hombre sabia mucho de la vida algo, que podría decirse, me eh perdido yo y eso que solo soy una joven puritana.
-Creo que tienes razón, no sabemos que tipo de gente o buen hombre podrían ser.-Para ser la primera vez que hablo con un hombre que no sea mi hermano entonces creo que voy bien.-Pero no lo sé, no eh conocido a un Buen hombre desde que me aleje de mi hermano y mi padre que en paz descansé.-Suspiré.-De ahí en adelante puedo decirte que los hombres que eh conocido son basura, tu.-Hice una pausa.-Perdón usted es diferente por que no cualquiera hablaría conmigo, son pocos los que me conocen y saben que no hablo con nadie al menos del sexo femenino.-Gianluca rió.-Pensará usted que soy una tonta pero realmente no había conocido a un Hombre como usted de amable y por eso digo que es un buen Hombre, otro haría cualquier cosa conmigo.-Tensé la mandíbula, tan solo hablar de otras cosas me daba pavor, y recordaba a aquellos idiotas que intentaron.... hacerme cosas extrañas, Nunca había confiado en un hombre y era la primera vez que lo hacia y mas de la cuenta, no como la mujer aquella que me encontré en el mercado que casi me golpea, iba en busca de amigas y terminé alejando a una chica odiosa y creo que eso estaba bien. Ahora que recuerdo no sabia de que clase era este hombre o si pertenecía a alguna fraternidad de cualquier cosa que se comenta por aquí.-Dígame ¿usted cree en esas cosas que se hablan?-Dije cambiando de tema, mientras buscaba las palabras adecuadas para que este hombre no se riera de mi, me miró extrañado.-Bueno esas cosas que dicen, como los vampiros y licantropos no lo se. Eh leido libros pero no creo en eso ¿usted?-Hice un ademan con nerviosismo y esperé su respuesta.

por **Gianluca Lo Conte** Miér Jun 27, 2012 2:40 pm

Durante un segundo, la expresión del siciliano se endureció hasta lo inimaginable, como si el rostro estuviese grabado en piedra, y sus ojos la atravesaron con intensidad. No era que la estuviese mirando. Parecía como si estuviese mirando a través de ella, directamente a su interior. A sus miedos. A sus esperanzas. Y de repente Gianluca se relajó, y su risa volvió a sonar en la calle atestada.
-¿Por qué preguntas eso, Rachel? -sus ojos brillaron pícaros- O mejor dicho, ¿realmente quieres saberlo?

El siciliano no dejó que la muchacha contestase, sino que volvió a reír ante su seriedad.

-Digámoslo así: creo que todo aquello escrito, o imaginado, tiene una realidad detrás. -hizo una pequeña pausa, y aunque la sonrisa se mantenía en su rostro, sus ojos estaban serios- Que todo lo que puede existir, existe, En algún lugar. Eso es lo que creo.

En ese momento, el chico de las monedas regresó con una sonrisa y un par de pedazos de empanada. El siciliano le ofreció uno a la joven, y comenzó a mordisquear el suyo, con una expresión primero de expectación y luego de decepción.

-Mejorable, muy mejorable -musitó.

-La cuestión -continuó tras despedir al muchacho con un guiño- es si realmente quieres hacer la siguiente pregunta. No lo que creo. Lo que he visto. Lo que he vivido. Pero hacer esa pregunta es como lo que has hecho esta mañana al abrir la puerta y salir finalmente: no sólo no sabes a dónde te llevará, sino que una vez hecho, no puede deshacerse.

por **Rachel Lovebug** Miér Jun 27, 2012 4:17 pm

No sabia si estaba imaginando o si mi mirada estaba empañada pero pude ver que su mirada se endureció y permanecían serios, mordí mi empanada, pero sentía curiosidad por este hombre tan extraño, recordé que era un poco tarde y necesitaba terminar de recorrer la ciudad antes de que llegara la hora de dar clases a los pequeños del barrio, no queria despedirme pero realmente necesitaba irme.
-Disculpe Usted Pero debo irme.-El siciliano me miró confundido.-No es nada personal pero tengo que irme.-Me solté de su brazo y comencé a alejarme, pero el me tomó del brazo y me dijo...

por **Gianluca Lo Conte** Sáb Jun 30, 2012 6:16 am

-Hay peligros, Rachel. Acechándote. Peligros y posibilidades- -Gianluca lanzó una mirada escrutadora a los alrededores para asegurarse que nadie escuchaba. Después continuó- Lo he visto. Y probablemente o sea el único. Todo lo que has imaginado, todo lo que has soñado o temido, puede pasar en esta ciudad. Ya has abierto la puerta, y ahora no podrás cerrarla.

Con un gesto rápido, el siciliano se sacó un papel doblado del bolsillo, y lo puso en la mano de la muchacha.

-Cuando llegue el momento, búscame. - y de nuevo sonrió, y toda la tensión despareció. -Ha sido un placer conocerla, Rachel -añadió en un tono de voz más alto, como para que todo el mundo le oyese- Ya nos veremos.

Y guiñando uno de sus ojos verdeazulados, se despidió con un gesto de la mano, y rápidamente se perdió entre la multitud. Cuando Rachel abrió el papel, sólo había escritas tres palabras. "A la derecha". La muchacha giró la cabeza, y vio una panadería de aspecto destartalado. No había más claves.

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