Erika Knight, the ice queen

DATOS BÁSICOS

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Erika es una mujer muy polifacética. La parte que más muestra al público es la de una dama, fina y educada, que sabe de todo y tiene unos modales impecables. Esa parte de ella se escandaliza de las cosas más sencillas y odia la violencia y todo lo que se relacione con ella, siendo más una erudita que una guerrera y que prefiere la paz de un libro que la Guerra entre especies.

Pero eso en realidad es solo un acto de la verdadera persona de Erika. La inquisidora que es realmente es una mujer dura, que no le importan los medios siempre y cuando pueda conseguir sus objetivos y que le encanta su trabajo. Odia tener que actuar como una damisela indefensa porque eso supone negar sus propia manera de ser. Sin embargo es muy buena mentirosa y sabe fingir que no es para nada agresiva. Tiene un temperamento que estalla con bastante facilidad por lo que es bastante admirable también que no haya cosido a tortas a algunos de los tipos que con los que se ha encontrado a lo largo de su carrera.

Todo eso no significa que sea una bruja insensible, ya que en el fondo solo desea proteger a la humanidad de los monstruos que vagan en la noche pero es demasiado cabezona para admitir que debajo de todo el hielo que la recubre aun queda algo de afecto en ella. Sin embargo este a veces sale, sobre todo si se trata de presas que duda de matar, con las cuales simplemente finge estar jugando cuando les da algo de ventaja. También le encanta discutir con otros Inquisidores y cazadores sobre temas de moralidad y demás pero lo cierto es que es que no tiene totalmente claro donde poner algunos límites y lo único que busca son respuestas.

En cuanto a la palabra compasión tiene dos significados en su vocabulario. La primer de ellas es cuando se relaciona con los seres sobrenaturales y que viene a decir que estas mas allá de la redención. La segunda es la referente a los humanos, humanos que, como ella en sus primeros años, están pasando por calamidades inmencionables y a los que ayuda siempre que puede.

En definitiva, es demasiado orgullosa para admitir que no solo piensa en ella a pesar de que sabe que ese orgullo no tendría que tener nada que ver con ella, debido a las condiciones de su nacimiento pero eso no la ha frenado nunca. Tampoco es que tenga en ego de un dios pero sí que tiene un ligero complejo de superioridad con respecto a algunos de sus colegas. Cree que todo lo que tiene en esta vida se lo ha ganado mientras que la mayor parte de los demás lo ha tenido más fácil y por eso no soporta a los chulitos.

A pesar de ser Inquisidora, su persona en si no es demasiado devota a la fe, duda de los hombres de la iglesia, pero comparte sus objetivos y no duda de lo que hace. Lo que no le gusta es que la mangoneen cada vez que quieren algo por lo que más de una vez ha tenido disputas con el líder de su facción por querer ir por libre.

Por lo demás no es una persona demasiado destacable. Es capaz de hacerse notar si así lo desea pero por lo general prefiere pasar desapercibida ya que así escucha cosas que de otra manera no oiría. Es el tipo de persona capaz de controlar sus emociones tanto como su personalidad, que puede atraer a una persona hasta quemarla o alejarla y hacer que nunca quiera volver a verla.

DESCRIPCIÓN FÍSICA

-Altura: 1.60
-Peso: 50k
-Constitución: Atlética
-Color de ojos: Gris verdoso
-Pelo: Largo y rubio oscuro o castaño, lo cambia dependiendo de la situación.
-Imagen:

HISTORIA

Los orígenes de Erika son muy diferentes a los de la mayoría de los hijos de clase alta. La joven niña nació en el seno de una familia pobre, cuyo dinero apenas si alcanzaba para comer. Al nacer ella su madre murió dejándolos solos a su padre y a ella. Su padre, un deshollinador, la mantenía lo mejor que podía pero a medida que pasaba el tiempo se vio obligado a tener que robar con tal de tener algo que ambos pudieran llevarse a la boca. La protegía lo mejor que podía y la llevaba a todos los lados como si se tratara de su hijo y la dejaba jugando en el suelo mientras el trabajaba.

Cuando Erika tuvo 6 años la cosa cambió. Su padre, ya cansado y con apenas animo para nada, empezó a enseñarle a robar cualquier cosa que se les pusiera a tiro y pronto desarrollaron ardides para ser capaces de robar sin que nadie les prestara atención. Al fin y al cabo ¿Quién prestaría atención a un mendigo harapiento y su escuálido hijo?

Ese estilo de vida no duró mucho. Una noche, durante uno de sus ardides, cometieron el error de tratar de robar a un vampiro. Este se dio cuenta de as intenciones del padre y lo arrastró a un callejón donde le desgarró la garganta de un mordisco. Por suerte no vio a la niña, que observaba atemorizada desde la esquina del callejón.

Le costó unos días superar el horror de lo que había visto, para dejar de llorar por la muerte de su padre. Ahora estaba sola en el mundo y sabia del peligro que poblaban las calles por lo que tenía que encontrar la manera de mantenerse ella sola y luchar contra lo que la esperaba en las calles. Esa misma noche pasó de ser una niña a ser una mujer

Sabiendo que en la ciudad no tenía nada que hacer se fue al campo donde se juntó a un grupo de asaltadores de caminos que la instruyeron en el arte de la lucha cuerpo a cuerpo y el manejo de armas pequeñas como dagas y cuchillos.

Vivió con ellos por un par de años, asaltando todo tipo de comitivas. Aquello la fue endureciendo poco a poco hasta que fue tan hábil como el resto de jóvenes de la banda. Sin embargo ninguno era lo suficientemente fuerte cuando atacaron la comitiva de un conde escocés sin saberlo.

Los soldados que acompañaban al lord se deshicieron de todos con facilidad excepto de ella ya que, al ser una mujer tenían prejuicios morales contra matarla. El conde decidió entonces tomarla como si fuera su propia hija y llevársela con él. Todo el mundo se sorprendió de aquello pero nadie dijo nada.

Erika aprendió con multitud de institutrices los primeros años y ayudo a su nuevo padre en todo lo relacionado con sus tierras. Era buena alumna y aprendía muy deprisa, pero se mantenía cerrada y arisca. Desconfiaba intensamente de las intenciones de su ‘padre’, y, cuanto más intentaba sonsacarle, más misterioso se volvía.

Esa situación de incertidumbre duró hasta que cumplió los 16 años. Para aquel entonces ya se podía hacer pasar por una dama de noble cuna sin mucho esfuerzo y su padre, que era así como debía llamarle a partir de ese momento, comenzó a llevarla con el a cenas y reuniones, cada una más siniestra que la anterior, presentándola como su hija y heredera.

No sabría decir a quien le extraño más, si a ella o a los amigos de su padre, el que la presentara tan abiertamente. Sin embargo rápidamente se dio cuenta de que el verdadero objetivo era introducirla a sus compañeros en la inquisición.

Una noche, después de una larga y tediosa reunión, su padre la llevó con él a una sala  llena de armas, preparada para entrenar peleas de todo tipo, y le contó quién y que era. Aquello sorprendió a la chica ya que el hombre era ya viejo pero, tal como le habían dicho alguna vez, no es oro todo lo que reluce.

En ese momento pasó a ser la heredera, no solo de la mansión, sino del puesto que su padre tenía dentro de la orden. Nadie sabía por supuesto a que se dedicaba pero desde luego sabían quién tenía que sustituirle cuando muriera.

Los días a partir de entonces se alargaron. Las mañanas las dedicaba al estudio y al arte de dominar su carácter e interpretar a una persona normal, construyendo la farsa de la hija venida desde la lejanía a los brazos de su padre. Mientras que las noches las pasaba entrenando seriamente para la pelea con su padre, entregándose en cuerpo y alma a la lucha, endureciéndose contra la muerte y preparándose para el trabajo.

Mientras tanto el rumor de su belleza se extendió por los alrededores y sus buenas maneras parecían hacerla la dama perfecta. Muchos jóvenes de alta y no tan alta alcurnia se presentaron en sus puertas, ofreciendo el oro y el moro e incluso llegando a amenazar con desvelar la condición de hija ilegítima a todo el mundo, como si supieran de donde provenía la muchacha. Sin embargo todos se encontraron con la puerta en las narices e incluso algunos fueron silenciados más brutalmente.

En todo este proceso, Erika se fue convirtiendo en lo que ella llamaba irónicamente la dama de hielo y fuego, siempre cándida pero siempre alejada del resto del mundo. Aquel era su chiste privado durante los largos días que pasaba encerrada en la casa, odiando cada día un poco más a su padre pero comprendiendo las razones por las que tenía que ser entrenada.

Cuando finalmente cumplió la edad de ser presentada en sociedad las cosas tomaron un nuevo giro. Fue el objetivo de las duras criticas y los chismorreos de toda la alta sociedad, no solo escocesa sino de toda la isla, ya que era bien conocido que su padre nunca había tenido esposa alguna y que el origen reciente de su hija no podía ser sino el de una mujer de la calle. Aquello hizo que el foco se centrara en ella durante un tiempo, mientras le buscaban constantemente fallos a su acto pero al mismo tiempo no encontraban ninguno.

Cuando finalmente consiguió alejar de si los focos de las viejas chismosas, los ataques sobrenaturales comenzaron a sucederse a su alrededor, como si fuera un imán para ellos, a los que atraía con más frecuencia de la que cualquier persona normal desearía. Sin embargo aquello les alegraba mucho a su padre y a ella por que les facilitaba bastante el trabajo.

Al principio estuvo bajo la constante atención de su padre, que era cada vez más estricto y arisco con ella. Eso la cabreaba infinitamente ya que le gusta hacer las cosas a su manera, tal vez un poco enrevesada pero efectiva. Sin embargo su padre era demasiado duro con ella hasta que finalmente un día lo acalló para siempre.

En realidad fue sin querer que, en un movimiento reflejo, cuando la agarró por la espalda, se revolvió contra él, que cayó al suelo golpeando la cabeza con una roca y, para cuando se dio cuenta de lo que había hecho, él ya estaba muerto así que fingió que había sido un descuido de su padre, heredando así la posición y las posesiones que estaban destinadas a ella.

Tomar el control de las tierras no fue fácil, y mucho menos del titulo. Al ser mujer aparecieron muchos familiares varones que decían tener que heredar ellos antes que la hija desconocida ya que no sería capaz de manejar las tierras y demás. Erika, por supuesto, en ningún momento les contradijo, y, como dama, luchó con las palabras mientras que por las noches, bajo el disfraz de asesina, eliminó a todos los que ponían en peligro su lugar. Ninguno sabía lo que tenía que hacerse mejor que ella y por nada del mundo permitiría que le quitaran lo suyo.

En ese momento fue cuando le llegó su primera misión en solitario, París, donde tiene que ser los ojos y oídos de los Inquisidores y, porque no, también llevarse alguno de los seres que pueblan las calles infectadas de la ciudad. Además ha oído que el asesino de su padre biologico, el vampiro que dio inicio a toda su historia, esta también en la ciudad. Y la venganza, aunque no es cristiana, es muy de su gusto.

DATOS EXTRA

•Existe el rumor de que ella mató a su propio padre con las manos pero cada vez que surge se encarga de acallarlo, si no de manera oficial mediante su posición, si de manera extraoficial.

•Es un a gran peleadora cuerpo a cuerpo, conoce distintas artes marciales y ademas no l eimporta jugar sucio mientras eso signifique ganar. Prefiere pelear con espadas cortas y dagas, cosas sencillas. Las armas a larga distancia le parecen deshonestas pero efectivas.

•Durante un tiempo vendió sus habilidades como asesina a sueldo pero desde que heredó no ha vuelto a matar por dinero.

•Siempre va armada, da igual que este en una fiesta en el palacio y de paseo por los jardines. Ademas siempre lleva armas tanto para vampiros como para licántropos como para cualquier otra cosa que no sea de carácter humano.

•No tiene reparos en acabar con brujos, pero prefiere no tener que hacerlo por que algo en su interior le dice que aún son humanos. Por eso, cuando se encuentra con alguno prefiere darles algo de ventaja antes de ponerse a trabajar en serio con ellos.

•Se lleva mejor con los cazadores que otros inquisidores. No es que los apruebe pero ella misma a veces tiene ciertas dudas morales sobre ciertos seres.

gracias a αgusτınα• de sourcecode