La historia de Ramona

Zlatar un apellido que suena fuerte, Ramona un nombre que acentúa que no es del todo equivoco una conjugación de aquel nombre, esta mujer es a buenas y primeras una dama que por su aspecto se podría decir que es una esclava, ha sufrido por largo tiempo una discriminación por el tono bronceado de su piel, con el cual ha tenido que aprender a vivir. Es ahí donde podría comenzar a describirla, Ramona es una mujer educada, nunca pasara a llevar a nadie más si ve una injusticia intentara hacer algo al respecto. Elegante, en sus años como humana le enseñaron que la elegancia venia de la mano de buenas costumbres y modales mas cuando hay un apellido que tiene que cuidar. Risueña y carismática suele siempre regalar una sonrisa, más a los menores que a sus pares, es una persona muy sencilla pero en esa sencillez y casi humildad que demuestra por sus actos es donde se esconde su gran potencial.

Perfeccionista, como pianista ha hecho una rutina y disciplina que l mantiene inquebrantable, conservadora cuando tiene que serlo, recatada y muy señorita, se considera una persona decente. Le cuesta entablar conversaciones ya que teme a ser discriminada, su acento ruso se le nota cuando pronuncia la primera palabra aquello siempre la ha hecho fuerte, ya que dicen que los rusos son estrictos y maniáticos, y no se equivocan, Ramona tiene manías poco usuales, toca el piano antes de dormir y apenas se despierta por las mañanas, le gusta que todo se cumpla, es por eso que tiene horarios para todo, demasiado organizada y muy meticulosa.

Curiosa solo lo necesario, aquello crece cuando ha tenido que hacer de espía, de ideales claros y fuertes, siempre intenta ayudar aunque no se lo pidan, de pocas palabras pero sabias, habla con sabiduría siempre con calma. Tiene tiempo para todos menos para ella misma.

Vanidosa solo lo necesario y caprichosa como cualquier mujer de su edad, de gustos diversos y variados. Tiene un don maternal innato, como su madre, es cuidadosa y demasiado leal con las personas que se ganan su confianza. No confía a la primera, sino tal vez en una segunda oportunidad.
Ingenua y demasiado tolerante, tiene una paciencia que pocas personas tienen, a pesar de su condición de licantropía a mantenido su parte más humana siempre que lo puede.

Pero no todo es color de rosas, pocas veces se le ve molesta y es ahí cuando la sonrisa cambia por un rostro rígido, frio, cortante, su sola mirada dice lo molesta que esta mas las palabras en esos instantes sobran, de armas de tomar solo cuando toda su paciencia y tolerancia se acaba, por lo demás prefiere nunca recurrir a la lucha cuerpo a cuerpo aun cuando posee ventaja prefiere ocultar su parte inhumana.

-Brujas- gritan los aldeanos de aquel pueblecito cuando pillan a Ramona con Candice, jugando en el bosque, equivocados no estaban pero aquellas niñas no estaban preparadas para lo que vendría después, sin más las dos amigas corren de la mano, saben que han actuado mal y eso les costara caro a ellas y a sus familias, criadas como hermanas mas solo son la hija de la criada y la hija del señor de la casa correr asustadas por el bosque por la gran cantidad de personas que las persiguen… ¿Qué hacían? Un pacto de sangre, ambas a prematura edad habían experimentado ciertos poderes como la manipulación de artículos inanimados y Candice podía según ella ver a los muertos, cosa de la que Ramona nunca dudaría… hacían un pacto de hermandad uno que duraría para toda la vida, mas esa tarde en aquel pueblo todo cambiaria…

Las dos niñas fueron capturadas por los campesinos de aquella aldea llevadas a la plaza central fueron puestas y exhibidas en público bajo la vergüenza de sus familias, ambas fueron golpeadas con látigos hasta dejarlas inconsciente…

Siete años después.

Aquel día era el más inquietante para la joven Ramona, cada año después de aquella vez que casi muere en manos de los aldeanos su cuerpo sufría de convulsiones, las habían encerrados en ataúdes, por separados, para enterrarlas con vida, mas sus familias no lo permitieron… Poco se acuerda de lo sucedido pero algo que nunca olvidaría era a su hermana de sangre Candice, y su pacto inquebrantable.

Vio su reflejo en el espejo que había en su habitación, ahí estaban las marcas que siempre estarían sobre ella y nunca desaparecerían. Lloro un momento, tenía que ir a tocar el piano para sus padres, había dejado la hechicería no quería saber nada de eso… mas solo le quedaba el recuerdo amargo de una extraña amistad.

Esa noche luego del tradicional mini concierto que daba para los comensales de sus padres escapo de la mansión Zlatar, montando su caballo color vallo, castaña, así le hacía llamar, esa noche seria clara, contaba las lunas desde aquella noche donde casi perdió la vida – Luna llena – susurro aun faltaba para que esta saliera y se mostrara en lo alto del manto oscuro que parecía observarla… Cabalgo por los bosques, su escapatoria a su mundo para llegar a un lugar donde podía ser solo ella, la callada y sumisa Ramona… A lo lejos noto una fogata, no pudo alejarse sentía curiosidad, tenía que ayudar si era alguien desamparado, así era, no podía cambiar… Llego hasta donde las llamas ardían con fervor y vio a un hombre, sus ojos llamaron la atención verdes los mas verdes que había conocido hasta ahora aun montada en su caballo se dirigió aquel joven que parecía ser menor que ella – ¿Estas perdido? – Pregunto queriendo ayudar… mas solo recibió una advertencia del grito ahogado de aquel hombre – ¡Vete de aquí! – escucho pero no hizo caso, aquel joven parecía agitado, nervioso, sudaba y ella necesitaba saber que le sucedía – te llevare a casa ahí te curaran – desmontando el caballo se acerco al hombre que parecía perder el control a medida que los minutos pasaban, la luna comenzaba a salir – Vete… por favor – dijo aquel con una súplica pero no, le habían enseñado que tenía que ayudar y lo haría puso su mano en el hombro del hombro y noto el calor que emanaba, según ella ardía en fiebre pero… todo paso tan rápido que solo sintió como un rugido salía del interior de aquel hombre del cual su aspecto comenzó a cambiar… y solo sintió el golpe en su cabeza y lo último que vio fue una bestia con los mismos ojos de aquel joven…

Actualidad

El día comenzó bien, sabía que día era… siempre algo cambiaba ese día cada cierto tiempo, primero la acusaban de bruja, luego era transformada en una bestia que cada luna llena mostraba su ira al mundo… y hoy… emprendía un viaje a Francia en busca de su amiga, quien corría la misma suerte de ella…

El pacto que habían formado las unía mas que nada en el mundo, todo lo que le pasaba a una le sucedía a la otra, siete años estuvieron distanciadas pero solo aquello afato su relación de hermandad que poseían, mientras Romana obsesionada por buscar al causante de su desgracia Candice estaba con su propio mal.

Llega a Paris esperando encontrarse con dos personas su creador, y su mejor amiga…

- Aun es vigen.
- Estuvo comprometida en matrimonio pero su pareja fue mutilada por vampiros.
- Aun toca el piano todos los días.
- De su cuello cuelga una extraña piedra azul, que fue lo único que encontró en la fogata del bosque cuando volvió por pistas.
- Conoce el aroma de su creador, pero nunca lo ha vuelto a ver.
- Sueña con aquellos ojos y mirada, a veces buenos sueños pero otras las peores pesadillas…
- Se hace espía de su padre ya que sus negocios empiezan a decaer, luego ve que le va bien y comienza haciendo pequeños trabajos.
- Las noches de luna llena se va a las montañas para no dañar a nadie.
- Cuando despertó luego de haber sido mordida por el lican, se obsesionó en el y en cada hombre que ve busca los rastros de aquella mirada joven y ojos verdes profundo.
- Con su amiga se han comunicado a través de cartas por largos años.
- Aquella fecha siempre la celebra, por que fuere el día en que su vida cambio.