Oromë Gwedhil

Datos Personales

{#}Edad: 26 años aparentes (primera transformación) /28 años reales

{#}Especie: Licántropo

{#}Tipo, Clase Social o Cargo: Clase alta

{#}Orientación Sexual: Pansexual

{#}Lugar de Origen: Nueva Orleans, Estados Unidos

{#}Habilidad/Poder:
► HABILIDADES Y ATRIBUTOS INNATOS:
→ Habilidades:
→ Atributos:


► PODERES INNATOS:
→ Transformación:
→ Sanación acelerada:
→ Percepción del aura

► PODERES A ELEGIR
→ Memoria fotográfica
→ Ojo superior
→ Rastreo
Descripción

{#}Descripción Física:
Oromë es una chica muy alta para tener descendencia asiática, pues mide 1,70m y tiene un peso que bordea los 48 kg. Es bastante delgada y aunque esto pueda ser un factor ante su extraña “debilidad” con la fuerza bruta, no afecta directamente su cuerpo, pues está bastante proporcionado, con largas piernas, una cadera prominente, su estrecha cintura y su voluptuoso busto que a veces por vergüenza, suele ocultar. Tiene largos dedos y muy finos, los cuales le han servido para aprender a tocar piano. Su piel es bastante pálida, aunque suele variar dependiendo de la estación del año que se encuentren, pues en verano se les muy fácil tomar un color dorado bastante llamativo. Su cabello lo utiliza largo, a veces completamente liso y otras con suaves ondas, siendo este estilo el que más le agrada. Es castaño oscuro, bastante sedoso y suave.. Sus ojos son castaños, de un color más claro que lo normal. Son brillantes y a veces profundos, aunque otras dan la impresión de que no tuviesen vida.

Imagen:

{#}Descripción Psicológica:
Oromë es una joven bastante amable y comprensiva, no tiene problemas en relacionarse con otras personas y en si es alguien muy sociable.  Le gusta hablar sobre cualquier cosa y siempre encuentra diversión en lo más simple.  Es extrovertida y le encantan las bromas, es bastante risueña y carismática. A veces suele ser algo agresiva, no de mala forma, pero cuando le molestan suele repartir uno que otro golpe. Es infantil en algunas ocasiones y en otras demasiado madura como para parecer la misma persona. Es reservada la gran mayor parte del tiempo, pues el lenguaje formal se ha hecho parte de su vida, aunque en privado llega a soltarse por completo, pero sin sacar aquella formalidad en sus palabras. Es delicada,  le gustan los detalles por muy pequeños que sean, pues siempre valora el esfuerzo puesto por la otra persona.  Es creativa, le gusta innovar e inventar cosas, gustos, sabores, colores.  Le encanta la pintura y cualquier tipo de arte, sobre todo la literatura, donde pasa la mayor parte de su tiempo. No se enoja con facilidad pues es bastante paciente y tolerante, pero cuando esto ocurre, se conoce realmente a la “Ice Princess” apodo que le han dado sus conocidos debido a la frialdad y a veces oscuridad con la que afronta las cosas o es capaz de tratar a los demás. Suele ser hiriente cuando está molesta, algo que realmente detesta de si misma, pues sabe que aquello le traerá consecuencias a los que quiere y que al final, el hacer sentir mal a otros le hace sentir mal a ella misma, desde que fue mordida, este defecto de perder la paciencia fácilmente se ha incrementado con notoriedad, pues suele estar casi en todo momento algo irritable. No tiene el autoestima muy alto, pues no ha destacado en nada importante en su vida, aunque sea poseedora de gran belleza, pero cuando se lo propone, suele ser una mujer bastante seductora.  No le gustan las mentiras pero a veces si tolera las blancas, pues cree que no las dicen por miedo a herir a otros. Es bastante leal y fiel, daría la vida por quienes ama y respeta y nunca permitiría que otros les dañasen. Siempre le sonríe a la vida y no le gusta que otros estén tristes o sean tan serios, cree que eso es estúpido pues al final, después de la tormenta siempre viene el sol.

{#}Historia:
Nacida en Nueva Orleans, Oromë es hija de una inmigrante china y un colono inglés que se radicó en esta ciudad. Él, diplomático británico y su madre, hija de un famoso y renombrado noble proveniente de China, fueron quienes tras su polémica y mal vista unión, dieron como fruto a una hermosa y atractiva joven, quien con el tiempo demostró poseer lo más fuerte de ambos.
Se crio en la húmeda y pantanosa Nueva Orleans, obteniendo un sinfín de lujos y privilegios que ambos padres podrían entregar, puesto que el estatus socioeconómico que la familia tenía era tan elevado que inclusive más de un viaje fueron capaces de realizar hacia el país de su madre, un lugar que cada día dejaba con mayor interés y curiosidad a la joven Oromë, la cual soñaba con poder aprender más de su cultura y sus orígenes asiáticos, aun cuando en su imagen y actitudes, fuese la británica que predomina.
Desde muy pequeña aprendió el arte del piano y el violonchelo, además de ser una joven bastante aplicada y con gran inteligencia, pues desde siempre estuvo acostumbrada a meterse en conversaciones de hombres ya ancianos, opinando de lo que estuviesen hablando para demostrar lo mucho que aprendía y que deseaba aprender, algo que enorgullecía a su padre pero que molestaba a su madre, pues aun cuando estuviese casada con un europeo, su actitud machista característica de la cultura asiática no desaparecía y nunca desapareció hasta el día de su muerte.
Fue dos años antes de la gran crisis que azotó a su familia cuando su madre, debido a una extraña enfermedad, falleció sin que nadie pudiese hacer algo. Oromë tenía tan solo dieciséis años de edad.
Siendo hija única, en aquel entonces pudo comprender lo que era vivir en completa soledad, pues sin su madre en aquella gran casa y su padre trabajando en poder levantar la pequeña empresa que administraba, dejaban que ella, después de obtener absolutamente todo, necesitase por primera vez algo que el dinero no pudiese comprar.
Al caer en quiebra, su padre envió a Oromë a Nueva York a vivir con uno de sus tíos, siendo bien acogida por estos, quienes en poco tiempo, lograron llenar el espacio vacío en su corazón, pero esto no duraría por mucho, pues al año y con bastante retraso de la noticia, se confirmó la muerte de su padre debido a un suicidio que había cometido o lo que su real asesino hizo parecer.
La joven, desconsolada, comenzó a aislarse del mundo, intentando no compartir con nadie que no fuese su familia, aun cuando su tío intentaba de todas formas el poder alegrarle.  Así pasaron los años, uno tras otro cada vez más y más lento, haciendo que la luz que vivía en la joven, aquella que había irradiado durante tiempo, se apagara hasta quedar cubierta por una fría capa de hielo. Fue en una discusión con uno de sus primos que fue llamada por primera vez como “Ice Princess” debido a la frialdad que esta chica demostraba y que con sus palabras, daba la sensación de estarse congelando en la nieve. Todos le veían mal, la gente que le rodeaba, lo que quedaba de su familia pero… ¿Alguien era capaz de entenderle? ¿Alguien podía comprender el dolor de haber perdido prácticamente todo de un día para otro? Ellos eran su vida, su alegría y ya no estaban, ambos padres no estaban para poder seguir a su lado.
Una noche, sin saber como ni cuando, llegó a una calle bastante desolada de la ciudad de Nueva York, quizás si hubiese estado en todos sus sentidos se habría alejado del peligro inminente que provocaban dos hombres que iban hacia ella, pero desde que no sentía absolutamente nada, decidió seguir su camino sin importarle que ellos o algo peor le atacasen. Nunca olvidaría como un lobo se abalanzó sobre aquellos hombres que intentaron violarle en un bosque y los despedazaba hasta no dejar parte reconocible de estos, dirigiéndose luego a ella, quien por suerte, logró escapar con una mordida en su brazo, la cual ocultó bastante bien hasta que llegó la luna llena, aquella que marcaría desde siempre su gran condena con la cual sigue viviendo hasta el día de hoy.
En su primera transformación solo están los recuerdos vagos de como sus huesos se rompían uno por uno y como su morfología cambiaba hasta pasar a ser la de un lobo, más nunca sabrá si realmente llegó a matar a alguien aquella noche o cada una de estas durante todo este tiempo.
Asustada y con ayuda del dinero de sus abuelos que le enviaban desde China, juntó lo suficiente como para alejarse de Estados Unidos, llegando con destino a París, Francia, una ciudad que sin saber, le traería más de una sorpresa y que el destino, con sus malditos juegos, le haría encontrar a quien le había mordido aquella vez hace un tiempo.
Hoy a la edad de veintiocho años, se dedica a dirigir una pequeña librería en el centro de la ciudad, la cual, al traer libros importados desde varios lados del mundo, le dejan un ingreso muy parecido a lo que tenía cuando su padre vivía y que con la ayuda mensual que recibe de sus abuelos, este se incrementa notoriamente, dejando a la ahora ya toda una mujer, disfrutar aquellos lujos que alguna vez en su tiempo tuvo.


{#}Datos Extras:
Sabe hablar tres idiomas, inglés y francés fluido y lo básico del mandarín
No es muy buena bebiendo alcohol
Le incomoda mucho el utilizar vestidos ajustados
Toca el piano y el violonchelo
Aprendió defensa personal cuando viajó a China  a ver a sus bisabuelos
No conoce a ningún otro  licántropo y tampoco tiene idea de la existencia de vampiros u otros seres