Bruce Hayes

De estatura imponente, aunado con la postura la personalidad denota a un hombre que no está acostumbrado a obedecer pero si a mandar, mirada dura, conquistadora, a pesar de que sean dos témpanos de hielo que no denoten un hombre fácil de convencer ni de mangonear. Rasgos masculinos muy firmes que llama la atención a donde quiera que vaya, su constitución física es fuerte más no robusta. A pesar de sus costumbres habituales no es un hombre que se mueva lentamente sino que es un hombre ágil, fuerte, acostumbrado a hacer las cosas por sí mismo a pesar de que tiene sirvientes que hagan todo por él. Es un hombre que puede perdonar una sola vez al enseñar, pero una vez que enseña ya no tolerara ninguna equivocación, tiene un atractivo viril muy masculino y por eso mismo no importa que haya romanticismo de por medio, sin embargo lo es, sólo para dar un toque más personal a sus personalidad. Su forma de vestir es pulcra y exageradamente limpia, tiene verdadero cuidado con su aspecto físico.

Lo que muestra a simple vista:

Conocedor de las artes y filántropo, no es un hombre que contenga dudas acerca de lo que quiere y lo que desea. Es un padre dedicado y afectuoso, sigue estrictamente las reglas a tal punto que se ha llegado a convertir en una obsesión por el seguimiento de estas. No tiene complejos sobre sí mismo, Es un hipócrita consagrado, desinteresado por los demás más que por sí mismo. De carácter dominante pero no aprensivo. Ha aprendido a que los bienes materiales son únicamente los medios para obtener beneficios de los demás y está dispuesto a comprar a quien mejor fije su precio. Práctica la religión protestante aferrándose a una doctrina absoluta en dónde la palabra de Dios es definitiva, defiende la absoluta depravación del hombre, cumple los mandamientos estrictamente pero no ve como malo el que le interese más allá de lo normal su hija ya que no existe mandamiento o ley que diga lo contrario.

La cara oculta de la moneda:

Tiene dificultad para establecer vínculos con adultos y aunque puede hacerlo sus relaciones son netamente con aquellos a los que cree inferiores a él. Es muy seductor y sólo encuentra su placer y satisfacción a la libido a través de un menor y no con otra persona (Adulta). Busca tener juegos de contacto físico con el infante que le atraiga a tal punto de lograr satisfacer módicamente su pedofilia y pederastia. Tiene la capacidad de controlar su conducta frente a la sociedad en la que se encuentra inmiscuido y provee de ser muy cuidadoso en sus prácticas.

Su nacimiento data del año 1764 en Gales, Gran Bretaña en el seno de la familia Hayes, quienes han tenido una importante tradición familiar proveniente de antaño, ya que varios de sus integrantes han conformado el gremio de la medicina y la ciencia desde el surgimiento de su apellido. Gracias a sus antepasados los Hayes han conseguido dejar un vestigio en la historia de su país así como de la ciudad en dónde han surgido, consagrándose como una enriquecida familia de la clase alta. Bruce destaca como el mayor de los hijos de ésta familia, tomando el papel de cabecilla al morir su padre y al desahuciar a su madre debido al contagio de la tuberculosis.

Desde su infancia hasta su juventud se le instruyó como un completo caballero, que llevó en sus hombros las responsabilidades acostumbradas de un joven de sociedad, introduciéndolo en la ciencia, avocándolo a descubrir un pensamiento selecto y nada raquítico. Se mantuvo apegado a las normas establecidas por sus padres, detonando una lucha interior entre el ello (lo que deseaba realmente ser, sus deseos y pulsaciones) y el Yo (el mediador de las demandas de la realidad en la que vivía), aprendió a mostrar una falsa mascara hacia terceros pues sus necesidades reales se veían obstruidas por las normas que bien o mal intercedían en sus verdaderos deseos. Mostrándose como un modelo a seguir en quien sea que le conociese.

Como última voluntad de su madre moribunda a la cual el accedió sin traspeines contrajo matrimonio con Susan, hija de una acaudalada familia en Gales. En enlace entre ellos resultó conveniente hasta el momento en que concibieron a su pequeña hija, quien llegó a la vida de Bruce para detonar un cambio casi radical en su personalidad. La atracción infalible al principio por proteger a la pequeña se fue convirtiendo en algo más, una relación ilícita acomplejada por la sociedad Inglesa y muchas otras más. Los juegos inocentes entre estos desencadenaron en él un interés fuera de lo estereotipado en Angeline quien también alimentaba el encanto con la persuasión de su inexperiencia e inocencia.

"Desde que me caí por esa madriguera me han dicho qué tengo hacer y quién debo ser. Me han encogido, aumentado, arañado y metido en una tetera, me han acusado de ser Alicia y de no ser Alicia, pero éste es mi sueño, y yo decidiré cómo continúa"
-Alicia en el país de las Maravillas-

Aquella relación la mantuvieron al margen y casi en secreto entre ambos. A pesar de esto él mantenía un trato exclusivamente cordial y humano con Susan con el que guardaba las apariencias. Luego de un largo tiempo ella extrañamente empezó a enfermar y padecer agotamientos en su cuerpo que la llevaron hasta su fallecimiento. Enviudando y destrozado –aparentemente- y sin nadie que dudara de su conducta pulcra, se dispuso a realizar un nuevo viaje lejos del lugar en dónde toda su vida había coexistido, sitio en el que realizaría su funesta y enferma fantasía.