Griegos y Semitas [Constance]

El olor de las hojas viejas enamoraba ha Calypso por completo, hacía ya mucho tiempo, desde que estaba en Europa que no había entrado en una biblioteca en condiciones. Realmente el aburrimiento del día la había llevado ha perderse, e irónicamente, encontrar esa biblioteca.
Calypso, siempre andaba entre las filas y filas de las bibliotecas sin rumbo, leyendo los dorsos de los libros para ver su titulo y autor. Pero esa vez tenia dos objetivos claros : Hechicería Europea y Platón.

- Seguramente me costara mucho encontrar algún libro de hechicería, pero alguno habrá - se dijo a si misma.

Pero su pasión por la filosofía de Platón, ademas de su facilidad para encontrar cualquier obra suya en una biblioteca tan grande. "L... M... N... O.. P!!" Allí debería estar. Rebusco y rebusco y... Bingo! Estaba delante de los primeros diálogos de Platón. Se emociono tan solo ver que se tratase de una versión tan antigua. Seguidamente se la puso en su bolsa dispuesta a seguir su búsqueda del libro de hechicería. Seguramente esos fanáticos de la Inquisición habían eliminado todo rastro de brujería de esas estanterías, pero quizás hubieran dejado algo por alto...
Calypso pensó que si quedaba algún ápice de brujería en esa biblioteca debería estar muy escondido. Pero definitivamente valdría la pena. Decidió empezar a buscar por las zonas mas apartadas de la biblioteca. Se paso un par de horas allí, rebuscando. Y cuando se iba a dar por vencida...

- ¡Eh! ¿que es eso? - dijo mientras retiraba un viejo libro sobre comportamiento en la mesa.
Al retíralo, vio un libro cuyo dorsal estaba escrito en hebreo, pero inmediatamente después tenia una traducción al francés. "Libro de Encantamiento y Hechicerías Occidentales". No se lo podía creer. Abrió el libro y vio que una pagina estaba en hebreo y la otra su correspondiente traducción.

- Menuda manera de duplicar las cosas inútilmente, pero me vendrá bien para empezar mis encantamientos por fin - dijo regodeándose en su triunfo.

De pronto oyó pasos detrás suyo, se alerto y en un acto reflejo se guardo el libro en su bolsa junto al de Platón. No podía ser descubierta por alguien que se atreviera a denunciarla a esos fanáticos. Así que se dio la vuelta y tranquilamente se dispuso a irse.

Días me habían costado en caerle bien al encargado de la biblioteca pero lo que no me costo en nada fue conocer al dueño de tan valioso lugar, encantador, a simple vista pero como todo hombre de bien tenia secretos y el de aquel joven era la vida eterna de la mano de la negra noche que lo acompañaba. No me extraño que después de una larga platica sobre asuntos que ni a él ni a mí nos interesaba me diera libre acceso a la zona especial de la biblioteca una parte oculta donde no cualquiera entraba ni mucho menos la inquisición podía hacer y deshacer ahí. La sonrisa en ese momento ilumino mi rostro al final de cuentas todo lo que quería lo conseguía, hasta ahora todo iba bien, muy bien.

Entre al lugar que silencioso estaba, salude al bibliotecario y mostrándole una carta firmada por el dueño me dio una llave de bronce bastante extraña, pero necesaria para abrirme paso entre los antiguos papiros que datan de miles de años antes de Cristo. Avance en silencio solo se escuchaba mi tacón chocar con las cerámicas que cubrían el suelo del lugar, necesitaba de unas escrituras de las cuales mi propio libro de hechicería Almagor me había dado a conocer. Extraño para cualquiera que un libro supiera tanto, pero este libro era algo especial, tenia alma propia, voluntad y un conocimiento que pocos sabían al cuidado de mi familia estaba por largos siglos hasta que había llegado a mis manos y luego de un pacto de sangre jure nunca perderlo y nunca lo haría porque solo obedecía a mi sangre, a mi lengua a mi corazón.

Camine entre estantes llenos de libros tenía que seguir por la L hasta el final del pasillo mientras me acercaba la silueta de una mujer se hizo presente, no le di importancia no había porque. Seguí avanzando un solo movimiento en falso de aquella mujer no te que algo ocultaba, ¿libros? ¿Quería robar libros? Moví mi cabeza pero no estaba de ánimo como para hacerme la persona de moral y buenas costumbres, a final de cuentas si no me metía con nadie, nadie lo haría conmigo. Apreté mi mano donde yacía la llave pase por un lado de la dama ladeando un poco mi cabeza - אין צורך לגנוב ספרייה – (no es necesario robar en una biblioteca) en mi perfecto hebreo hable no esperaba que entendiera, mas solo lo había hecho notar como un suave susurro, gire mi cabeza y le cerré un ojo, como cual cómplice ayuda hacer fechorías.

Pero no podía detenerme a conversar, quizás me tacharía de loca. Loca estas Constance, mira que escuchar en tu interior a la persona que le arrebataste la vida… Ahí estaba mi tormento, mi sombra hablando de mas, mi otro yo intentando salir; permanecí en silencio y llegue hasta el final de aquel lugar donde una puerta tallada a mano estaba empotrada en la pared, con varios símbolos que de significados tenían muchos busque la ranura de la puerta y para mi sorpresa en medio de la puerta estaba – Nada convencional – dije con una suave sonrisa en mis labios mientras escuchaba el clic que hacía y una sonajera de artilugios parecieron moverse en el interior, aquello me confirmo que ese lugar pocos tenían claro acceso en ese momento me sentí afortunada. Conocería aquellos papiros que eran necesarios para… lo que entre mente tenia.



Almagor* libro de Hechizos, el significado del nombre el Indestructible

OFF: lamento enormemente la demora en la respuesta, pero tuve que retirarme por ausencia pero ya ando de vuelta. Perdón por no avisar antes pero fue por fuerza mayor.