Suzel Savoie

Nombre del Personaje
Suzel Savoie
Edad
16 años
Especie
Humana, bruja
Facción a la que pertenece
-
Tipo, Clase Social o Cargo
Clase Baja
Orientación Sexual
Bisexual
Lugar de Origen
Saint Nicolas la Chapelle, Val d'Arly
Habilidad/Poder
Hechicería, premonición y apatía
Descripción Física

Spoiler:

Descripción Psicológica
En las fracciones de su rostro se puede vislumbrar un atisbo de lo que llega a ser una débil sonrisa, tímida y tierna, sincera y bondadosa, mientras lo que se vislumbra en su mente llega a ser desde tomar un vaso de leche caliente a torturar fríamente a un hombre hasta su muerte.
Tiene un problema psicológico debido a un trauma infantil al cual se le podría denominar bipolaridad, pero va mas allá de eso, ya que, son dos partes de ella, pero ambas inocentes e iguales.
Su ser en si es cariñoso, amistoso, tímido y amable, de decisiones fuertes y un carácter importante, sin embargo, ciertos ataques que tiene de histeria, agresividad e incluso sádicos, la convierten en una joven bastante peligrosa.
Suele estar completamente tranquila y con una sonrisa en los labios, pero por cualquier minúsculo motivo, llega a un ataque psicológico al que puede llegar a matar a quien mas cerca de ella se encuentre, aunque luego vuelva repentinamente a la realidad y llore y lamente lo que haya podido hacer en su otro estado.
Historia
Suzel nació en lo que apenas se consideraba un pueblo, en la montaña, el cual tan solo consistía de a penas diez cabañas repartidas por la montaña y una pequeña iglesia junto a una humilde taberna en lo que se consideraba la plaza del pueblo, aquel lugar era conocido como Saint Nicolas la Chapelle en el Val d'Arly, situado en Los Alpes franceses, lugar en donde prácticamente todo el año hacía un frío helador que hacía desprender vaho por la boca en casi todos los meses del año.
Ella y su familia vivían en una de las cabañas más alejadas de la iglesia del pueblo, entre la maleza del bosque, era una pequeña granja, con vacas, gallinas y dos perros, de lo que aquella familia de granjeros sobrevivían durante todas las temporadas alimentando a sus tres hijos, dos hermanos mellizos, Donatien y Elliot, ambos diez años mayor que su hija pequeña, Suzel Savoie, el apellido de la familia se ha pasar desapercibido en todos los lugares, aunque resultaba curioso, ya que este, era el nombre de la provincia francesa La Savoie en donde vivían desde sus antepasados hace cientos de años.
Sus padres, eran primos y fueron obligados a ser desposados entre ellos para mantener el magnífico linaje de aquel clan de brujos del Val d'Arly, ellos se llevaban muy bien y tenían una estrecha relación, con lo que no hubo queja por parte de ninguno de los dos al hacerlo ya que estaban predestinados a ello, aquel clan era uno de los más fuertes que se encontraban en Francia y Suzel y sus hermanos eran los hijos de los jefes actuales del clan, sin embargo, la inquisición se había encargado de exterminar parte del clan y de hacer que el resto se desperdigara por el país francés en busca de refugio y de no ser descubiertos.
Suzel, que siempre había tenido buena relación con todo el mundo, era poseedora de unas pesadillas que hacían que no durmiera en toda la noche a demás de ser siempre la misma.
"Hacía un día típico de aquella zona montañosa, nublado, con ciertos claros de luz y frío. El agua se encontraba congelada y los caminos de tierra era demasiado peligrosos como para que alguien fuera quien fuera los caminara sin ningún acompañante y ella, Suzel, aquella joven niña de 8 años de edad, se encontraba perdida tras una ventisca en la que había perdido a sus dos hermanos con los que había salido a jugar, sin embargo, llegó a un pequeño valle, el cual estaba lleno de flores de colores y verde hierba, como si fuera una primavera templada, de esas que había en la ciudad de París, pero todo, absolutamente todo se encontraba congelado, a excepción de una niña, de prácticamente la misma edad que Suzel que se encontraba sentada de espaldas a ella, en medio del valle.
- Ayuda... Ayúdame... Por favor... - La voz de esa cría era un hilo casi inaudible, algo prácticamente imposible de percibir por el odio humano y... Fría, cortante como el hielo.
Silencio. No se volvía a escuchar nada más, Suzel, que no podía mover ni hablar, tan solo la miraba, con miedo y cierta curiosidad.
- ¿No puedes? No pasa nada... No te preocupes... - Se podía observar el movimiento de los hombros alzándose arriba y de pronto cayendo, como en un suspiro alargado. Paró. No se movía, parecía que no respiraba, que estaba inerte como si se hubiera... Congelado.
- ¿Por qué?... ¿¡Por qué!? ¿¡POR QUÉ NO ME HAS AYUDADO!? - Fue un instante, una milésima de segundo en el que solo se pudo percibir el sonido de un suspiro, de los latidos del corazón en una taquicardia que parecía interminable juntándose con el sonido de algo viscoso, que crujía a su vez y luego, tan solo quedó el sonido de un líquido cayendo contra la nieve. Sangre.
En el momento en el que el parpadeo cesó, Suzel tan solo podía ver la espalda de un joven que había caído de rodillas contra la espesa nieve la cual se encontraba teñida de un color rojizo intenso, que provenía del cuerpo del joven debido a una gran herida en su abdominal el cual se encontraba atravesado por... La niña, aquella niña había atravesado el cuerpo de aquel chico con su propio brazo y Suzel se dio cuenta de inmediato quien era aquel que había acudido a salvarla. Su hermano Elliot en aquel momento se encontraba de rodillas en la nieve, dándole la espalda a su hermana y muerto.
Otro parpadeo, otro instante más y el plano del sueño había cambiado, ya no era Suzel la que se encontraba detrás de su hermano, si no que era ella la que le atravesaba el cuerpo con su propio brazo, esta vez a Donatien y siendo Elliot el protegido."
Se despertaba gritando y llorando todas las noches y sus hermanos se metían con ella a dormir para que se sintiera protegida y pudiera descansar, pero su insomnio era permanente y con el paso de los meses... La locura la consumió y ahora era ella la propia imagen de perdida de cordura de su sueño.

Sus padres la mantuvieron encerrada en el sótano de la casa para que no pudiera hacerle daño a nadie y para que desarrollara la magia lo menos posible, aunque ella misma hacía sus propios avances. Sus hermanos, siempre iban a visitarla y a quedarse con ella cuando se encontraba bien, era la misma niña cariñosa y amable que había sido siempre y aunque sus padres se negaran, ellos siempre estaban con ella.
Un día Suzel tuvo una visión, no sabía que podía ver el futuro, por eso no le hizo demasiado caso a ese extraño presentimiento que sentía, sin embargo se lo comentó a sus hermanos los cuales informaron a sus padres, con lo que se prepararon para abandonar el lugar, pero la visión de Suzel ocurrió.
Los cazadores entraron en la casa arrasando con todo lo que había en ella, incluidos sus padres, pero Donatien y Elliot, fueron lo suficientemente rápidos para coger a su hermana y salir de la casa hacia el bosque y al parecer parte del sueño que atormentaba a la pequeña de la familia se cumplió. Justo antes de que la pequeña fuera atravesada por una de las espadas de los cazadores, su hermano Donatien se interpuso entre ambos muriendo en el acto, mientras que Elliot cogió a su hermana y la escondió en el bosque y se utilizó a si mismo como anzuelo. Jamás se volvió a saber nada de él.
Pasó dos días escondida sin comer y sin beber y cayó inconsciente en el bosque, pero una mujer la salvó y la llevó a su casa, la cuidó durante cuatro años, los que pudo y luego tuvo que dejarla en París a su suerte, donde lleva ya otros cuatro años sobreviviendo como puede.

Datos Extras
- Ha conseguido desarrollar la apatía debido a su enfermedad y su trauma infantil.
- Solo conserva un collar que le regaló su hermano Elliot y una pulsera a juego que le regaló su otro hermano, Donatien.
- Asesinó ella misma a sus dos perros en un ataque de locura, se pasó dos semanas deprimida llorando por eso.
- Ama la música, los animales y la naturaleza.
- Odia los espacios oscuros, húmedos y cerrados, le recuerdan al sótano de su casa.
- Tiene un tatuaje de una triqueta en su cadera en el lado izquierdo, representando el vínculo de su clan de brujos familiar con la unión del cuerpo, mente y alma. Se lo hicieron cuando cumplió los 5 años, con magia, es un tatuaje místico que proporciona energía.