L'inattendu, l'imprévu, l'imprévisible.[Ozer]

por **Delilah M. Matthaeus** Sáb Oct 06, 2012 8:25 pm

"Y cuando menos te lo esperas,
cuando crees que todo va por el mal camino,
que tu vida programada hasta el último detalle se va a pique,
de repente ocurre lo imprevisto…"

Delilah sentía que la vida, cuando era eterna, perdía sentido. A pesar de eso, le gustaba ser inmortal, hasta cierto punto. Salió a caminar, como lo hacía casi cada noche. Recorrió aquellas calles que ya conocía. Todo era monótono en ese momento, tal y como lo había sido todo ese tiempo. Sus pasos eran ligeros y lentos.

Se preguntó entonces qué sería de René en esos momentos. Lo estañaba, ya que había significado una gran parte de su historia. Delilah había vivido con él, quien era el único ser que sabia que no era humana. Él la protegió y ella estaba muy agradecida, a pesar de que no tuvieron un buen comienzo. Había sido un compañero muy cercano, pero se fue sin razón. Ella nunca sintió algo mas que cariño hacia él. Nunca lo amó. Mientras Delilah caminaba, divagaba y recordaba todos los momentos con él. Fue hacia ya muchísimos años.

Se sentía sola y extraña. Ya no sabia qué esperar del mundo y del destino. Ella creía que todo pasaba por una razón, pero no creía que el destino estaba escrito. Con la mirada baja y sin rumbo alguno, Delilah empezó a tararear una canción que le gustaba mucho. Levantó la mirada y en la calle casi vacía, diviso a un vampiro joven de apariencia. Ella no podía leer mentes pero con el tiempo pudo aprender a descifrar el olor de un vampiro, gracias a René.

La comisura derecha de sus labios se movió con algo de gracia. Tal vez era momento de romper el hielo con los demás y conocer a otros seres. Delilah era muy tímida al comienzo y la mayoría del tiempo se la podría pasar solo preguntando cosas. No era inseguridad, era intriga. No era chismosa, solo le daba mucha curiosidad las razones de los hechos. Divisó su muñeca, donde estaba su tatuaje. Era muy extraño, pero aquel tatuaje en forma de infinito se trasladaba de tal forma que mostraba un lazo cuando el peligro para Delilah estaba cerca. Aquel tatuaje se movió solo un poco, pero no se mostraba como un lazo. Era mejor visto como un infinito y punto. Tal vez no era peligroso intercambiar un par de palabras con el vampiro.

-¿Buscando alguna presa?- dijo al estar todavía a unos pasos de él. Se detuvo y posó su mirada a un lado. Ella debía buscar una, pues estaba sedienta. Delilah volvió su mirada a él, para observarlo.

Estaba como serio, sin expresión en el rostro. Esto le intrigó a Delilah, como si leer su mente quisiera. No lo conocía, pero tenía algo extraño. Algo que probablemente haría cambiar a Delilah. No de personalidad, pero de actitud. De todas maneras, Delilah no esperaba nada. Ella solo quería socializar, pues se sentía que poco a poco sería una anti-social, privada y tímida. Ella no era así del todo. Solo era tímida al comienzo y luego podría mostrarse muy sociable. No era hipócrita, solo le gustaba asegurar su confianza. En fin, le gustaba cómo era ella misma, y eso era lo importante para ella.