Anneliese Wasenbell

DATOS BÁSICOS

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

-Anneliese es una chica de armas tomar. Tiene un carácter muy vivo, muy alegre y vivaracho. Es muy curiosa, con esos ojos azules tan expresivos que tiene mira lo que hay a su alrededor y trata de hacer algo con ello. Siempre está intentando aprender alguna cosa nueva. Y aprende rápido. Demasiado rápido, dirían los que la conocen. Es además inocente, muy inocente, y soñadora. Es tan soñadora que a veces escribe sus sueños o lo que se le ocurre en su diario secreto secretísimo. Le gustan además tantas cosas que a veces le cuesta decidirse y ella solita se marea. Aunque a veces se aburre con suma facilidad de algo y se distrae pensando en las musañaras, en sus sueños, y en...algunas otras cosas. Tiene bastante cultura, ya que lee mucho desde que aprendió a leer con cinco años, por lo que está bastante informada en cómo está el mundo, al menos en todo lo posible para esta época. Sabe de política, aunque la aburra, y de guerra. A ella le gusta luchar, pero no como lo hacen los soldados. Prefiere hacerlo con conjuros y con hechizos. Es bastante generosa. Es de esas chicas que se muere de amor cuando ve un gatito mono o que recoge animalitos perdidos por la calle.
Y esa misma generosidad la empuja a una rebeldía que podría considerarse bastante peligrosa. Es cabeza, pero es que además tiene un hambre de aventura que la lanza a cada dos por tres a meterse en problemas. Fácilmente podrá entrar en conflicto con una criatura sobrenatural a la que ha hecho preguntas o hacerse amiga suya con una facilidad asfixiante. Además, le gusta mucho hacer magia en lugares despejado o naturales. Es muy dada la investigación, a pesar de su edad, y ...a los experimentos. En los tres ámbitos de la magia que domina. Con pociones, con fantasmas y manejando la voluntad de otros mortales. No por algo se está convierto en una de las brujas más prometedoras de su linaje familiar. En cuanto a lo social, tiene amigos, pero no muchos. En la alta sociedad no es muy bien vista por vivaracha y porque a veces se le escapan cosas, pero a pesar de todo, por su apellido, recibe muchas invitaciones a fiestas de la realeza y de la clase alta, a las que va sólo de vez en cuando, cuando quiere hacer algún experimento con su magia. Ojo si la invitas a una fiesta, porque la liará, aunque sea de forma sutil. ¡SIEMPRE! hace uso de la magia en las fiestas, nunca te dirá cómo, lo hará con disimulo.
Pero sus efectos lo notarás. Sonríe y ríe con tanta facilidad que se ganará amigos por otros lados, y enemigos por otro. Es de conversación fácil, habla mucho, por lo que puede hablar con el prójimo de lo que sea. Y en cuanto al amor...eso aún no lo ha encontrado. No sabe si se enamorará y la verdad es que eso le importa poco por ahora. Cómo decía su abuela...¡si llega pues qué llegue!

 Actualmente hace lo que le da la gana en París, se aloja en hoteles de lujo a la espera de comprarse alguna casa.  Va adónde quiere y hace uso de la magia o de alguno de suamigos fantasmas para defenderse.

HISTORIA

      Y llegaría el día en el que la verdad llegaría; una dama llegará para descubrir lo que hace tanto tiempo atrás se perdió. Levantará el telón y os dejará a todos al descubierto...

 Anneliese nació en una familia que la llevaba esperando mucho tiempo, tras la llegada de sus hermanos mayores. Una profecía había predicho que llegaría al mundo una dama que podría hacer tambalear los cimientos de un mundo que se hallaba oculto en las sombras, que dejaría al descubierto un secreto oculto hace mucho tiempo, desenterrando una realidad que se suponía que no debía descubrirse.  
Lo habían predicho en varias ocasiones: un fantasma, una de las brujas más poderosas que existen, y un viejo profeta del que nada se volvió a saber después de que lo atrapara la Inquisición semanas más tardes. Por eso sus padres y sus dos hermanos mayores, que por aquel entonces todavía eran niños, esperaron con ilusión y con cierta expectación la llegada de la pequeña Anneliese. Nació en una soleada noche de marzo, justo en el equinoccio de Ostara, en primavera, en la enorme mansión encantada que les pertenecía desde hacía varios siglos. Cuando abrió sus hermosos ojos azules al mundo lo primero que vio fue el brillo de varias luces mágicas que había en el techo, de color esmeralda brillante. La pequeña alzó las manitas para coger una. Luego, miró al resto de su familia y decidió que no estaban mal. La pequeña niña que corría por los prados de la mañana, por los bosques del anocher, comenzaba a despertar con toda su magia, con todas las posibilidades infinitas que se abrían ante ella... Desde que aprendió a hablar y andar fue un trasto. La curiosidad era algo que floreció en ella muy pronto. Corría de un lado para otro tocándolo todo, palpándolo, experimentando, y subiéndose a los árboles. Siempre se metía en algún problema, y sus padres y sus hermanos mayores la reñían con frecuencia, pero también la mimaban, al ser la pequeña de la casa. No hacía mucha mella en ella la necesidad de ser elegante, educada sí, pero nació con tres pies izquierdos, por lo que a menudo se tropezaba o se caía de los árboles. A los cinco años comenzaron a aflorar de forma más definida sus poderes. El mundo a su alrededor comenzó a florecer, literamente. Sus pequeñas manitas atrapaban las flores que crecían junto a ella, las ramas que la rodeaban cómo en el cuento de las judías encantadas. Flores de hielo, incluso algunas de fuego, crecían junto a ella, ofreciendo un espectáculo bastante bello y encantador, pero sobre todo peligroso. Katherine aprendió a controlarlo muy pronto, y también aprendió sin ninguna ayuda a encantar objetos que se movían por la casa haciendo trastadas, aunque para ello le quitaba una vida a una cosa y se lo daba a otra, sin reparos, era cómo un juego para la pequeña niña. Pero es cierto que lo hacía también cuando había humanos delante, lo cual no era prudente. Sus hermanos se aseguraron de que aprendiera a controlarlo cuando no hubiera nadie indebido que pudiera verla, aunque ésto provocó más de un berrinche por parte de la niña.  Aunque al cabo del tiempo comprendió qué era necesario ocultar ante los demás humanos lo que ella y el resto de su familia era. Solamente debía mostrarse ante aquellos que eran sobrenaturales, y quizás alguna que otra vez ante humanos que pudieran aceptarlo.La Inquisición era peligrosa le dijeron. El escándalo sería sonado si ellos descubrían que la familia llevaba ejerciendo la magia desde tiempos inmemoriales, que llevaban una doble vida en la que se reunían con una hermandad de brujos, una pequeña Talamasca, por decirlo de alguna forma, que investigaba y que ejercía con total libertad, oculta ante los ojos del mundo. Siempre le enfadaba que fuera así.  Que tuvieran que ocultarse bajo otra cara, que llevaran una doble vida. Pero supo desde pequeña que era lo correcto, y respetó el secreto, aunque seguía siendo un trasto en todo lo demás. Creció asimilando las normas que toda dama debe aprender, siendo mimada por todos, viajando a menudo con su hermano mayor, rubio cómo un ángel y mujeriego cómo ninguno, y con su hermana, que adoraba las invocaciones de fantasmas menores y que era distraída a más no poder. Aprendió además con varias institutrices (entre ellas un brujo) todo lo que debía saber sobre urbanidad, y ciertos conocimientos de política y de latín y de griego, y otras cosas que una persona debe de saber para ser culta.  Sus hermanos eran excelentes estudiantes, y Anneliese no era una excepción, aunque la parte de urbanidad y elegancia tardó un poco más en asimilarla, en parte porque la niña andaba siempre con tres pies izquierdos y se tropezaba a cada momento.

La vida avanza sin vuelta atrás, la nieve cuaja y da paso a las flores de la primavera, a la bella flor que crece, dejando atrás la infancia junto a sus primeros años dónde nada malo puede pasar ni la infelicidad llega,  y asomándose al fin a un mundo cruel pero hermoso al mismo tiempo, lleno de dolor, de muerte, de amor y de armas prohibidas, pero sobre todo, la hora de saber el motivo por el cual viniste al mundo...

La adolescencia llegó con toda su fuerza cuando Anneliese cumplió los trece años. El día de su cumpleaños todavía parecía una niña pequeña, pero comenzó a desarrollarse a los pocos años. Era más alta, tenía el cabello más largo, su rostro dejó de ser redondo para tornarse ovalado y comenzaban a aparecer pequeños indicios de las curvas que tendría de mayor. Y era evidente que iba a ser muy hermosa. Sus rasgos recordaban a los de un gato, se parecía poco a su hermana mayor, que tenía una belleza más angelical. La de ella era más exótica, en cierto modo era angelical también, si a eso le añadimos la parte salvaje del asunto. Sus ojos verdes brillaban con malicia, con picardía o con dulzura. Los hombres comenzaron a mirarla, tanto los invitados a las fiestas de sus padres cómo los de la calle, o en aquellas fiestas a los que eran invitados, incluso aquellos brujos de la hermandad wicca. Su hermano tenía que protegerla de todos, pero ella comenzó a coquetear en secreto con algunos de los hombres o muchachos, pero nada tuvo con ellos. No probó lo que era un beso hasta mucho después, poco después de cumplir los dieciséis años. Ese beso fue con su mejor amigo. El joven Jules, con quién tenía una amistad duradera desde hacía algunos años. Él estaba enamorado de ella, pero  no se lo hizo saber, al menos no por aquel entonces. Por el momento, sólo quedó en un beso.

Y también llegó la hora de aprender más cosas. Sus poderes siguieron floreciendo. La atmokinesis era muy complicada de manejar, pero cuando se escapaba podía hacer que las ramas se arremolinaran a su alrededor, que crecieran aquellas flores, incluso provocaba algunas pequeñas lluvias (con ayuda de los espíritus) sin que nadie más supiera al respecto. También ahondó en el contacto con los espíritus y en la magia negra, sin que nadie supiera nada. Eran viejos amigos, les daba un disfraz para que se movieran por el mundo. Conseguía que se hicieran pasar por humanos normales, ilusión que solía desaparecer cuando se los tocaba, gracias a su tacto frío. Y charlaba con ellos en las fiestas, en la sociedad de los Escocia, lo cual era jugar con fuego. Ni siquiera les decía nada a sus padres, ni a sus parientes brujos. Jugaba con juego, y lo sabía.  Además, debía cumplir con sus deberes, aunque no le gustara. A los diecisiete años fue presentada en sociedad, y comenzó a recibir peticiones de matrimonio por parte de muchísimas familias. Las rechazó todas, no quería casarse por ahora. Perder su libertad era algo que odiaría con toda su alma. Ni siquiera con otros brujos con linaje familiar. Los únicos hombres que le interesaban eran sus amigos, lo cual a la larga provocaría serios problemas...

Su hermano siguió yendo de flor en flor y encargándose de diversos negocios, ascendiendo en el comercio de esclavos, y su hermana fue pianista hasta que se casó, poco antes de que Anneliese cumpliera los dieciséis años....

Nunca puedes esperar que la realidad se escape. Tarde o temprano llega la hora de la verdad. De enfrentarte a aquello que puede arrojarte de nuevo al mundo de los muertos

 
Todo bien hasta aquí. Pero la cosa cambiará cuando lleguemos a aquel fatídico día de Halloween. Sí. En Halloween. La noche de los muertos vivientes.Aquella noche Anneliese, que ya era consciente de la pobreza y del sufrimiento de los demás, vio  algo que la instó a huir. No es algo que se deba contar aquí. Digamos que tiene algo que ver con un baile en una casa indebida, una puerta abierta y una frialdad fantasmal, más un charco de sangre derramada en el suelo. Y en unos documentos que nadie le había enseñado y que podrían decidir su destino.

Y entonces se enfadó. Anneliese se enfadó tanto que decidió abandonar Escocia durante un tiempo. No quería que su destino fuera ése. No iba a dejar que la convirtieran en una bruja semejante, ¡no! Ni que decidieran su destino. Así que se tomaría unas vacaciones para mejorar como bruja y tomar su propio camino, terminar su educación cómo le venga en gana y de paso ver la bella París. No supo la reacción de sus padres y de sus hermanos al huir. Pero sabe que pronto volverá a verlos.  Muy pero que muy pronto. Pero sabe también que tardarán un tiempecito en encontrarla.

DATOS EXTRA

-Vela el cementerio por la noche, pero ésto no lo sabe nadie de la alta sociedad. Es un secreto, quiere experimentar con los muertos allí...y con los poderes de la naturaleza.

-Es un poco rara. Pero es encantadora, normalmente es amable con los demás.

-AMA LA MÚSICA. Toca el piano con maestría, pero prefiere cantar. Casi siempre te la verás cantando.

-Por ahora se aloja en hoteles. O en el bosque. Guarda una maleta con sus pocos vestidos (caros, por supuesto) llevados por un campesino al que paga y domina con su dominación,

-Tiene un gatito pequeño que se encontró hace poco y la sigue a todas partes. Se llama Shirley.

-Es un quirquincho. Y le gusta hacer ella misma hacer los apaños de sus pociones. Muchas veces te la encontrarás en búsqueda de ingredientes, o en la biblioteca en busca de hechizos o conocimientos nuevos.

-El título de Condesa de los Países Bajos se lo concedieron hace poco, pues uno de sus parientes cercanos, una dama cinco años mayor que Anneliese, falleció hace muy poco tiempo en circunstancias misteriosas, sin estar casada ni tener hijos, y era la tía de la chica. Por lo tanto le dieron el título a ella, tal cómo se describía en el testamento de la antigua condesa. Con el acuerdo de un matrimonio próximo con un caballero procedente de esas tierras, por supuesto. Pero eso ya es algo que se irá viendo a lo largo del tiempo, si se cumple el compromiso o no. Se cumpla o no, Anneliese seguirá siendo la Condesa. No toda la familia de Anneliese es escocesa. Hay varias ramas de la familia repartidas por Europa y por el nuevo mundo, y dos de esos parientes alcanzaron títulos de nobleza hace siglos, por deudas con los altos cargos de la nobleza, que se mantienen en el más estricto secreto. Y es por eso que Anneliese es ahora la actual Condesa. Éste es un cargo que ha recibido muy recientemente, y motivo por el cuál la encontrarán pronto.

gracias a αgusτınα• de sourcecode